Presentación

PRESENTACIÓN

Tránsitos Intrusos se propone compartir una mirada que tiene la pretensión de traspasar las barreras que las instituciones, las organizaciones, los poderes y las personas constituyen para conservar su estatuto de invisibilidad, así como los sistemas conceptuales convencionales que dificultan la comprensión de la diversidad, l a complejidad y las transformaciones propias de las sociedades actuales.
En un tiempo en el que predomina la desestructuración, en el que coexisten distintos mundos sociales nacientes y declinantes, así como varios procesos de estructuración de distinto signo, este blog se entiende como un ámbito de reflexión sobre las sociedades del presente y su intersección con mi propia vida personal.
Los tránsitos entre las distintas realidades tienen la pretensión de constituir miradas intrusas que permitan el acceso a las dimensiones ocultas e invisibilizadas, para ser expuestas en el nuevo espacio desterritorializado que representa internet, definido como el sexto continente superpuesto a los convencionales.

Juan Irigoyen es hijo de Pedro y María Josefa. Ha sido activista en el movimiento estudiantil y militante político en los años de la transición, sociólogo profesional en los años ochenta y profesor de Sociología en la Universidad de Granada desde 1990.Desde el verano de 2017 se encuentra liberado del trabajo automatizado y evaluado, viviendo la vida pausadamente. Es observador permanente de los efectos del nuevo poder sobre las vidas de las personas. También es evaluador acreditado del poder en sus distintas facetas. Para facilitar estas actividades junta letras en este blog.

viernes, 26 de julio de 2013

LA TÍA ELENA

La tía Elena representa uno de los recuerdos más enigmáticos de mi infancia. No la recuerdo por un afecto especial, como el que expuse aquí respecto a mi tía Brigi, sino por su imponente presencia personal, su modo de estar en el mundo de hombres de la época. No era una mujer que asumía su relegación, como todas las que me rodeaban, sino que irradiaba el vigor, la iniciativa, la brillantez, la inteligencia y un carácter fuerte que captó siempre mi atención, aunque no supe conceptualizarlo hasta muchos años después. Su modo de estar en el espacio privado y público y en el clan familiar, desbordaba los límites asignados a las mujeres.

Ahora me siento unido a mi tía Elena en una cuestión fundamental. Ella siempre se encontró fuera de la época que le tocó vivir. Creo que a mí me ocurre lo mismo en el presente. Una mujer tan llena de cualidades, tan magnética, hoy hubiera tenido muchos caminos abiertos para desarrollar su inteligencia y realizar una vida plena en todas las dimensiones. En el tiempo que le tocó vivir se encontraba enclaustrada en el numeroso grupo doméstico, donde ejercía un liderazgo incuestionable sobre sus hermanas, primas y amigas. Pero en las escasas salidas al espacio público existente para una mujer de su tiempo, afirmaba su personalidad y la hacía brillar ejerciendo sobre mí una fascinación considerable. Tanto es así que ningún hombre de su entorno la pretendió, pues trascendía el papel de novia o esposa de ese tiempo de vidas recortadas. La soltería de la tía Elena era una señal de su grandeza. No se cruzó con ningún varón que tuviera una estatura humana proporcional a su persona.

La vida doméstica del clan familiar se desarrollaba en tiempos cotidianos pausados, compartidos por numerosas mujeres jóvenes, cuyo destino era el matrimonio. La restricción del espacio público de la época incrementaba los largos tiempos en los que se configuraba un mundo de mujeres en el que brillaba la tía Elena. Poco a poco, todas se fueron casando, quedando soltera ella. A veces pienso el sufrimiento que le pudo generar al verse relegada por los mozos que apostaban por sus hermanas, todas muy por debajo de esta fascinante mujer, tan hermosa, elegante, vital, talentosa y vibrante. Su educación recortada no había conseguido constreñir ni ocultar sus cualidades.

Me he preguntado si ella sería lesbiana. No lo sé. En ese tiempo todo era particularmente oscuro. Pero recuerdo la fascinación que ejercía sobre mi madre. Esta nunca salía sin la presencia de mi padre. Pero, en los años de Bilbao, la tía Elena "la sacaba" sin la escolta de mi padre. Merendaban, iban de tiendas , al cine o nos llevaban a los niños al parque. No me olvido de sus risas y sus alegrías tan manifiestas, que hacían parecer a mi madre una colegiala, antes de regresar al severo orden familiar, en el que mi padre ejercía implacablemente su autoridad patriarcal.

Tengo un recuerdo infantil muy nítido. En una celebración familiar, creo que fue nuestra primera comunión, fuimos con mi madre y con ella al estudio de un fotógrafo. Recuerdo la belleza y elegancia de ambas. Pues bien, el fotógrafo, muy acorde con las pautas de la época, exhibió todos los compenentes del catálogo del cortejo, que tan bien ensayado tenían los atormentados varones de ese tiempo, siempre necesitados de una alegría a sus cuerpos regidos por el principio de la escasez. Recuerdo que ellas se reian como adolescentes,en la pequeña fuga que representaba estar sin guardianes varones en el espacio público. Si mi padre lo hubiera contemplado le hubiera roto las cámaras en su cabeza al osado artista.

El aprendizaje de esas fugas minúsculas guió mi vida en los siguientes años. Todavía cuando voy a Bilbao paso siempre por el portal donde di mi primer beso a una chica de la que recuerdo su nombre y apellido. En este orden cotidiano es necesario aprovechar todos los momentos posibles en los márgenes de los tiempos familiares. Toda mi adolescencia estuvo determinada por el esplendor de la tarde, que es el tiempo donde las microfugas eran posibles. Me sentí extraño cuando, años después, arribó la noche en nuestras vidas. La noche es un tiempo suspendido, lento en contraposición de la tarde, tan  inevitablemente versátil.

A ella le  gustaba reunirnos a los numerosos sobrinos del clan familiar. En aquellas enormes casas de la burguesía de la época, nos animaba a jugar al escondite o la gallinita ciega. En nuestra casa de la calle Luchana, en la una tia en la calle Concha, o en una en la Gran Vía, de una amiga entrañable. En esos juegos inducidos por la tía Elena experimenté la excitación que me proporcionaba la oscuridad,  el morbo de conocer las infinitas posibilidades de los huecos, los rincones, los armarios y otros espacios mágicos, percibidos por los primeros contactos con los cuerpos de mis primas. También descubrí que la respiración era algo más complejo y menos funcional que lo que me enseñaban en la clase de ciencias naturales, y, también, que el tiempo estaba dotado de una velocidad y crueldad casi infinita al disipar un momento sublime.

La tía Elena tenía una amiga maravillosa, la tía Marirri (Rita). Era una soltera entrañable. Todo el amor que no había podido dar a sus inexistentes hijos lo prodigaba generosamente. Me gustaba ir a su casa. Recuerdo las tardes que nos sacaban por ahí. Mientras nosotros jugábamos ellas hablaban y reían frecuentemente. Todavía me gusta cuando voy en el autobús contemplar una conversación entre mujeres. El largo relato, los tonos, los énfasis, la explosión gestual que acompaña la palabra, el acompañamiento de la receptora, el ensamblaje casi perfecto entre ambas. Entonces me acuerdo de las mujeres como mis tías y sus largas tardes de conversación, trabajos manuales, emociones y risas.

Un día observamos a mis padres muy tensos. Algo importante pasaba por sus gestos, sus idas y venidas así como por sus conversaciones crispadas. Resultó que acababa de saberse que la tía Elena tenía un cáncer de mama, en un estadio tan avanzado, que murió a los pocos días. Nunca me olvidaré del médico familiar que comentó a mi madre, ignorando que nosotros estábamos detrás de la puerta, que tenía el pecho totalmente devorado por el tumor, y que cuando le reprochó que no hubiera consultado con él, ella le dijo que desde que apareció el bulto incipiente, nunca volvió a mirarse al espejo. La evolución fatal se la había ocultado a sí misma. No volvimos a verla. Se la llevaron a otra casa a morir. Para nosotros quedó un hueco misterioso y preguntas que nunca fueron respondidas por los adultos.

La complejidad de la vida es patente. Una persona triunfadora que ejerce el liderazgo en las vidas de todas las mujeres del clan y que mantiene una alta reputación en la sociedad local, Elena Irigoyen, niega su enfermedad y se oculta ante todos hasta el momento fatal en el que es inevitable mostrarlo. Es una versión más de la caida de los dioses. Un episodio que revela la relación con el cuerpo, un extraño en esa época, pero algo más. Me pregunto cómo es posible ocultar su sufrimiento a sus vínculos personales tan estrechos, de mujeres de la época que comparten sus secretos, sus penas y sus alegrías. En especial, su amistad insólita desde la perspectiva de hoy, con mi tía Marirri ¿cómo pudo ser así?

Esta experiencia constituye un tratado acerca del sufrimiento, de la enfermedad y el dolor. Al mismo tiempo, evidencia el poder supremo de una persona, que consigue burlar el orden social tan riguroso en el que se inscribe.  Este drama muestra que lo íntimo alberga fuerzas de grandes proporciones. Con posterioridad, siempre me he acordado de ella, cuando el cine o la literatura presentan dramas de mujeres de este rango. Ella conservó su imagen hasta el último día, manteniendo su drama oculto a los demás. Lo peor es imaginar su terrible sufrimiendo en una soledad tan radical. También pensar que no tuvo compensación alguna.

