Presentación

PRESENTACIÓN

Tránsitos Intrusos se propone compartir una mirada que tiene la pretensión de traspasar las barreras que las instituciones, las organizaciones, los poderes y las personas constituyen para conservar su estatuto de invisibilidad, así como los sistemas conceptuales convencionales que dificultan la comprensión de la diversidad, l a complejidad y las transformaciones propias de las sociedades actuales.
En un tiempo en el que predomina la desestructuración, en el que coexisten distintos mundos sociales nacientes y declinantes, así como varios procesos de estructuración de distinto signo, este blog se entiende como un ámbito de reflexión sobre las sociedades del presente y su intersección con mi propia vida personal.
Los tránsitos entre las distintas realidades tienen la pretensión de constituir miradas intrusas que permitan el acceso a las dimensiones ocultas e invisibilizadas, para ser expuestas en el nuevo espacio desterritorializado que representa internet, definido como el sexto continente superpuesto a los convencionales.

Juan Irigoyen es hijo de Pedro y María Josefa. Ha sido activista en el movimiento estudiantil y militante político en los años de la transición, sociólogo profesional en los años ochenta y profesor de Sociología en la Universidad de Granada desde 1990.Desde el verano de 2017 se encuentra liberado del trabajo automatizado y evaluado, viviendo la vida pausadamente. Es observador permanente de los efectos del nuevo poder sobre las vidas de las personas. También es evaluador acreditado del poder en sus distintas facetas. Para facilitar estas actividades junta letras en este blog.

lunes, 29 de mayo de 2023

UN RELATO AUTOBIOGRÁFICO DE LA PRECARIZACIÓN DE LOS MÉDICOS

 

Hace unos meses fui invitado a escribir un prólogo a un libro de Juan Diego Areta Higuera., cuyo título es “Mi carrera no progresa. Recuerdos y aventuras de un médico errante”. Este se ha publicado en UNO editorial. Acepté la invitación por la relación de amistad que tengo con el autor. Este es un médico de familia, que ha accedido a la atención primaria en los tiempos de la gran recesión de la misma. De este modo, su carrera adquiere un perfil de tránsito entre sucesivos destinos equivalentes, definidos por su horizontalidad. De ahí que el título sea una ironía.

La narración es elocuente con respecto al fracaso en la socialización profesional, así como en la desprofesionalización promovida por el sistema mismo, que termina por convertir a cada nuevo médico de atención primaria en un autómata que ejerce provisionalmente en distintos centros. Así se forja como jornalero intensivo de la atención médica, como una pieza móvil de reemplazo en sustituciones. De una situación vivida de esta forma resulta una subjetivación perversa, en tanto que el sujeto precarizado termina por internalizar su condición de eterno aspirante, así como a urdir la ilusión de que esta larga secuencia de destinos provisionales tendrá un final.

Pero, el autor, en este documento autobiográfico, logra invertir los sentidos que este sistema médico referenciado en el modelo empresarial de la empresa postfordista le inculca. Así, se convierte en uno de los héroes tan bien conceptualizados de Michael de Certeau, los cuales, en una situación de desventaja, desarrollan un conjunto de tácticas frente a un poder colosal que se sobrepone sobre él. En este caso, Areta toma sus distancias con la facultad de Medicina, también con las todopoderosas organizaciones profesionales, reemplazándolas por otros sentidos centrados en la recuperación de la dignidad de los pacientes con los que interactúa, que pertenecen a segmentos sociales penalizados por la gran reestructuración en curso.

De este modo, el libro significa que él mismo toma la palabra, definiendo las situaciones profesionales vividas, lo que significa la recuperación de sí mismo como narrador, tomando distancias con los relatos impuestos por las instituciones de la atención médica, que fusionan una versión tecnocrática de la medicina con los métodos y culturas de la gestión empresarial. Así se distancia y libera, relativamente, de ser un recurso humano móvil, que es para lo que es diseñado por tan moderno sistema aspirante a la eficiencia total. Este es el principal mérito del libro, que constituye a su autor como un sujeto hablante en primera persona, lo cual no es muy frecuente en este tiempo que convierte a los médicos generalistas en temporeros.

Este es el prólogo

 

PRÓLOGO

 

Desde los años ochenta se viene produciendo una secuencia de cambios de gran alcance en las sociedades contemporáneas. El efecto principal de los mismos, remite a una gran reestructuración de los sistemas sociales, y, en particular, de los estados de bienestar consolidados desde después de la II Guerra Mundial. Estas transformaciones afectan sustantivamente a los sistemas sanitarios, y también al estatuto profesional y el desempeño de los médicos. 

Las nuevas generaciones que se van incorporando a los sistemas sanitarios, se encuentran socializadas en representaciones, saberes e ideologías vigentes en el inmediato pasado, pero que van perdiendo su validez en los nuevos escenarios de la asistencia sanitaria. Así se cumple una pauta común a numerosos procesos de cambio social, en los que los actores se aferran a saberes caducados por las nuevas realidades. El efecto principal de esta desincronización es la generalización de un vacío que tiene como consecuencia la proliferación de incertidumbres y opacidades.

El libro de Juan Diego Areta Higuera significa la comparecencia de una voz que desvela algunas de las realidades vividas, así como sus propias reflexiones e interpretaciones de las mismas. Este es un documento personal autobiográfico que arroja luz sobre las trayectorias de los médicos incorporados en los últimos tiempos. El punto fuerte del relato radica en que los conceptos mediante los que valora e interpreta las distintas situaciones, no se corresponden con las cogniciones oficiales de la época. Así construye su propia perspectiva, lo que le permite incidir en las distintas situaciones vividas.

Pierre Bourdieu decía que “Tal vez sea la maldición de las ciencias humanas tener que tratar a un objeto que habla”. Esta idea puede sintetizar el texto. El autor decide hablar sobre sus distintas vivencias, liberándose así de la condición de un sujeto producido por un conjunto de instituciones médicas. Al tiempo que producido por estas, se reafirma como productor de sí mismo, asignando a sus acciones sentidos que no se corresponden con los de las instituciones en las que se desempeña. El libro expresa su voluntad de apoderarse de su propia autobiografía, en un ejercicio de autonomía personal no muy común en este tiempo.

Françoise Dubet, en su sociología de la experiencia, que constituye una sociología del sujeto, resalta la capacidad de algunos actores de construir su experiencia, confiriéndole una coherencia. En todo el viaje que narra Areta se manifiesta nítidamente su condición de sujeto que lee las situaciones, las interpreta y decide sobre sus propias acciones, en los márgenes estrechos de los que dispone, como es común en su generación. Pero, a lo largo de todo el texto, se manifiesta un núcleo de su yo sobre el que gobierna él mismo, y que es inaccesible para la institución médica en los términos en que esta se manifiesta en el presente. Son sus convicciones y los cálculos derivados de las mismas. De este modo, se hace copartícipe de su propio destino, interviniendo en su propia historia.

