tag:blogger.com,1999:blog-25141049280603302322024-03-19T09:46:39.931+01:00Transitos intrusosjuan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.comBlogger786125tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-51237863515370408322024-03-18T19:59:00.005+01:002024-03-18T19:59:56.570+01:00LA ESCALADA DE LA VIDEOPOLÍTICA EN ESPAÑA<p> </p><p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El homo sapiens está en proceso de
ser desplazado por el homo videns, un animal fabricado por la televisión cuya
mente ya no es conformada por conceptos, por elaboraciones mentales, sino por
imágenes</span></i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Giovanni
Sartori<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Contemplo
asombrado el veloz proceso de degeneración derivado de la videopolítica. Esta
ha mutado hacia una segunda fase, en la que los gabinetes de comunicación de
los contendientes, ponen en circulación numerosos videos dirigidos a públicos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">amigos, </i>en los que se denigra al
adversario. Estos han proliferado extraordinariamente, representando un vector
de comunicaciones que se complementan con las emitidas por las televisiones. Al
tiempo, los tertulianos más avezados y leales a sus patrones políticos y
mediáticos promueven videos en TikTok o Instagram para captar nuevos
receptores, ensayando audaces formas de persuasión basadas, más que en sus
argumentos, en la explotación de repertorios audaces de comunicación no verbal.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La
videopolítica alcanza así un nuevo estadio, en el que el parlamento mismo
adquiere la naturaleza de un teatro, en la que los contendientes ensayan formas
agresivas de comunicación que son filmadas escrupulosamente por los operadores
televisivos, para ser difundidas por todas las redes sociales, alimentando
fragmentos de distintas clases (videos, memes, zascas, composiciones visuales y
otras). Estos fragmentos audiovisuales tienden a desplazar a los proverbiales
discursos escritos, ocupando un espacio dominante en el sistema comunicativo
total. La última generación de políticos incorporados a las direcciones
partidarias ha sido forjada en la batalla de los videos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En el
estadio en que se encuentra el sistema político inaugurado en 1978, la
descomposición de sus instituciones, así como el deterioro de las reglas de
juego se hace manifiesta. Al tiempo, los partidos van compareciendo como
icebergs mediante distintos escándalos de corrupción, que muestran
impúdicamente la facilidad con la que se desenvuelven los protagonistas de estos,
los clanes políticos-empresariales que proyectan y ejecutan sus negocios con el
consentimiento tácito de sus formaciones políticas. Lo nuevo estriba en que las
direcciones de los partidos, así como sus medios de comunicación de referencia,
presentan profusamente los casos de los rivales, al tiempo que resisten
silenciosamente las alusiones a los suyos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El
parlamento y las instituciones representativas se cartelizan, adoptando las
formas de las contiendas entre los cárteles de las economías ilegales. La
última sesión del parlamento nos obsequió de primeros planos de altas
autoridades amenazándose mediante gestos profusos, dotando a las imágenes de
una fuerza equivalente a las mejores series policiales. A modo de crónica, es
imposible no destacar a las nuevas estrellas de este género: María Jesús
Montero, Oscar Puente, Patxi López y otros políticos progresistas, que se
homologan con los proverbiales insultadores del pepé. Recuerdo la llegada de
Zapatero al gobierno y las sesiones parlamentarias fatales en las que la
derecha recurría a la bronca y los insultos. Los antológicos Rafael Hernando,
Javier León de la Riva (el alcalde de Valladolid de los morritos de Leire
Pajín) y otros artistas de violencias verbales y escénicas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El paso de
los años ha desarrollado en el nuevo pesoe unas capacidades para la bronca
equivalentes a los de la derecha. De este modo, las sesiones del Congreso
derivan en un espectáculo morboso de competición regida por las acreditadas competencias
de insultar, abroncar, satirizar e injuriar a los contrarios. Estas
competencias han crecido vertiginosamente en los partidos, que más bien
devienen en clanes, en tanto que protegen las operaciones ilegítimas ejecutadas
por sus operadores con el mercado y que salen a la luz. La videopolítica ya ha
cancelado los análisis políticos para ser sustituidos por fragmentos
audiovisuales. En la última sesión del congreso, me impresionó de sobremanera
el gesto de Sánchez y Montero, rehuyendo el saludo a Díaz, marcándola así al
estilo del padrino, lo que tuvo un impacto notable en el rostro de esta. Ni el
mismísimo Coppola hubiera puesto en escena una situación así.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Entretanto,
la ministra Margarita Robles, en un fragmento audiovisual sacado de una
entrevista, alcanza un rango de memorable pues, así como quien no quiere la
cosa, advierte de una guerra necesaria e inminente, nada menos que con Rusia.
En un texto se podría argumentar en favor de esa posición, pero en la
entrevista realiza una simplificación salvaje: Dice que, al igual que Putin ha invadido
Ucrania, va a atacar a otros países europeos, por lo cual debemos prepararnos
para la guerra. Esta ministra está chapada a la antigua y carece de
competencias teatrales que la sitúen en el centro del volcán comunicativo
videopolítico. De ahí resulta que su proposición pase inadvertida. Al no
ubicarse en el cuadrilátero para competir a golpes con sus rivales frente a los
públicos participantes, elude cualquier control. Tras esta incidencia se
esconde una realidad inquietante: la derecha, representada en Aznar situó a
España junto a las potencias promotoras de la guerra de Irak. Pues bien, veinte
años después, la izquierda, representada en Sánchez, auxiliado por Yolanda
Díaz, nos sitúa en la primera línea del frente en la guerra contra el renovado imperio
del mal, que siempre se ubica al este.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Una decisión
del rango de una guerra, ni es deliberada en el parlamento, ni en las
universidades, ni en la inteligencia y la cultura, ni en ningún lugar. La
descomposición de la sociedad española alcanza un nivel inédito. Este
distanciamiento ascético de las actuaciones del poder político se relaciona, no
me cabe la menor duda, con la preponderancia del sistema mediático, que ha
debilitado el tejido social y ha reconvertido el tejido político-social en
audiencias perplejas, que aceptan sin rechistar cualquier decisión, una buena
parte de ellas, en contra de sus propios intereses. En ese ecosistema
pervertido de comunicación, cualquier tema puede suscitar un interés
provisional si adquiere el formato del guiñol político, caracterizado por una
batalla en la que las personas adquieren la forma de muñecos vivientes. Me
asombra que, en las próximas elecciones norteamericanas se confronten dos
vetustos gerontes que adquieren la forma de estereotipos vivientes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Confieso mi
perplejidad ante el silencio del feminismo, convertido de facto en un sindicato
para la defensa de los intereses de las mujeres, pero huérfano de cualquier
proyecto de sociedad. Ni una sola voz ha suscitado públicamente el
cuestionamiento a la actuación de las mujeres soldado y pilotos israelíes que
coprotagonizan las carnicerías humanas en Gaza. Tampoco comprendo porqué se
desentienden de la amenaza de una guerra, a la que nos arrastra la OTAN y nos
recuerda Margarita Robles. La sociedad española se ha vaciado inquietantemente
para transformarse en grupos de interés en el interior del estado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Desde esta
perspectiva se puede comprender la metamorfosis de los partidos convertidos en
auténticas bandas que defienden sus intereses materiales especificados en
negocios prósperos. El resultado de esta metamorfosis partidaria es la
proliferación de violencias sórdidas instaladas en los representantes
políticos, que imprimen a los debates parlamentarios y mediáticos una impronta
defensiva de trinchera. Me disgusta contemplar cómo los partidos/banda se
aglomeran sin grietas ni excepciones para defender a Ábalos o Ayuso. No existe
una gama de matices ni posicionamientos, todos compactados frente al enemigo en
defensa de su mercado oculto, que es factible en tanto conserven sus posiciones
en los distintos gobiernos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Pero lo más
pernicioso es que esta comunicación político-mediática se encuentra orientada
inequívocamente a la construcción de un público movilizado y estimulado por el
imperativo del enemigo construido. Laborar para construir adictos a ese juego
letal del cuadrilátero, esa es la cuestión. Así, en sesiones del congreso han
desaparecido discursos propositivos fundados en el análisis riguroso. Los
dirigentes ya no discuten de problemas específicos, sino que bombardean a los
contrincantes mediante la activación de la hemeroteca. La dinámica de las
sesiones remite a reforzar los públicos fieles mediante la advertencia del
peligro que porta el rival que puede ocupar las posiciones del gobierno.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Me preocupa
la impronta corrosiva e infantiloide de la mayoría de intervenciones de los
líderes. En ese medio solo prosperan los gritadores y zascadores. Me
impresionan los más jóvenes que se incorporan como relevo. Las estrellas
ascendentes son gentes dotadas para esta confrontación de escalada de
violencias verbales. Ayuso muestra su destreza en este arte y ya ha formado una
escuela. Su sucesora, dotada de aptitudes para la confrontación, armada con un
repertorio de frases cortas hirientes y condenas contundentes y rápidas, Noelia
Núñez, ya hace sus primeras armas en el Congreso, acreditando su prometedor
futuro en esta charca. El contrapunto es María Jesús Montero, que muestra su
pericia como habitante del ring hablando de modo semejante a una ametralladora.
Pronuncia frases en un tono que las asemeja a las ráfagas. Ahora ha ampliado su
repertorio no verbal cerrando un catálogo temible para sus enemigos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Muchas veces
trato de imaginar cómo percibirían Peces-Barba y otros líderes semejantes de
los orígenes estas confrontaciones en las que imperan modelos de comportamiento
estrictamente gansteriles. En mi entorno cotidiano he podido comprobar lo
pernicioso de esta importación de formas de seguir la política determinadas por
la infantilización y la futbolización.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-23779734169901504452024-03-15T13:27:00.000+01:002024-03-15T13:27:29.434+01:00UN VIAJE SUBTERRÁNEO A LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE<p> </p><p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Jamás deberíamos hablar de
nuestra memoria, porque si algo tiene es que no es nuestra; trabaja por su
cuenta, nos ayuda engañándonos o quizá nos engaña para ayudarnos.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Julio
Cortázar<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Siguiendo la
recomendación de Cortázar no escribo este texto como ejercicio de mi memoria.
Lo que relato aquí es una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">excursión</i> a
la Universidad Complutense en una mañana primaveral del 2024, para acompañar a
los contingentes de alumnos que van a las clases utilizando el Metro. Este fue
uno de los escenarios en los que se desenvolvió una parte de mi juventud. Aún a
pesar de que la comparación siempre termina por interferirse, este es un texto
que se ciñe a la realidad vivida a día de hoy. Cada momento de esta incursión
me ha producido distintas fascinaciones y perplejidades, que han contribuido,
simultáneamente, a movilizar y reducir mi nostalgia. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Empecé este <i style="mso-bidi-font-style: normal;">viaje </i>a las diez de la mañana
sumergiéndome en el Metro, en la estación de Sáinz de Baranda, en la línea 6 en
dirección a Moncloa. El Metro es un espacio sumergido por el que transitan
distintas multitudes según los horarios. Hasta las nueve de la mañana
comparecen los inscritos en eso que se denomina como mercado de trabajo,
prestos a realizar su jornada. Los acompañan las legiones de gentes que se
desempeñan en el trabajo desregulado, muchos de ellos extranjeros. Pero, el
Metro es un dispositivo en el que entran y salen distintos contingentes humanos
unificados por sus horarios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Después de
las diez disminuye la afluencia y cambia el público. En este tramo horario se
desplazan principalmente estudiantes; gentes ocupadas en los cuidados
mercantilizados; múltiples personas ubicadas en chapuzas y labores ocasionales;
laboradores de currículums que recorren el espacio urbano para ofrecerse como
candidatos, o gentes que visitan familiares mayores realizando trabajos
informales. Estas multitudes habitan en los confines del mercado de trabajo y
no son reconocidas por el sistema, el estado, y, en particular, la izquierda,
que vive en la nostalgia del fordismo, la vieja fábrica y los conglomerados de
trabajadores estables. En estos públicos viajeros, la soberana precariedad, el
hecho más determinante de este tiempo, unifica esa nutrida red de categorías específicas
de ocupaciones secundarias.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El Metro es
la institución de la movilidad que recibe partículas humanas que se conglomeran
durante el viaje para diseminarse en las sucesivas estaciones, según el
principio de la disgregación de los itinerarios individuales. En la era vigente
del capitalismo neoliberal, el diagrama institucional del Metro deviene como
modelo para todas las instituciones, incluida la Universidad misma. El
principio de individuación que rige entre los viajeros ocasionales se instaura
para la gestión de la población de compradores de créditos. Estos acuden a las
actividades presenciales según el principio de cada uno según su menú, de modo
que se integran en distintos grupos de docencia correspondientes a distintas
asignaturas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Cada cual
construye así su horario, que es radicalmente personal, implicando su entrada
en distintas clases o seminarios, de los que resulta una trayectoria personal
dentro de la institución. El estudiante actual es un nómada que fluye en la red
de actividades académicas establecidas, asemejándose a los viajeros
subterráneos. Los grupos correspondientes a las clases devienen así en una
versión de un vagón del metro, conformando grupos que desde la sociología se
han definido como de “cola de autobús”. Contigüidad física con ausencia de
relación personal, y, sobre todo, una relación personal provisional, en la que,
en cada estación se recompone de nuevo el grupo de viajeros con los que han
entrado y los que han salido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El Metro y
la Universidad representan modelos sociales e institucionales que presentan
coherencias con la institución central de la precariedad, al producir sujetos
individuales dotados de objetivos diferenciados, de modo que no pueden ser
aglomerados en nada estable. Lo más relevante radica en los efectos sobre la subjetividad,
que es modelada mediante lazos débiles y provisionales, y nunca asentada en un
espacio. El sujeto precario es una entidad autónoma que fluye en un diagrama
social, al igual que el sujeto de las instituciones de la movilidad, bien el
automóvil -cada cual encerrado en su cabina- o el metro. Desde algunas
sociologías críticas se explica este proceso de individuación como capitalismo
postfordista. El primer conglomerado estable que se disuelve es la vieja
fábrica fordista.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Una vez que
accedí al vagón me encontré con un espacio en el que rige el principio de
individuación más radical, en tanto que los viajeros se ignoran mutuamente al
estar concentrados en las pantallas de sus sagrados smartphones. Siempre que
vivo esta situación no puedo evitar un elogio a la capacidad de concentración
de tan laboriosos hiperconectados. No se ve ni una distracción. Se puede
identificar una disciplina encomiable. Recuerdo que en alguna ocasión fui a mi
facultad de Granada a las aulas que abrían por las noches en tiempo de
exámenes. Cada estudiante se asentaba en una mesa. Una vez resuelta su
ubicación, la gente salía a aprovisionarse de viandas y bebidas, además de
cultivar los encuentros con otros esforzados preparadores de exámenes. Una vez
vueltos a su lugar comparecía su sistema relacional que demandaba atención en
el móvil. El resultado era que una persona que había estado cuatro horas allí,
había estudiado solo dos. De ahí mi elogio a los viajeros subterráneos que
aprovechan todo su tiempo de viaje en los deberes digitales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En la
tercera estación, en ese sistema congelado del vagón, aparece un músico que
instala su altavoz y nos obsequia con una canción, solicitando al final una
ayuda. Después, apareció un hombre de unos sesenta años pidiendo una ayuda,
dada su situación desesperada. Al llegar a la estación de Cuatro Caminos otro
hombre, extraordinariamente flaco y desaliñado, pidió para desayunar. En los
tres casos, nadie prestó atención alguna, practicando el arte de no mirar. En
cualquier caso, en un sistema social como un vagón parece imposible practicar
la mendicidad. Cada cual está pensando en la estación de destino, y, además,
entre los cuerpos presentes parece imposible cualquier conexión. Pero el
sistema social dualizado produce unas grandes reservas humanas en situación de
miseria extrema, de modo que se hace presente en todos los espacios que
carezcan de barreras de entrada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Al llegar a
la estación de Ciudad Universitaria abandoné el vagón y me integré en la
multitud andante de camino a las facultades. Me encanta vivir este sistema de
individuación tan radical. La gente sale de sus vagones y se aglomera en la
dirección de las escaleras mecánicas de la salida. Allí se integra en otra
forma social dotada de una geometría peculiar: la fila o la cola. Esta adopta
la forma de cada cual antes del siguiente y después del anterior. En la salida
de nuevo se dispersan en distintas direcciones, aunque todas unificadas por el
destino final común: desembocar en un aula en la que son aglomerados en filas y
columnas. En la dirección de mi vieja facultad, pude meditar acerca de la
perfección del sistema de poder. Un sujeto gobernable y gobernado, móvil, que
transita entre distintos contenedores espaciales y se encuentra conectado a un
sistema hipermóvil de contenidos: mensajes, videos y fragmentos audiovisuales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Esta <i style="mso-bidi-font-style: normal;">excursión</i> vivida concluyó con el retorno
de una vieja idea personal que incubé en los años del 15 M y siguientes, en la
que tuvieron lugar muchos textos, interacciones, movilizaciones y estados de
efervescencia política, hasta que el sistema recuperó su viejo equilibrio
reabsorbiendo los contenidos críticos, mediatizándolos en las televisiones como
simulacro, y haciendo ministros, consejeros, concejales o asesores a una parte
de los contestatarios. Se trata de utilizar la fila de modo inverso a su
significación. La fila es un medio de organizar un conjunto de personas de modo
que se dificulte su interacción, lo cual favorece a quien las gestiona. Por eso
es universal en medios educativos, militares, industriales y otros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Esta idea se
basa en constituir filas que adopten las formas de los ciempiés, fluyendo por
las aceras en múltiples trayectorias visibilizando una disidencia. Estas no
requieren convocatoria, ni dimensión, ni se encuentran fuera de la legalidad.