En la familia fue sancionada sutilmente con la desaparición. La tia Rosario o mi padre o el tio Antonio eran recordados. Ella quedó borrada de la palabra familiar, como si su transgresión alcanzase la condición de un suicidio. Siempre que veo mujeres imponentes, en el sentido de la tía Elena, la recuerdo. Por poner un ejemplo me impresiona Nina Simone, más allá de su obra. Es una versión de la tía Elena, de un ser humano tan magnético

La evoco imaginando que los dos, fuera de las épocas que nos ha tocado vivir, nos encontrásemos en algún lugar en el que hubiera sombras para refugiarse, la posibilidad de reir a todas horas, pero mejorando la relación con su cuerpo que ella tuvo. En ese lugar no habría expertos que programen nuestras vidas, sólo músicas, poesia y arte. Entonces podría decirle que si mala fue su muerte, sufriendo en tan radical soledad, quizás peor hubiera sido si se hubiera entregado a la medicina de su época.  También hubiera sufrido mucho pero, además, no hubiera conservado su autonomía personal que nunca perdió. Si me hubiese replicado con su vigor entrañable, hubiéramos desembocado en una discusión que nos habría conducido a la frase "sopesar ambas alternativas". Entonces hubiéramos reído al recordar que en ese tiempo mítico en el que nos encontramos, fuera de las épocas de los dos, no había ya ni pesos ni medidas.

domingo, 21 de julio de 2013

Up in the Air

La magnífica película de Reitman sirve como analogía para presentar un caso de la clase dirigente española y andaluza del postfranquismo. En la película, Ryan Bingham, existe sin raíces desplazándose continuamente, prestando un  servicio a las empresas mediante la aplicación de un mecanismo persistente: la reducción de los efectivos. En el caso que nos ocupa, también se trata de un gerente fluido , que vuela sobre las empresas públicas andaluzas, huyendo de sus raices y fascinado por la perspectiva desde el aire, desde la que los efectivos organizacionales se ven diminutos, y donde el movimiento circular incesante de la puerta giratoria entre lo público y lo privado, ejerce una fascinación visual incuestionable. En ambos casos lo fundamental es fluir y volar sin tocar tierra

 Me crucé con él en 1988, cuando fui contratado como sociólogo por la Escuela Andaluza de Salud Pública en Granada. La escuela había sido fundada en 1985 por un grupo de incipientes salubristas, que compartían un proyecto referenciado en la salud colectiva, entendida desde las coordenadas de la época. El contexto en que se produce esta nueva organización, puede representarse mediante la concurrencia de la expansión de la salud pública, la reforma de la atención primaria y la consolidación del novísimo estado democrático. Este contexto tan singular, proporcionaba energía al proyecto naciente y a su grupo fundador. Era entonces el único centro asociado a la OMS en España.  La animosidad y la voluntad fundacional se contraponía con su ingenuidad. La percepción del contexto político, articulada en torno a la idea celestial del "cambio",  minimizaba las amenazas de los poderes políticos, los feudos profesionales,los mandarinatos universitarios y la industria, que se hicieron presentes los años siguientes de modo manifiesto.

La tierra desde la que parte nuestro héroe es una unidad de cuidados intensivos de un hospital público de Málaga. La vida profesional en una organización así, no representa incentivos incitantes, en tanto que el techo de la carrera profesional es bajo. El trabajo exigente, las guardias cíclicas, las situaciones de emergencia, las sesiones clínicas, la formación permanente y el reciclaje tecnológico acelerado e incesante en este medio profesional. El perfil de intensivista no suscita emociones estimulantes. Parece preciso huir de esa vida en la que la relación entre el esfuerzo y las compensaciones, se encuentra equilibrada de modo inevitable. Así se entiende que esta tierra sólo puede ser una plataforma desde la que saltar hacia arriba, abandonando a sus colegas, carentes de auténticas ambiciones, para emprender un viaje fantástico hacia la cima político-gerencial.

El primer salto le ubica en la dirección de su propio hospital, donde desarrolla una gestión en coherencia con sus preceptos. Las duras medidas organizativas y la ausencia de diálogo con los profesionales, terminan en climas de malestar manifiestos, que llegan a generar pintadas en las paredes contra su persona.   Su gestión evoca la de aquellos gobernadores coloniales que eran respetados por las élites locales más bien por el temor que produce. Dialogar, conversar, y no digamos, negociar, se entiende como un síntoma de un director blando. Lo importante es saber mandar. Este es el vínculo más nítido con el pasado. Mandar como los propietarios de la tierra, como los señores que lo llevan incorporado genéticamente. Estos ejecutan con precisión el precepto de "ponerlos firmes".

La Escuela Andaluza de Salud Pública es su siguiente estación. Se encarga de la dirección del máster de gerentes de hospitales. Los alumnos de ese curso son el primer grupo de gestores de hospitales andaluces, así como cuadros del más alto nivel de la administración sanitaria, incluso de ahí sale un consejero. El tipo de dirección que ejerce es el mismo que en su hospital. Recuerdo que los alumnos-gerentes ocupaban las mismas posiciones en el aula, y que cada uno estaba identificado con su mombre delante de su sitio. La movilidad de los decisores contrasta con la inmovilidad de los gobernados, que son marcados con sus tarjetas de identificación. Con posterioridad extendió esta pauta, tanto a la escuela, como a las demás empresas públicas que dirigió en su ascenso hacia la cima del magma.

El autoritarismo en la dirección del grupo era patente. Es el primer grupo al que impartí clases de sociología en la escuela. Nunca conversó conmigo acerca de los contenidos o para darme información general que facilitase ensamblar mi sesión con otras. Lo gobernaba como un cortijo. Como salía bien en las evaluaciones, no necesitaba hablar. Supongo que si hubiera salido mal me hubiera eliminado sin  conversar, al estilo de su colega Ryan. Esta es una situación muy común en la formación de médicos y personal directivo.  Pero este caso no es la excepción, sino que en Andalucía, con el paso de los años se ha conformado un estilo autoritario-cortijero de dirección, muy intenso. Se combina un intercambio con los intereses de los distintos colectivos, con una ausencia de diálogo y deliberación en la toma de decisiones absoluta. Nuestro héroe, es un pionero de la dirección fundada en el precepto " Esta tierra es mía y aquí mando yo". Desde la perspectiva de un sociólogo como la mía, me parece fascinante la concurrencia de los comienzos de la producción inmaterial y el capitalismo cognitivo, con este tipo de autoridad y poder cuya arqueología es inequívocamente rural.

En la escuela de la época coexistían dos grandes cosmovisiones e intereses, que en la vida organizacional se representaban en los términos de "los de primaria y los de hospitales". Pero las diferencias existentes, no suscitaban discusiones públicas ni reflexiones. Cada sector se proyectaba sobre los decisores políticos externos a la organización. La confrontación se llevaba a cabo en Sevilla, que en este caso también tiene un color especial, que es muy oscuro. Nuestro prohombre, mostraba sus prodigiosas competencias para moverse en esos territorios de sombra. No participaba en discusiones internas, se limitaba a construir un territorio que conectaba con el cielo político-decisorio ubicado en las orillas del Guadalquivir. Recuerdo en una ocasión, en uno de mis cursos al que invité, que en una controversia sobre el cambio, frente a los entonces aguerridos profesionales de la atención primaria, sentenció que "al reino de los cielos iremos los de siempre". Esta frase sólo se puede entender en las coordenadas de los vínculos existentes entre los usos de poder convencionales, de los señores y las grandes instituciones permanentes españolas,  y los poderes emergentes que en los años de democracia, terminan reapropiándose los significados, los rituales y las prácticas de uso del poder características de tan ilustres antepasados.

Nuestro héroe cumplió estrictamente el precepto de la movilidad. Partió hacia la nueva generación de empresas públicas de emergencias, en las que las máquinas, los objetos tangibles y los intercambios con verdaderas empresas, desempeñan un papel más relevante que en una empresa productora de conocimiento, como es la easp. Así, arribó al emergente conglomerado de empresas postfordistas completas, en las que la imaginería comunicacional alcanza su máximo esplendor, así como los vistosos uniformes de sus empleados y sus contratos precarios, que hacen más sencilla la gestión de los recursos humanos. Las fronteras entre lo público y privado se difuminan en un sistema fluido de contratos, en el que termina por no saberse muy bien quién es la parte contratante de la primera parte.

Perdí de vista sus vuelos sucesivos, pero tuve noticias de que había conseguido abandonar el pantanoso terreno de la salud, en el que las corporaciones profesionales amparan la réplica al poder gerencial, para arribar en el corazón del sistema, que en la época presente es la conserjería de innovación. Desde esa plataforma se ejerce el control sobre la tecnología y las empresas. Allí se configuró como escolta del consejero Vallejo, que tan bien encarna el estilo de dirección  cortijera-autoritaria, articulada en el precepto "come y calla". Cuando su patrocinador fue reemplazado por los sucesivos reajustes entre las familias políticas en la cima del magma, nuestro gerente concluyó su vuelo por el sector público.

Una vez abandonó la easp, habiendo ascendido su posición, volvió a una reunión con el equipo de profesores e  investigadores, donde ejecutó el guión de la gestión en la versión más dura. Yo no estaba en la escuela, pero me han contado varias versiones sobre esta reunión. En el curso de la misma, intervino para explicar las directrices. Cuando alguno de sus, antaño compañeros, pretendió intervenir, les dijo en un tono duro y tajante que  "no me interesan vuestras opiniones". Este es uno de los componentes esenciales del modelo autoritario-cortijero, humillar. La humillación es un ingrediente que refuerza las relaciones y las asimetrías del  poder. Manejar bien la sencilla ecuación premio-castigo es una cuestión fundamental, para conseguir el silencio y la obediencia. Soy devoto de Bataille, al que me imagino contemplando el ritual de la ceremonia de degradación de los profesores de la easp.