Uno de los aspectos más relevantes de su biografía profesional es la sucesión acelerada de contratos cortos y de pésima calidad que afecta a su generación. Se trata de la ley de hierro de la precarización de los médicos.  Los nuevos profesionales viven una realidad escindida entre los guiones asignados por el sistema de atención médica, que se fundan en la ideología de la excelencia, y su propia posición estructural, que les aboca a una movilidad horizontal sin fin. En estas condiciones se encuentran siempre en movimiento, pero su carrera ascendente es rotundamente denegada. Así adquieren la condición de rotantes entre distintos destinos que conforman un verdadero ejército de reserva médico. Su trayectoria, que encadena múltiples fragmentos especificados en contratos temporales, los determina como acumuladores de méritos en la larga espera de obtener un destino estable.

De esta forma, son producidos mediante la precarización como sujetos en situación de espera. Esta situación influye decisivamente sobre las subjetividades profesionales, que tienen que adecuarse a este interminable tiempo de sucesión de prórrogas, que constituye una verdadera destitución profesional. En esta situación de precariedad son solicitados para cumplir con un modelo de excelencia. Pero, el autor, sin rechazar explícitamente el imperativo establecido de tener un buen desempeño, ser eficiente, rentable, productivo y adherido a los guiones preestablecidos, muestra su competencia en el arte de reemplazarlos, en no pocas ocasiones con sutileza, por guiones fundados en sus singulares finalidades.

Así, el título referido a que mi carrera no progresa, resulta una ironía, en tanto que sus páginas se desvelan unas aspiraciones no encuadradas en los moldes establecidos. De esta forma sortea al fantasma de la ideología de la excelencia que se cierne sobre las generaciones de profesionales precarizados. Específicamente, el precepto sagrado de glorificación del mérito individual, de la obligación del éxito personal, de la asunción de la conversión en un ganador permanente, del imperativo ineludible de destacar sobre los demás. Esta ideología, imperante en este tiempo de reestructuración, adquiere una condición sagrada que sobrepone a las metas establecidas. Su propuesta exalta la mística de la perfección, entendida como una metafísica que gobierna la carrera profesional. Vicent de Gaulejac, uno de los autores más perspicaces al definir esta nueva ideología, que se define a sí mismo como sociólogo dubitativo, suspicaz y crítico, señala que la ideología de los recursos humanos estimula que el yo de cada individuo se ha convertido en un capital que es necesario hacer fructificar.

Desde estas coordenadas se puede entender la contradicción monumental que se asienta sobre las nuevas generaciones de médicos. Convertidos en piezas provisionales para hacer funcionar el dispositivo asistencial, siempre bajo mínimos, tienen que aceptar los sucesivos contratos efímeros, situándolos en una situación de desgaste, y, al mismo tiempo, amparados en la ideología de la excelencia, que se especifica en la categórica exigencia de sumar y acumular puntos con la finalidad de ubicarse en la cabeza de una lista de espera. Las políticas de personal sanitario, y las versiones de la ideología de la excelencia sobre las que se asientan, resultan patéticas.

Con estos referentes, se puede comprender la lógica del autor en esta narración. Se toma sus distancias y, exhibiendo cierta astucia, se libera de las definiciones oficiales. En particular, se toma su distancia con las valoraciones de la Facultad de Medicina y las instituciones de la socialización profesional. Afirma que “no estoy entre los mejores ni entre los peores”. En el texto aparecen varios comentarios que remiten a la soberanía del receptor, mostrando su capacidad para evadirse de las reglas impuestas por la institución.

Pero, cuando en el final afirma que su carrera sí progresa, está reemplazando los sentidos derivados del relato institucional. Una de las dimensiones esenciales de la gran reestructuración en curso apunta a la desuniversalización de la asistencia médica, que es rigurosamente dualizada según la posición de las distintas poblaciones y sus capacidades de compra de servicios. Aquellos que carecen de recursos económicos y de representación política y mediática, son inexorablemente penalizados. El mercado se muestra como el modelo dominante de la época, realizando una drástica selección de públicos que determina distintos niveles en la atención médica.

Este es el aspecto más relevante que constituye el eje de la narración de Areta. Esta, no se encuentra estructurada por la dimensión de su carrera individual como hacedor de méritos cuantificables, sino que, por el contrario, el relato concede prioridad a los públicos con los que interactúa. Las poblaciones rurales y periféricas, los presos, las prostitutas, los inmigrantes y otras categorías de población perdedoras en la gran reestructuración. Así reemplaza los sentidos que rigen una carrera profesional, desplazando el mérito individual, que es reemplazo por la preminencia de la relación con los pacientes. Él los define, significativamente, con el término “encuentros”. El mito de la vida extraordinaria propiciado por la ideología de la excelencia, deriva en una vida profesional sobresaliente, determinada por la relación con sus pacientes sancionados por las políticas sanitarias crecientemente desuniversalizadoras.

Por esta razón, la narración remite a la elocuente metáfora de la sociedad invernadero, elaborada por Ricardo Forster, que desvela el núcleo del proyecto en curso: la construcción de una sociedad segura y confortable, blindada de un exterior inseguro e inestable. Este es el sentido rector de lo que se entiende como privatización sanitaria. La biografía profesional del autor es un viaje por los confines del invernadero, y, en coherencia con el mismo, ha terminado en el exterior del mismo, instalado en proyectos de cooperación en África, cuyos destinatarios no son los opulentos compradores de servicios médicos.

De este modo, la autobiografía de Areta se puede hacer inteligible desde la perspectiva del libro de Richard Sennett  “El respeto. Sobre la dignidad del hombre en un mundo de desigualdades”. Este libro se encuentra revalorizado en el presente dominado por la gran reestructuración. Sennett reflexiona acerca de las consecuencias subjetivas de anclar y estimular las diferencias individuales a expensas de sustraer especificidad, dignidad y autonomía a lo que denomina como “desconocidos, débiles y extraños”. Aquí radica el núcleo del texto: Si tuviera que titular la biografía de Juan Diego lo haría como la inversión de la excelencia y la preponderancia de la dignidad de las poblaciones desplazadas del invernadero. El libro es una propuesta de conexión y empatía con los múltiples desconocidos, débiles y extraños. Todas las coherencias de la trama autobiográfica convergen en este punto.

De ahí resulta que la prioridad radique en tener en cuenta y respetar a las poblaciones receptoras de la atención médica. El respeto emerge como valor axial en unos contextos en los que la eficiencia y la llamada calidad desplazan al respeto y la dignidad de los pacientes. En este tiempo, no son respetados ni siquiera los nuevos médicos desplazados como si fueran máquinas por distintos destinos provisionales, privándolos de la posibilidad de establecer vínculos con los pacientes. La generalización de la devaluación del respeto se hace patente en una asistencia sanitaria degradada por las mismas políticas sanitarias y los supuestos y sentidos en los que se referencian.

El eje del respeto a las poblaciones asistidas que estructura este relato autobiográfico conduce a un posicionamiento inscrito en lo que se ha denominado como “efecto Underdod”, que significa una predisposición al apoyo de las causas perdidas o por las poblaciones perdedoras. Así, la gran mayoría de los nuevos profesionales se adscribe a la pauta contraria, que es denominada como “efecto bandwagon”, y que se define como una adhesión a la mayoría, de la que resulta el hiperconformismo contemporáneo. En este campo significa orientarse a maximizar las actividades orientadas a sumar puntos con la finalidad de ubicarse en la cabeza de cola de espera.