Desde siempre he imaginado la potencialidad de esta forma de acción y he
imaginado una ciudad en la que aparecen distintas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">culebras</i> en diversos espacios. Pero, a día de hoy, me parece
imposible renovar los repertorios de acción de unos movimientos sociales
subordinados a las televisiones o los partidos políticos. Las élites
partidarias viven un momento de declive cognoscitivo manifiesto y la mayoría de
los sujetos políticos se encuentran determinados por la supervivencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Esta fue una
mañana vivida entre una nube de conectados que se encontraban desconectados
entre sí, así como estudiantes prestos a vivir su mañana en las formaciones
sociales del vagón de metro, las filas y las aulas. El estado de las zonas
ajardinadas de la Complutense, contiguas al Parque del Oeste, se mostraban
desoladas, desiertas. Estaban esperando revivir las noches del largo finde,
recibiendo a los fugados de los tránsitos entre los vagones, las filas y las
aulas que conforman lo que se entiende como botellón. Este adopta una
configuración espacial de grupos compactos de sujetos huidos de sus severos
contenedores sociales. En este conglomerado humano tienen lugar, también,
múltiples trayectorias individuales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-2573914621707152942024-03-12T13:21:00.002+01:002024-03-12T13:27:27.945+01:00 LA OMS, LAS PANDEMIAS Y LA ÚLTIMA VERSIÓN DEL TEMOR DE DIOS<p> </p><p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">El principio de la sabiduría es
el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la
disciplina.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Proverbios
1:7<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">No seas sabio en tu propia opinión;
más bien, teme al Señor y huye del mal. Esto infundirá salud a tu cuerpo y
fortalecerá tu ser<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><a href="https://dailyverses.net/es/proverbios/3/7-8"></a><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Proverbios 3: 7-8<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Pero para ustedes que temen mi
nombre, se levantará el sol de justicia trayendo en sus rayos salud. Y ustedes
saldrán saltando como becerros recién alimentados<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Malaquías
4:2<b><o:p></o:p></b></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">El temor de
Dios es un elemento central y estructurante de las religiones monoteístas.
Durante muchos siglos ha tenido un efecto homogeneizador sobre distintas personas
y poblaciones. El desarrollo de la Modernidad ha rebajado sustantivamente esta
presión formidable para tan atribulados fieles, suavizando gradualmente la
coerción. Pero permanece inalterable el precepto que otorga sentido a estas
prácticas religiosas: se trata de obtener una aceptación e interiorización
total y absoluta, renunciando a la deliberación interior. El sujeto practicante
debe asumir su infinitud frente a la deidad, de modo que se entregue
integralmente a esta adoptando una sumisión completa. Así se construye una
obediencia ciega que implica un abandono en las manos de la legión de clérigos
que hablan en nombre de la divinidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">En el curso
de la Modernidad este modelo ha cedido a formas coercitivas más blandas. Pero,
al mismo tiempo, ha transferido este modelo de capitulación personal frente a
un ser superior a distintas formaciones y constelaciones organizativas que han
remodelado ese arquetipo individual de persona sometida a una autoridad que
encarna una finalidad superior.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La
renuncia a la iniciativa propia; la propensión a la aceptación sin dudas ni
preguntas; el blindaje frente a otros portadores de otras verdades; la obediencia
sin contrapartidas, son los elementos de ese arquetipo individual autosometido
a una autoridad superior, que comenzó en las rigoristas iglesias medievales y,
en el presente, adopta distintas formas que llegan hasta la apoteosis de ser
“seguidor” en las redes sociales. No hay experiencia más sórdida que
encontrarse cara a cara con un seguidor o fan del Real Madrid, Ayuso, Rosalía,
Jordi Évole<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y tantas otras divinidades
menores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">En las
vigentes sociedades postdisciplinarias, que son principalmente postmediáticas,
proliferan deidades menores que transitan en ciclos temporales suscitando
pasiones entre sus seguidores. Los medios, y la televisión en particular, son
los espacios en donde se procede a la construcción de idolatrías. En estos días
se puede identificar una colosal actividad de santificación de Mbappé. Pero
este sistema heredero de las viejas religiones opera mediante la reafirmación
de los nuevos brujos/santos, que son los expertos. Estos constituyen la forma
contemporánea más generalizada de sancionar ídolos mediante la denegación de la
autonomía y especificidad de las personas, al convertirlas en seguidores de los
expertos, que comparecen monopolizando la voz y apelando a nuestra fe en sus
peroratas modeladas por los lenguajes científicos, presentados como el sumun
del esoterismo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">La pandemia
de la Covid 19 ha inaugurado una nueva época, en la que la amplia troupe de
virólogos, epidemiólogos, urgenciólogos, salubristas y otras especies
sanitarias, se acercaron al rango obtenido por los vetustos representantes de
Dios en la Tierra. Esta clase de expertos en la semidiosa salud, operaron
mediante los viejos códigos religiosos. Así, el principio de la sabiduría era
obedecer y no preguntar. Es decir, creer. El fundamento de esa fe en la nueva
autoridad superior fue la amenaza frente al pérfido virus. La salvación radica
en creer y obedecer. De ese modo esta troupe profesional emitió disposiciones
incuestionables que los convirtió en expertos en la vida e ingenieros de la
intimidación. Las imágenes de sus prédicas custodiados por los mandos
policiales fueron antológicas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Para cerrar
el análisis del dominio de esa casta sacerdotal sobre la población en el nombre
de que la sabiduría estriba en someterse alegremente al saber superior de los
providenciales salvadores, los fieles contagiables se congregaban en los
balcones para practicar sus oraciones y sus plegarias. Desde esta perspectiva,
un elemento cultural esencial de este sistema neoreligioso, es el de construir
a sus propios impíos, herejes y paganos, que son designados con el prodigioso
tópico de “negacionistas”. Estos son aquellos que no aceptan las sagradas palabras
de los expertos, que se supone que detentan el rango de Sagradas Escrituras, de
modo que no es pertinente que sean deliberadas y discutidas por tan minúsculos
discordantes. Se supone que estos han perdido su noción de seres mortales,
olvidando su miserable envergadura frente a los nuevos gigantes de la Ciencia,
el Estado, la Industria o la Medicina.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Para cerrar
esta reflexión, es pertinente asociar el viejo concepto de “pueblo de Dios” con
el nuevo concepto de “pueblo vacunado”. En la gigantesca operación de la
vacunación, un hito en la industria farmacéutica, se concertaron varias formas
de coacción frente a los pretenciosos contestatarios. El estado estableció el
pasaporte Covid, en tanto que los medios pusieron en escena múltiples formas de
desacreditación de los negacionistas malignos. Por último, en la asistencia
sanitaria se hizo imposible, expresar dudas siquiera, con respecto a las
vacunas. Todos los artificios conceptuales, resultantes de una larga era de
secularización de la medicina -autonomía del paciente, consentimiento informado
y otros- quedaron hechos añicos. La restricción de acceso brutal y las
condiciones de hospitalización significaron un retroceso extraordinario.
Recuerdo las colas al sol frente a los centros de salud y otros episodios
emblemáticos de la gran regresión sanitaria.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">En esta
nueva sociedad en la que reina una nueva divinidad experta, que pretende
convertirnos en autómatas de la aceptación incondicional, brilla especialmente
la OMS. Para esta la pandemia fue “una oportunidad”, dicho en el lenguaje de la
empresa postfordista. Esta significó un salto para ubicarse en el privilegiado
campo de los decisores y operadores políticos, es decir, por encima de los
estados nacionales. Ahora llegan noticias del novísimo Tratado de Pandemias, en
el que se sanciona su autoridad jerárquica sobre los estados, ejerciendo el
control sobre las poblaciones en nombre de la salud. Desde esta perspectiva, la
pandemia fue la primera de la serie de pandemias que anuncian un
perfeccionamiento en el arte de confinar poblaciones y domesticar drásticamente
a las personas, consideradas como moléculas integrantes de los conglomerados
humanos vacunables, es decir, como componentes de un sistema gobernado por el
principio supremo de bioseguridad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Llama la atención
el silencio y la complicidad de tan benévola organización con respecto a la
facticidad de una guerra global. Pero, cualquier análisis sociológico riguroso
pone de manifiesto que, con las pandemias, el complejo médico-industrial adquiere
la condición de líder en la gobernanza mundial, reduciendo la diferencia con el
complejo militar-industrial. Lo paradójico radica en su supuesta
incompatibilidad, en tanto que este último puede reducir contundentemente los
contingentes de la población vacunable. Lo más perverso de este tiempo es la
desviación de finalidades y la opacidad de los verdaderos fines. De esta forma,
la OMS incrementa su condición de macroorganización cargada de misterios y
secretos, que, al igual que las viejas iglesias devienen ininteligibles. Así
que es menester restaurar el principio de que la sabiduría estriba en creer y
aceptar. "no seas sabio en tu opinión". Tienes que ser recatado (sensato).<o:p></o:p></span></p>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-16467205764281454132024-03-07T17:24:00.003+01:002024-03-07T17:24:21.691+01:00EL ASCENSO DE LA ULTRADERECHA. DOS TEXTOS DE AUTORES ARGENTINOS<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El ascenso
de la ultraderecha es un fenómeno poliédrico que no puede ser interpretado
desde los análisis de los politólogos empiristas, que lo sitúan en el comienzo
de una escala. Estos análisis se caracterizan por su trivialidad. Tampoco es
pertinente comprender esta emergencia de la ultraderecha como un revival del
franquismo o de los fascismos de los años treinta. Pero, estos análisis
triviales se prodigan en España, tanto en los periódicos digitales de la
izquierda, o, más bien, del progresismo mediático. La inteligencia española,
refugiada en la universidad, tampoco se ocupa en profundidad de este tema, que
queda a merced de estereotipos gruesos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La victoria
de Milei en Argentina ha suscitado una resistencia que produce análisis más
centrados en la Historia o las Ciencias Sociales. Desde hace un par de meses
leo distintos trabajos sólidos. Por eso me he decidido a subir aquí dos textos
que considero clarificadores y que abren la cuestión de la nueva ultraderecha.
Ambos autores, tanto Miguel Mazzeo como Agustín Valle, aportan una visión
global de este fenómeno, insertado en el presente de las nuevas sociedades
definidas mediante la suma de varios prefijos post. Podéis encontrar en internet
distintos textos de ambos. Ambos trabajos están publicados en “El Lobo Suelto”,
para quienes prefieran leerlos en su versión original. El de Mazzeo lo podéis
encontrar <a href="https://lobosuelto.com/sobre-el-realismo-de-la-ultraderecha-mas-alla-de-la-demencia-y-la-magia-miguel-mazzeo/">aquí</a>. El segundo de Valle <a href="https://lobosuelto.com/libertad-totalitaria-y-telam-agustin-valle/">aquí.</a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Para quienes vivimos en Madrid, la cuestión de
la libertad totalitaria está a la orden del día. Espero que su lectura sea tan
gratificante como ha sido para mí, liberado del banal enfoque de la
videopolítica española,<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">SOBRE EL REALISMO DE LA
ULTRADERECHA. MÁS ALLÁ DE LA DEMENCIA Y LA MAGIA<o:p></o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">MIGUEL MAZZEO<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Es evidente
que los valores y las formas de convivencia del siglo XX están en crisis: se
han tornado estériles y esterilizantes. Su incapacidad de producir comunidad
política (incluyendo “comunidad nacional”) se profundiza y no pueden
contrarrestar los dispositivos sistémicos orientados a la creación de nuevas
esclavas y nuevos esclavos. Estos valores y estas formas de convivencia se han
convertido en un adorno de mal gusto, en un género paralizante, y no abundan
(aunque tampoco faltan) las voces y las experiencias que asumen su necesaria
desfetichización. Pero los valores de reemplazo y las formas de convivencia
alternativas, aún no terminan de fraguar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La
ultraderecha supo aprovecharse de ese vacío y de la fluidez del proceso de
deshumanización sistémica. Gradualmente fue imponiendo su lenguaje. Sus
patrañas encontraron un nicho en la esclerosis de la sociedad burguesa, en el
agotamiento de sus artificios y de sus retóricas moralizantes y/o
administrativas (“gestionarias”). A partir de estas condiciones decidió concretar
el futuro distópico del capital. Su distopía es, por lo tanto, “realista”. Así,
la ultraderecha se adueñó del riesgo y la confianza. Agita la historicidad del
capital a los cuatro vientos. Lanza ofensivas frontales tendientes a arrasar
con la diversidad residual del mundo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La
ultraderecha parece tener más conciencia de la época histórica que las fuerzas
de izquierda, nacional-populares y progresistas. Por eso se ubica en el umbral
de esa época y, de alguna manera, se adueña de ella. La ultraderecha es obscena
porque sabe que actúa en el sentido de la transformación real del mundo. Asume
una función preparatoria del terreno para su Ciudad Futura, la ciudad del caos.
Es agente de un dinamismo histórico perverso. De ahí sus aspiraciones
desmesuradas, de ahí su “furor heroico” (en los términos de Giordano
Bruno). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La
ultraderecha avanzó sobre el terreno que le cedió “gentilmente” la política que
resignó cuotas de autonomía, que no fue capaz de sostener sus lógicas propias,
que no supo resguardarse como esfera relativamente independiente para incidir
en las condiciones económico-sociales fundamentales. La ultraderecha se
consolidó a partir de una crisis de los medios “clásicos” a los que recurría el
capital para fundar y conservar la dominación social.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La degradación
del ars político burgués (en formato liberal o populista) diseminó energías
sociales y le allanó el camino a la magia, a la cábala. Hizo posible la llegada
al gobierno de Argentina de un delirante que cree que puede apropiarse de esas
energías y reconducirlas. Le ofrendó una cuota de poder a un desquiciado que
considera que hay condiciones para enlazar la tierra y el cielo, es decir: unir
las “fuerzas inferiores” con las “fuerzas superiores”. Giovanni Pico de la
Mirandola, el autor de la célebre Oratio de homini dignitate (Discurso sobre la
dignidad del hombre) sostenía que la magia (se refería a la astrología
puntualmente) convertía a las personas en miserables, ansiosas, inquietas y
desafortunadas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La
ultraderecha se sabe emergente de la crisis irreversible de las viejas
instituciones de la sociedad salarial, de la democracia liberal y del viejo
Estado-nación burgués. Una crisis que incluye a los modos tradicionales de
construcción de comunidad política. También sabe que sus contendientes, mientras
continúen aferrados a esas instituciones, a ese Estado y a esos modos de
construcción de comunidad política, permanecerán incapaces de seleccionar “otra
herencia” y tramar otros modos de hacer comunidad, no recuperarán la confianza
en su poder-hacer, no alcanzarán jamás la estatura de contendientes sistémicos
y no darán la pelea por los temas esenciales, o no serán eficaces en esas
disputas. Por lo tanto, la ultraderecha es conciente de la debilidad de sus
contendientes y puede presentarlos como exponentes del pasado, como personeros
de una degradación, reservándose para sí la condición de efigie del futuro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La falta de
ambición (¡y de realismo!) de sus contendientes (¡nuestra debilidad!)
envalentona y le da bríos a la ultraderecha. La ultraderecha, además, confía en
el grado inédito de domesticación (o de desquicio, o de impotencia y
resignación) históricamente alcanzado por las clases subalternas. La
ultraderecha posee indicios de que es posible ejercer la violencia erradicando
los efectos que pueden permitirle a las clases subalternas descifrar la
realidad. Considera que la violencia no despertará ninguna inteligencia
colectiva, ninguna voluntad general. Supone que ya no hay condiciones para
ellas. Tal vez se equivoque. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Esas
certezas hacen que la ultraderecha carezca de sentido del ridículo, de toda
vergüenza política, y que encuentre en su ignorancia y en su impiedad un motivo
de orgullo. Va de suyo: esas certezas también le sirven para sumar adhesiones
lo que, por supuesto, agrega notas deprimentes. Por eso la ultraderecha habla y
habla. Habla y hasta imagina. Habla lenguajes de monsergas. Habla lenguajes
dogmáticos. Habla lenguajes contrainsurgentes. Imagina un mundo sin
contradicciones. Apela a retóricas anacrónicas e impiadosas para estigmatizar
todo aquello que se opone a lo que considera el “orden natural”. Por eso asume
un cariz provocador y se burla de toda instancia contradictora, de las
trabajadoras y los trabajadores, de las y los pobres. Banaliza el hambre de
millones. Pone en riesgo la existencia misma del Estado-nación (sin importarle
demasiado el contenido burgués de ese Estado y el peso que tiene lo burgués en
la identidad nacional hegemónica). Realiza una apología abierta de la crueldad.