Para ilustrar este tipo de dirección rural posmodernizada, voy a contar una de las muchas anécdotas que puedo relatar. Como fui el profesor de sociología del grupo fundacional de gerentes hospitalarios, me reconocían cierto estatuto de autoridad para hablar de usuarios. Hace unos diez años, cuando me encontraba en una actividad, precisamente de usuarios, en el hospital de Motril, una colega psicóloga, con la que compartía la sesión, al despedirnos, me dijo que nos veríamos dos semanas después en el congreso de la sociedad andaluza de calidad. Cuando le dije que ignoraba ese evento, me aseguró que estaba en el programa, como ponente en la mesa de pacientes. Cuando consulté en internet, confirmé efectivamente que allí estaba. Envié un email a los organizadores manifestando mi perplejidad y comunicando que no iba a asistir.

La explicación es muy clara, se habían olvidado de comunicarmelo. Pues bien, dos dias después de enviar el email, recibí una llamada de uno de los gerentes más reflexivos del grupo, con el que había compartido docencia y algún viaje a un congreso. La conversación fue un monumento semiológico del poder cortijero. No me pidió disculpas y me conminó afirmando que no tenía otra alternativa, y, por consiguiente, tenía que acudir. Los tonos, las secuencias y los argumentos de tal conversación, me remitieron al recuerdo del hermano prefecto del colegio de mi infancia, al que llamábamos "Poblet", por su parecido físico con un exitoso ciclista de la época. Por supuesto que no acepté. El castigo del "Poblet" gerencial, fue  no volver a ser invitado por este grupo a ninguna actividad. Pero esta sanción es más leve que la de muchos profesionales que he conocido,  que han sido devueltos como médicos a sus pueblos de origen, despojándolos así de sus poderes "de vuelo", o siendo desplazados a los lugares lúgubres e insalubres de la administración sanitaria.

El héroe que ha suscitado esta reflexión se integra en lo que he denominado como el magma. Este es un sistema de relaciones en donde lo axiológico queda desplazado. A mediados de los años noventa fui nombrado miembro del Consejo Asesor del entonces consejero que formaba parte del primer grupo de mis alumnos-gerentes de la primera generación. En una conversación de pasillo con una de las personas más influyentes en ese medio, cuando le comenté que me preocupaban las desigualdades en salud derivadas de los entonces incipientes procesos de dualización, me dijo que este tema carecía de interés para él, porque no tenía ideología alguna. Afirmó que estaba allí porque en Andalucía el psoe gana las elecciones.Y punto.

La pregunta que nos hacemos algunas personas, profesionales sanitarios, docentes, técnicos o funcionarios, es la siguiente ¿estamos condenados a existir y desempeñar nuestro trabajo bajo esta dirección cortijera? ¿podremos ver alguna vez el pluralismo, la deliberación, la acumulación reflexiva en las políticas públicas? Porque es duro trabajar en un entorno como el derivado del magma, en el que las definiciones de la situación se agotan en construcciones tan endebles como la de "la segunda modernización". Además, colaborar con un poder que se asienta sobre el miedo a que retornen los verdaderos señores, que detentan el modelo que antepone el "calla" al "come".

No he dado nombres en este post, siguiendo la pauta de este blog hasta ahora. Para los lectores que hagan cábalas acerca de quién será, pienso que no es importante, porque es un elemento frecuente en ese medio. Por eso lo he utilizado para ilustrar el magma. Lo importante son las palabras clave, que son las que sintetizan los contenidos. La más importante es "cortijo".

domingo, 14 de julio de 2013

EL MAGMA

La crisis vigente, entendida desde este blog como un hito en el proceso de reestructuración neoliberal global, se percibe exclusivamente desde el cuadro compuesto por las  magnitudes macroeconómicas. Pero, el cese acumulativo de múltiples actividades productivas, no se encuentra determinado sólo por razones económicas y financieras, sino por la falta de consistencia de muchos de los proyectos nacidos desde la transición política, así como por la endeblez de las estructuras directivas. La clase dirigente del postfranquismo detenta un estatuto de invisibilidad, parapetada detrás de la nebulosa de las relaciones entre cifras que conforman la macroeconomía. Pero, una sociología de la clase dirigente del período democrático, tiene que ubicarse más allá de dichas cifras, para mostrar la naturaleza y el funcionamiento de las estructuras directivas en los años de crecimiento.

Eduardo Subirats, en un libro publicado en los años noventa "Después de la lluvia. Sobre la ambigua modernidad española", retoma algunas de las críticas a la clase dirigente española en el comienzo del siglo XX, que sintetiza con lucidez y precisión Ortega y Gasset. Este afirma que se trata de "la élite invertida de lo peor...caracterizada por la incapacidad de aplicar la inteligencia a los asuntos públicos". Subirats argumenta en favor de que la clase dirigente salida de la transición, reproduce trágicamente este precepto, representando una continuidad histórica de las clases dirigentes. Los años ochenta y noventa, representan un proceso de crecimiento caótico, que se manifiesta en la multiplicación de las infraestructuras y edificios, pero el estancamiento de las organizaciones complejas, tanto de las empresas como de las organizaciones públicas. El salto económico y material, no se corresponde con el proceso de desarrollo de las organizaciones y de la inteligencia.

En los imaginarios sociales vigentes, se proyecta la responsabilidad de la crisis a "los políticos". De este modo se invisibiliza a los distintos contingentes de directivos que los acompañan en el gobierno en todos los niveles, y de las organizaciones públicas en particular.  Todos ellos, junto a los empresarios del sector privado y los medios de comunicación, conforman la clase dirigente, que protagoniza los años felices de crecimiento y los años de ruina económica del presente, que, además, se   acompaña de un deterioro intelectual, moral y organizacional incuestionable. Así, la crisis destapa las miserias del conglomerado político directivo, investido con una mitología de eficacia en el periodo de crecimiento.

La clase dirigente española se encuentra presente en los distintos órganos de gobierno a de todos los niveles, pero, también en las cúpulas de las administraciones, empresas públicas y organismos gubernamentales. En todo este entramado organizativo, la clase dirigente conforma lo que me gusta denominar como magma. Este sería un fluido denso que invade el  medio interorganizativo. El magma crea un suelo sobre el que se asienta cualquier proyecto nuevo. Este es un medio viscoso y pantanoso , que interfiere  las iniciativas y genera condiciones adversas que obstaculizan su desarrollo. Así, los proyectos innovadores se encuentran en un territorio blando, que impone un movimiento lento, agotando los impulsos al cambio. Nadie puede librarse de él. El magma, es así, el magma directivo que dificulta los proyectos, que tienen que adaptarse a las condiciones que impone, dilapidando las fuerzas que los sustentan en tareas de mantenimiento requeridas por ese duro medio. Se trata de una forma local de burocracia devastadora que cerca a la inteligencia. Por eso, también en estos años democráticos hay más autopistas o aves que organizaciones nuevas con prestigio.

El magma directivo se encuentra formado por varias categorías y las pasarelas que conforman el sistema de relaciones entre las mismas. Las principales son el personal de las instituciones representativas y de gobierno, incluidos el cortejo de asesores; los mandarines, que detentan feudos con autonomía en las administraciones públicas, la justicia, la sanidad o la universidad; el personal directivo de las administraciones, organismos y empresas públicas, y,  por último, los contingentes colocados por los partidos en todos los espacios y huecos del sistema y sus organizaciones. Estas cuatro categorías se hibridan dando lugar a distintas combinaciones. Este es el núcleo de la clase dirigente española postfranquista.

Respecto a la primera categoría, el personal que ocupa los cargos representativos y de gobierno en todos los niveles, no me voy a detener en ella, porque está relativamente conceptualizada. El principal atributo para ser seleccionado, permanecer y fluir es la obediencia. La virtud más importante es saber descifrar las pequeñas señales anunciadoras de cambios por arriba, de modo que permitan alinearse a tiempo con los ganadores. La obediencia y la inteligencia siempre han formado una pareja tormentosa. En la época actual se agudiza esta contradicción. El espíritu de la no innovación tiene consecuencias catastróficas en un tiempo tan abierto.

La segunda categoría del magma está formada por los mandarines, ahora en versión postmoderna. En la administración, la justicia, la educación o la sanidad se han conformado históricamente auténticos feudos autónomos gobernados por señores que instituyen servidumbres y vasallajes sofisticados. Uno de los objetivos de la democracia española,  fue terminar con estas situaciones, restituyéndolos  a la lógica del interés general. El fracaso ha sido estrepitoso. Los señores han conservado sus mandarinatos, con sus prebendas intactas, mediante su reconversión postmoderna, aprovechando las dosis de mercado que han introducido las reformas gerencialistas. Ahora  conservan sus feudos y controlan las agencias y los organismos públicos de distinto signo que pueblan el sector público, reforzando así su posición.

La tercera categoría es la del personal directivo del sector público. Se encuentra compuesto por un colectivo de profesionales, instruidos en los saberes de la empresa postfordista,que detentan un código fundamental: la movilidad. Ninguno puede "estancarse" en un cargo de dirección en un lugar durante un tiempo relativamente largo. Lo importante es cambiar de posiciones  en una carrera hacia arriba. De lo contrario, son eliminados y penalizados con la vuelta a su origen. Por eso me gusta llamarlos supermanes. Su poder se funda en la lejanía de su planeta de origen. Las carreras se caracterizan por saltos en el laberinto directivo que los alejan de sus orígenes. Una variedad que ha aparecido en estas páginas son "los desertores de la tiza".