Por el contrario, el autor orienta sus actividades a una interacción fructífera con las poblaciones cuya capacidad de compra de servicios se encuentra minimizada. Este es el núcleo de la cuestión. Desde esta perspectiva nos podíamos interrogar acerca de lo que significa ser un buen médico. Sin ánimo de resolver aquí esta cuestión, no me cabe duda alguna del privilegio de los pacientes cameruneses que se estén encontrando con Areta en estos días en el exterior del invernadero médico, cada vez más menguante en lo que a sus beneficiarios se refiere.

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 26 de mayo de 2023

ENCUENTRO CON LA BANDA SONORA DEL NUEVO FASCISMO

 

En mis diez últimos años de desempeño como profesor universitario he insistido en la idea motriz de que la sociedad global se ha fragmentado irremediablemente, dando lugar a varias subsociedades que se conforman como islas separadas entre sí. Pero este proceso de descomposición no se encuentra integrado en los paradigmas convencionales, que siguen funcionando mediante la idea unitaria. Este posicionamiento me ha llevado a mantener una postura crítica con las sociologías imperantes en varias versiones. Un libro de referencia es el de Alain Minc “La nueva edad media”, editado en Temas de Hoy en 1993. En este heterodoxo ensayo, se reconoce y reconceptualiza a las sociedades sumergidas derivadas de la gran desregulación del capitalismo tras el advenimiento de la globalización.

Minc define perspicazmente como “sociedad gris” a distintas sociedades que surgen en el seno de la sociedad global, emancipándose de la misma. Las sociedades grises son espacios sociales en los que no funcionan las instituciones y reglas del sistema total, caracterizado por el dominio del estado y la apelación al control racional de la realidad. Por el contrario, en las mismas se imponen las lógicas de poderes arraigados en la sombra, sustentados en distintas economías sumergidas. Por poner un ejemplo elocuente, la reciente y formidable película francesa “Los miserables”, de Ladj Ly, que narra las peripecias de una patrulla de policías que transita por espacios suburbanos dominados por distintas mafias, que se sustentan en varias economías ilegales.

En la actualidad resido en Madrid, en un piso alquilado que se encuentra ubicado a siete minutos andando del Retiro y a quince del Palacio de Cristal. Este se localiza en una casa que tiene dos portales, cuatro escaleras y unas ciento veinte viviendas. Todo el conjunto es propiedad de una empresa y los residentes detentamos la marca social que se deriva de nuestra condición de inquilinos en la España de siempre, inmune a los cambios estructurales. Esta casa es un verdadero laboratorio social habitado por varias especies de moradores. La circulación de esta población es muy alta debido a la precarización general, que impone sucesivas localizaciones a los intermitentes residentes.

 Junto a múltiples jóvenes que comparten los pisos de tres dormitorios, confirmando así la gran regresión residencial de los treinta últimos años, que reinventa los pisos compartidos como nueva forma de las viejas pensiones. Junto a los currantes se asientan algunas familias con niños, gentes de paso, refugiados ucranianos que acompañan a niños enfermos que son tratados en el Hospital del Niño Jesús, otros extranjeros y algunas mujeres mayores que viven completamente solas el tramo final biográfico, tras largas vidas en las que han desaparecido sus sistemas convivenciales. Yo soy una de esas personas.

Pues resulta que el bueno de Alain Minc se ha presentado súbitamente en el final de mi vida. El piso de abajo del mío, ha sido alquilado por tres jóvenes que representan los arquetipos personales de algunas de esas sociedades grises. Los que pertenecemos a la galaxia que tiene como centro al Estado, nos atenemos, en general, a determinadas formas de convivencia, así como a nuestro reconocimiento mutuo mediante una relación relativamente cordial de vecindad. El saludo mutuo, el respeto a las convenciones sociales, así como la relación amistosa es frecuente en las relaciones sociales del edificio. Los recién llegados han irrumpido estrepitosamente, mostrándose como productores de sonidos dotados de una carga insólita de decibelios.

Tres son las formas de la producción de sonidos. La primera es la recuperación de la sala como discoteca los fines de semana. En ella los invitados se prodigan con la música a un volumen demoledor, así como los sonidos de acompañamiento: gritos eufóricos, risotadas y voces desmesuradas. Desde el primer momento fui consciente de que tenía que deslocalizar esa discoteca, en tanto que la mayoría de vecinos tenía miedo a estos bárbaros. Llamé a la policía municipal. Pedí una prueba de sonido y accedieron. Esta se hizo en mi casa por medio de un sonómetro, siendo positivo el resultado. Tras la prueba, los agentes los identificaron, lo cual terminó en una denuncia formalizada.

Pero los nuevos bárbaros siguieron mostrando su competencia en el arte de producir decibelios. El segundo fin de semana reinventaron en su sala en las noches del finde el bar, específicamente la terraza. En ausencia de música tenía lugar una conversación en voces altas, acompañada por risas, gritos y sonidos que en la noche conmocionan el edificio. Llamé a la policía, pero ese día no disponían de sonómetro. Los agentes se personaron en la casa pero estos artesanos avezados del ruido habían aprendido y no abrieron la puerta. No obstante, como ya estaban identificados cosecharon su segunda denuncia. Pero la efervescencia de ese bar doméstico prosiguió tras la ausencia de la policía hasta el amanecer.

En los días siguientes tuvieron lugar dos acontecimientos acústicos convergentes. De un lado, los bárbaros reinventaron una nueva institución en la sala de estar: la grada o el estadio. En horario de tarde y de noche jugaban con una play, y cada desenlace de una jugada era celebrado al estilo de los goles de la grada. Los gritos eran de una intensidad escalofriante, además de intermitentes, de forma que para los sufridos vecinos se generaba una situación de espera a la siguiente explosión auditiva. Esta tercera forma de producción de decibelios, así como la constatación de los límites de la acción de las autoridades me decidió a dar la batalla. Así que inventé una forma de hacer ruido sobre el techo de su sala y sus dormitorios, que coincide felizmente con mi suelo, otorgándome una situación de privilegio acústico. Esta genera unos decibelios todavía mayores, de modo que produce un sonido abrumador sobre las testas de los bárbaros invasores, asemejándose a un bombardeo.

El pasado fin de semana fue apoteósico. Sobre el concurrido bar-terraza de la sala descargué a las doce y cuarto el primer bombardeo. Se hizo el silencio, pero reanudaron la fiesta. A la una bombardeé de nuevo la sala con intensidad inusitada. De nuevo, tras unos minutos de silencio, se reanudó la actividad auditiva y a las dos y media tuve que ampliar el hostigamiento auditivo. Esta vez subieron a casa. No les abrí la puerta, en tanto que tengo muy claro que la conversación con interlocutores en estado de ebriedad tiene el riesgo de terminar en violencia. Entonces, tuvieron que desalojar e ir con la música a otra parte ante la fuerza de la respuesta desde el cielo, que en este caso es su sufrido techo. De todas formas, volví a bombardear los tres dormitorios a las seis y media de la mañana en un nuevo acto de disuasión.

Durante toda la semana he recibido el calor y el apoyo de vecinos atemorizados o demasiado débiles para responder a la invasión de la barbarie acústica. También he hablado con la empresa propietaria, pero esta se lava las manos alegando que no puede hacer nada. En los tres primeros días, he bombardeado por las tardes la sala-grada de la play con efectos demoledores. Mis decibelios, al estar situado sobre su techo, son abrumadores. A partir del martes, la sala se emancipó de la grada, y no han vuelto a cantar sus jugadas-gol. Esta tiende a albergar un sistema social cuyo audio es moderado y no agresivo con los que habitan tras las paredes, por encima y por abajo.