En efecto, hace décadas que la burguesía ha dejado de nutrirse de
enciclopedismos, escolasticismos y abstractos humanismos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">De este
modo, la ultraderecha está condiciones de presentar cada “conquista” como una
anticipación del futuro. Mientras que, del otro lado (nuestro lado) prima la
ambigüedad, con tendencias espontáneas a aferrarse a las retóricas
características del siglo XX, ya sean liberaloides, social-cristianas,
social-demócratas o leninistas-formalistas. Del otro lado (nuestro lado) solo
hay seguridades respecto de lo que no se quiere: ese futuro distópico para el
trabajo, la naturaleza y la vida. Pero nos cuesta salir de las coordenadas del
viejo humanismo y asumir las de un humanismo crítico y radical: capaz de
cuestionar a fondo la propiedad privada, el colonialismo, el patriarcado, etc.
El humanismo abstracto ya no sirve como “disparador” para que el subalterno
tome conciencia de su dignidad. El humanismo será anticapitalista o no será.
Los caminos “intermedios”, más elípticos y menos ríspidos, conducen al mismo
sitio que los caminos de la ultraderecha. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La
ultraderecha inoculó en una parte importante de la sociedad la idea de que las
leyes –salvo las leyes del mercado– son una convención arbitraria destinada a
limitar a los más fuertes, que el derecho del más fuerte también es un derecho;
convenció a muchas personas de la inviabilidad de toda comunidad humana.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">De un modo
extraño, pero siempre ahorrando subterfugios y máscaras, la ultraderecha
intenta constituirse en la gran herejía de Occidente. Pone el énfasis en las
porciones más criminales de Occidente y las exalta. De ahí, seguramente, los
ardores sacramentales que asume en nuestro país y “la espesa contextura arcaica
de la magia” de la que hablaba Max Weber. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La formación
subjetiva de las clases subalternas se ha convertido en una cárcel de alta
seguridad que se presenta como el summun de la libertad. Una paradójica
formación subjetiva capaz de erradicar el pensamiento y la voluntad (salvo la
voluntad de objetivar). Obviamente, se trata de una formación subjetiva
claustrofóbica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">A pesar de todo,
lo popular subsiste y resiste por fuera del lenguaje de la ultraderecha que
aspira a convertirse en hegemónico. Subsiste y resiste impuro (de otro modo
sería imposible), incluso bajo el dialecto de una falsa mansedumbre. Todavía
quedan resabios de identidades subalternas que expresan un “ser-excedente”,
fruto de diversas praxis liberadas del sometimiento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Se gesta por
abajo una religión secreta: un “vudú” que siempre será incomprensible para el
dominador. Existen ámbitos y experiencias populares que liberan cuotas
significativas de lo que los antiguos estoicos (y más tarde San Buenaventura)
llamaron “razón seminal”, una potencia activa, lúcida, sensible y creativa. Y
no escasean las identidades subalternas orgullosamente reivindicadas, incluso
como insumos para reconstruir la nación (la plurinación) desde abajo. Solo el
mercado capitalista genera seres fracasados y resentidos. Las comunidades
autoorganizadas saben forjar seres que pueden llegar a ser sublimes. Seres
capaces de indignarse frente aquellos que predican la austeridad a los
hambrientos y el esfuerzo a los fatigados<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Una parte
importante de nuestra sociedad todavía conserva la capacidad de construir
comunes en torno a diversos ítems: la subsistencia material y afectiva, modos
de apropiación de territorios, el dolor por nuestras muertas y nuestros
muertos, la rebeldía colectiva, etc. Esa capacidad es estratégica y nuestro
enemigo (destructor de comunes) lo sabe.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Entonces:
¿cómo ayudar a producir lo que San Jerónimo, entre otros, llamó “sindéresis”,
esto es: la chispa que enciende la conciencia llamada a liberar a los seres
humanos de la idiotez moral? ¿Cómo instituir una dialéctica que contribuya a
que las clases subalternas y oprimidas descubramos nuestra humanidad y la
pongamos en valor? ¿Cómo hacer para erigirle a la ultraderecha un contendiente
sistémico capaz de dar la disputa en los términos que ella misma privilegia en
su agenda, es decir, una disputa en torno a la riqueza, la propiedad privada,
la financiarización, el extractivismo, etc.? ¿Cómo hacer para que los procesos
de liberación se extiendan y se multipliquen por todo el tejido social? ¿Cómo
recuperar la idea de una “profecía activa” de y para las clases subalternas y
oprimidas?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">No lo
sabemos a ciencia cierta. Solo sabemos que son tareas urgentes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">LIBERTAD TOTALITARIA (Y
TELAM)<o:p></o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">AGUSTÍN VALLE<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La libertad
puede concebirse llanamente como la ausencia de impedimentos (o constricciones)
para realizar el propio arbitrio, o más bien como la posibilidad de elaborar
deseos y sentidos autónomos. La primera es una libertad sobre todo “externa”,
en el sentido de que concierne a nuestras acciones más o menos visibles y
menosprecia la dimensión “interna” donde el mundo da forma a nuestros deseos,
introyectado en nuestro cuerpo y psique. Se bromea sobre lo “virgo” de algunos
adherentes al purismo capitalista, pero encarnan ciertamente una concepción
virginal o incondicionada del deseo: como si no se produjera ya tocado por
fuerzas mundanas. Un yo autopercibido libre a priori, en su constitución, como
si la subjetividad naciera libre, sin condicionamientos ni orientaciones de las
fuerzas sociales (de manera que, incluso aunque mi deseo justo coincida exacto
con los patrones dominantes, se autopercibe libre y “propio”). De allí el
carácter “negativo” (Bobbio) de esta concepción de libertad: se define por la
ausencia de fuerzas externas que te obstaculicen (o empujen). Yo libre y que
nadie me joda. No es una libertad que se forje, que se labre, como la libertad
“positiva” (la posibilidad de elaborar valores, sentidos, modos). No requiere
crear, sino despejar entes molestos (de allí que es la concepción de libertad
más adecuada para sujetos producidos por la posesión de capital, aunque no se
limita a ellos). En su propio gen, entonces, esta libertad consiste en suprimir
o reprimir fuerzas percibidas como escollos u obstáculos a su despliegue
impoluto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La
represión, censura y persecución ideológica en nombre de la libertad, pues, no
son una contradicción: es una concepción de la libertad totalitaria por
naturaleza. Que se corresponde con el contragolpe histórico del yo (tecnificado
en la conectividad), que toma su deseo espontáneo como libre e imperial (aquí
resuena la línea que, según Piglia en Respiración Artificial, va del yo
cartesiano a Hitler). Así, esta “libertad negativa” es óptima para para
reproducir obediencia y sumisión de fondo: libertad para el deseo que la
dominación produce. Libertad que replica los valores establecidos -la obviedad
del valor dominante-. Depende y reproduce la obviedad, la libertad totalitaria;
crear valores y sentidos nuevos no es asunto suyo. Solo puede ser fanática de
lo dominante, y quiere liberarse de todo lo que no se pliegue a esa obviedad
-verbigracia el capital, la razón de Negocio, la ganancia privada-. Toda
rugosidad que ralentice el liso e inmediato verificarse de su tautología, es
enemiga de la libertad totalitaria. ¿Para qué dejar una agencia de noticias
pública, que no persigue ganancia privada? Si ya hay medios capitalistas
suficientes y libres para verificar el estado de cosas. La del capital es la
única verdad; si Clarín miente, Télam es en sí mismo una mentira, para la
libertad totalitaria.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-48589530597799051842024-03-03T13:55:00.001+01:002024-03-03T13:55:33.424+01:00EL LARGO EPÍLOGO DE LA PANDEMIA. EL AFLORAMIENTO DE LOS SECRETOS<p> </p><p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">No hay secreto que el tiempo no
revele<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Jean-
Baptiste Racine<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Si la interacción humana está
condicionada por la capacidad de hablar, está moldeada por la capacidad de
guardar silencio<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Georg Simmel<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La pandemia
de la Covid 19 ha sido un acontecimiento poliédrico que ha mantenido una parte
esencial de su naturaleza efectivamente oculta.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>En tanto que por los medios de comunicación y los poderes políticos se
define como un evento sanitario que introduce nuevas formas de gestión de las
poblaciones, se evidencia que ha representado el ensayo de una nueva forma de
gobierno, así como un colosal experimento de control social. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Así, la pandemia ha generado la
intensificación de las barreras entre las élites y poblaciones, expandiendo el
área oculta del sistema de decisiones. De este modo, se ha fraguado un acervo
nutrido de secretos inaccesibles a la gran mayoría de ciudadanos. En estos días
comparece una de las más sólidas dimensiones ocultas: la frenética actividad de
distintos grupos enclavados en ese espacio gris formado por la intersección
entre el estado y el mercado, para obtener lucro en el tráfico de las
mascarillas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Tras la
decisión de enmascararnos a todos, además de las motivaciones sanitarias -en
abierta discusión hoy- se encontraba un inédito y floreciente mercado que
privilegiaba a distintos grupos ubicados en los gobiernos, que poseían la
información y los medios para materializar el negocio. Llama la atención la
agilidad y competencia de estos clanes político-empresariales, para detectar el
negocio y materializarlo en un tiempo récord. Así se consuma la paradoja de que
en el tiempo en que nos encontrábamos recluidos en los domicilios, estas élites
acreditaron una movilidad formidable. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En
un reciente tuit, Juan Gérvas decía que “En la pandemia covid19 unos murieron
(sobre todo pobres y viejos) y otros se enriquecieron (sobre todo ricos y del
entorno político). Si esto es la calderilla, las mascarillas, podemos imaginar
el negocio corrupto de las vacunas, de los test de diagnóstico, de
medicamentos, etc”. Suscribo esta afirmación. Se ha desvelado una parte de la
actividad del estado/mercado con respecto a la calderilla, pero lo fuerte lucrativo
permanece en riguroso secreto. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Ciertamente,
la pandemia ha estimulado la imaginación para los negocios, que contrasta con
las rutinas que rigen los decires y haceres de los próceres políticos para los
asuntos públicos. Los acontecimientos de estos días, muestran la ebullición de
una parte sustancial de las cúpulas partidarias, convertidas ahora en
directivos estatales, para detectar y ejecutar operaciones que les obsequian
con unos beneficios más que generosos. Lo que me pregunto en mi intimidad es
qué porcentaje de energía y tiempo queda para la función de gobierno, una vez
que los negocios tan fluidos se materializan en tan corto tiempo, y se renuevan
vertiginosamente, consumiendo energías de tan laboriosos dirigentes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La
significación de estas actividades es inequívoca: se trata de una corrupción de
grandes dimensiones. Sin ánimo de definirla en este texto sí quiero enunciar un
enfoque sociológico. La cuestión no es sólo jurídica, que estriba en determinar
qué preceptos penales han violado, sino que, desde mi perspectiva, se
magnifican dos cuestiones esenciales: la desviación de fines y la sofisticación
del arte de ocultar. Después de estas operaciones, los grupos de activistas del
estado y del mercado, comparten una red de secretos formidable. La resultante
de estas actividades es la magnificación de la mentira, que ocupa un lugar
estelar en los discursos políticos y mediáticos. En este sistema
mediático-político se ha asentado un fondo denso y pantanoso, que, al igual que
el marino, enturbia las aguas, aún a pesar del buen hacer de los operadores
televisivos para ocultar, o, cuando es inevitable que salgan, tratarlas disolviéndolas
en el flujo informativo. Esta es la época de oro del arte de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ocultar mostrando</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Otra
cuestión axial remite a los protagonistas. Las imágenes de Ábalos y Koldo son
inigualables. Los arquetipos de los traficantes de mascarillas enlazan con
otros “casos” de corrupción detectados en el largo postfranquismo, confirmando
un patrón estético.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo cutre alcanza un
nivel cosmológico. En torno a Jesús Gil se puede enlistar a una serie de
personajes antológicos que comparecen en todas las ocasiones. El último iceberg
mediático fue el de el “henmano” de Ayuso, que ahora es reemplazado por los
protegidos por el fornido Koldo. Pero insisto, la pregunta que formularía a los
investigados se refiere a cuánto tiempo han dedicado a los contactos, a los
encuentros, a los cálculos, a las operaciones asociadas a estas actividades <i style="mso-bidi-font-style: normal;">estatales/empresariales</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">No obstante,
es justo reconocer la competencia sublime de estos clanes políticos y
empresariales, para producir, acumular y preservar las numerosas acciones que
protagonizan e instituyen como secretos, de modo que sus discursos públicos
devienen en mentiras. En estos días, se visibiliza una verdadera sinfonía de
silencios, así como una formidable exposición del noble arte de mentir, que es
interpretado por la orquesta del estado/mercado con una competencia exquisita.