Los directivos fugaces, supermanes escaladores en su frenética carrera hacia la cima del magma, siempre poco visible por efecto de las tinieblas frecuentes en las alturas, constituyen el factor más importante de la decadencia. Su finalidad, focalizada en su trayectoria ascendente, les impide comprometerse con el proyecto de la organización en la que se encuentran provisionalmente. Así, imponen definiciones de la situación que ocultan los problemas estructurales, así como una temporalidad cortoplacista, que se manifiesta en un cuadro de indicadores destinado a ser presentado a la cúpula del magma. En los años felices han prosperado las imprentas que multiplicaban los folletos sofisticados sobre proyectos y hazañas organizacionales que se han evaporado cuando los recursos materiales disminuyen. Es la explosión del papel couché como uno de los componentes del milagro español.

Los gerentes-maquilladores, que funcionan dispersando y aislando los recursos cognitivos de las organizaciones que gobiernan. Así, consuman una destrucción gradual de los sistemas humanos y relacionales de las organizaciones que controlan.  Pero lo peor es que instituyen un sistema de significación destructivo, en tanto que desprecian a quienes permanecen en las organizaciones. Así, los técnicos, los funcionarios cualificados, los docentes, los médicos y otras categorías de profesionales, son neutralizados por este sistema de dirección que expropia de autonomía a las organizaciones profesionales. Cuando en alguna de estas han pasado por su cima tres o más directivos voladores, las resistencias son menguantes, lo cual indica que se ha consumado el debilitamiento irreversible del grupo, expropiado de sus recursos, sus sentidos compartidos  y sus méritos mismos.

Por último, los partidos cartografían rigurosamente todos los espacios organizacionales, para situar en los intersticios y los huecos a sus miembros. Me gusta llamar "chutis" a este personal.  Mi familia, ubicada en la exigua clase media en los años sesenta, denominaba así a muchos de los recién ascendidos socialmente, multiplicados en los años setenta, que aparentaban ser señores pero no lo eran desde la perspectiva de los antiguos ocupantes de estas posiciones sociales. El chuti organizativo muestra la apariencia de un técnico o profesional, pero lo que verdaderamente representa es una pieza en una gran partida que juegan los partidos políticos en el campo organizacional público. Los chutis muestran su lealtad y servidumbre a las cúpulas. Se conforman así como un pasivo para la inteligencia y la innovación. Al ser inyectados en el tejido organizacional, este se debilita irreversiblemente con la presencia de este cuerpo extraño.

De los tipos ideales expuestos, que componen el magma, resulta un poder poco productivo y que como mínimo, podemos definir como un poder extraño. Su principal función estriba en restar autonomía a los proyectos. En mi opinión, esto es catastrófico. He participado en la creación de varios proyectos llenos de energía en sus comienzos, que han sido neutralizados lentamente por el magma. Asimismo, he sido testigo del nacimiento de proyectos fantasmáticos, utilizados en beneficio de distintas élites parasitarias, que se agotan en edificios suntuosos, folletos sofisticados con diseños gráficos de última generación, apoyo mediático generoso, pero que se encuentran vacíos de contenidos, incapaces de ir más allá de los gritos de rigor o las simulaciones que los conforman.

Pero la peor consecuencia del magma, es que produce un arquetipo directivo que es más un hombre de negocios, que un director, en el canónico significado establecido por Peter Drucker.  Se trata más de hacer una operación de compraventa que arroje beneficios inmediatos, que conducir a un grupo desarrollando sus recursos y capacidades cognitivas y profesionales. Así, el magma se inserta en las coherencias del capitalismo español, dominado por hombres de negocios que constituyen empresas para amparar los mismos. El magma es un sistema destructivo de la inteligencia y la autonomía de los grupos y las organizaciones. Es el responsable de lealtades patológicas, miedos, cercos, sumisiones cósmicas y otras patologías organizacionales. Pero, sobre todo, produce una ruina cognitiva. Es arriesgado pensar, cuestionar, problematizar. Quien lo haga es cercado por la malla viscosa. El magma conduce a una situación de infravaloración de los profesionales, que se hacen prescindibles al ser minimizados en el sistema de significación, que se encarna en el papel couché.

Esta es la diferencia esencial con algunos países europeos. En estos existen numerosos proyectos impulsados por grupos profesionales que garantizan su autonomía. Esta es el requisito de una democracia. En España, cuando han bajado las aguas del bienestar económico, se hace visible el magma directivo que supone la limitación severa de la autonomía y la inteligencia. En el  próximo post voy a contar la historia de uno de los directivos supermanes que he conocido.  Recomiendo leerlo con cinturón de seguridad. No es sólo la crisis económica, además, el magma directivo que limita a las organizaciones y los proyectos. Escribiendo este texto me he acordado especialmente de Bendix, de Burnham y de Orwell. También me ha requerido la frase de Ortega "la élite invertida de lo peor". He sentido la necesidad de gritar ¡libertad, libertad, libertad¡.

martes, 9 de julio de 2013

LA SOBRECARGA

Con este post concluyo la cuestión suscitada de la asistencia oncológica a Carmen. El relativo silencio que ha suscitado, si se compara con los comentarios producidos en torno a las derivas diabéticas, no me ha sorprendido, es justamente lo que esperaba. No es la primera vez que siento el vacío, cuando se habla de alguna realidad que es perceptible, pero que está definida por el no-discurso, lo no dicho, como lo denominan Loureau, Lapassade y otros maestros del análisis institucional. De lo único de lo que presumo personalmente, es de ser denominado como "provocador" por los bienpensantes que pueblan las organizaciones, sintiéndose incómodos cuando alguien alude a lo sumergido, pero visible para todos. Agradezco los comentarios de Elena Aguiló, así como los mensajes personales que me han hecho llegar algunas personas.

Pero el propósito que tenía al escribir sobre la experiencia oncológica era, no tanto denunciar una situación, sino suscitar una reflexión. El caso de Carmen expuesto aquí, no es un caso aislado, sino más bien una experiencia que constituye una señal que descubre una tendencia que se hace presente. Porque en los últimos años, muchos profesionales hospitalarios, comentan en privado la involución de la asistencia por sobrecarga. Las causas de esta involución son diversas, pero dos adquieren centralidad y convergen entre sí. Una de ellas es la cuestión de los recortes acumulativos de recursos, que hacen imposible mantener los estándares convencionales de la asistencia. Junto con estas dificultades comparece en esta situación un extraño, el discurso de la calidad. Esta paradoja hace que me acuerde casi todos los días de Kafka.

Pero, junto a los recursos menguantes y plantillas sometidas a dietas agresivas de adelgazamiento, se conforma la sombra de la gestión. Esta es una institución esencial, característica de la época gerencial, que tiene la misión providencial de maximizar las aportaciones individuales de los profesionales. La gestión es el último eslabón de una cadena de tipos de dirección, que sustentan la utopía de la empresa eficaz y eficiente, elevada a extremos místicos. La gestión es más que una dirección convencional y representa un imaginario que determina un sistema de significación totalizante. Los guiones que propone la gestión son desmesurados. La producción de cada uno debe descomponerse en múltiples dimensiones que componen el producto de cada cual. Ese producto final debe crecer cada ejercicio, en coherencia con el supuesto central que inspira esta utopía. De este modo se constituye una sobrecarga incesante y permanente.

La institución de la gestión, productora de la sobrecarga creciente y de la desagregación del trabajo, transfiere a cada profesional las decisiones para cumplir en todas las dimensiones requeridas. El sagrado precepto de adaptarse en el orden organizativo gerencial, implica que cada uno debe resolver su sobrecarga, para cumplir satisfactoriamente los episodios evaluativos. Esto sólo es posible mediante renuncias en algunas funciones esenciales. Así, cada vez es más frecuente que se resuelvan rápidamente tareas que exigen mayor dedicación. No quiero ser demasiado duro, pero soy testigo directo de cómo un profesional "adaptativo" resuelve problemas en consulta, o en clases y tutorías en la educación.

Reducir la inversión en los actos profesionales básicos, para diversificarla en valores más rentables para los guiones institucionales. Porque la pregunta es ¿cuántos pacientes puedes tratar así, sin crearte problemas, aplicando brutalmente la ecuación coste-beneficio? La propuesta de la institución-gestión es:  Reducir la inversión en la consulta y en las clases y tutorías, para invertir en otras opciones. Así es inteligible ese concepto que tanta crítica suscitaba en mi post anterior, "llevar". Este significa resolver, cerrar cuando aparecen problemas, sumirte en tus certezas, no estancarte, ejecutar.

De nuevo vuelan sobre mí los maestros del análisis institucional. La institución-gestión, representa un proceso de reprofesionalización de los sanitarios y docentes. Se trata de pilotar una vida de sobrecarga permanente, en el que la prioridad es cumplir con los imperativos de la evaluación. Así se producen sujetos autodisciplinados, pragmáticos, oportunistas y  gestores de sus decisiones. La gestión produce una mezcla de pragmatismo, miedo y espirales de silencio vividas colectivamente. Se trata de trabajar como en las compañias privadas. Un profesional resuelve en dos horas todo lo que venga. Sin problematizar ningún caso ni decisión.

Los oncólogos que aparecen en los textos anteriores evidencian esa situación. La sesión clínica dicta el tratamiento clínico y la rotación reduce la consulta con el paciente desmaterializado y abstracto, representado en su historial,  a la comunicación de resultados y las grandes cuestiones. Así no hay interacción, ni posibles emociones, porque una parte esencial de la vivencia del paciente queda inevitablemente fuera. Así todo requiere menos tiempo y se suprime la inversión comunicacional, relacional y emocional. Esto facilita el cumplimiento de los guiones para la evaluación. Así puedo "llevar" cada semana un buen paquete de pacientes que me permiten dedicarme a la investigación, la transferencia, la formación y otras áreas que conforman el desarrollo profesional.