Dice Minc que uno de los rasgos principales que definen a las distintas variantes de la sociedad gris es que en ellas predominan las relaciones de fuerza sin ambigüedad alguna. En este caso, los virtuosos en la producción del ruido se imponen sobre los vecinos mayores, enfermos o con niños sin piedad alguna. De ahí resulta un dominio del grupo de jóvenes ejecutado implacablemente, fundado en su superioridad numérica y corporal, y que adquiere formas sádicas. De las mujeres mayores que viven solas en su alrededor, y que ni siquiera se atreven a mirarlos o decirles algo, dicen despectivamente que son “menopáusicas”. Estos bárbaros se imponen por la fuerza sobre gentes a la que niegan su condición de humana. Ni siquiera nos reconocen como personas. Ellos saben que somos gentes en vísperas de ser encerradas y confinadas en instituciones totales de internamiento. En coherencia, no merecemos ningún respeto.

Me han impresionado mucho las conversaciones con las mujeres mayores. Estas viven en soledad, siempre en espera de la siguiente comparecencia de sus vástagos, localizadas en torno a la radio o la televisión y realizando actividades manuales clásicas, entre las que coser detenta un lugar privilegiado. Casi todas ya han experimentado su declive mediante accidentes domésticos o situaciones que han requerido ayuda externa. Pero ellas viven satisfactoriamente su soberanía doméstica, reinando en sus hogares desprovistos de acompañantes. Pero su declinar físico es implacablemente registrado por sus gestores de la historia clínica en espera de acumular los diagnósticos que amparen la decisión de encerrarlas definitivamente bajo custodia profesional, convirtiéndolas en objetos gerontológicos. En el tiempo que llevo en la casa, ya son dos las que han sido internadas definitivamente.

Esta población estigmatizada, abandonada drásticamente hasta por el mismísimo feminismo oficial, que las ignora supinamente, ha experimentado los cambios de la última década de modo que ha magnificado sus temores. Su soledad y desamparo se ve turbada por los industriales del miedo de las televisiones, portadores de sus imaginarios del mal, así como por acontecimientos vitales que los refuerzan. Uno de ellos es, precisamente, la aparición de bárbaros acústicos que ponen de manifiesto la ausencia de autoridad, así como la ineficacia integral de las instituciones. El resultado es la cristalización de una crisis de inteligibilidad. No comprenden qué ocurre y se sienten hipervulnerables y desamparadas. El cóctel letal resultante de la fusión del miedo con la incomprensión, las constituye como públicos de apoyo a los nuevos fascismos y autoritarismos.

Cuando el próximo domingo, las versiones de las derechas más autoritarias consigan resultados excelentes en distritos convencionalmente obreros, suscitando la perplejidad de las nuevas izquierdas posmodernas, es ineludible aludir a este factor. Estas señoras mayores ya no están presentes en las campañas de las izquierdas. Es inevitable mentar el video de campaña de Mónica García con Rita Maestre, que se dirige a otros públicos. Así se fragua una lenta, pero inexorable, expulsión de la sociedad, que termina con su congelación en las instituciones de confinamiento. Estas son las personas mayores que son etiquetadas con el hiperestigma de la discapacidad total, que sanciona la última decisión de ubicarlas en ese estado de muerte en vida que son las residencias.

Las dos noches de este finde, mi suelo va a temblar como efecto del dispositivo auditivo que tengo preparado para disuadir a los bárbaros de los sonidos. Van a tener que experimentar la derrota ante la aviación que castiga su techo. Y lo voy a hacer en el nombre de estas gentes mayores despreciadas y ninguneadas. En estos días, en nuestros encuentros ocasionales en el portal o las escaleras, se ha recuperado la sonrisa y reiterado la cordialidad, recuperando la esperanza de no ser abrumados por los sonidos de la discoteca, el bar o la grada tras las frágiles paredes. Porque es una tragedia en el presente que las instituciones o autoridades no nos quieran ver y nos reduzcan a la condición de perceptores de pensiones en vísperas de nuestro apartamiento definitivo. La próxima noche me encuentro con la banda sonora del nuevo fascismo.

 

 

 

lunes, 22 de mayo de 2023

UNA MIRADA CRÍTICA SOBRE LA CAMPAÑA ELECTORAL

 

Los ciudadanos saben perfectamente que no se les llama a votar para consultar sus razones, sino para hacerles entrar en razón.

Carlos Fernández Liria

Soy enemigo del sufragio universal; pero su manejo práctico no me asusta.

Antonio Cánovas del Castillo

¿Qué quiere mi máquina de visión y de escucha, y piensa lo mismo que yo? Cuestión tanto más ineludible cuanto que nuestro margen de libertad se reduce a medida que aumenta la interposición mediática, multiplicación de las redes y complejidad de los circuitos Siempre ha habido una máquina de hacer creer, desde el ágora griega y sin duda mucho antes. Pero hoy, la laringe colectiva gobierna la palabra pública. Hoy nuestra realidad es una mediavisión del mundo, dispositivo que dispone de nosotros, dotado de una fuerza de arrastre planetaria.

Regis Debray

 

Recuerdo el vigor de las primeras campañas electorales del postfranquismo. Los partidos movilizaban su capital militante, que se ampliaba considerablemente en ese tiempo. Con el paso de los años, las campañas han ido desfalleciendo, al tiempo que se transformaban en un género televisivo en detrimento de la densidad de los actos partidarios. Los escasos asistentes son colocados tras los candidatos por los asesores de comunicación, para conformar un capital visual que privilegie las cámaras. La unanimidad en estos actos es inquietante. Es imposible estar en ellos sin ser un cofrade experimentado y probado.

Estas han terminado siendo un episodio que congrega a las audiencias en torno a los denominados debates. El formato de estos favorece a los presentadores, que son las estrellas de las televisiones, que ofician un intercambio verbal de un nutrido grupo de candidatos, que tienen que responder a un menú despiezado de los programas máximos. Así, se abordan varios temas que se desglosan en varios aspectos. De este modo, cada aspirante dispone de sucesivos dos o tres minutos para presentar una secuencia de propuestas. El resultado es un insufrible intercambio de golpes dialécticos que favorece a los mejor dotados en comunicación no verbal. Para el espectador representa un visionado en el que sobresalen los zascas. Cada uno espera que su candidato zurre al contrario. De ahí resulta un estado de confusión, redundancia y catástrofe programática, que destapa la lucha de los egos de los contendientes. De esta manera se constituye como la máxima expresión de la desinteligencia, la ocultación y la manipulación. En este sentido, se ha llegado muy lejos.

Pero la campaña actual ha batido todos los récords imaginables. Se puede constatar un distanciamiento escatológico de la gran mayoría. El agotamiento de este formato de campaña es manifiesto.  Impera un estado de saturación que llega a la tristeza. Este juego sólo interesa a las formaciones políticas contendientes y a los operadores mediáticos. La verdad es que las partes beligerantes se muestran inscritas en unas rutinas que llegan a ser autodestructivas por la reducción de apoyos activos. En tanto, que estos disminuyen, los candidatos se muestran formateados por sus haceres ante las cámaras. De esta forma proliferan numerosos videos sin contenido que denotan un narcisismo imposible de ocultar.