Desde siempre he admirado a los grandes actores de mi época, como Mario Conde o
Ruiz Mateos, capaces de desempeñar papeles que minimicen sus fechorías
financieras. Tengo que admitir que Ábalos no defrauda en la creación del
personaje desventurado, que llega a llorar cuando recuerda a sus compañeros de
partido. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Así como,
tras más de cuarenta años de este régimen, tengo la convicción de que los
actores políticos tienen un nivel intelectivo cada vez menor, se evidencia que
sus competencias teatrales han experimentado un salto prodigioso. De todos. No
es de extrañar que, como actores, se prodigan en videos en las redes en tanto
que desaparecen los discursos escritos. En un ecosistema de esta naturaleza, el
secreto y la mentira brillan esplendorosamente. El resultado es que las
discusiones en las instituciones se polarizan en desmontar los secretos y las
mentiras de los adversarios, en detrimento de proyectos propositivos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Pero, el
hecho más flagrante de esta historia, radica en el silencio monacal de la
profesión médica, y, en particular, de las legiones de epidemiólogos y
salubristas que avalaron el encierro y las medidas de restricción de la vida
cotidiana. No puedo evitar un sentimiento de vergüenza, en tanto que
participante durante tantos años en el sistema sanitario. Algunas personas que
conocí y que representaban posiciones del progresismo sanitario, están hoy en
los centros de decisión, que son los de la intersección con el mercado, y que
los define como guardianes de los secretos y cómplices de los discursos de
ocultación, es decir, de las mentiras oficiales. Después de emplazarnos a
renunciar a nuestra vida y movilidad en la pandemia, mediante una catarata de
sermones salubristas en las televisiones, han seguido el modelo del maestro
Fernando Simón, que él mismo se oculta con la esperanza de ser olvidado. Pues
bien, no dicen una palabra acerca de los traficantes de mascarillas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La mayor
paradoja de este asunto, es que, mientras que nos han despersonalizado y
silenciado en nombre de la salud, obligándonos a ocultar nuestro rostro, cuando
el mercado oculto sanitario sale a flote, se mantienen las pautas de la
estrecha relación existente entre la corrupción y los rostros de sus arquetipos
personales. Los rostros de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">los guapos</i>
(Zaplana, Camps, Chaves, Urdangarín); los de los que denomino como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">los franceses</i>, por similitud con los
prodigiosos hampones del cine negro francés (Barrionuevo, Vera, Jaume Matas,
hijos de Ruiz Mateos…) y los de serie negra dura (Koldo, Juan Guerra, Roldán, Álvaro
Pérez el bigotes, Granados, González…). Es insuperable la presencia pública de
Ábalos escoltado por Koldo, que conforma un cuadro iconográfico que no veíamos
desde El Padrino de Coppola.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Tantas
transformaciones esenciales en las sociedades contemporáneas y se mantienen
incólumes los modelos de interacción en la zona gris de intersección entre el
mercado y el estado. Eso ni siquiera está en trance de ser digitalizado.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Así, los encuentros entre los altos
dirigentes de los ministerios y los empresarios, con objeto de identificar las
áreas de negocio y acordar, tienen lugar en un lugar tan emblemático como son
las marisquerías. Estas se localizan en reservados aislados y protegidos de las
miradas. Las marisquerías devienen en las sedes de los secretos compartidos incubados
en sus encuentros. Hace un par de años protesté reiteradamente en twitter
porque el alcalde de Madrid cerraba los parques al tiempo que frecuentaba una
marisquería próxima a mi casa, dotada no solo de reservados, sino incluso de
salidas distintas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Las
actividades secretas de los próceres políticos y empresariales van a ir
saliendo pausadamente. Por eso es previsible que el epílogo de la pandemia se
dilate en el tiempo. Yo espero ver la emergencia de lo grueso, las vacunas los test
y medicamentos. Para ello tiene que producirse una circunstancia que quiebre lo
que, en palabras de Simmel, es la capacidad de guardar silencio. Pero si esto
se produce, estoy persuadido que reflotará un rostro especial, al estilo de
toda la saga del régimen del 78.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-8566069857965856402024-02-28T06:47:00.005+01:002024-02-28T06:47:50.140+01:00EL DESCARRILAMIENTO DE LA NUEVA IZQUIERDA DEL 2014<p> </p><p class="MsoNormal"><i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La
realidad es lo que nos resiste y se burla de nuestros planes en el cometa.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">No es
fácil tener una historia propia cuando flotas en tu tiempo como un corcho en el
agua, según los encuentros. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Cuando la
cuestión de los medios desvía la de los fines, y la gestión de la herramienta
se convierte en su propio fin, las cosas pierden su significado, el Estado de
derecho su razón de ser, y el hombre a su manera. Tres ejemplos caseros de esta
subversión gerencial: Defensa, Cultura, Escuela. Tres nobles humillados.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-style: italic;">Regis Debray<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-style: italic;">Las elecciones gallegas han mostrado impúdicamente la crisis histórica
del PSOE, que, como señalé en la entrada anterior, ha terminado adoptando un
modelo extraño a su propia identidad. La militancia en la que se sustentaba es
convertida en algo similar a los accionistas de una empresa, y, como tales,
conforman una masa anónima sin vínculos incapaz de ejercer ningún control
efectivo sobre la dirección, convertida en un consejo de administración que
gobierna a su antojo la organización manejando una tecnoestructura partidaria
que elabora las líneas a seguir. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El
objetivo compartido de los militantes desahuciados de los procesos de decisión es
obtener modestos beneficios simbólicos derivados de la consecución de gobiernos
en todos los niveles.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-style: italic;">La izquierda poscomunista, heredera del vetusto partido comunista experimenta
un derrumbe de rango similar, aunque de perfil diferente. Tras los primeros
años de la naciente democracia se desploma en las elecciones del 82, reduciendo
al mínimo su representación. Así, se crean las condiciones para la migración de
una parte considerable de sus cuadros hacia los eufóricos vencedores del PSOE,
que practican una demoledora política de cooptación. Esta crisis totalizante de
la organización es vivida como una injusticia desde la perspectiva del papel
que los comunistas habían desempeñado en la oposición al régimen franquista. El
resultado de esta inversión entre las aportaciones y los resultados es la
generación de una herida cultural de gran envergadura, que transmite al
electorado de izquierdas, aunque esta presenta dificultades para ser
racionalizada o verbalizada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-style: italic;">El nacimiento de Izquierda Unida representa un proyecto en el que las
siglas PC, quedan difuminadas por un proyecto que pretende ser plural, en tanto
que están presentes socialistas, republicanos y otras fuerzas, que años después
irán adoptando el color verde. Este proyecto, se asienta sobre las ruinas
ideológicas del comunismo de los años sesenta, que se autodenomina como
eurocomunismo en la década siguiente. Pero su rasgo más importante es que tiene
la pretensión de disputar a los socialistas la hegemonía de la izquierda,
mediante el mitológico término del <i>sorpasso</i>, incubado en la Italia de
los setenta bajo el auspicio del PCI. Izquierda Unida es un proyecto político
con ambición de gobernar obteniendo la mayoría.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-style: italic;">Pero, tras una década tormentosa, el electorado de izquierdas se
muestra decididamente en favor del PSOE, rechazando las solicitaciones
electorales de IU. Al tiempo, las tradiciones comunistas muestran su profundo
arraigo en la conciencia colectiva, terminando por arrinconar a todos sus
socios y convertir esta coalición en una versión renovada del viejo partido
comunista, definido por su estricta homogeneidad. Las limitaciones del proyecto
encabezado por Julio Anguita se hacen patentes. El peor aspecto radica en que,
dada la debilidad institucional del partido, la izquierda se fragmenta según
criterios sectoriales. Así se conforma una izquierda sindical, sanitaria,
educativa, universitaria, cultural o local relativamente distanciada del
partido, que pierde así su condición de guía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-style: italic;">Este naufragio de izquierda unida determina, en la segunda mitad de la
década de los noventa, que una parte de sus cuadros opte por un pragmatismo
demoledor, renunciando de facto a superar al PSOE, para configurarse como un
socio minoritario e imprescindible. El primer episodio de esta metamorfosis
tiene lugar en Andalucía, en la que IU tiene alguna implantación local. La
persona que protagoniza el gobierno conjunto con el PSOE es Diego Valderas, que
inicia una nueva etapa que se prolonga hasta el presente. Por eso me gusta
llamarla “Valderismo”, en tanto que se funda en el supuesto de explotar el
valor de su menguada representación, como socio irremplazable de un PSOE declinante.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En esta etapa, el electorado de izquierdas
continúa penalizando a IU, aún a pesar de la política cada vez más derechizada
del PSOE, y de que se intensifica la reestructuración del capitalismo, lo que
significa una severa penalización a las bases sociales de la izquierda.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-style: italic;">El valderismo vive en el interior de las instituciones maximizando sus
cuotas en el parlamento, las autonomías y los ayuntamientos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Mientras tanto, en ausencia de cualquier
representación efectiva, varios sectores sociales muestran su predisposición a
recupera la “voz”, en el sentido formulado por Hirschmann, tras los años de
plomo de reformas neoliberales que carecen de réplica en las lángidas
instituciones representativas. El proceso de recuperación de la voz, implica
una intensificación de la acción colectiva asociada a un estado de expectación intermitente,
generado en el exterior de las deterioradas instituciones del régimen del 78.
En estas condiciones nace una nueva izquierda representada en el primer
Podemos, que parece adoptar otros métodos de acción y organización diferentes a
los de las viejas izquierdas históricas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-style: italic;">El éxito inicial de Podemos se puede explicar por su capacidad de
conectar con un amplio sector de votantes de la izquierda desamparados por
efecto de la conjunción entre las vigorosas reformas neoliberales y la ausencia
de respuesta de la izquierda institucional. En el comienzo <i>esperanzador</i>
de esta formación política concurren algunos grupos desgajados de la vieja
izquierda y que presentan la homogeneidad de una nueva cohorte militante de
hijos de la generación de la última resistencia al franquismo y la transición.
Pero el primer Podemos muere de éxito. Sus buenos resultados electorales
contrastan con su incapacidad para extender sus vínculos a los múltiples
sujetos políticos que protagonizan las movilizaciones y la comunicación
política desbordada de esos años.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-style: italic;">Tras el gran salto derivado de su impetuosa entrada en las
instituciones, los dirigentes de Podemos son deslumbrados por las cámaras, los
platós y las magias de la videopolítica. Sus logros electorales contrastan con
su incapacidad de organizar un dispositivo partidario que responda a la
heterogeneidad de su base social. Su acción se concentra en las instituciones y
los media, postergando su implantación social. Así se forja su drama
organizativo, representado en el modelo de sus círculos, que tanto geométrica
como políticamente se pueden representar rotundamente en el concepto cero. En
esa situación se instituye una oligarquía partidaria asentada sobre un campo
político en el que reinan los medios y su prodigiosa velocidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-style: italic;">El rápido declive de Podemos se puede comprender mediante su radical
asimetría con el anarquismo histórico español. Este se sostenía sobre las
iniciativas múltiples de distintos grupos arraigados en las empresas y los
barrios. Un dispositivo de sindicatos, escuelas, ateneos, bibliotecas y grupos
que desarrollan actividades alternativas, fundados en los principios de
autogestión y acción directa sin intermediarios, arraiga las grandes
organizaciones libertarias a la sociedad, dotándolas de una potencialidad
incuestionable. Por el contrario, Podemos organiza su acción sobre un nutrido
grupo de gentes que desarrollan su acción en el estado o los medios. Son los
concejales, diputados autonómicos y del congreso, empresas públicas y las
legiones de asesores. Tras ellos se puede identificar una masa crítica de
candidatos a estas posiciones, por lo que es inevitable la proliferación de
luchas internas por ocupar posiciones estatales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-style: italic;">Tras alcanzar su techo de 72 diputados todo se desmorona. La escasa
pluralidad interna – pablistas, errejonistas y anticapitalistas- se depura en
un proceso trágico de homogeneización e hiperliderazgo, que termina con la
expulsión de facto de las diferentes “sensibilidades”. El proyecto político
fundado en la idea axial de que el cambio es posible desde el gobierno y las
instituciones, se muestra falaz. El sistema reacciona frente a los nuevos
bárbaros, que son expulsados de los platós y penalizados en las informaciones.
Además, se implementa una fuerte campaña sin precedente de acoso y derribo al
pequeño núcleo dirigente, al tiempo que integra en la nueva nobleza tertuliana
a algunos de los penalizados. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-style: italic;">Tras el éxito inicial, se produce una fusión con un grupo de náufragos
de la nomenklatura de Izquierda Unida, que van a desbaratar el dispositivo de
dirección de Podemos, bajo la forma de Unidas Podemos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Estos, son los líderes letales anteriores al
comienzo del ciclo de 2014, como Garzón, Yolanda Díaz o Enrique Santiago,
esperan su ocasión para apuntillar a los inexpertos cuadros de Podemos. Ellos
desempeñan un papel de conversión del proyecto originario en un simulacro
político, que termina reconfigurándose en Sumar. Esta organización representa
el sumun de la irrealidad. Es fundada por Yolanda Díaz y no ha hecho un
congreso constituyente que avale un programa consensuado y que se dote de
órganos de dirección. De este modo, es gobernado por Díaz a su antojo mediante
el modelo acreditado de la mafia. Esta establece acuerdos secretos sin control
acerca de las acciones o decisiones para investir a los representantes, respaldada
por las televisiones <i>progresistas</i>, única autoridad de facto en el
conglomerado humano que conforma la izquierda en el presente, que flota sobre
lo social al estar constituida como audiencias. El plató es su centro de
gravedad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-style: italic;">Sumar representa la degeneración radical del proyecto de 2014. Se
sustenta en el compromiso de varios clanes políticos unificados por su
imperativa necesidad de sobrevivencia en las configuraciones estatales. Su
capital político se condensa en la imagen de sus ínclitos ministros. Así,
producen videos sobre sí mismos en los que comunican sus ensoñaciones
políticas. Los viajes de Yolanda; las lamentaciones de Montero y Belarra, que
ponen en escena el imaginario de las proverbiales viudas, en este caso como
ministras; las magias mediáticas de Mónica García; los desvaríos pragmáticos de
Errejón y otras ficciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-style: italic;">Pero la realidad termina por imponerse drásticamente. Los años felices
de los gobiernos municipales o la engañosa vitalidad de las mareas han
concluido en derrumbe. En los próximos meses asistiremos a una nueva generación
de conflictos internos gobernados por el canibalismo político que dilucidarán
quiénes son los nominados y expulsados de este nuevo episodio del desgastado
reality político. Carentes de arraigo en el territorio, solo queda un público
afecto con el que se comunica mediante videos cortos. Se ha completado así el
proceso de configuración de una izquierda desterritorializada y evanescente.
Por eso, la imagen de los videos de campaña de Marta Lois, representan
certeramente la tragedia política. Su presentación como chica moderna de clase
media cuqui mostrando el contenido de su bolso o su lanzamiento en parapente
ilustran acerca de las ficciones políticas que sustentan la última versión de
la izquierda en este ciclo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-style: italic;">El aspecto más inquietante de esta izquierda que se alimenta de las
cámaras de la videosfera es su proyecto político parasitario, formado por un
mix heterogéneo, disperso y desintegrado de ideas procedentes del viejo arsenal
argumental de la izquierda, que se entrelazan con ideas de la izquierda woke y
algunas extraídas del mismo neoliberalismo, en su versión del nuevo capitalismo
emocional. Así, en tanto que presumen de hacer transformaciones derivadas de su
alojamiento en el gobierno, lo que realmente tiene lugar es un proceso de
transferencia de modos de acción política de las derechas a ellos mismos. El
caso paradigmático de las puertas giratorias, representado por Garzón, no es un
caso aislado, sino que representa el desvarío de esta generación perdida de la
videopolítica de izquierda. El precio de ser “el ala izquierda de la audiencia”
se manifiesta en su cruel declive electoral. Cuando veo sus actuaciones en las
teles, mascullo para mí la siguiente frase “Baldoví, que te vi”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-style: italic;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-25662399051997918602024-02-22T17:48:00.003+01:002024-02-22T18:46:23.924+01:00UNA MIRADA SOBRE LAS ELECCIONES GALLEGAS. EL COLAPSO COGNOSCITIVO DE LA IZQUIERDA<p> </p><p class="MsoNormal"><i><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Cuando han pasado muchos años, o
incluso no tantos, la gente se cuenta los hechos como le conviene y llega a
creerse su propia versión, su distorsión.</span></i><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br />
Javier Marías<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><i><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">El objetivo de esta obra es
describir, analizar, y comprender decisiones extrañas: aquellas en que sus
autores se comportan de forma constante e intensiva en contra del objetivo que
se han fijado. Se trata de una categoría particular de errores: los errores radicales
persistentes […] ¿Cómo personas inteligentes en posesión de todas sus
facultades, han podido tomar decisiones que van hasta tal punto en contra de lo
que buscaban obtener, y perseverar en esa dirección?</span></i></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt;">Christian
Morel</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Las
elecciones gallegas han puesto de manifiesto la profunda crisis de la
izquierda. Esta no se expresa solo en las magnitudes de los resultados, sino,
principalmente, en las campañas electorales en las que lo patético ha sido
magnificado hasta límites inauditos. También las prédicas de sus mercenarios de
la palabra en las tertulias y los disciplinados columnistas de los periódicos
digitales. Pero, la principal señal que denota la colosal medida de la crisis,
radica en las pláticas, tanto de los dirigentes como de sus acompañantes mediáticos,
posteriores al descalabro electoral. La noción de autocrítica queda
integralmente descartada, de modo que, al ofrecer una interpretación
hipersimplista y evasiva, se reclama la unidad disciplinada del bloque
mediático, que siempre es la antesala de la etiquetación como traición a
quienes se desvíen de las piadosas explicaciones oficiales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">La cuestión
principal no radica tanto en la magnitud del descalabro en términos del número
de votos, teniendo además en cuenta el desgaste del partido popular, lo que
parecía acrecentar las posibilidades de los partidos de la izquierda. Por el
contrario, estas elecciones forman parte del derrumbe inexorable del PSOE,
sincronizado en todos los territorios, y simultáneo al de la izquierda surgida
en 2014. Este hundimiento se asienta sobre unas raíces que se ubican más allá
del suelo gallego. Es menester distanciarse del modo de conocer hegemónico de
las televisiones, que construyen sus relatos sobre la comparación con los datos
de la anterior elección. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">La cuestión
esencial radica en explicar cómo un partido como el PSOE, que concitó unos
apoyos electorales tan cuantiosos en los niveles municipal, autonómico y
nacional en los años ochenta, ha ido perdiendo fatalmente sus feudos, partido a
partido según la célebre frase de Simeone, para terminar celebrando su techo de
123 diputados, entendiéndolo como un triunfo del rango de una Champions. Los
ampulosos gestos de celebración de María Jesús Montero tras las elecciones del
23 de julio, representan prístinamente la semiología del declive del partido.
