Presentación

PRESENTACIÓN

Tránsitos Intrusos se propone compartir una mirada que tiene la pretensión de traspasar las barreras que las instituciones, las organizaciones, los poderes y las personas constituyen para conservar su estatuto de invisibilidad, así como los sistemas conceptuales convencionales que dificultan la comprensión de la diversidad, l a complejidad y las transformaciones propias de las sociedades actuales.
En un tiempo en el que predomina la desestructuración, en el que coexisten distintos mundos sociales nacientes y declinantes, así como varios procesos de estructuración de distinto signo, este blog se entiende como un ámbito de reflexión sobre las sociedades del presente y su intersección con mi propia vida personal.
Los tránsitos entre las distintas realidades tienen la pretensión de constituir miradas intrusas que permitan el acceso a las dimensiones ocultas e invisibilizadas, para ser expuestas en el nuevo espacio desterritorializado que representa internet, definido como el sexto continente superpuesto a los convencionales.

Juan Irigoyen es hijo de Pedro y María Josefa. Ha sido activista en el movimiento estudiantil y militante político en los años de la transición, sociólogo profesional en los años ochenta y profesor de Sociología en la Universidad de Granada desde 1990.Desde el verano de 2017 se encuentra liberado del trabajo automatizado y evaluado, viviendo la vida pausadamente. Es observador permanente de los efectos del nuevo poder sobre las vidas de las personas. También es evaluador acreditado del poder en sus distintas facetas. Para facilitar estas actividades junta letras en este blog.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

SAUDADE DE LISBOA

Lisboa es una ciudad mítica para la generación que se opuso al franquismo. La revolución de los claveles del 25 de abril de 1974 fue vivida como un acontecimiento propio por nosotros. Recuerdo la enorme emoción que suscitaban las noticias y las imágenes que llegaban de Portugal, que estimulaban nuestras ensoñaciones acerca del inminente final de la dictadura franquista. Tres años más adelante, la transición política española siguió un camino diferente. Aquí no se desplomaron las estructuras e instituciones del franquismo. El grito en las manifestaciones de esos años de "social piensa en Portugal" dirigido a la policía política española, quedó en una quimera.

Unos años más tarde viajé a Lisboa con Carmen, que ya conocía la ciudad. Nuestras emociones explotaron al llegar a la plaza del Rocío y otros escenarios urbanos de la revolución de los claveles. Pero el proceso revolucionario ya había sido encauzado y los líderes del 25 de abril se encontraban en el exterior del sistema político recién fundado y normalizado tras su compulsivo origen. Pero nuestro imaginario nos permitió rememorar nuestros ensueños de mediados de los años setenta, que habían modelado nuestras percepciones.

Pero, con independencia de nuestras figuraciones rupturistas, la ciudad nos enamoró. Pudimos vivir varias lisboas diferentes en nuestras derivas en los márgenes de las rutas turísticas. Carmen siempre quiso volver, hasta en los últimos días guardaba la nostalgia de la ciudad. En una tarde preciosa del otoño ha retornado el recuerdo, la melancolía y la saudade de Lisboa. Acompaño este comentario con un video del Grandola Vila Morena y otro de Amalia Rodrigues. El fado sigue presente en mi banda sonora. Es una de las músicas que me ha ayudado a sobrellevar mi larga presencia en una institución tan sórdida como la universidad.





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