Como es frecuente en estos meses, la campeona es Yolanda Díaz. Esta se prodiga en entrevistas con periodistas de las constelaciones del corazón y sus asociados, en las que muestra su frivolidad y aprovecha para minar a sus rivales mediante mensajes de doble significado. Su encuentro con Jorge Javier fue antológico. Estas actuaciones muestran a las claras como se imponen los mensajes ligeros y disminuyen las intervenciones sostenidas en una argumentación. El problema de fondo es interrogarse acerca de a quién se dirige Yolanda, Ada Colau y otras estrellas de la fanfarria político-mediática. Desde luego no a quienes se hagan preguntas o se encuentren relativamente orientados.

El problema crucial que se trasfiere a la campaña es la desconexión creciente entre los partidos y las realidades, así como la fragilidad de los proyectos. Quien siga el discurrir de la misma se encontrará con un contenido que responde al molde del Huffington Post, que representa una suerte de información con formato frivolizado y personalista. Pero, por debajo de lo que parecen desvaríos se encuentran proyectos ocultos que sustentan la campaña. Las tómbolas de bienes públicos de los candidatos ocultan las estrategias de los mismos. Hace unos días he publicado un texto en este blog sobre el origen de la derecha con la pretensión de explicar sus aparentes desvaríos espectrales.

Sin embargo, tras la aparente irrealidad de su campaña contra el fantasma de la ETA, se esconde una estrategia bien pensada. Se trata de ilegalizar a los partidos nacionalistas de Cataluña y Euzkadi, lo que le reportaría una mayoría cómoda a nivel estatal. Estamos en la primera fase de la realización de un proyecto para asentar a la derecha en el poder de manera estable. Los estados mayores son los comunicadores que afirman que la vieja ETA se ha reencarnado en Bildu. El aspecto más relevante de esta falacia es la constatación de que la derecha está rompiendo con el mismísimo régimen del 78. Esto es lo que se está dirimiendo.

Por parte de la izquierda, el giro del PSOE para presentarse como el partido de la gente, muestra su debilidad e inconsistencia. El supuesto giro a la izquierda es la resultante de cálculos electorales. Pero, con respecto a la socialdemocracia histórica, este significa una regresión. Esta supuso un proyecto en acción de construcción de una red de organizaciones públicas asentadas. El PSOE actual se ha evadido de la responsabilidad de impulsar organizaciones públicas sólidas, incluso las debilita considerablemente. El mantenimiento de un sector público fuerte, era la base para hacer realidad el verbo “transformar”. Los cambios se encontraban respaldados por esta garantía organizacional.

En los últimos años de giro izquierdista, el PSOE debilita la Administración y los sistemas públicos del estado del bienestar, para sustituirlos por una cadena deslavazada de  medidas de apoyo a distintos sectores sociales. Esta política tiene la finalidad de conseguir apoyos electorales inmediatos, pero no modifica las estructuras y deja libres a las instituciones del mercado. Pienso que el giro simbólico/imaginario del PSOE a la izquierda, es nefasto, en tanto que el debilitamiento de todas las organizaciones públicas - de la enseñanza, de la investigación, de la sanidad, de los servicios sociales- deja el camino trillado a la derecha cuando recupere el gobierno. Andalucía representa un laboratorio elocuente del declive del PSOE. Mientras tanto, las maquinarias jurídicas y mediáticas de la derecha inician el camino para aislarlo, privándole de sus proverbiales aliados nacionalistas.

Un aspecto esencial del debilitamiento de lo público estriba en que la política de la izquierda, también Izquierda Unida y ahora la constelación de la nueva izquierda, supone la colonización de las distintas organizaciones públicas, lo que les permite situar un conjunto de directivos fieles dichos partidos. El resultado de esta reapropiación y repoblación gerencial, practicada desde los años ochenta, ha representado un factor de bloqueo de estos sectores. Así, una red inmensa de afines, estrictamente obedientes construye las cadenas de mando en un prodigioso dispositivo de gerentes, asesores, falsos especialistas y renovados comisarios políticos. La espiral perniciosa resultante bloque e inmoviliza a dichos sectores. Por poner un ejemplo, este es el problema principal de la Atención Primaria, y no quiero ni siquiera acordarme de la Universidad, en la que muchos de los más mediocres eran promocionados para desempeñarse en lo que llamaban “gestión”.

Respecto a la nueva izquierda, su derrumbe es patente. Su fragmentación infinita, la apoteosis de los personalismos, la incapacidad de poner en tierra las grandes cuestiones del ecologismo y el pacifismo, el vacío programático, la reconversión estética, la competencia en la simulación. En este contexto, tiene lugar un verdadero descarrilamiento del feminismo, materializado en el Ministerio de Igualdad, convertido en un cohete espacial que alberga una nutrida troupe militante, que va perdiendo pie y distanciándose de la realidad. Asimismo, las propuestas excéntricas como la vigilancia estatal de Tinder y las propuestas de resolver los problemas sociales, nacidos precisamente de la consolidación de las instituciones neoliberales de la individuación, con la multiplicación de la psicología y la psiquiatría.

Estas elecciones marcan un punto de inflexión para la izquierda más allá del PSOE. Porque es ineludible interrogarse, tras tantos años de ejercicio de gobierno, acerca del estancamiento de sus apoyos. Incluso, por la naturaleza del sorpasso al PSOE, que se ha mostrado incapaz de ampliar los apoyos al conjunto de la izquierda. ¿Cómo es posible que, en distintas instituciones, en las que han desempeñado el gobierno, resulta que nutridos contingentes de electores no renuevan su apoyo, e, incluso,  viajan en otra dirección. El caso de Ada Colau es más que elocuente. Tras ocho años de alcaldía no conquista nuevos apoyos. La nueva izquierda se encuentra estancada y presenta un inquietante déficit de conocimiento. En sus mítines se proyecta la crispación de una radicalización por fracaso.

Dicho esto, tengo dudas acerca de si el próximo domingo, escribiré aquí sobre el desenlace de esta sórdida campaña, cuyas claves sumergidas he explicado aquí. Mi pronóstico es sombrío, con una derecha desbocada, una izquierda desnortada, que compiten en sus ofertas de tómbolas en detrimento de la Administración Pública y los sistemas públicos, que siguen la senda del deterioro inexorable. El autoritarismo creciente de los socios de gobierno, así como de la oposición son consustanciales a esta orfandad programática y descentramiento que constituye el paradigma de la tómbola. Bueno, que mañana es martes y en mi condición de mayor iré al cine por dos euros.

 

 

 

 

 

sábado, 20 de mayo de 2023

LAS BOQUITAS PINTADAS DE LA DERECHA

 

Acabo de leer un viejo libro de José Antonio Gómez Marín, cuyo título es “Antología de frases de derecha. Hablar con propiedad”, publicado en Libertarias /Prodhufi 1996.  Estas son algunas de las ventajas de vivir en Madrid, en donde fluyen tesoros bibliográficos en una red de librerías de segunda mano. En él recopila frases de distintas personalidades de la derecha. El resultado es antológico, en tanto que remite al núcleo invariable que conforma la identidad de la misma, que se maquilla y oculta cuidadosamente en el postfranquismo.