Esta es la gran verdad de la época. Cada profesional se encuentra intimidado por tan formidable institución. Cada uno termina siendo un muñeco movido por los hilos de una utopía demoledora, que genera dramas múltiples, intensos e invisibles, producidos en el exterior de la construcción cognitiva e imaginaria que es la calidad. Esta es una gran tormenta histórica que se abate sobre la sanidad y la educación. Por eso mi pronóstico es que, en los próximos años, van a aparecer tensiones y explotar conflictos en los máster. Estos conforman un territorio volcánico, en tanto que las expectativas de los estudiantes que aterrizan en este espacio, se confrontan con la sobrecarga de los profesores, que hasta ahora se ha resuelto mediante la simulación convertida en un arte. Pero es imposible llevar un máster sin invertir tiempo en la tutorización individual y grupal. Demasiada inversión para el paquete total requerido a un docente.

Entonces, no importa tanto el vacío y el silencio cuando se entra en el territorio de lo no-dicho o las espirales del silencio profesionales, lo que importa verdaderamente es el futuro. Pensar en cualquier historia de mujeres que se producían tan sólo hace cuarenta años. Las construcciones cognitivas sobre las que se asentaban son ruinashoy. Este es el sentido de constituir un discurso sobre lo oculto hoy: el futuro. Es muy importante no tener miedo a la gestión. Porque hoy la mayoría está intimidada por la misma. Hoy pido a los lectores que al menos se reapropien de su espacio privado y sus conversaciones informales. Que conversen con sus próximos sobre los límites de su trabajo, sobre lo que es posible y sobre las consecuencias de resolver en secreto la sobrecarga. No tengais miedo a los gerentes. Cada uno de ellos no es nadie separado de la maquinaria que los mueve. Porque pedir un producto individual imposible de realizar y dejar a cada uno la decisión de rebajar su prestación, es una perversión inconmensurable. Lo dicho y lo no dicho.

lunes, 1 de julio de 2013

FRAGMENTOS DE ADVERSIDAD

Las frases que siguen son tomadas de correos electrónicos escritos por mí en distintas fases de la enfermedad de Carmen. Pretendo mostrar cómo las personas que vivimos la enfermedad percibimos y elaboramos significados de los acontecimientos que se producen en la asistencia sanitaria.  Los fragmentos que presento no son los más duros de los sucesos que vivimos. Espero que generen reflexiones, sobre todo en los profesionales que se encuentran al otro lado en los procesos asistenciales. No puedo dejar de comentar que todo esto le sucedió a Carmen, que tenía recursos personales y relacionales para constituirse en algo parecido a un contrapoder en la asistencia. Imagino a las muchas personas que carecen de los mismos y sus itinerarios asistenciales. Su escasa capacidad de constituir una voz audible y reconocible, intensifica su sufrimiento.

Las frases que selecciono y presento, son elaboradas en situaciones y tiempos diferentes. Casi todas pueden leerse descontextualizadas. Carecen de orden secuencial. Representan distintas situaciones en el proceso de Carmen. Estoy persuadido de que todas tienen un valor, en tanto que muestran los imaginarios del dolor, la vivencia de la enfermedad y la asistencia desde la perspectiva del paciente.  Esto no es muy común. Los pacientes sólo pueden expresarse mediante encuestas, método que impide la conversación, reduciendo la interacción al cuestionario, que es elaborado por lo que Groucho Marx denominaría como “la parte contratante de la primera parte”.
Asimismo, como en este texto reivindico mi subjetividad, intercalo algún comentario sobre mi vida en la facultad en esos días. Espero que sea útil y vuestros comentarios.



Hoy ha sido un dia terrible. Carmen llevaba varios meses con anemia y semanas sangrando por el ano. El médico le ha hecho una colonoscopia. La he acompañado los dos dias anteriores de dietas y medicaciones duras para evacuar el tubo digestivo. Esta mañana cuando la doctora me reclamó inmediatamente después de la prueba, lo vi en sus ojos antes de decirme "neoplasia de sigma estenosante" .
Cáncer de colon que requiere operarala inmediatamente. El fantasma de Ana ha aparecido inmediatamente. Empezamos con las mismas pruebas, el PET. Después todo el circuito de la peor medicina.
¿cómo es posible? Las dos con el mismo cáncer cabrón en un intervalo de seis años.
Carmen ha reaccionado negándose a hacer pruebas. Está persuadida de que el desenlace es tan inevitable como el de su amiga. Lo primero que ha hecho es preocuparse por mí.

Muchas gracias por tus palabras. Esta vez estamos en el sistema público en el Ruiz de Alda. Estamos en una espera terrible hasta el lunes 10. Estoy haciendo un gran esfuerzo para que todo sea lo más normal posible. Si necesito ayuda te la pediré. Sobre todo llorar juntos. Me tengo que sobreponer a la adversidad. Carmen necesita un apoyo fuerte. Por las noches dormimos abrazados y siento su mal sobre mi piel. También su dolor psicológico.

El martes por la tarde fuimos a la cita con el anestesista para el preoperatorio. No tuvimos que esperar. Llegamos y pasamos a la consulta. Era una médica joven. Saludó cordialmente y comenzó a mirar el historial de Carmen en el ordenador. Pasaba de nosotros. Carmen, le comentaba cosas de su medicación y sus efectos. Le decia lo de su glucosa matinal. Ella seguía en la pantalla. Le preguntó si tenia dentadura postiza y le miró su boca unos segundos. Supongo que será por donde va a entrar el tubo. Después siguió escribiendo un formulario y lo imprimió. Lo metió en un sobre cerrado y nos dijo que lo llevásemos al servicio de digestivo. El autoservicio llega también a los hospitales. Después nos despidió

Nos encontramos ya sin médico responsable y sin información. Sólo tenemos la cita del 17. El PET de Carmen está colgado en la red a disposición de los investigadores, pero nadie nos informa. Esta es la prueba decisiva. La que va a determinar si se trata de un tumor aislado o si hay más problemas.

se me olvidaba. más que una fábrica es una granja de las de ahora en la que máquinas programan las raciones de alimentos. los enfermos son como los pollos, las aves o las reses. bien alimentados de fármacos en este caso.

Agradezco tus palabras en estos momentos tan difíciles.
La institución-medicina entiende a las personas como sistemas de órganos y funciones. Su papel es preservar esa máquina biológica. Para ello desarrolla un repertorio formidable de tecnologías, procedimientos y saberes. La vida les es totalmente ajena.
Cuando algún problema puede colapsar el conjunto de la máquina biológica, su intervención es drástica y genera muchos sufrimientos. La distancia con la vida es aún mayor. Fuerza sus límites para mantener la máquina biológica.
La medicina es tanatofóbica y asigna papeles heroicos a los enfermos terminales para prorogar la máquina integrada.

Sé de los sufrimientos de pruebas, terapias, derivas interservicios que esperan a Carmen. No quiero que sea una enferma-héroe por la gloria de la institución.
Esta noche hemos dormido abrazados. He sentido en mi piel los efectos de su mal. También su ansiedad terrible y su desamparo. No quiero que sufra un proceso cuyo único sentido es ser un indicador para la institución.

Algunas personas aspiramos a la mejor vida posible y a la mejor muerte posible. Las iglesias y la ciencia positiva tanatofóbica nos presionan para que nuestro final sea una prolongada secuencia de sufrimientos.
hoy nos han avisado por teléfono. la operan el lunes 14. tiene que ingresar el domingo a las cuatro de la tarde. la noticia ha desencadenado todos sus miedos. Quedan cuatro dias duros de dieta y fantasmas.

el dia de hoy ha sido para mí tragicómico. tareas domésticas, perras y Carmen. corriendo a la tutoría. corriendo a las veterinarias. comida. noticia de la operación. corriendo a la tutoría. cuasiterapia con Carmen ahora y gestión de la avalancha de llamadas

acaban de convocar urgentemente a Carmen para el miércoles a las dos en oncología. la administrativa ha sido muy torpe y le ha dicho que no vaya sola.
en conclusión. seguro que llegó el análisis de anatomia patológica. probable que le den malas noticias.
¡qué mala suerte¡ los últimos dias tan recuperada. hoy ha salido sola a recados. parecía difuminarse el cáncer y que la cirujía es condición necesaria pero no suficiente.
está destrozada en espera de lo peor. cuando ha recibido la noticia me ha hablado de la peli de Isabel Coixet "mi vida sin mí".
lo peor es que toda su red social vuelve a la carga para colmarnos con viandas. faltan cuarenta y ocho horas terriblemente largas
- estamos desamparados y no tenemos una brújula en una situación difícil.
- no tenemos información precisa sobre el diagnóstico. el PET da una información que permite prefigurar la intervención y la posterior estrategia (quimio u otras).
- no existe coordinación alguna con el siguiente eslabón que es el importante. estamos en el compartimento de los cirujanos. cuando estos terminen será entregada a los intensivistas. cuando estos la restituyan a planta los oncólogos se harán cargo desde el principio. se puede hablar de proceso discontinuo de asistencia.
- el problema principal es que al estar en manos de los cirujanos, estos son los que definen el problema: tumor con buen pronóstico quirúrgico. PERO LA DEFINICIÓN DEL PROBLEMA ES OTRA: PACIENTE CON WEGENER, HIPERTENSIÓN, HERNIA, OSTEOPOROSIS, SECUELAS Y CON UNA MEDICACIÓN PROBLEMÁTICA QUE TIENE UN CÁNCER DE COLON CON BUEN PRONÓSTICO QUIRÚRJICO... Y... IGNORAMOS LA ESTRATEGIA POSTQUIRÚRGICA PERO CUALQUIER ALTERNATIVA PUEDE TENER COSTES FUERTES PARA CARMEN. PUEDE QUE NO SEA RECOMENDABLE LA QUIMIO.
Esta es la definición de la médico. Se ha hecho la prueba, el PET, pero al ser interpretado sólo por los cirujanos, no hay nada después de este eslabón.
Un ejemplo ilustrativo de la MBE. Seguiremos el protocolo quirúrgico aislado del proceso asistencial y de las características de la enferma.