En los años de gloria de los ochenta, esta organización se asemejaba a una
orquesta en la que brillaban distintos barones territoriales, líderes
culturales y economistas de postín. En sus congresos se hacía notar esa
diversidad, compatible entonces con el liderazgo bicéfalo y cesarista de la
dupla González/Guerra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Ese partido
enclavado sobre sólidas raíces y dotado de cien cabezas, se ha ido deteriorando
irremediablemente. En su segundo tiempo de gobierno, ya en el siglo XXI, su liderazgo
era manifiestamente más débil. La dupla de entonces Zapatero/Blanco, mostraba
impúdicamente sus carencias. En tanto que Blanco disfruta de una puerta
giratoria de primera clase, Zapatero se ha movilizado hiperactivamente las
últimas campañas para erigirse en un icono de la decadencia. Sus intervenciones
públicas se producen en términos de comicidad letal para sus adversarios. En
ellas alude a las insuficiencias y argucias del PP estimulando el sentimiento
de patrioterismo partidario de sus menguadas huestes. Pero no aporta nada,
absolutamente nada, a un proyecto político. Sus intervenciones son huérfanas de
reflexión y densidad, representando el grado cero de la reflexión y el saber
político. Se erige en el clown del partido, encargado de reforzar la cohesión
mediante el humor grueso.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">El resultado
de esta decadencia se expresa en las tremebundas reuniones de los órganos de
dirección o los comportamientos de sus diputados como claque gozosa de sus
oradores. La unanimidad es escalofriante en un medio en el que todo se agota en
el acto de aplaudir. No es de extrañar que, en un medio así, el proyecto quede
reducido a las rituales afirmaciones, a la chanza y burla de los contrarios y a
la gestión de una masa de cifras, manejadas como municiones contra sus
opositores. No, no hay proyecto alguno, solo conservar sus posiciones de
gobierno. Los llamados debates en el congreso y las instituciones, no son otra
cosa que zascas y recriminaciones que hacen de los órganos representativos un
medio semejante a una vecindad en declive.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Pero es más
importante comprender este proceso estriba en que el PSOE, y toda la izquierda,
se ha salido del carril histórico que comenzó con su institucionalización y las
primeras conquistas sociales en el final del siglo XIX. En los últimos años los
viejos saberes que guiaban su acción y que se fundaban en las ciencias
sociales, se han disipado en favor de los saberes asociados al nuevo mercado,
la configuración organizativa de la nueva empresa postfordista, y sus
instituciones estrella, como son la gestión, los recursos humanos, el
marketing, la publicidad y todos sus derivados, entre los que destacan los
métodos de gestión de emociones que configuran el nuevo capitalismo emocional.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Sánchez es
el paradigma de un gestor postmoderno que disuelve todos los dilemas entre
medios y fines, del mismo modo que actúa en el riguroso presente conjurando el
futuro, todo ello en favor de la mística de los resultados, que se entienden en
términos unidimensionales para mantener el gobierno hoy. El daño que ha causado
a la izquierda, y a su propio partido, es monumental. Cuando su frenética
carrera personal concluya, dejará asolado todo su campo. La condición de
gerente de Sánchez se expresa en la conducción de su partido al modo-empresa.
Así, el Comité Federal queda reducido a la asamblea de accionistas, y la
Ejecutiva a un consejo de Administración. La Junta Directiva adquiere un poder omnímodo que refuerza la autoridad del consejero-delegado, antes secretario general. El viejo partido en el que concurren
distintas tendencias, e incluso subculturas políticas, es brutalmente vaciado y
decapitado. Sobre esta configuración se constituye un autoritarismo indiscutible.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Transformado
en Consejo de Administración, la relación con sus votantes está estrictamente
ejecutada por una tecnoestructura organizativa que prepara la comunicación mediática
mediante una política programada por un dispositivo experto en el “mercado
político”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Las reuniones cara a cara de
sus militantes son desechadas para ser requeridos como fondo de sus
intervenciones o público incondicional en los actos y mítines rigurosamente
unidireccionales. En estos se programan la puesta en escena de las emociones
compartidas por el triunfo de los líderes-empresa. Se presupone que los
militantes, reducidos a accionistas, actuarán con la lógica de estos,
maximizando la satisfacción por los menguados dividendos obtenidos, y distanciados de las grandes decisiones de los órganos ejecutivos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">La
desaparición de los densos programas de las viejas socialdemocracias abre el
paso a una extraña recombinación entre elementos del nuevo neoliberalismo, el
populismo mediático y un dataísmo tecnocrático mutilador, que convierte espesos
problemas, tales como la reconfiguración de la sanidad o educación pública, en
la gestión de masa de datos que alimentan la confrontación política y nutren
los espectaculares power point de las presentaciones mediáticas y partidarias.
Las claves del progresivo desplome de la izquierda en los territorios, parece
inevitable que asuma la forma de un colapso final, que ya se ha iniciado, y que
tiene como causa principal la nueva forma de conocer coherente con las
importaciones masivas de referencias extrañas a la lógica de la nueva
izquierda.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">La hipótesis
de descarrilamiento parece la más adecuada para comprender la nueva izquierda.
Se encuentran ya en un carril que no es el suyo, teniendo efectos devastadores
para sus públicos fieles convertidos en mundos políticos cerrados determinados
por sus creencias y rituales. El núcleo de la interpretación de este incipiente
colapso se basa en el conocimiento. Las referencias importadas del mercado y
sus saberes han terminado por generar una crisis de cognoscibilidad, de devaluación
de sus propias ideas. Tenía la intención de analizar el desplome de la izquierda
del ciclo de 2014, que presenta similitudes, pero lo haré en una próxima entrada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Concluyo
mostrando mi perplejidad infinita ante lo que he visto esta campaña. Entre
todos los dislates audiovisuales, me ha impresionado Marta Lois, en coherencia
con mi fascinación con un personaje del rango de Yolanda Díaz, tratada en
varias ocasiones en este blog, a la que considero como un residuo tóxico vivo
tras la catástrofe cognoscitiva de la vieja izquierda. La susodicha Lois, presentó en TikTok varios
videos antológicos. Uno de ellos es el que muestra su imagen como parapentista,
lanzándose al aire para acreditarse como marca personal. Pero otro es aún
mejor. Se presenta en primer plano con un bolso de grandes dimensiones
afirmando que le gusta llevar muchas cosas en él. Así, va mostrando una a una:
alimentación de urgencia hipersana; repertorio cosmético múltiple para
retocarse; ropas complementarias y otros objetos personales a modo de muestrario.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">En este
video se muestra a las claras la crisis de inteligibilidad de esta izquierda
posmoderna: En tanto que pronuncian sermones en defensa de la gente que no
llega a fin de mes, centran su comunicación en un video que la presenta como
una chica de clase media, heroína del consumo, mostrando su repertorio de
objetos para acreditar su distinción. Como lector de Lipovetsky le sugiero que le faltó algo para entrar
en el gran club del lujo, como es el llevar buena bisutería de repuesto. No me
extraña que su acompañante de campaña, el avezado Iñigo Errejón, la dejase sola
tras el descalabro, porque en el imaginario de esta izquierda marxista/neoliberal/empresarial,
el fracaso es negado y no existe ni siquiera como como posibilidad. Así que el argumento para
disminuir la jornada liberal de Yolanda se presente en un video vestida de
negro, recién fotografiada y grabada con el bueno del Papa Francisco, al que
involucra como valedor de su propuesta.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Serenamente
afirmo que han perdido la cabeza, ese es el principio del colapso mental y
cultural que les persigue. Por eso he seleccionado la cita de Morel acerca de las decisiones absurdas y recurrentes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-24178829672294917232024-02-15T17:18:00.001+01:002024-02-15T17:18:26.470+01:00EL GENOCIDIO DE GAZA COMO SÍNTOMA DE UN NUEVO CONTEXTO HISTÓRICO: UN TEXTO DE FRANCO BIFO BERARDI<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El silencio
distraído de la inteligencia española, encuadrada en los distintos colosos
mediáticos, determina un generalizado vacío en el conocimiento de la nueva
situación histórica que se está conformando en los últimos treinta años. Esta
ignorancia general permite identificar algunos rasgos del cuadro histórico de
este tiempo, pero estos no se reintegran en un orden conceptual. Me refiero a
la emergencia de varios fenómenos que son definidos en su relación con el
término fascismo. En ausencia de un contexto general en el que se puedan
interpretar estos síntomas, se sobrepone una visión provinciana y localista,
evadida del nuevo sistema-mundo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Por esta
razón, me he decidido a publicar este texto de Franco Bifo Berardi, que
apareció el 4 de enero en El Lobo Suelto. <a href="https://lobosuelto.com/supremacismo-sionismo-y-desercion-de-lo-femenino-franco-bifo-berardi/">https://lobosuelto.com/supremacismo-sionismo-y-desercion-de-lo-femenino-franco-bifo-berardi/</a>
. En este texto se establecen asociaciones entre los acontecimientos y se
conforma un cuadro general de la época. Me parece sumamente estimulante para
salir de las sórdidas prédicas de los expertos de los partidos y las
televisiones, que representan los intereses de los complejos
militares-industriales del bloque OTAN. Leyendo este texto he comprendido la
miseria del conocimiento experto que circula por las instituciones y los
medios. Espero que a algunos les estimule del mismo modo que a mí, ayudándome a
comprender el contexto histórico en el que se inscribe el genocidio de Gaza<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">SUPREMACISMO, SIONISMO Y DESERCIÓN DE
LO FEMENINO<o:p></o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Franco Bifo Berardi<o:p></o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El pasado 16
de diciembre, en Roma, junto a Giorgia Meloni, Santiago Abascal y Rishi Sunak,
un racista sudafricano llamado Elon Musk participó en el Festival Atreju, la
fiesta de cuatro días que se celebra en el Castelo Sant’Angelo, con la que los
fascistas italianos han festejado estos días su regreso al poder, un siglo
después de la instauración del régimen de Benito Mussolini. Unos días antes,
Musk, que probablemente aspira a convertirse en el Führer de un movimiento
supremacista mundial, había viajado a Israel para reunirse con Netanyahu
después de defender opiniones antisemitas en su red social X.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El principal
argumento de la intervención de Musk en la fiesta de los fascistas de Giorgia
Meloni ha sido el que une a las derechas occidentales: blancos de todo el
mundo, tened hijos, de lo contrario seremos sustituidos por migrantes con piel
de color. El problema es que los niños no los harían los blancos en todo caso,
sino las blancas. Y ésta es la debilidad de la estrategia supremacista, que se
está afirmando en todo el mundo occidental, como demuestran los resultados de
las recientes elecciones y consultas electorales registradas en Argentina,
Holanda, Serbia y Chile.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La
confirmación del legado constitucional de Pinochet por la mayoría de los
chilenos parece el sello final de una tendencia que ya no podemos ignorar: el
supremacismo blanco es a la vez una forma emergente en la historia de Occidente
y un signo del declive de la supremacía blanca en el planeta. Podemos leerlo,
pues, como un intento (desesperado pero probablemente letal) de detener un
declive que depende de factores antropológicos, demográficos y culturales y
cuyo carácter es irreversible. Con la victoria de Javier Milei, la ola
psicótica mundial ha alcanzado su punto álgido: en todas partes gobierna
Hitler.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Soy muy
consciente de que las derechas que ganan las elecciones, de Hungría a Italia,
pasando por Suecia, Holanda o Argentina, al igual que las derechas que se
preparan para ganarlas en Estados Unidos, consideran a Hitler un perro muerto.
Pero incluso Anders Breivik, quien el 11 de marzo de 2011 asesinó a setenta y
siete jóvenes socialistas en la isla de Utoja y hoy pasa su tiempo en la cómoda
celda de una prisión noruega, condenó a Hitler en su Manifiesto de la
Independencia Europea, un texto en el que esgrimía argumentos que podrían ser
compartidos por cualquier líder de la derecha europea en la actualidad. Pero,
¿cuáles son sus razones? Él mismo lo explica: Hitler se equivocaba al pensar
que los judíos eran enemigos de la raza blanca. Los judíos, por el contrario,
están de nuestro lado en la guerra final por la defensa de la civilización
superior, cuyos enemigos son todos los demás, empezando por los musulmanes y
siguiendo por los migrantes de todos los orígenes. La práctica totalidad de los
alemanes, con muy pocas excepciones por lo que sabemos, ya que hoy en día reina
en Alemania un conformismo comparable al que imperaba en 1933, podrían
suscribir las palabras de Anders Breivik. El Manifiesto por la Independencia
Europea, después de todo, podría ser adoptado fácilmente por la Unión Europea
como texto oficial, ahora que el proyecto de una Europa posnacional está
enterrado y la unión de Europa se basa en el racismo, la expulsión y el
ahogamiento de masas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El genocidio
que Israel ha desencadenado tras el ataque del 7 de octubre es el punto de no
retorno de una fractura que enfrenta al Norte global contra el Sur global, es
decir, al supremacismo blanco contra el heterogéneo conjunto que conforma a
este último, lo cual no significa que se trate de un enfrentamiento entre
colonialismo y anticolonialismo. No hay anticolonialismo sin internacionalismo,
por lo que el anticolonialismo no se encuentra en ninguna parte. Al
supremacismo blanco se opone hoy una pluralidad de nacionalismos de carácter
esencialmente fascista o fundamentalista. Baste pensar en el ultranacionalismo
de corte racial de Narendra Modi, cuyo partido desciende linealmente de las
formaciones Rashtriya Swayamsevak Sangh (Organización Nacional de Voluntarios),
surgida durante la guerra contra Inglaterra en estrecha conexión con los
alemanes. Basta pensar en el fundamentalismo chií misógino de Irán. El Sur
global no tiene una dirección política común, ni es probable que la tenga
nunca, aunque tiende a formar alianzas económicas (BRICS) y militares (alianza
estratégica entre China e Irán), que acentúan la crisis del Norte global en
declive. Sin embargo, todos los conflictos de nuestro tiempo tienen su origen
en las diferencias entre naciones: es así en Ucrania, es así en Oriente
Próximo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Mi tesis,
para abreviar, es que nos encontramos perfectamente instalados en la condición
que Gunther Anders predijo en sus escritos de la década de 1960, en particular
en su carta al hijo de Eichmann: Anders decía que por una serie de razones
relacionadas con el hiperpoder de la técnica, con la competencia militar en la
era atómica y con la humillación psíquica de los humanos frente a la tecnología
(que él llamaba “vergüenza prometeica”), el siglo XXI estaría dominado por un
Tercer Reich perfeccionado, un nazismo en comparación con el cual el de Hitler
parecería un “ensayo general en un teatro de provincias”. Estamos exactamente
donde Anders (Gunther, no Breivik) predijo hace sesenta años.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Fusión de
sionismo político y trascendentalismo religioso<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En el siglo
XX el nazifascismo provocó un conflicto interno dentro del imperialismo blanco
entonces en su fase expansiva; hoy, sin embargo, se presenta como una reacción
a la decadencia. En este marco debemos considerar el papel del sionismo y para
ello debemos reabrir el discurso sobre la cuestión judía en su insondable
complejidad. Para resumir un análisis que requeriría un tratamiento demasiado
extenso para estas notas, diré que en la modernidad la comunidad judía sigue
tres grandes líneas de desarrollo. La primera, sin duda la más importante hasta
mediados del siglo XX, es la que impropiamente se identifica como
asimilacionismo. En muchos países europeos, sobre todo en Alemania y Austria,
la comunidad judía se integra en la vida civil y alcanza posiciones de
prestigio y a veces incluso de poder. Pero aún más importante es la función
cultural decisiva que desempeña la cultura judía en la génesis del progresismo
moderno, tanto en su forma democrático-liberal como en su forma
internacionalista, lo cual no ocurre por casualidad: es precisamente la
experiencia secular (milenaria) de desterritorialización y no pertenencia de la
cultura judía lo que hace posible la inteligencia política no identitaria. La
ley, no la pertenencia, el derecho, no la identidad son las aportaciones que la
cultura judía aporta al pensamiento político europeo de los siglos XVIII y XIX.
Tanto el universalismo ilustrado como el internacionalismo obrero surgieron
gracias a la aportación judía. Precisamente por no pertenecer a la comunidad
territorial, el judío encarna al ciudadano abstracto, que funde la
universalidad del derecho político y la universalidad del pensamiento
científico matematizado. Además, el judío, como el obrero, es portador de una
humanidad sin pertenencia, condición del internacionalismo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La segunda
figura del judaísmo moderno, cuyas raíces son muy profundas e infinitamente
complejas, es la del trascendentalismo bíblico, que no reconoce la comunidad
política, se contempla a sí mismo como ajeno a los territorios nacionales en
los que vive y madura las formas contradictorias de la ortodoxia
ultrarreligiosa. Esta componente considera que la comunidad judía es el pueblo
elegido, por lo que es ontológica y fanáticamente supremacista. La tercera
figura sólo surge a finales del siglo XIX y encarna la necesidad de la
comunidad judía de protegerse contra las persecuciones recurrentes: se trata
del sionismo político, cuya intención permanece indefinida durante algunas
décadas desde que Theodor Herzl inicia su movimiento, pero que luego se define
en términos territoriales en el periodo en que en toda Europa las comunidades
judías locales son atacadas por la oleada genocida que recibe el nombre de
Holocausto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La primera
figura (universalista e internacionalista) fue derrotada cuando a principios
del siglo XX se hizo evidente que los judíos no podían considerarse ciudadanos
como los demás a causa del antisemitismo. En ese momento cobró fuerza la
reivindicación sionista: construir un Estado en el que los judíos encuentren
protección. Esta reivindicación choca y se entrelaza, según las circunstancias,
con el trascendentalismo bíblico, cuya obsesión fundamental es el retorno a la
Tierra Prometida, que no tiene en general una dimensión histórica, sino
trascendental. Cuando, en el Congreso de Versalles, se le pregunta a Chaim
Weizman: “¿Por qué ustedes los judíos creen que tienen derecho a la tierra de
Palestina”, este responde: “La memoria es derecho”. “La memoria es derecho”:
esta frase permite comprender la transformación de la cultura judía de una
cultura cosmopolita y no identitaria en una cultura agresiva de pertenencia.