En el prólogo de Vázquez Montalbán, dice: Por la boquita pintada de las derechas realmente existentes últimamente salen proclamas que parecen de izquierdas, pero son tácticas o estratégica […] Antes se notaba mucho a los de derechas porque sus referentes fundamentales eran el orden natural y el divino. Ahora se recurre al orden internacional, y como se refugian en tan abstracta instancia tanto las derechas como las izquierdas, se dificulta mucho más el distinguir. Efectivamente, ahora la videopolítica imperante ha equiparado las jergas partidarias y los repertorios gestuales, haciendo difícil discernir entre ambas ideologías, transformadas hoy en versiones diferentes de la sociedad del sagrado crecimiento.

No obstante, aún a pesar de los disfraces de la época, tras los discursos de los protagonistas, reducidos a los argumentarios partidarios elaborados por los equipos de comunicación, emergen en no pocas ocasiones, expresiones verbales que remiten al origen indestructible, que se encuentra sumergido a las miradas de los espectadores/electores, pero que se somete a un régimen análogo al de las mareas. Así, siempre termina por llegar la bajamar, que muestra impúdicamente los ingredientes invariables del férreo e inequívoco pasado.

En estos días terribles de campaña, la derecha ha obrado el milagro de reconstituirse según los moldes implacables del pasado autoritario. Así, ha rescatado el tiempo de terrorismo en Euzkadi, ahora formulado en términos de una venganza que se impone sobre el mismo principio jurídico del cumplimiento de las penas. Así, el penado es reenviado a su origen para repetir el juicio y la condena, que deviene en eterna. Los argumentos utilizados remiten a una violencia contundente, que termina fabricando a un enemigo total inextinguible. De este modo impone en la campaña electoral, un sello de cruzada renovada. No se trata de disputar el espacio autonómico y municipal en torno a la defensa de un programa, sino de reavivar una nueva cruzada contra los espectros del mal, que al igual que el mismísimo diablo viven bajo la superficie en espera de su oportunidad para infligir daño.

El resultado de esta reencarnación del espíritu de cruzada es la desviación de la campaña hacia entidades espectrales, entre las cuales brilla la vieja y fenecida ETA, además de la okupación, entendida como una entidad maligna universal, presta para invertir el derecho a la propiedad. Las comunicaciones en las famélicas instituciones del régimen, adquieren una naturaleza metafísica que desentierra una institución providencial en la lucha contra lo maléfico: la inquisición. Los líderes partidarios de la derecha se esfuerzan por mostrar el mal oculto que subyace en los discursos y las prácticas políticas de las nuevas izquierdas.

Este oscurantismo fatal conquista las instituciones, siendo transferido a la izquierda que produce enunciaciones esencialistas, amenazadas por fuerzas del mal agazapadas bajo la superficie. Así la salud mental, que deviene en un espectro maligno que se asienta aleatoriamente sobre múltiples individuos, cuya única opción es ser tratados por los dispositivos profesionales requeridos. La intervención de Mónica García en un “debate” televisivo, en el que mostró medicación providencial salvadora para los afectados por ese luzbel que transita por las sociedades del presente. Una parte de los programas de la izquierda son presentados de forma esencialista en nombre de algún renovado jinete del apocalipsis que aguarda para localizarse en distintos sujetos.

Por esta razón presento aquí una selección de frases con mucha enjundia, que se encuentras presentes en los discursos metafísicos destinados a descubrir las intenciones ocultas o a combatir el mal, entendido como un concepto definido por su totalidad inextinguible. Ha sido difícil hacer una selección debido a la variedad y riqueza de las seleccionadas en el libro. El criterio de mi selección ha sido el vínculo de cada una con un discurso o situación del presente caracterizado por la política espectral de la derecha, pronunciada por sus múltiples, y, a veces, extravagantes, boquitas pintadas.

Estas son:

 

Cuando se empuña la carabina ya no hay que andarse con remilgos.

                                                                                             Prim.

Cuanto más prospere el mundo más necesitará de instituciones que lo guíen y más necesitarán esas instituciones de verdadera aristocracia que las dirijan.

                                                                                   Ramiro de Maeztu

La Nobleza ha sido la compañera inseparable de la libertad.

                                                                                      Bravo Murillo

El ideal se puede fijar en breve fórmula: convertir al señorito en señor.

                                                                                    Ramiro de Maeztu

 

Las minorías inteligentes y propietarias sólo están más altas porque han trabajado más, porque han ahorrado más, porque han realizado mejor su destino en la tierra

                                                                                  Cánovas del Castillo

Los detenidos son mis prisioneros

                                                                                     Manuel Fraga

 

El asiento requiere acomodamiento de suficiente número de voluntades y combinación estable de empujes, misteriosa mecánica en cada cotarro provincial.

                                                                                        Antonio Maura

Una monarquía no puede apoyarse en las últimas clases de la sociedad; es preciso que se apoye en las clases intermedias

                                                                                         Donoso Cortés

 

La clase baja (…) esta numerosa familia obrera compuesta en su totalidad por menores perpetuos, necesita de una prudente y sabia conducción

                                                                                          Ferrán Alsina

Cabría admitir dos grados en la participación en la democracia, para acceder desde la miseria a la participación en el poder o la soberanía: la propiedad, el primero; el segundo, el sufragio universal.

                                                                                     Antonio Cánovas

El régimen electivo es cosa de suyo tan corruptora que todas las sociedades, tanto antiguas como modernas, donde ha prevalecido han muerto gangrenadas.

                                                                                            Donoso Cortés

No queremos una democracia como aquella que en el primer pebliscito gritó ¡queremos a Barrabás¡

                                                                                         Francisco Franco

Las consecuencias que la democracia inorgánica produce en la sociedad son el desgobierno en anarquía, la lucha de clases, la proliferación de los partidos políticos, en definitiva, la imposibilidad de conseguir el bien común.

                                                                                       Luis María Ansón

Los regímenes cristianos son los más liberales de la tierra. No necesitan declarar los derechos humanos del hombre para reconocerlos. Son para ellos de derecho natural, y por tanto anteriores a toda ley escrita

                                                                                     Ramiro de Maeztu

NO cabe duda de que el Creador (…) ha dispuesto que haya desigualdad

                                                                                         Camps y Fabrés

Tengo la convicción profunda de que las desigualdades proceden de Dios.

                                                                                        Antonio Cánovas

Tengo la igualdad por antihumana, irracional o absurda, y a la desigualdad por de derecho natural.

                                                                                        Antonio Cánovas

Yo creo que ha habido en la tierra dos pueblos que han sido elegidos y predestinados: el pueblo judío y el pueblo español.

                                                                                            Donoso Cortés

Cuando las minorías inteligentes, que serán siempre las minorías propietarias, encuentran que es imposible mantener en igualdad de derechos con ellos a la muchedumbre; cuando vean que la muchedumbre prevalece de los derechos políticos que se le han dado para ejercer tiránicamente la soberanía, buscarán dondequiera la dictadura y la encontrarán.