La asistencia a una enfermedad tan grave es un proceso largo. lo característico de la biomedicina es que hace definiciones sobre el problema presente. en un proceso como el de Carmen cabe esperar lo que me gusta llamar la escalera. lo aprendí en el proceso de Ana. como no hay una visión de proceso después de cada problema aparece otro imprevisto. después de varios impactos sucesivos, administrados en cada fase, el enfermo aprende culturalmente a no defenderse y esperar una solución del terapeuta.

hasta ayer el problema definido por los cirujanos era que el tumor es aislado, operable y así se esfuma el peligro de la metástasis. el problema para ellos es que la herida tiene que cerrar y pueden aparecer problemas.

pues hoy dos informaciones nuevas:
1. si está situado en la parte baja (creo que es ahí) le tendrán que hacer un agujero para defecar. tendría que vivir con una bolsa pegada a su cuerpo.
2. La quimio imprescindible después del quirófano, después de decirme que habia progresado mucho los últimos cuatro años y ahora era suave, no se la pueden administrar a Carmen pues destruye su sistema inmunológico debilitado por el Wegener. es una decisión difícil pues puede provocarle infecciones graves.

hoy ha sido un dia muy duro para Carmen. ha desayunado a las seis y media de la mañana. alas doce estaba citada en cirujía para implantarle el reservorio. la han hecho esperar en ayunas hasta las tres y media. tantas horas en ayunas le genera una jaqueca descomunal. le han dopado con un transilium que le ha sentado como una bomba. ha salido a las cuatro y media hecha polvo. ahora se encuentra acostada en mal estado. los médicos deciden sin incertidumbre alguna. sus anestesias y drogas duras son cada vez más potentes. los efectos secundarios no importan. se manifestarán en otro espacio asistencial.

he tenido clase a las nueve de la mañana. por la tarde tutoría de cuatro a siete. estaba saturada de gente en busca de información sobre sus trabajos. es una situación terrible. en general en la facultad se ha perdido el sentido. no os podeis imaginar lo que es lidiar con gente que hace un trabajo en el que tiene que reseñar dos textos y construir una relación entre los mismos. una niña tonta presenta un trabajo en el que copia textualmente trozos de texto inconexos, alternando párrafos largos con otros de tres líneas. no analiza ni dice ni concluye. nada. cuando le cuento esto replica afirmando que desde primero le han enseñado a esto. confunde opinión personal con análisis del texto. sin comentarios. tres horas en un antro de barbarie sin ningún respeto a los autores, al saber, al método. terrible.


físicamente estoy muy mal. totalmente descompensado y con una semana dura por delante. Totas intuye que Carmen está mal y se encuentra muy triste. aguantaré hasta el 31 que es la fecha de la cita con la oncóloga, en la que sabremos el tipo de quimio que la aplicarán. como la noche ha sido mala por los nervios de Carmen he aprovechado para releer algunas páginas sustanciosas de Skrabanek sin desperdicio. esta vez hasta me ha hecho reir por sus agudas observaciones sobre los médicos. respecto a la izquierda médica es clarísimo. cuando afirma que el completo bienestar físico y psicológico sólo puede ser alcanzado unos segundos en un orgasmo o bajo los efectos de las drogas, ridiculiza todas las empresas sanitaristas domesticadoras

Carmen se ha pelado esta tarde al uno. así queda resaltado su rostro hinchado por los corticoides. es un dia muy especial. ella presiente una tormenta de vómitos y nauseas, nada más. no quiere pensar en otra cosa. vamos a plantear los vacios de información acerca de la medicación de su enfermedad. no sabemos nada. yo sí sé los peligros de la quimio y de los oncólogos cuya visión se focaliza sólo al cáncer ignorando lo demás. tiene un aire raro afeitada. parece salida de un asilo o un manicomio, cualquier lugar estigmático. yo la sigo viendo linda. esta noche es especial. la noche de antes de la condena.


esta mañana a las nueve he dado una clase kafkiana distinguiendo la sociedad mediática de la postmediática. la indiferencia es densa y terrible. saturados de trabajos superfluos, colonizado su tiempo, desesperanzados por ausencia de perspectivas, vaciado de sentido sus actividades, los estudiantes no están presentes. todo lo que ocurre en la facultad es espectral. yo sigo como si no sucediera nada en medio de las tinieblas académicas


la asistencia a una enfermedad tan grave es un proceso largo. lo característico de la biomedicina es que hace definiciones sobre el problema presente. en un proceso como el de Carmen cabe esperar lo que me gusta llamar la escalera. lo aprendí en el proceso de Ana. como no hay una visión de proceso después de cada problema aparece otro imprevisto. después de varios impactos sucesivos, administrados en cada fase, el enfermo aprende culturalmente a no defenderse y esperar una solución del terapeuta

desde hace varios años tengo una posición clara respecto a la MBE. hoy no tengo fuerzas para contartela. te adelanto que la considero una ideología científica, digital y profesional. pero tiene lugar en un campo de fuerzas donde se desarrollan las prácticas profesionales. desde posiciones dominantes en este campo los gestores la estimulan en la esperanza de reducir la autonomía profesional de los médicos. el objetivo es llegar a que el trabajo profesional se encuentre lo más automatizado posible, así es más fácil el disciplinamiento profesional y la explosión de decisiones automatizadas baratas. te contaré.

Carmen está fatal. se ha informado por internet de lo que es un reservorio y ha sacado la conclusión de que su quimio va para largo. le duele muchísimo y ha tardado dos dias en recuperarse de los efectos del transilium. el 31 veremos


Carmen está mucho mejor . pero en su caso eso es la emergencia de los viejos problemas. los últimos dias las temibles jaquecas y dolores de columna han vuelto. tiene la espalda totalmente deformada. le tengo que aplicar cremas que le alivian todas las mañanas. la primavera se hace presente por lo negativo. en su cuerpo comparece como dolor y malestar de los musculos y articulaciones. la semana próxima la cita con la oncóloga abrirá la fase de la quimio.

La medicina occidental se modifica constantemente. desde hace algunos años converge con una poderosa tendencia social que es la ultramercantilización. Así se va configurando una hibridación fatal entre la institución y el mercado.
Las cuestiones sociológicas no son tan abstractas como parecen, están presentes en todos los procesos asistenciales. Digo procesos, porque el diagnóstico de Carmen inicia un proceso, temporalmente largo, en el que espero encontrar la verdad de la institución. No es igual que hace tan sólo varios años. Ahora disminuye el personal y este es pagado por objetivos selectivos en los que los casos que más tiempo requieren son excluidos por la lógica de los incentivos.
El sistema se modifica y se constituye en una fábrica de sujetos. Lo que produce son pequeños canallas de una naturaleza distinta de aquellos de la casi extinta época de la burocratización.
Lo que el neoliberalismo-gerencialismo aporta es una reconfiguración de los sentidos de la asistencia sanitaria. Los valores humanistas siempre relegados en tan tecnológica institución, ahora son pulverizados por el modelo profesional de yo-emprendedor.
Estaré atento a las novedades que vamos a vivir

Estamos en la peor situación posible. Para nosotros no se trata de dialogar acerca de la medicina. Carmen se encuentra atrapada en su red. Tiene que iniciar un viaje entre sus salas de máquinas en las que será revisada produciendo informes que rotarán entre distintos especialistas que añadirán hojas, comentarios y dictámenes. Mañana se inicia el viaje con el PET. Para el paciente es un laberinto en el que encontraremos algunas relaciones cálidas, otras duras y las peores encuadradas en sonrisas comerciales facturadas.  Desde el preoperatorio lo que viaja es un cuerpo entendido como un sistema de órganos y funciones que es preciso reparar. Junto al taller del cuerpo viaja el expediente que codifica el caso para el análisis de los especialistas. La persona se evapora drásticamente

Esto es la biomedicina. Me parece cuanto menos ingenuo apelar a lo humano. Encontraremos algo de eso pero estamos en un gran taller de cuerpos desprovisto de cualquier dimensión humana. Los profesionales son moldeados por el paradigma biomédico que se define en exclusiva por lo biológico, así como por las ideas de carrera profesional en la que no existe otra alternativa que el éxito y el crecimiento permanente. Por eso entiendo las coordenadas desde las que habla vuestro amigo el radiólogo

hoy he hablado con la gente de la asociación de lucha contra el cáncer. tengo muy claro cómo son las asociaciones de pacientes en España. aún y así una conversación con ellos significa para mí una dosis de indignación y perplejidad. financiadas y amparadas por los médicos forman parte de la trama opaca de la asistencia.

cuando les he contado los problemas de Carmen me han dicho que son normales, que no me preocupe y que todos los cirujanos son iguales de buenos. me ha llegado a decir que la explicación al hecho de que el médico responsable que me ha asignado el hospital no forme parte de la plantilla, es que van y vienen a la privada. en sus propias palabras "no se preocupe, porque ellos dejan siempre a médicos igual de buenos para atender a los enfermos" bien coño bien. Ayer Carmen se hizo el mítico PET. Tenía cita por la tarde, no esperó mucho, la sala de espera era muy confortable, el personal atento (conocíamos a una de las enfermeras amiga de Ana), los pacientes que compartían la prueba fueron atentos y se apoyaban unos a otros. Redescubrimos lo mejor del hospital. En la sociedad posmoderna en los pacientes de hospital se generan relaciones de ayuda mutua que han desaparecido en otros espacios sociales. Todos eran conscientes de que compartían su esperanza frente al dictamen de la máquina. Se saludaban, se informaban, se aliviaban. El personal explicaba el progreso de la máquina nueva. No sólo precisión de imagen sino confort. Le inyectaron un líquido para contraste y esperó una hora en una silla que le proporcionó una sensación agradable. Después a la máquina. En una cabina 20 minutos.