También se comprende la fusión, siempre inestable pero decisiva, del sionismo
laico y el trascendentalismo bíblico.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">¿Por qué un
Estado de los judíos? Porque también nosotros queremos ser protegidos como
comunidad étnica, dice el sionismo laico. Pero, ¿por qué el Estado de los
judíos tiene que radicarse en ese preciso lugar, en ese territorio llamado
Palestina, donde hasta la década de 1930 sólo vivían pequeños grupos de judíos
rodeados de árabes, y particularmente de palestinos, en su mayoría
hospitalarios y dispuestos a acoger, pero que lo son cada vez menos cuanto más
manifiestan los judíos su intención de construir un Estado territorializado?
¿Por qué allí y no en Argentina, como habían sugerido algunos de los primeros
sionistas? La respuesta de Weizman es clara: porque ésa es la Tierra Prometida.
En este pasaje —territorialización y retorno— se encuentra el origen de la
fusión del sionismo y el trascendentalismo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Nazionalsionismo<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En una entrevista
publicada en <i>La Stampa</i> el pasado 15 de diciembre, Slavoj Zizek
cita una frase de Reinhard Hejdrich, que se cuenta entre los máximos dirigentes
de la jerarquía nazi y que junto con Heinrich Himmler fue uno de los artífices
del exterminio de los judíos. Distinguiendo a los sionistas de los judíos que
quieren asimilarse, es decir, infiltrarse en el Volk germánico, Hejdrich
afirma: “Los sionistas profesan una concepción estrictamente racial y mediante
la emigración a Palestina contribuyen a la creación del Estado judío. A ellos
van nuestros buenos deseos y nuestra simpatía oficial”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En los dos
últimos meses de 2023 nos hemos dado cuenta –el mundo entero se está dando
cuenta– de que Israel aplica una política de deportación, discriminación
racial, limpieza étnica y genocidio. En una palabra, una política nazi. Tras la
marginación y la derrota de la componente internacionalista de la comunidad
judía, la territorialización en nombre de la sangre resultó ser la única
perspectiva realista. La mitología bíblica se movilizó en ese momento para
apoyar un proyecto político que necesitaba territorializarse. En cierto modo,
en el seno del mundo judío se ha desarrollado la misma historia que a una
escala mayor se ha verificado a escala general: la derrota del internacionalismo,
el conflicto entre el globalismo liberal secular y el conservadurismo cultural
racista y luego la fusión progresiva de estas dos componentes hasta dar forma
al naziliberalismo global. El gobierno Netanyahu-Smoytrich-Ben Gvir es el
cumplimiento de la fusión del sionismo con el trascendentalismo supremacista.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Deserción
tendencial de la historia masculina<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Soy
consciente de que no estoy sembrando el buen humor entre mis desafortunados
lectores, pero creo que ha llegado el momento de abandonar las ilusiones:
derrotada la clase obrera, la democracia ha demostrado en pocas décadas ser la
antesala del fascismo. De Mussolini y Hitler a Trump, Putin, Johnson, Meloni y
Milei, la dinámica democrática ha producido y produce siempre el mismo efecto:
dominio mediático sobre la formación de opinión, respuesta nacionalista a los
efectos de la globalización económica, respuesta racista a la gran migración.
No habrá “contraataque” democrático en el futuro, mientras que es fácil
predecir que nos dirigimos hacia la ampliación de la guerra civil mundial
internazi, que junto con la mutación climática y la concentración de la riqueza
producirá las condiciones para un colapso de la vida humana en el planeta. Más
probable que en cualquier otro momento del pasado es la posibilidad de una
guerra nuclear de carácter limitado desenvuelta en escenarios locales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">No es
imaginable ninguna ruptura política mientras se deteriore el estado físico del
planeta. Pero el final del juego vendrá, en mi opinión, de lo femenino, la
única subjetividad irreductible al supremacismo, que es inherentemente un
supremachismo. No creo que surja en la escena histórica un movimiento político
de las mujeres, pero sí creo que lo femenino, radicalmente diferente de la
historia del hombre, ha empezado a desprenderse de la necesidad patriarcal de
la procreación, que ha soportado hasta ahora como si fuera una necesidad
natural. Por lo tanto, la continuación de la raza humana está en entredicho,
porque la procreación ya no es una necesidad natural, sino que se ha convertido
en una tarea cada vez más artificial, técnicamente asistida y culturalmente
impuesta. Una tendencia ya clara e irreversible que ha surgido en el nuevo
siglo es la de la emancipación de la mujer del papel de agente reproductor. La
reproducción se considera finalmente (gracias a la tecnología, gracias a la
educación) como una elección que siempre puede revocarse, como una elección que
puede evitarse. Hoy en día, por razones conscientes, por razones inconscientes
y por razones bioecológicas, las mujeres interrumpen la reproducción de la raza
humana.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Las razones
culturales de esta interrupción se suman a razones físicas, biológicas,
hormonales y ecológicas. Debido a la propagación de los microplásticos en la
cadena alimentaria, la fertilidad masculina ha caído el 58 por 100 en cuarenta
años. Debido a la hipermediatización de la esfera lingüístico-afectiva, la
sexualidad genital heterosexual está desapareciendo en el comportamiento de las
generaciones hipersemiotizadas. Pero sobre todo las mujeres están decidiendo
inconsciente y conscientemente no generar las víctimas del inevitable próximo
infierno sobre la tierra. Soy consciente de la enormidad de lo que digo, pero
creo que es necesario extremar las hipótesis, ya que lo que ha sucedido en las
dos últimas décadas ha cancelado toda esperanza producida por el pensamiento
moderno.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-4024817287620451312024-02-14T19:21:00.002+01:002024-02-14T19:21:29.055+01:00EL DESEMBARCO DE TIK TOK EN LA VIDEOPOLÍTICA ESPAÑOLA<p> </p><p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Querer gustar, mejorar la propia
apariencia, subrayar los encantos del cuerpo ya no suscita críticas morales. La
seducción soberana contemporánea designa una cultura que reconoce el derecho
absoluto de poner en valor los propios encantos, erotizar la apariencia,
eliminar las imperfecciones, cambiar las formas del propio cuerpo o los rasgos
del rostro a voluntad y a cualquier edad. Ahora el cuerpo es el que pide una
mejora continua en una carrera sin fin hacia la estetización de uno mismo para
gustar, pero también para gustarse. La edad hipermoderna es aquella en la que
el derecho a gustar ha entrado en una dinámica de diseño hiperbólico de uno
mismo, en la que el principio de seducción reina en toda su grandeza.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Gilles
Lipovetsky<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">En los
últimos años se ha acelerado vertiginosamente la reconversión de la política
convencional en una forma desbocada de videopolítica. La digitalización
experimenta un enorme salto con la generalización del smartphone, desplazando
los discursos escritos, que son sustituidos por la prodigiosa estetización de
frases y esquemas simples, mediante su tratamiento por programas informáticos
sofisticados que los asocia a imágenes. El sistema de comunicación se
reestructura mediante la proliferación infinita de titulares, esquemas,
imágenes y videos cortos, que circulan por la red de móviles de los
espectadores. En las entrevistas televisivas y en las tertulias, los directores
piden a cada cual un titular, y en los informativos comparecen gentes dotadas
de cuerpos esbeltos y rostros capaces de expresar distintos contenidos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Esta
mutación esencial en los ecosistemas de comunicación, que tiene su origen en el
marketing y la publicidad comercial, inunda súbitamente la política,
remodelando drásticamente, tanto a los actores políticos, como a los públicos
espectadores, que siguen siendo aludidos como “la ciudadanía”. La supersónica
expansión de Instagram, Youtube, y ahora Tik Tok, confirma esta tendencia y
genera una nueva comunicación en la que los rostros adquieren una
preponderancia creciente. No importa tanto el mensaje, sino el primer plano del
rostro del emisor, que tiene que poner en escena una combinación seductora de
los subsistemas que conforman el rostro, con una dicción en coherencia con el
mensaje.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Este cambio
implica una minimización de los discursos políticos. Es inevitable recordar la
densidad de las alocuciones de los primeros padres del régimen postfranquista:
Fraga, Herrero de Miñón, Miguel Roca, Felipe González, Peces Barba, Solé Tura,
Anguita y otros similares. Me pregunto acerca de cuál sería su perplejidad si
fueran reinstalados en la videopolítica en curso. Todavía recuerdo a uno de los
maestros seductores de la época, Adolfo Suárez, cuyos largos pregones ante las
cámaras en el final de las campañas electorales se fundaban en una combinación
entre su discurso verbal y la gran potencialidad de su rostro, dotado de la
capacidad de simultanear en un sermón electoral final, con la severidad y el
rigorismo de jefe de estado, con gestos/tonos de voz cercanos y amables, que
incluso podían integrar algún humorismo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Por el
contrario, ahora nos encontramos en la era en que los programas y discursos
políticos son reemplazados por la puesta en escena de los candidatos,
convertidos en máquinas de persuadir mediante la maximización de la competencia
de gustar y emocionar a los veleidosos ciudadanos-espectadores. Las
programaciones televisivas de la videopolítica, así como las emisiones de los
partidos y sus huestes mediáticas, instauran un flujo continuo de informaciones
y puestas en escena que consagran el minuto como el emperador de la
comunicación política. Un programa se descompone en una lluvia de informaciones
enlatadas en un minuto, de forma que el espectador es literalmente aplastado
por la tormenta de fragmentos discursivos que tienen un efecto en su mente
semejante a un tornado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Hace unos
meses he abierto una cuenta en TikTok que me suscita un sentimiento de
perplejidad equivalente a la magnitud del caos comunicativo derivado de su uso.
En esta red proliferan ahora los videos producidos por los actores de la
videopolítica: Tertulianos, profetas de la catástrofe, expertos providenciales,
frikis de distintas clases, marginados en busca de su oportunidad, expulsados
del sistema político-comunicativo y políticos presentados por sus equipos de comunicación.
Estos innovan y ensayan distintos formatos que, en general, van más allá de los
imperantes en la comunicación televisiva.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">La nueva ola
de mensajes políticos en TikTok se puede sintetizar como la de la
preponderancia de los rostros de los actores. Me fascinan las puestas en escena
de estos nuevos sermones en los que la seducción personal se sobrepone a los
contenidos de los mensajes. Cuando veo estos videos, no puedo reprimir un
sentimiento de indignación por la idea de los públicos receptores que detenta
el formato del sermón. En este nuevo modo de comunicación emergente, no existe
otra interacción que no sea la aceptación por el número de visionados, likes,
reenvíos y comentarios. El emisor se constituye como un gigante colosal que deroga
la conversación y reduce la bidireccionalidad a un acto automatizado. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Insisto en
que una democracia solo puede ser definida como la multiplicación exponencial
de conversaciones en todos los niveles que generan múltiples actores políticos.
Por el contrario, incluso la campaña electoral no es otra cosa que la
institución de una conversación única entre cabezas de cartel. Me fascina
comprobar que el mismo Senado es situado fuera de esa plática única. Esta es
acompañada por una casta de gentes a las que este sistema antidemocrático les
otorga la facultad de hablar en el espacio público, eso sí, siempre minuto a
minuto. Todavía recuerdo el 15M, en el que múltiples gentes privadas de la
capacidad de decir, tomaron la palabra provisionalmente en las plazas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">La máxima
aspiración de los escasos participantes en la conversación pública única, es la
de disfrutar de su minuto de oro para explicar cuestiones más que complejas,
poniendo así su grano de arena en la conformación de un caos comunicativo que
concluye con los actos automáticos que realiza la audiencia para expresar su
aprobación. El acto supremo de esta es votar. Sobre los resultados los
hablantes de la conversación pública única hacen distintas interpretaciones,
como si estos fueran mudos. Así se conforma una mayoría privada de voz y dotada
del poder de clickear. Siguiendo los cánones impuestos por la preponderancia de
la institución central, la televisión, el censo electoral deviene en una masa
de partículas clickeantes que conforman una audiencia definida por la debilidad
de las comunicaciones horizontales u oblicuas. Se trata de mirones mudos
dotados del poder de apretar el botón de un mando. Nunca pensé que llegase a
vivir tal degradación, que en mis tiempos jóvenes anhelaba la democracia, que
es una cosa distinta que esta.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Termino
presentando varios videos en los que se muestra la omnipotencia de los rostros
convertidos en el núcleo de una comunicación que pretende seducir. El primero,
como es frecuente en este sistema comunicativo televisivo, es el de las gentes
que suministran la información meteorológica. En 2017 escribí a propósito de
esta cuestión un texto en el que analizaba la<a href="http://www.juanirigoyen.es/2017/07/la-braserizacion-como-sintoma-de-la.html"> emergencia de Roberto Brasero</a>
como paradigma de la comunicación televisiva. En el caso de TikTok ha sido
Mercedes Martín, una de las presentadoras del tiempo en Antena3, la que ha
protagonizado la salida a este tipo de comunicación. Podéis encontrar sus
videos en Youtube y también TikTok. Estos me producen una sensación de
insignificancia terrible y cuando los veo no puedo dejar de mascullar estas
palabras “Pero quién se ha creído esta tía que somos”.</span></p><p class="MsoNormal"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/nFbNwlYfPbU" width="320" youtube-src-id="nFbNwlYfPbU"></iframe></div><br /><p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Una vez
desembarcados los del tiempo han llegado los tertulianos. Una de ellas,
Verónica Fumanal representa el
sumun del exceso. El
excedente de comunicación verbal refuerza la sensación de miseria del
espectador, que más que informado parece ser embelesado, seducido o neutralizado por la docta emisora. En sus videos de TikTok se ilustra la miseria de los receptores privados de palabra , cuyo papel se reduce a emitir likes mediante la activación de los dedos. Esta comunicación adoptada por un número creciente de tertulianos, es extremadamente agresiva, descansando, al estilo de Mercedes Martín, en la sincronización de la dicción con el despliegue del rostro.</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Esta forma de comunicación unidireccional es adoptada por los políticos mismos. Paradójicamente, la izquierda del presente se sobrepone a la derecha en las puestas en escena de esos videos. La austeridad providencial de la izquierda se disipa en la explosión de las artes de gustar y seducir. Los videos antológicos del gobierno progresista en su pomposa presentación mediática, así como el repertorio visual del que hace gala Yolanda Díaz, constituyen una tragedia política, en tanto que su acceso al gobierno sanciona su protagonismo en la conversación pública oficial en detrimento de su comunicación con sus bases sociales en los suelos sociales. El trágico final de Podemos se puede sintetizar en la competencia sublime con que ha desempeñado su papel de cancelar las conversaciones con sus bases misma. La reciente designación de Irene Montero, mediante una votación en internet en la que no ha tenido lugar discusión o deliberación pública, reduciendo a los inscritos al papel de audiencia televisiva.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 18.6667px;">Los videos de los ilustres representantes de esta izquierda, muestran inequívocamente la derogación de las conversaciones horizontales en el espacio que denominan como "mayoría social". En este aspecto radica, precisamente, su hundimiento electoral. Pero la más audaz en este extraño mundo es Mónica García, persona superdotada para el espectáculo mediático-político. Esta llega a hacer videos que carecen de cualquier mensaje político explícito, en los que expone la potencialidad de su cuerpo para la seducción mediática visual. El microrrelato mediático de su duelo con Ayuso en Madrid se acompaña de la proliferación por parte de ambas de las armas de la comunicación no verbal tóxica practicada por ambas, que minimiza las cuestiones programáticas adquiriendo el perfil de los realities televisivos.</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 18.6667px;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><br /></p>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-90465208296817555882024-02-09T08:19:00.003+01:002024-02-09T08:19:52.673+01:00RECUERDO DE MIS PRIMERAS EXPERIENCIAS MILITANTES<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%;">Mi primera
experiencia militante fue en el año 1964, con motivo de la celebración de una
gran campaña propagandística del régimen franquista que se denominó con el pomposo
eslogan de “25 AÑOS DE PAZ”. La inteligencia del franquismo había experimentado
una mutación modernizadora por la preponderancia de nuevas élites marcadamente
tecnocráticas, que se tomaron una distancia prudencial con las del movimiento
nacional de los primeros tiempos. Fraga era uno de los nuevos influyentes,
pilotando un cambio de fachada que creó las condiciones para intervenir en la
transición política de la siguiente década, así como en la conformación de la
novísima democracia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%;">En este año
me encontraba recién aterrizado en Madrid, con dificultades de adaptación tras
los tiempos felices de Bilbao. La influencia de mi primo Tomás Ellacuría, así
como del entorno de activación del nacionalismo vasco y el antifranquismo,
habían determinado el comienzo de un proceso de distanciamiento de las
creencias e ideologías trasmitidas por mi familia conservadora, incluida la
religión. Este proceso fue favorecido por el fuerte impacto económico sobre mi
familia por la muerte de mi padre, iniciando un viaje descendente hacia
posiciones sociales más bajas, encontrándome en ese camino con grandes
contingentes de personas que experimentaban una movilidad social ascendente,
integrándose en la incipiente sociedad de consumo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%;">Ese curso
estudiaba el añejo “Preuniversitario” en el Colegio de Nuestra Señora de las
Maravillas de Madrid, regentado por la orden de los Hermanos de Lasalle, la
misma del Colegio Santiago Apóstol De Bilbao, en el que había cursado el
antiguo bachiller. El ambiente en este colegio de la calle Guadalquivir, junto
a Joaquín Costa en el distinguido barrio del Viso era marcadamente elitista,
siendo congruente con las posiciones sociales de sus distinguidos alumnos.