                                                                                      Antonio Cánovas

El dinero es espíritu

                                                                                    Ramiro de Maeztu

Cantemos al oro

                                                                                     Ramiro de Maeztu

 

Lo esencial es sentir que el dinero es uno de los aspectos constitutivos del bien, y por tanto, uno de los valores supremos de la vida

                                                                                      Ramiro de Maeztu

Más fútbol y menos latín

                                                                                        José  Solís Ruiz

El profesor que no sea católico debe sentirse estrechado por su propio decoro y por su propia dignidad, ya que no por su conciencia, a renunciar a su cátedra.

                                                                                       Obispo de Ávila

La Institución Libre de Enseñanza, la institución más antiespañola que ha brotado y vivido en nuestra Patria, merced a la malicia de unos gobernantes y a la estúpida contemporización  de otros que, por sus ideas, debieron hace varios lustros haberles dado el garrote vil

                                                                                Cardenal Herrera Oria

Nadie quiere reconocer que si ese Estado hiciera grandes inversiones y no gastos sociales por muy necesarios y humanitarios que sean… crearía riquezas y empleo.                   

                                                                                            I.Parada

Lo que el país necesita y lo que el país tendrá es una Monarquía que prolongue la sabia moderación que franco ha sabido imprimir

                                                                                          Ortí Bordás

Nosotros pusimos el brazo y la intención, más la victoria sólo la da Dios

                                                                                       Francisco Franco

La Inquisición, a pesar de todos sus errores, tenía la enorme ventaja de velar por la fuerza dogmática de la Religión.

                                                                                       Luis María Ansón

Heterodoxos, sofistas, herejes, bachilleres, pedantes, intelectuales

                                                                                       Panfleto falangista

Las sociedades no mueren solamente por el hierro sino por la palabra anticatólica salida de la boca de los filósofos

                                                                                      Donoso Cortés

La tolerancia es enfermedad de épocas de escepticismo o de fe mala

                                                                                      Menéndez Pelayo

No hay libertad verdadera más que en la sumisión

                                                                                     Panfleto falangista

Lo esencial no es que el poder esté en manos del mejor dotado. Lo que interesa es que esté en manos de quien lo pueda ejercer con mayor provecho. Y este es el rey.

                                                                                      Luis María Ansón

Las asociaciones políticas son como las mujeres; mientras más se usan más se ensanchan

                                                                                       José Solís Ruiz

Cuando uno es pobre y lo quiere ser, lo es de buena voluntad y no por fuerza, entonces gusta la dulzura de la virtud de la pobreza

                                                                                  Antonio María Claret

¡Ser propietario¡ He ahí una idea tan sencilla en sí, pero que es la pesadilla del pobre, porque su limitada inteligencia no lo puede concebir

                                                                                      Joaquín Salarich

Necesitamos con urgencia un rearme moral y doctrinal que sepa contestar con rigor a las insidiosas penetraciones de un saber que se disfraza de ciencia y ha perdido su norte.

                                                                                       Utrera Molina

El socialismo no es fuerte sino porque es una teología satánica

                                                                                          Donoso Cortés

¿Y qué hacer? Pues una democracia sin gas. No tenemos otra posibilidad

                                                                                           Emilio Romero

 

 

Después de leer y pensar sobre estas frases tan elocuentes, creo comprender algo acerca del fondo de la campaña electoral en curso y sus espectrales contenidos. Solo es menester remitirse al método arqueológico. La derecha no es capaz de liberarse de los demonios de su origen. Estos son los misterios de la democracia sin gas de Emilio Romero. Me pregunto si algún lector suscribe esta interpretación.

                                                                                     

 

 

domingo, 14 de mayo de 2023

CHILE

 

El batacazo de la izquierda postpinochetista en Chile es un fenómeno que trasciende a este país y afecta a la nueva izquierda recompuesta en el tiempo de expansión del neoliberalismo. Sin ánimo de entrar específicamente, me pregunto acerca de una cuestión fundamental: cuando la nueva izquierda se instala en un gobierno termina por reducir su base electoral. En España se evidencia en todos los niveles, desde la Barcelona de Colau, en la que ocho años de gestión municipal con un nuevo proyecto no suscita más apoyos electorales, hasta el gobierno del estado, en el que el torrente de furiosas medidas vendidas como soluciones mágicas no altera los apoyos a tan benevolentes gobernantes. En España, el caso del ayuntamiento de Madrid con Carmena constituye un laboratorio político acerca de la congelación de los apoyos.

Por esta razón me he decidido a publicar aquí un artículo de Alicia Maldonado en el que analiza el affaire chileno. El texto me parece de gran interés, enfatizando cuestiones tales como el refuerzo de las fuerzas policiales por parte de Boric, los desvaríos en política feminista y el distanciamiento entre el providencial gobierno de la izquierda de sus bases sociales, que en Chile adquirió la forma de la multiplicación del voto en blanco y nulo. A pesar de que en España la contraposición entre izquierda y reflexión se hace patente, este texto puede contribuir a que algunas personas puedan llegar a repensar los sentidos de la acción política que tan alegremente denominan como transformadora. Al igual que en España tras 2014, los destituyentes han sido incrementalmente destituidos. 

 

CHILE: HASTÍO, DECEPCIÓN Y LA POLARIZACIÓN EN LAS URNAS

ALICIA MALDONADO

EL LOBO SUELTO, 10 MAYO DE 2023

 

Chile, experimento neoliberal y paradigma de la desigualdad, asistió por cuarta vez a las urnas para cambiar la Constitución de Augusto Pinochet, luego de abrir este proceso mediante las protestas sociales más grandes que haya conocido su historia. 

En la jornada electoral del domingo 7 de mayo, a las 17:30 HRS. cerraba la primera mesa en Punta Arenas, ciudad natal del presidente Boric, ahí ganó el voto nulo.

Los medios hegemónicos no paran de mostrar la fiesta de la extrema derecha dado el caudal de votos obtenido en las elecciones de este domingo para constituir el Consejo Constitucional, que tiene por tarea escribir un segundo intento de Nueva Constitución. El tal llamado “giro” hacia la derecha del pueblo chileno, invisibiliza y tergiversa a quien, en vocabulario electoral, constituye la tercera fuerza, y es que, votos blancos, nulos y abstenciones, suman casi la misma cantidad de votos y/o electores que reúnen la extrema derecha y la derecha tradicional juntas (Republicanos, Unión Demócrata Independiente, Renovación Nacional y Evolución Política).  

Los grandes perdedores electorales son la ex Concertación y el Partido de la Gente, los primeros insisten en no abandonar la escena política electoral que los tuvo 30 años al frente del país (igualmente hoy ocupan importantes ministerios en el gobierno de Boric), y los segundos, caracterizados por un estrepitoso crecimiento y militancia sostenida en la emergente fuerza de las redes sociales, sucumbieron, a horas de comenzar la elección, por llevar a una candidata condenada por narcotráfico. Éstos no solo no pudieron quedarse con ningún escaño en el Consejo Constitucional, sino que, además, si avanzan las negociaciones para que los partidos con menos del 5% no puedan ser considerados como tal ante el Servicio Electoral, simplemente desaparecerían todos de la papeleta.

Chile se polariza, los partidos Comunista y Republicano crecen sostenidamente desde octubre del 2019, y son quienes obtuvieron este domingo lxs Consejerxs Constitucionales con mayor votación a nivel nacional: Karen Araya, actual presidenta del Colegio de Profesores; y Luis Silva, abogado Opus Dei (487.549 y 707.072 votos respectivamente). 