Carmen estuvo como siempre. Lindísima. Habló con todos los enfermos presentes. Se aliviaron de su vacío de estómago pues llevaban siete horas sin comer. Compartieron informaciones de los lugares donde podrían comer cosas ricas después. Entre tan resignados y esperanzados pacientes apareció uno de mis héroes. Un no-domesticado. Tenían que estar sin comer todas esas horas y beber dos litros de agua. Su hijo, un muchacho joven le reñía porque se negaba a beber agua. Decía enérgicamente "no quiero beber agua sin comer, qué coño es eso, que lo haga la enfermera".

Después Carmen tomó un bocadillo caliente y un crepe de chocolate y nata. Esto es una provocación para mí. Los crepes son inaccesibles para mí y forman parte de mis nostalgias. Uno de las principales elementos de la civilización occidental son precisamente los crepes.  Eran las siete de la tarde. Carmen pagó caro la comida a las esa hora avanzada. Tiene una hernia de hiato crónica provocada por la ultramedicación y no puede cenar. Siempre que lo hace, en los últimos ocho años ya, pasa muy mala noche. Su estómago se rebela. Ella lo define como un ardor, me quema y me sube. Ha tenido que pasar la noche sentada.

No me dejo engañar. En el sistema eclesiástico de la biomedicina, las pruebas sofisticadas son sagradas pues determinan el santo diagnóstico. Eso se refleja en el espacio y todas los elementos del servicio. Pero llegaremos a consultas, a la hospitalización y la quimio. Eso será otra cosa. No obstante, una vez más pienso en lo importante que es un sistema público sanitario. Muchos americanos del sur y del norte nos lo recuerdan cuando comparan con el otro lado del atlántico.


Carmen ha salido muy bien de este tercer ciclo. la oncóloga le ha recetado un arsenal de medicinas añadido al que toma para afrontar los efectos de la quimio. los cuatro dias primeros desde que termina el ciclo toma 16 unidades diarias de cortisona, antibióticos potentísimos, calmantes atómicos, jarabes digestivos y medicamentos para las llagas de la boca. terrible. como siempre en la biomedicina, esto le ha disminuido los efectos ahora, pero ignoramos sus efectos en el medio y largo plazo


me preguntais acerca de mi sufrimiento. sólo sé que lo tengo que dominar y que no tengo otra alternativa que vivir en la adversidad los próximos meses. me ayuda saber que todavía hay grados en el sufrimiento. acabo de escuchar en la radio que un juez ha obligado a un Centro de Internamiento de Emigrantes CIE en España, a que una interna que tiene cáncer de colon pueda ir al baño por la noche cuando lo necesite y que pueda hacer una dieta adecuada. la chica se tenía que hacer encima todo porque los guardias no le abrian la puerta. nos hemos imaginado el caso y hemos sentido compasión
no han llamado ni el miércoles ni el jueves. ayer logré sacar a Carmen por ahí. se compró un pantalón de nepal y ocho novelas negras. es una lectora voraz de este género de literatura. se cansó mucho pero disfrutamos de la luz y el sol. lo rematamos con una comidita rica al gusto de ella.
hoy le he traido un plato de couscus con verduras, le gusta muchísimo. también hemos dado un pequeño paseo. las noches las pasa mal porque tiene calambres fuertes en las piernas.


esta mañana he ido al hospital. como nos enviaron un papel en el que decian que tenía un cirujano responsable, ..., he acudido a buscarle. en la ocasión anterior la secretaría del servicio de cirugía me dijo que no sabia nada y me remitió a otra secretaría, la del jefe de servicio, que es quien gestiona la lista de espera. en esta secretaría, la mujer me dijo que la información que me había dado el doctor Palma, que es quien la vió el dia 17, era falsa. luchas internas.

cuando he llegado a la primera secretaría, he preguntado por el doctor…, su responsable, la secretaria me ha dicho contundentemente que ese médico le era desconocido, que no pertenecía al hospital. no sé si podeís entender mi sentimiento terrible de desamparo y humillación. cuando he pedido explicaciones me ha remitido a una tercera secretaría, la de cirujía digestiva. cuando he planteado a la secretaria lo de … me ha confirmado que no era del hospital. he pedido explicaciones y ver al doctor …, el que la vió el 17. la mujer ha ido a ver a … y me ha dicho que no me podia recibir. pero que los miércoles es el dia de la sesión clínica en la que se programan las intervenciones de la siguiente semana. me ha asegurado que la iban a meter este miércoles, luego sería operada la semana que comienza el lunes 14. como le he planteado la falta de integración de las prescripciones acerca de la dieta entre … y la secretaria del jefe de servicio ha vuelto a hablar con´él y me ha dado una información por escrito que contradice la verbal. la dieta líquida es sólo los dos dias anteriores y tres dias antes tiene que hacer dieta blanda. respecto al fantasmático doctor … me ha dicho que es un médico del equipo de cirugía ambulatoria del hospital de San Juan de Dios, ¡qué fuerte¡

imaginaros el desamparo y la humillación. la verdad de la medicina es que sólo mediante el pago directo al cirujano, se cumplen las normas mínimas de educación. en otros contextos regulados, sólo eres un papel, un caso. eres invisible como persona.

ahora a esperar otra semana. cuando la llamen experimentaremos el síndrome de Estocolmo. agradecidos por todo. yo pienso para sacar fuerzas que si hubiésemos vivido una guerra o cualquier acontecimiento crítico, esto sería normal. lo que es capaz de generar la mente humana.



Hoy os cuento la típica barbaridad de la medicina fragmentada-taller de partes de cuerpo. El cirujano le dijo a Carmen: Tiene que estar una semana sin comer. Sólo líquidos (yogures, caldos, zumos) y nada de fibra. Carmen ha pretendido iniciar la prescripción del taller del colon.
He discutido con ella. Me parece una barbaridad una semana de dieta líquida a una persona con Wegener y esa medicación. Hemos corregido por acuerdo el tratamiento. Hara dieta liquida total tres dias antes. Desde ahora inicia un proceso de reducción de fibra.
Le he comprado en el Corte Ingles dos neftalinas chilenas y caña de lomo ibérico que tanto le gusta con su pan de maiz.
¡ la biomedicina¡ Otro especialista le habría puesto otra dieta

Me encuentro bajo un fuerte impacto emocional. En la última revisión de Carmen, al mantenerse una anemia importante resistente al tratamiento, el médico solicitó una colonoscopia. Esta mañana se la ha hecho con un resultado demoledor: tiene un tumor en el colon que tiene que ser intervenido inmediatamente. El mazazo es considerable. He tenido de nuevo que recorrer los pasillos para solicitar pruebas. Mis recuerdos del anterior proceso se han reabierto.
Lo peor es lo emocional. Nuestra amiga del alma y su cuidadora murió hace cuatro años de lo mismo después de una serie de pruebas, operaciones y quimioterapias terribles.Cuando he ido a pedir fecha para  el PET he recordado que hace cuatro años Carmen era acompañante.
Todos los fantasmas han vuelto a su cabeza. El cabrón colon otra vez

la medicación que le administran en los ciclos de quimio es demoledora, al estilo sanitario convencional. le están dando corticoides en cantidades industriales. tenia su carita hinchada de la dosis habitual. ella se encontraba horrorosa pero la verdad es que le hacia graciosa. pero después del primer ciclo se ha hinchado terriblemente. en su cara ha aparecido otra hinchazón sobre la anterior. la verdad es que le hace horrible y está muy afectada.

discuto con ella para que fuerce los límites que le imponen y vaya más allá con precaución. ha tomado la cerveza algo más fria y se ha puesto muy contenta. todos los dias salimos. hemos ido a ver tiendas y a ver ropa. cada dia se fatiga más. el domingo fuimos a ver al gran wyoming que actuaba en la explanada del palacio de congresos. se fue a los cinco minutos alegando que estaba muy cansada. creo que se fue pues se sentia mal, muy fea, en medio de tantos jóvenes.

hoy ha sido un dia terrible. se ha ido a comer a un restaurante italiano con dos amigas suyas. ha regresado con una terrible descomposición. ha tenido que medicarse pues la descomposición es un efecto de la quimio que ataca a las celulas de su aparato digestivo. veremos si llega bien al lunes. el segundo ciclo. 8.30 analítica. despues pruebas. a las 12 consulta y a las 14 o 15 sala de máquinas durante cinco o seis horas. regreso a casa con un aparato puesto hasta el dia siguiente que tiene que repetir

las instituciones totales controlan todos los ciclos y los tiempos de los internos. cuando era joven estuve varias veces en la cárcel. ahora se reactivan mis recuerdos. otra vez el tiempo imaginado, hipercalculado, frente al tiempo pesado de la institución. esperar es la clave. pienso en los pobres estudiantes españoles de espera en los pasillos, elaborando trabajos superfluos cuya única finalidad es ser entregados para cumplir cronogramas.

lo peor es la indefensión que tiene efectos disciplinarios. yo mismo pienso que quince dias, lo que estamos esperando, es poco tiempo institucional.


los fines de semana son peores para nosotros. es como si presintiéramos que los del hospital no están y nos sentimos más desamparados. también aparecen visitas que cumplen estrictamente el ciclo semanal. los lunes presentimos que la rueda se ha puesto en marcha de nuevo y nos pueden llamar. aunque no lo hagan podemos intuir su ruido y actividad.
nuestro tiempo es como el de la mili de mi juventud. es un tiempo estancado pero de espera activa. contamos los dias y hacemos cálculos. generamos esperanzas. Carmen piensa en el verano. tiene el sueño de encontrarse en condiciones para ir a su tierra con los suyos. volver a las playas, los amaneceres húmedos, los paseos al anochecer con jersey, los vientos del nordeste, los seres queridos, las celebraciones inevitablemente culinarias.