Recuerdo como compañeros de clase a un hijo del general Campano y otro de Blas
Piñar. La adhesión al régimen se podía respirar en toda la vida académica
cotidiana. En esta comunidad me sentía extraño, incubándose un distanciamiento
creciente con la institución.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%;">Mi
incipiente desafección se sustentaba en mis primeras lecturas prohibidas en Bilbao.
Había leído a Frantz Fanon. Su libro “Los condenados de la tierra” me había
conmovido emocional e intelectualmente. También, por recomendación de mi primo
Tomás, a Erich From, cuyo libro “El miedo a la libertad” lo he ido
comprendiendo en sucesivas metamorfosis personales. Pero, aún a pesar de mi
actividad lectora, carecía de un esquema coherente que me permitiese integrar las
novedades que aportaban esos libros. El resultado de la convergencia de mis
lecturas y el proceso de desclasamiento social fue la cristalización de una
disposición crítica con respecto al régimen y el modelo social de aquellos
años.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%;">En el
colegio coincidí con algún estudiante de Bilbao, unidos por el rechazo a la
doxa de ese tiempo. No hablábamos abiertamente de política, pero nuestro
disentimiento lo expresábamos en una acción heroica/masoquista como es acudir
como claque a los partidos de baloncesto cuando venía el Águilas de Bilbao para
ser humillado por el Real Madrid, pero con la adhesión clamorosa del exiguo
grupo de estudiantes vascos, que no se amedrantaba ante el abultado y creciente
marcador. Bajo la máscara deportiva subyacía una protesta frente al modelo
ultracentralizado y feudalizado que todavía impera, aunque más moderado.
Pertenecíamos a eso que el inconsciente colectivo del franquismo, y de sus
siguientes metamorfosis políticas, denominaban como “las provincias”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%;">Pero mi
iniciación política activa fue el resultado de otra amistad. Recuerdo los
nombres, apellidos e imágenes en mi memoria nítidamente, pero no voy a citarlos
ahora. Este amigo era un vasco integral, hijo de un ingeniero afincado en
Madrid, vinculado al Partido Nacionalista Vasco. Ellos vivían en la calle
Hermosilla, y su casa era un santuario nostálgico de la cultura vasca. Nuestra
búsqueda de ambientes vascos en Madrid, nos llevó a frecuentar una misa de
estudiantes vascos que se celebraba los domingos. Tras la ceremonia, tomábamos
unos vinos, que para nosotros eran txikitos. En esas prácticas festivas
comparecieron las organizaciones emergentes antifranquistas de la época para
practicar el noble arte de la persuasión y la pesca de neófitos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%;">Recuerdo
que, en contraste con la inconsistencia crítica de los asistentes, arribaron
dos personas muy inteligentes y formadas, procedentes de lo que entonces fue La
VI Asamblea de ETA, y que pronto experimentó varias mutaciones para convertirse
en la sigla MC, Movimiento Comunista, que tuvo una vida activa hasta los años
ochenta. En ese tiempo, los militantes se encontraban influidos por las
revoluciones argelina, cubana y china. Este grupo se orientó a la fórmula del
“marxismo-leninismo”, en oposición a la evolución experimentada por el PCE. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%;">En las
conversaciones tras las misas, en las que descubrimos que la mayoría de los
participantes no éramos creyentes, se fraguó cierta amistad que terminó en una
invitación para acudir a un Seminario, que era un ritual iniciático previo a la
militancia. Recuerdo que mi primer seminario versó sobre un texto de Mao Tse
Tung, “Sobre la contradicción”, en el que se deliberaba acerca de los misterios
del materialismo dialéctico y el materialismo histórico. La metodología
consistía en la lectura común del texto y el papel preponderante del oficiante
del seminario. La dinámica de las sesiones conducía a una adhesión al texto y
su autor, que tenía similitudes con las sesiones de estudio del catecismo,
vividas en el colegio religioso. El texto se impone sobre los novicios en
términos absolutos. Cualquier comentario crítico parecía imposible.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%;">El vínculo
con el seminario se contraponía a la dinámica de los conflictos en la
universidad, en las que las distintas organizaciones “m-l”, denominadas como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">prochinos</i> apenas participaban, mostrando
impúdicamente, tanto su incapacidad de análisis de situaciones como de acciones
y tácticas. El dogmatismo supremo de los textos sagrados amparaba una inmersión
de esos grupos, convirtiéndolos en sectas inoperantes que se autoasignaban la
función de denunciar las desviaciones con respecto a los sagrados principios.
Este fue el motivo de mi ingreso en el PCE en 1968, tras haber participado en
el movimiento estudiantil tan vigoroso de esos años. Así pude liberarme de las
actividades de catacumba de los orígenes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%;">Los “m-l”,
actuaban como verdaderas sectas, atribuyéndose la función de ser “la
vanguardia” del movimiento estudiantil. Su presencia en movilizaciones adquiría
un patetismo considerable. Aún a riesgo de que se pueda hacer una lectura
simplista voy a contar un ejemplo vivido. En aquel tiempo se intensificaba la
guerra de Vietnam. Esta provocaba distintas movilizaciones. En tanto que los
activistas del PCE, FLP y del mismo movimiento estudiantilcompartían el sentido
de que lo importante era incorporar al mayor número posible de personas a las
protestas, los “m-l” aprovechaban su presencia para expresar sus programas
máximos, amenazando la heterogeneidad deseable en cualquier protesta.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%;">En una
concentración en la facultad de Filosofía, en la que estábamos presentes unos
trescientos estudiantes, tras las intervenciones de varios oradores, se gritó
con un énfasis encomiable, por iniciativa de los “m-l”, los siguientes pareados:<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%;">PIM PAM PUM, QUE VIVA MAO TSE TUNG<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%;">PIM PAM PIM, QUE VIVA HO CHI MINH<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%;">CUCHILLO, CUCHARA, QUE VIVA EL CHE
GUEVARA<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%;">CUCHARA, CUCHILLO, LA HOZ Y EL
MARTILLO<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%;">Estos
pareados otorgaban a la concentración un carácter folklórico e iniciático,
yendo en detrimento de su extensión. Las acciones “m-l” siempre terminaban
cerrando cualquier perspectiva y reduciendo el número de participantes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%;">Pero
volviendo a mi primera experiencia militante, recuerdo la mezcla de emoción y
temor cuando pegamos pegatinas contrarias a la solemne campaña de los 25 años
de Paz. Salía al caer la tarde de mi casa de Francisco Silvela y bajaba por
Conde de Peñalver hasta la esquina con Hermosilla, donde me encontraba con mi
amigo. Entonces aprovechábamos todas las oportunidades para pegar pegatinas en
lugares visibles en las calles de ese barrio, cuya inquebrantable adhesión al
régimen era encomiable, y que ha desempeñado y desempeña un papel acreditado en
la lenta reconfiguración de la democracia recortada. Parece tan patético como
las acciones “m-l” el sembrar las calles de ese barrio de eslóganes
antifranquistas. Así expresábamos nuestra identidad de resistencia, haciéndola
compatible con nuestra incompetencia en la selección de poblaciones
susceptibles de ser influidas por nuestras posiciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%;">Ayer volví a
andar el itinerario de mi primera experiencia militante, lo que me suscitó un extraño
estado entre la nostalgia y la decepción, en tanto que fue ineludible hacerse la
doble pregunta crucial: ¿quién ganó en el final del franquismo?, y, ¿Quién soy
yo ahora?<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%;"><o:p> </o:p></span></p>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-38893869046305726542024-02-01T19:09:00.004+01:002024-02-01T19:09:48.216+01:00ONCE AÑOS DE TRÁNSITOS INTRUSOS: VICISITUDES DE UN MENA (MAYOR, EXTRAÑO, NO ACOMPAÑADO)<p> </p><p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El secreto de una buena vejez no es
otra cosa que un pacto honrado con la soledad<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Gabriel
García Márquez. Cien años de soledad<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La tragedia de la vejez no es que uno
sea viejo, sino que uno es joven</span></i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Oscar Wilde<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El pasado
mes se cumplieron los once años de este blog. El tiempo ejerce su función
implacable, de modo que, en mi vida cotidiana, han aparecido las primeras
señales de la senectud. En los últimos meses, en dos ocasiones me han cedido el
asiento en el metro. En ambos casos, los efectos de estas incidencias han sido
borrascosos para mi persona. Soy una víctima del espejo. Como todos los días me
detengo frente a él, no detecto los cambios. Así que mi autoimagen es
severamente violada por estas colisiones en el espacio público que me
conmocionan.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Otra
incidencia relevante ha sido experimentar, en los últimos seis meses, abusos
por parte de taxistas depredadores que proliferan en el Madrid actual. Soy
conocedor de la trama urbana, en tanto que he venido aquí tras mi jubilación
precisamente a buscar la ciudad enterrada de mi infancia y adolescencia. En
tres ocasiones me ha ocurrido que el conductor ha alterado el itinerario de
modo que privilegiaba al taxímetro de forma grosera. He tenido que exigirle que
lo parara y regresara al itinerario más corto. En una ocasión me llegó a sacar
a la mismísima carretera de La Coruña. Está claro que ha mutado mi imagen,
constituyendo un cuerpo valorado como susceptible de ser asaltado por los
depredadores en la creencia de que mis defensas están debilitadas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">También he
experimentado varias incidencias que no hubieran tenido lugar con cincuenta
años. En varias interacciones he percibido una falta de respeto integral, en
algunos casos de depredadores progresistas. Estos eventos me perturban, en
tanto que constato que vivo con una distancia considerable con la “gran
sociedad”, en la que se intensifican las transacciones entre los débiles y los
fuertes en todas las esferas. Sí, he ingresado en un tiempo en el que me
convierto en una entidad susceptible de ser asaltada por múltiples sujetos que
pilotan distintos proyectos de dominación. Y no pocos de ellos, son
profesionales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">No cabe duda
de que me voy convirtiendo en otra materia humana. Soy un mayor, lo que
significa que recibo múltiples presiones imperativas, tanto latentes como
manifiestas, para ser alojado en el espacio social asignado para los que salen
de la gran sociedad. También un extraño, en tanto que me inscribo en la
retaguardia digital. Sigo saliendo al espacio público sin móvil, lo que me
otorga la condición de incomprensible para las legiones smartphonizadas. Y no
acompañado, lo que suscita en las profesiones de la salud y los servicios
sociales un incremento de presiones para ser controlado, inspeccionado y
dirigido, de modo que se recorte mi autonomía y crezca mi dependencia, en la
perspectiva de la siguiente fase, que es la del encierro final en una
institución de custodia de rostro humano, pero que conserva el ADN del asilo.
Así se conforma la última versión de un nuevo MENA, que comparte con la
originaria de los menores el atributo del encierro y la expulsión de la gran
sociedad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Entonces, mi
vida se encuentra polarizada por la tensión existente entre mi cotidianeidad,
que se inscribe en el espacio público de la gran sociedad, y las tentativas de
absorción para la segregación, pilotadas por los dispositivos profesionales de
la salud, que detentan la capacidad de emitir diagnósticos destinados a la
extinción de la autonomía de tan numeroso contingente de gentes que han
celebrado demasiados cumpleaños.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ahora,
estos dispositivos profesionales inhabilitantes, se encuentran movilizados y
llenos de energía por su gran expansión, resultante de la incorporación de la
salud mental, definida como un problema solucionable mediante ayuda
profesional. Ese dispositivo formidable, se hace presente en mi vida cotidiana,
en tanto que detento la condición estigmática de diabético, al que se supone un
final de su itinerario definido por la fatalidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El sistema
sanitario, con el que tengo que lidiar, se encuentra peor que nunca. Las
reformas neoliberales estrechan su cerco sobre el mismo, de modo que la
supervivencia se instala en el imaginario profesional instituyendo temores
colectivos que alimentan una gran regresión. Esta es de tal dimensión, que a
aquellos que transitamos en él como pacientes, terminamos por inscribirnos en
una espiral del silencio obligado. En ocasiones pienso cuál sería la reacción
si comunico mi experiencia en foros profesionales. No me cabe duda de que sería
completamente descalificado. En síntesis, suelo designar el presente como la
convergencia de varias medicalizaciones y psicologizaciones muy agresivas. Para
un MENA diabético como yo, el sistema representa un riesgo de gran envergadura.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En este
contexto existencial definido por la amenaza a mi autonomía de los dispositivos
sistémicos de la salud y la gestión de las poblaciones prescindibles, cada día
representa un episodio de defensa de mi soberanía personal. Esta situación ha
acrecentado mi capacidad para disfrutar de las cosas minúsculas de la vida, que
ingiero a sorbos en la convicción de que puedan ser los últimos episodios de mi
vida autónoma. Vivo disfrutando de pequeños episodios asociados a lo sublime
personal, en tanto que la gubernamentalidad epidemiológica forjada en la
pandemia, se presenta en todos los altavoces mediáticos en forma de amenazas,
prohibiciones, descalificaciones y conminaciones. Así he pasado los episodios
de furia de los virus respiratorios de este pinche invierno. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">De este modo
se va reconfigurando una deserción múltiple de la misma sociedad que me segrega
y me prepara para ser encerrado imperativamente en nombre de mi bienestar, que
se especifica en la gloriosa contribución personal al incremento de ese
constructo estadístico que es la esperanza de vida. Soy un desertor múltiple
que miro desde mi posición las palabras de las autoridades, tan ásperas y
articuladas en torno a la función de descalificar a los mayores, superfluos
para la producción y relegados en los consumos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La gran
batalla diaria para proteger mi autonomía amenaza y paliar los efectos de los
proyectos de segregación, se inscribe en un entorno caracterizado por la
regresión. Desde esta perspectiva contemplo asombrado la deriva fatal del
sistema político, en el que el deterioro más relevante es el de los públicos
seguidores. El desplome de la izquierda se hace patente, adquiriendo
dimensiones colosales. En mi adolescencia, el proyecto era la realización de
una revolución, que se entendía como un proceso purificador y globalizante.