Los mismos medios hegemónicos que exhiben la portada del New York Time con un Boric feminista, defensor de los DD.HH., ecologista, e incluso allendista, hoy nos hablan de este giro a la derecha del pueblo chileno, pero lo cierto, es que los patrones de comportamiento electoral siguen intactos, incluso bajo la perspectiva de los 50 años del Golpe Militar al gobierno de Salvador Allende. Por más que intenten invisibilizar el fracaso del modelo democrático del establishment para aliviar la desigualdad y actualizar el capitalismo al ritmo de la identidad nacional, el hastío, rabia y decepción ante el proceso constitucional, secuestrado escandalosamente por la elite gobernante, tiene una expresión electoral imposible de acallar: más de 4.9 millones de votos nulos, blancos y abstenciones. 

La desilusión que ha provocado el gobierno de Boric por el abandono a su propio Programa, no se puede ocultar ni contener, a pesar del espectacular desempeño de Camila Vallejo. El pinkwashing, y en lo que han devenido las promesas “feministas” del gobierno, no resisten el menor análisis, y es que, a pesar de las fanfarrias con que ONU Mujeres destaca al gobierno con el 6to lugar mundial en paridad, las cárceles chilenas están en el 4to lugar latinoamericano de las que más presas tienen (de las cuales el 95% son madres). Estética juvenil y divertida, y patrullas de Carabineros de Chile pintadas de arcoíris el día del orgullo LGTBIQ+, no son capaces de desviar la mirada sobre los USD $ 1.500.000.000 del Tesoro Público que Boric traspasó este año a las fuerzas represivas del Estado, luego de haber prometido en campaña su refundación (Carabineros de Chile ya aumentó en un 40% su presupuesto en el 2023, y la represión al movimiento estudiantil es exactamente igual que bajo el gobierno de Piñera). La aprobación del TPP-11, la re militarización de la Wallmapu, la ley de gatillo fácil, la prisión política de comuneros mapuche, la aprobación del icónico proyecto minero Los Bronces, que según expertos y destacados dirigentes socioambientales dejará sumida en una crisis hídrica a las regiones Metropolitana y Valparaíso, y el retractarse de la condonación del CAE (la más popular promesa de campaña sobre la extinción de la deuda universitaria), han roto la confianza en el gobierno, y lacerado aún más la confianza ciudadana en el sistema “democrático” para llevar adelante las transformaciones urgentemente sentidas en el país, asociadas a cuestiones tan sensibles como las pensiones, y el acceso a la  educación, salud y vivienda, que hoy en día siguen siendo un negocio que los convierte en privilegios que solo las personas con gran capacidad de endeudamiento pueden costear.

De las altas votaciones que sigue sumando la derecha, no solo en Chile, podemos ver con claridad un hilo conductor entre la impotencia que muestra el Estado para hacerse cargo de la degradación del lazo social, propia de este nivel de acumulación y desigualdad, y los monstruos que alimentan los medios hegemónicos a diario, instalando la mano dura como única solución a problemas como el narco, la delincuencia y la inmigración. Así vemos cómo se va configurando la forma predilecta del Capital, la democracia en su devenir fascistizante. 

Como sigue el proceso constitucional:

Recapitulando. El 25 de octubre del 2020 el triunfo de las opciones APRUEBO/ CONVENCIÓN CONSITUCIONAL, es decir, apruebo una nueva constitución, no escrita con integrantes del Congreso,  ganó por casi un 80% de los votos, esta elección no estuvo exenta de polémicas y rechazo generalizado de la ciudadanía, dado que surgió del Acuerdo por la Paz, documento redactado por el Congreso el día 15 de noviembre del 2019 , dado a conocer a las 3°° de la madrugada, en medio de la más brutal represión, que dejó decenas de muertos y cientos de personas con mutilación ocular. El llamado Acuerdo Por La Paz, se daba a conocer en medio de renuncias, rompimiento de coaliciones y clausurando la exigencia callejera de Asamblea Constituyente.

El proceso constitucional 2023 comenzó con un silencioso acuerdo en el Congreso Nacional, que derivó el 13 de enero en la promulgación de la Ley 21.533 “Modifica La Constitución Política De La República Con El Objeto De Establecer Un Procedimiento Para La Elaboración Y Aprobación De Una Nueva Constitución Política De La República”. A través de esta ley (Art. 154) se establecieron los 12 Bordes o Bases Constitucionales Y Fundamentales, este documento establece los límites para que el Consejo Constitucional, electo el domingo recién pasado, escriba la Nueva Constitución bajo la supervisión del Comité de Expertos y el Comité Técnico de Admisibilidad (ambos órganos designados también por el Congreso). Definiciones como la forma de gobierno, que los pueblos indígenas son parte de la nación chilena, que las familias tienen el “derecho-deber” preferente de escoger la educación de sus hijxs, y que los derechos sociales están sujetos a la “responsabilidad fiscal”, son bases inmodificables para la nueva carta magna. Cuestiones que estuvieron en el centro del debate durante las protestas sociales y el periodo de campaña del anterior texto constitucional, fueron borrados por pleno acuerdo de los partidos políticos que obtuvieron este 7 de mayo la menor votación a lo largo de su historia. El diseño de este proceso, aún más encapsulado que el anterior, y que además tiene a Hernán Larraín como presidente del Comité de Expertos, produjo una decepción generalizada en el proceso. Larraín fue ministro de Justicia y DD.HH. de Piñera, y el más acalorado defensor de Paul Schäfer, líder de Colonia Dignidad, condenado por pederastia, tortura y abuso, y relevante colaborador de Augusto Pinochet .

Este próximo 17 de diciembre, será el plebiscito de salida de la Nueva Constitución, esta vez escrita por el otro extremo del arco político institucional, la afiebrada derecha de Republicanos. Si bien este nuevo proyecto cuenta desde ya con el apoyo de los medios de comunicación, los partidos de gobierno y una base electoral de gran magnitud, corre el mismo riesgo de ser rechazada. 

Este péndulo, fuerzas de flujo y reflujo de las fuerzas conservadoras y las que exigen transformaciones radicales, pueden nuevamente bañar de sangre las calles de Chile, esta vez, el riesgo es incluso mayor, ya que el fortalecimiento económico y tecnológico de las fuerzas represivas que ha brindado Boric, y las garantías de impunidad que ha entregado gracias a la ley de gatillo fácil, llamada también Ley Naín-Retamal, se hacen cargo del pánico que sienten las 9 familias dueñas de Chile: que nuevamente se le prenda fuego a “su” país. 

El gobierno feminista y ecologista, trayendo el eco de los ya advertidos riesgos de convertirse en meros administradores de los sistemas de explotación y represión que requiere un capitalismo actualizado a las exigencias culturales de la época , por más que enmiende su rumbo hacia el programa con el que salió electo, no podrá borrar jamás las consecuencias de la Ley Naín Retamal en los miles de amigxs, compañerxs, vecinxs y familiares de las víctimas que va dejando la brutal represión normalizada por la élite. Esta ley, que es retroactiva, y que tiene como principal objetivo político persuadir la protesta social, especialmente a estudiantes de entre 12 y 16 años, solo actualiza el Golpe de Estado y la traición a la irrenunciable lucha por casa, comida, salud y educación.