Al entrar en el hospital, si nos concentramos, podremos leer la carta de bienvenida que dice así:
" Se encuentra usted en una relación de inferioridad sin equivalente en la sociedad. No se engañe, cada profesional uniformado  que vea usted forma parte de un dispositivo maquínico incomprensible para usted. En esta puerta que acaba de atravesar se cancelan los derechos hasta que la vuelva a cruzar en el sentido contrario. Está indefenso. Si tiene algún problema importante y encuentra uniformados sensibles a éste, no se lleve a engaño. Forman parte de un dispositivo humano autoorganizado que se hace opaco y se encubre. Cada uniformado funciona mediante un mecanismo de autojustificación.
Pero no sea pesimista, usted es el centro de este sistema. Es nada menos que el carburante que alimenta este sistema integrado de máquinas"


os escribo apresuradamente ál final del primer ciclo de quimio. el ciclo es así: la citan, la reciben, le hacen analíticas y pruebas y alas tre horas la meten en la sala de la quimio (le llamo la sala de máquinas) del hospital de dia. allí ocupa uno de los tronos y le administran los venenos durante cuatro o cinco horas. después le instalan en su cuerpo un infusor, un aparato que le administra un líquido. se va a casa con el infusor puesto. a las veinte horas tiene que volver a la sala de máquinas donde tiene otra sesión más corta, unas dos horas. regresa a casa con el infusor y a las veinte horas tiene que ir al hospital para retirarselo. fin del ciclo. tres dias. esto cada quince dias. ahora está en el hospital retirándose el infusor. el lunes 18 está citada para iniciar el segundo.
el hospital de dia y la sala de máquinas es un laboratorio increíble para la mirada de un sociólogo. los enfermos están tumbados en sillones-camilla donde se les administran los líquidos. la atención de la enfermería es exquisita comparada con la de otros servicios. le dan varios numeros de móvil, entre ellos el de la coordinadora para avisar o consultar cualquier cosa. están admitidas las visitas en la sala de máquinas.

la información que les suministran es oral y escrita. la guía de recomendaciones ante los efectos secundarios de la quimio está patrocinada por un laboratorio. algunas informaciones se contradicen. todo está focalizado a la vida cotidiana. se ocultan los verdaderos efectos secundarios que aparecen trivializados en términos de molestias cotidianas. se indica que fiebre a partir de 38 y cualquier hematoma o sangrado requiere ir a urgencias.

los enfermos de distintos cánceres conversan entre sí pero se respira un aire grave. ayer por la tarde estaban tratando a un diabético que se descompensó y tenia 600 de glucemia. no lograban reducirla y se lo llevaron a urgencias. al menos voy a aprender mucho allí. se ven tipos distintos de gente y vivencias de la enfermedad.

La medicación que toma es terrible. Tiene hipertensión que implica una potente medicación. También hernia de hiato y no puede cenar. Cualquier cosa que tome por la noche le pasa una factura desmesurada. Además osteoporosis. La medicación para esta es una bomba. Su enfermedad principal se palia con corticoides. Además toma pastillas tranquilizantes para dormir y medicación para el dolor. Este es el cóctel.

Su vida es: no puede cenar, tiene restricciones en comidas, tiene dolores musculares frecuentes y agudos de secuelas neurológicas, su columna le anuncia los cambios de tiempo con intensidad. Cuando cambia de temperatura tiene dolores muy fuertes en las encias. Además jaquecas. No sigo.
Pero este conjunto de males no se encuadran en ningún diagnóstico. El médico dice que está bien porque la analítica está bien. Yo vivo con ella y ella y soy testigo de sus males.

hoy ha comenzado el tercer chute de Carmen. le ha visto otra oncóloga joven que se ha mostrado interesada por los efectos del tratamiento. Carmen le ha replicado diciéndole que lo habia traido por escrito pero que sus colegas ni siquiera lo habian mirado. ella ha preguntado, ha demostrado que habia leido la historia y le ha prescrito un tratamiento fuerte contra los efectos de la quimio. le prescribe una dosis brutal de cortisona los cuatro dias siguientes. Carmen ha hablado con la supervisora para que la vea esta médica los siguientes ciclos. le ha dicho que no habrá problema porque siempre anda por allí aunque no tiene consulta fija.

ahora viene lo peor. todos los sufrimientos en el hospital explotan en la casa. Carmen lleva dos dias en casa en un estado aceptable. come de todo, ha hecho caca y ha paseado. tiene dolores y agujetas de los golpes y la operción. está rodeada de varias mujeres histéricas --hermana, amigas-- que observan sus heridas y hacen cábalas buscando indicios de problemas.
la segunda noche la ha pasado mejor. pero está dolorida y su entorno no le deja asumir la gravedad de su intervención y los ritmos lentos de su recuperación.
hoy he tratado de remontar la situación y he preparado una rica comida y un buen vino para todas ellas. quería introducir un elemento de distensión, pues no hacen otra cosa que mirar la maltrecha tripa de Carmen y hacer hipótesis sobre los colores de las heridas y los grados de hinchazón.

mi situación personal es de tal saturación que me es imposible escribir la rica experiencia que estamos viviendo. no es falta de tiempo sino desfondamiento.
queda pendiente. me he acordado de vosotros al vivir algunos episodios épicos ¡vaya institución es el hospital¡  ¡vaya dispositivo es el de la medicina¡  ¡ vaya país que es España¡  encima de todo esto, granada ufffff

lo que narro a continuación es increíble pero ha sucedido. nos recibe un médico de unos cuarenta o cuarenta y cinco tacos. muy simpático. le dice a Carmen "de Santander, qué bonito". los minutos de la consulta han sido demoledores. por un lado simpático y castizo. no dialogaba ni respondia a las preguntas de Carmen pero cuando la iba a explorar le decia "échate ahí, reina". le preguntaba que porqué se habia cortado el pelo. le decia que el tambien usaba faja para sujetar su barriga. que él también tenia papada, pero que no era de cortisona sino de comer. no ha respondido a ninguna.

ahora va lo fuerte. no se habia leido la historia, sólo la analítica. le ha dicho que era diabética porque tenía 160. le hemos tenido que recordar que era después del desayuno. no sabía que tenia Wegener. desconocia su medicación. le he dicho que se tomara un par de minutos para informarse. muy nervioso ha ojeado el expediente de Carmen. cuando le ha preguntado quien era su medico responsable ha pasado varias hojas y le ha dicho "su médico es Juan Irigoyen Sánchez, pero hace tiempo que no está por aquí" Carmen le ha respondido que estaba aquí. cuando le hemos dicho que Juan Irigoyen era yo, ha respondido diciendo que qué casualidad, que nos llamamos igual.
se ha cerrado la conversación con la insistencia de Carmen en la alimentación. le ha dicho que puede comer lo que le apetezca con sentido común. cuando le ha dado la siguiente cita para el tercer ciclo el 4 de mayo le hemos preguntado si será él quien la vea o en su defecto el fantasmático doctor Irigoyen. le ha respondido diciendo que no estaría y le ha puesto los nombres de dos oncólogas que junto con él "llevan a los de colon". muy simpático le ha despedido diciéndole "adiós pasiega".

hemos salido en silencio y la he invitado a un aperitivo. hemos vuelto a la caótica sala de espera y a la una y diez, cinco horas después de llegar ha sido llamada a la sala de tratamiento, la que denomino como sala de máquinas. allí estaban las enfermeras muy profesionales y atentas. la sala tiene veinte sillones en los que se administran los líquidos a los enfermos. hoy habia una chica joven que estaba trabajando con su ordenador portátil.

es una fábrica. los oncólogos discuten los tratamientos, determinan las dosis de cada uno y controlan algunos de los efectos. las enfermeras lo administran. la vida del paciente queda totalmente fuera. es increíble en el caso de un cáncer. la sala es un laboratorio. hoy he visto muchas cosas de jóvenes que tienen verguenza de la enfermedad, de desplome de mayores con pocas esperanzas, de resignación e infantilización de la mayoría., esto tienes que verlo directamente.
La medicina occidental positivista es una institución llena de luces y sombres. Estas aparecen según la gravedad de la enfermedad. Un cancer de colon abre un largo proceso de sufrimientos, pruebas, etapas, posoperatorios y viaje por los fragmentos de ese sistema tan hiperespecializado. Muchas veces en ese camino sólo hay acciones terapéuticas superfluas, vanidad profesional y distanciamiento de la persona paciente. Con Ana lo vivimos trágicamente.
Soy occidental y usuario de esa medicina positivista que tantos éxitos parciales cosecha pero cuyo crecimiento en recursos diagnósticos y terapéuticos nada puede frente a un pequeño número de enfermedades fatales, ni contra los efectos de un mundo tan violento, desigual, miserable y desprovisto de razón.


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