Ahora, en tanto que todas las instituciones convergen en la debilitación de los
lazos sociales a todos los niveles, reconfigurando lo social bajo el auspicio
de una individuación agresiva, los próceres de la izquierda señalan que su
objetivo es mejorar la vida de la gente mediante el refuerzo selectivo, que
afecta sólo a algunos colectivos sociales, del peculio salarial y de las ayudas
estatales. Lo que llaman transformaciones se han divorciado de las estructuras,
que son reforzadas por la acción del complejo institucional neoliberal, que se
ubica más allá del psicodrama de las instituciones políticas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El contexto
de regresión política, social y cultural generalizadas conforma a la categoría
de edad a la que pertenezco como un segmento de mercado. Esto significa la
carencia de una voz. Así, los mayores somos privados de decir, siendo
sustituidos por la voz procedente, tanto de los gestores de nuestras vidas
recortadas, los sanitarios y los psi principalmente, que mediante las
encuestas, una forma de relación antagónica con la conversación, inventan
nuestras necesidades, de modo que somos convertidos en un colectivo receptor de
ayudas monetarias, que sustituyen a la existencia de un contexto cotidiano
amable en el que tengamos la posibilidad de interactuar y ser reconocidos en
tanto que personas. Ese vaciamiento existencial y privación de voz actúa en
favor de la percepción social de sujetos deteriorados, receptores de flujos
monetarios y tratados por una Medicina que nos fragmenta según los
diagnósticos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Para
compensar esta ausencia de voz he escrito este texto. La intención es mostrar
que algunos seguimos estando vivos, incluso, como afirma Wilde, nos sentimos
jóvenes por dentro en contra de la evidencia de nuestro proceso cultural,
configurando así una suerte de tragedia personal. La verdad es que, si tuviera
lugar una revolución en un tiempo tan avanzado del siglo XXI como el vigente,
una cuestión central sería la destrucción de las bases de datos y los archivos
de historias clínicas. Como pienso que es ilusoria cualquier transformación en
esa dirección, termino repitiendo las palabras del Fernando Fernán Gómez viejo
que espetaba a su interlocutor “Váyase a la mierda. A la mierda”. Estas
palabras sintetizan no pocos de mis días frente a los numerosos gestores de mi
segregación, depredadores de mis menguados bienes y otras especies que habitan
el mesetario siglo XXI.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-19940984507492988982024-01-11T17:44:00.003+01:002024-01-11T17:44:27.711+01:00GÜNTER ANDERS Y LA CIBERINTIFADA SOBRE EL GENOCIDIO DE GAZA<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgSsez6FO7JH7ex8vUTvrfKygui26cssaMLp4jXtfZ_VhxiEEi1zV7btt43jFdwFpQsE_ZOruWLR4DB6xfqJaJifIwfITVKYE9Hv2CUmHCmeto6MIBuTRXQx_PQ8jmPe-fMufIowzoWAphGzT6EFPgJBRF-ZrWYaW0CxwUWlkwI0huLAr4rO48nl7ZJO9VL" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="1091" data-original-width="886" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgSsez6FO7JH7ex8vUTvrfKygui26cssaMLp4jXtfZ_VhxiEEi1zV7btt43jFdwFpQsE_ZOruWLR4DB6xfqJaJifIwfITVKYE9Hv2CUmHCmeto6MIBuTRXQx_PQ8jmPe-fMufIowzoWAphGzT6EFPgJBRF-ZrWYaW0CxwUWlkwI0huLAr4rO48nl7ZJO9VL=w325-h400" width="325" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Mi
contribución a la ciberintifada de protesta por el genocidio de Gaza es un texto de Günter Anders escrito en 1956 y
que explica, tantos años después, las razones de la gran indiferencia y la conformidad
con la manipulación colosal llevada a cabo por los poderes en tan progresada sociedad mediática de estos días. Siento no poder decir eso de "les presentamos unas imágenes espectaculares".<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Este es:<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"> </span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Para
asfixiar por adelantado cada rebelión,<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">no hay que
ser violento.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Los métodos
de Hitler se superan.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Solo tienes
que crear un acondicionamiento colectivo tan poderoso<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Que la idea
misma de rebelión ni siquiera vendrá<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">más a la
mente de los hombres.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Lo ideal
sería eso de formatear a los individuos desde el nacimiento<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">limitando
sus Habilidades biológicas innatas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">En segundo
lugar, se seguiría el acondicionamiento reduciendo drásticamente la educación,
para devolverla a una forma de inserción profesional.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Un individuo
ignorante Solo tiene un horizonte<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">de
pensamiento limitado y más limitado su pensamiento a preocupaciones mediocres, menos
se puede revolver.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Hay que
asegurarse<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Que el
acceso al conocimiento se vuelva siempre<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">más difícil
y elitista.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">La brecha
entre el pueblo<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">y la
ciencia,<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">que la
información dirigida al público en general sea anestesiada de cualquier
contenido subversivo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"> </span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Sin
filosofía.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">También en
este caso hay que usar la persuasión y no la violencia directa:<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Se
extenderán masivamente, a través de la televisión, diversiones que siempre
adulan la emoción o el instintivo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Enfrentaremos
a los espíritus con lo inútil y juguetón.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Está bueno,<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">en charlas y
música incesante, impedir que el espíritu piense.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Pondremos la
sexualidad en primer lugar de los intereses humanos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Como
tranquilizante social, no hay nada mejor.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">En general
se asegurará de prohibir la seriedad de la existencia, de ridiculizar todo esto
que tiene un alto valor, mantener una constante apología de la ligereza;<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">para que la
euforia de la publicidad te conviertes en el estándar de la felicidad humana.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Y el modelo
de libertad.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">El
acondicionamiento producirá así por sí mismo esta integración, que el único
miedo, que deberá mantenerse, será la de ser excluido del sistema<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Y por lo
tanto, no poder más acceder a las condiciones necesarias para la felicidad.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">El hombre
masivo, así producido, debe ser tratado como lo que es:<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">un ternero, y
debe ser monitoreado como debe ser un rebaño.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Todo lo que
permite<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">De dormir su
lucidez<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Es un bien
social, lo que pondría en peligro su despertar debe ser ridiculizado,
asfixiado,<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Cada
doctrina que ponen en discusión el sistema primero debe ser designada como<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">subversiva y
terrorista aquellos que la apoyen deben ser tratados como tales. ′′ no te
preocupes ′<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"> <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"> Günther
Anders</span></b><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">,<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"> ′′ El hombre
es anticuado», 1956<o:p></o:p></span></p><p>
</p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;"> </span></p>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-47964515788244772282023-12-20T12:21:00.000+01:002023-12-20T12:21:02.664+01:00LA PANDEMIA Y LOS SECRETOS DE LA UNIVERSIDAD<p> <!--[if gte mso 9]><xml>
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</p><p class="MsoNormal" style="line-height: 106%;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">El diario
El País publicó el pasado 14 de diciembre un sugerente reportaje, de<a href="https://elpais.com/educacion/2023-12-14/los-expertos-observan-un-notable-aumento-del-absentismo-de-los-universitarios-que-reduce-su-rendimiento.html"> ElisaSilió,</a> que titulaba así” Muchos universitarios no han vuelto a las aulas tras
la pandemia y baja su rendimiento: Hay alumnos encapsulados”. El mérito de este
texto periodístico radica en que reflota una realidad que se esconde tras los
escombros derivados de la brutal suspensión de las relaciones sociales durante
varios meses, que incluyeron varias semanas de encierro domiciliario de la
población. Ese temerario experimento de control social, operado por la comunión
necesaria de las élites médico-epidemiológicas con las que conforman las
tecnoestructuras de los estados y los mercados, destapa gradualmente sus
letales efectos sobre las poblaciones.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 106%;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Elisa
Silió muestra la nueva situación, en la que se confirma la incapacidad de la
institución universidad de realizar un trabajo no presencial on line. Una vez
superado el estado de excepción epidemiológico se procede al retorno a las
aulas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En esta situación se confirman
las fugas de grandes contingentes de estudiantes de las aulas, lo que tiene
como consecuencia el incremento del absentismo y empeoramiento de los
resultados en términos del índice de aprobados. Se evidencia un nivel notable
de desafección, al tiempo que comparece esplendorosamente el recién llegado a
todas las esferas sociales, los problemas psicológicos crecientes que afectan a
los habitantes de las aulas. Concluye aludiendo al añejo problema estructural
de las clases magistrales, amenazadas ahora por la digitalización de los
apuntes y los Power Point, que refuerzan el distanciamiento de los estudiantes
respecto a las actividades presenciales. El Drive de Google desempeña el papel
de enterrador de una forma de docencia tan desgastada.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 106%;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Mi
interpretación de este artículo remite a que el acontecimiento-pandemia ha
reflotado y reformulado el viejo problema del declive de la docencia
universitaria, específicamente agudizada en las humanidades y ciencias
sociales. La reforma de Bolonia, significó la abolición de las clases
magistrales, sustituidas por metodologías docentes activas, imposibles de
utilizar con grupos tan numerosos y docentes tan menguados en la competencia de
dirigir grupos. El resultado es el de un estrepitoso naufragio de la docencia,
que sobrevive agazapada bajo la apariencia de las nuevas actividades en el
aula. Emparejada con el examen como forma suprema de evaluación, resiste la
adversidad derivada de las nuevas condiciones, ocultándose bajo distintas
situaciones que son denominadas pomposamente con la palabra “prácticas”. El
nuevo modelo de docencia se resiente de esta disfunción, y el nuevo orden
imperante en las aulas se ve afectado por la expansión de simulaciones
docentes. Este factor, lo he analizado en varias entradas del blog, en
particular en “<a href="http://www.juanirigoyen.es/2014/02/de-la-clase-magistral-la-fabrica-de-la.html">De la clase magistral a la fábrica de la charla</a>”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 106%;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">La
perpetuación de la docencia magistral encubierta y la futilidad de las nuevas
actividades en el aula, generan un estado de vaciamiento de los sentidos, que
es experimentado por los estudiantes como una inundación de actividades
triviales y rutinarias que se acumulan en distintas asignaturas y que no les
aportan nada sólido. Un estudiante de la era Bolonia es un maestro en el arte
de lidiar a los profesores minimizando sus contribuciones. Pero esta sobrecarga
de actividades superfluas termina generando un estado de anomia vivido
interactivamente por los habitantes de las aulas, que terminan configurando una
situación de hastío sordo, que se manifiesta en la rutinización de las
actividades. El hastío universitario es extraordinariamente rico en sus
manifestaciones, dominando la vida institucional.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 106%;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">La
reforma de Bolonia y su modelo docente, devenido en una simulación perpetua,
pone de manifiesto el desencuentro entre las subjetividades docentes y las
subjetividades mediáticas imperantes en la época. Este desencuentro abismal se
expresa en la forma que adquiere la progresiva digitalización de las
actividades, así como en la tormentosa coexistencia entre los libros y lo
audiovisual. Los libros son descompuestos en trozos que conforman una forma de
lectura y escritura muy desconsiderada para los autores. Un estudiante es
alimentado con fragmentos de texto, que se van acumulando hasta formatear el
hastío, al que he aludido anteriormente. Por el contrario, las actividades
audiovisuales, los videos y fragmentos de programas de televisión, adquieren
una preponderancia incuestionable frente a las astillas procedentes del
desguace colectivo de los libros de los grandes autores.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 106%;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">En este
sentido, la pandemia fue un acto fundante que cataliza el derrumbe del frágil
orden académico derivado de la reforma Bolonia, instaurando un sistema
mecanizado carente de sentido, que fragua una situación de hastío compartido.
Todos los participantes en ese nuevo orden comparten el secreto de su
sinsentido y erigen barreras frente a las miradas exteriores. La docencia se
ritualiza al estilo de los cultos religiosos. Recuerdo las críticas de algunos
estudiantes punzantes que asociaban las clases magistrales de entonces a la
venerable práctica de oficiarlas misas, que siempre se repetían invariablemente
año tras año.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 106%;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">La lógica
de un estudiante comprador de créditos se encuentra determinada por la inmortal
pauta del coste-beneficio. Una vez que descubre el juego de las actividades
vacías de contenido, se orienta a cumplir ritualmente las normas para obtener
buenos resultados en términos de calificaciones. Pero cuatro años inmerso en
ese juego son muchos. El riesgo de la fuga se hace patente. La verdad es que ha
pasado de ser un receptor pasivo de discursos académicos y carne de examen, a
ser un sujeto obligado a hacer trabajillos sin valor alguno, cuya verdadera
función es la de control. Esta es la razón por la que los exámenes, no sólo no
desaparecen, sino que continúan gozando de tan buena salud.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 106%;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">De este
modo, la universidad deviene en una instancia en la que habitan secretos
compartidos por sus participantes. Es menester mantener su imagen frente al
exterior. Este es el cemento que cimenta el orden académico. En un medio en el
que se hace presente el hastío, la descomposición institucional parece
inevitable. De ahí la perplejidad de los tecnócratas ocupados en medir
periódicamente las capacidades de los estudiantes y sus conocimientos, que
entran en un estado de alerta. Lo peor estriba en que estudiar una carrera
contribuye menos a desarrollarse como profesional o, incluso, como ciudadano.
En estos días escucho la polémica en torno al currículum de Ayuso. El problema
de fondo es que las titulaciones han perdido tanto valor, que cualquiera puede
llegar a practicar el arte de ser impostor.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 106%;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 106%;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 106%; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> </span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"> </span></p>
juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-27573447012486609072023-12-12T17:51:00.004+01:002023-12-12T17:51:36.137+01:00PRESENTIFICACIÓN, RELIGIÓN CELULAR Y CAPITALISMO CONECTIVO UNA ENTREVISTA A AGUSTÍN J. VALLE<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La invasión
de la mediosfera de todos los espacios sociales mediante la multiplicación de
las pantallas y la conversión de facto del smartphone en una deidad colosal, no
ha generado en España un debate vinculado a los contextos sociales. Por el
contrario, y al estilo taylorista tan arraigado en las ciencias sociales, se
problematiza en contextos específicos. Así, ahora se discute si el móvil debe
ser prohibido o limitado en las aulas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Por esta
razón me he decidido a subir aquí este texto, una entrevista de Fernando
D´Addario a Agustín J. Valle, un historiador argentino que fue colaborador de
Ignacio Lewkowicz, un autor argentino que influyó en mi trayectoria, ayudándome
a comprender lo que significa el nuevo orden social derivado de la emergencia
del mercado, que, en sus propias palabras, destituye los órdenes sociales
preexistentes y sus instituciones, entre ellas el estado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En esta
entrevista, al contrario que los autores españoles que se ocupan del nuevo
imperio de las pantallas, Valle establece vínculos con los contextos sociales,
configurando una mirada global que articula las relaciones entre el nuevo
capitalismo conectivo, el declive de la presencialidad y la expansión infinita
de la mediosfera.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No pocos científicos
sociales y periodistas dotados de voz y presencia en el sistema mediático,
funcionan como altavoces comerciales de las siempre (pen)últimas versiones de
las máquinas de la comunicación virtual. En este sentido, el enfoque de Valle es
esclarecedor. Esta entrevista fue publicada en la revista argentina Página 12
hoy mismo, siendo realizada por el periodista Fernando D´Addario. Se puede
encontrar en </span><a href="https://www.pagina12.com.ar/autores/833-fernando-d-addario"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">https://www.pagina12.com.ar/autores/833-fernando-d-addario</span></a><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">El ensayista publicó el libro
"Jamás tan cerca"<o:p></o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%;">Agustín J. Valle: "Los
dispositivos de poder siempre ofrecen libertad"<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El autor
indaga en el tipo de humanidad que se constituye con las pantallas. A través de
la "mediósfera", señala Valle, "el capitalismo conectivo tiende
a la privatización de la experiencia vital".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Por Fernando
D´Addario<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Entre la
amplia gama de inquietudes que abonan la obra ensayística de<b> Agustín J.
Valle</b>, la que inspiró su último libro,<b> <i>Jamás tan cerca. La
humanidad que armamos con las pantallas</i></b>, (editado recientemente por el
sello Paidós) es una suerte de perplejidad frente a la realidad contemporánea.
A diferencia de sus anteriores trabajos (publicó, entre otros, <i>Cachorro.
Breve tratado de filosofía paterna</i>,<i> A quién le importa. Biografía
política de Patricio Rey </i>y <i>Nueva autoayuda, por un sueño
latinoamericano</i>) por primera vez aquí se puso a indagar en un tema que no
lo interpela desde el afecto sino desde la perturbación: la "mediósfera",
neologismo que define un estado de las cosas en el que él mismo se reconoce inmerso. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Valle,
profesor en la Diplomatura en Gestión Educativa y coordinador del seminario
Subjetividades mediáticas y educación en Flacso, reflexiona en este libro<b> </b>sobre
la compulsión conectiva y el encandilamiento que producen las pantallas. Lo
hace con rigor teórico pero despojado de solemnidad intelectual, utilizando
ejemplos de la vida cotidiana y un lenguaje que combina conceptos académicos y
expresiones coloquiales. Atraviesa las más diversas postales de la
"Actualidad", desde la obsesión por las notificaciones en las redes
hasta la disponibilidad permanente, pero sin "estar", pasando por las
apps de citas, el VAR, las selfies y las fake news. Un abanico inquietante que
debería empujarnos, según la mirada del autor, a buscar hipótesis liberadoras.
Valle alude, en ese sentido, a la necesidad de "presentificación". La
entrevista misma con <b>PáginaI12</b> da cuenta de cierta instancia
paradojal. El ensayista responde una serie de preguntas vía mail y unos días
más tarde se produce el encuentro cara a cara en el bar Roma del barrio de
Abasto, entre cafés y medialunas, para completar y -si se quiere-
"re-humanizar" el reportaje. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">--En tu
libro planteás el concepto de "mediosfera". ¿Las pantallas son hoy
nuestro medioambiente?</span></b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">--Supongamos
que alguien vacaciona en la playa. Si se la pasa mirando el rectangulito
luminoso del celular igual que en la ciudad, ¿cuánto cambió de ambiente, en
términos de experiencia, de patrón perceptivo? <b>Los medios
comunicacionales dejaron de funcionar tanto como canales <i>entre</i> puntos
sociales, entre espacios que existían y sobre la base de existir se comunicaban</b>;
al conformarse el continuo incesante de la mediósfera, que lo atraviesa todo,
los medios de comunicación, en sentido amplio, pasaron a constituir la clave de
nuestro ambiente existencial. Por eso somos animalitos con formas y modos
propios de vivir en el ambiente conectivo. No solo las cervicales, los pulgares
y los ojos secuestrados en la pantalla. También nuestra frecuencia nerviosa,
nuestro modo práctico de vivir el tiempo, el espacio, los vínculos, etcétera.
Una forma humana propia de los doble sapiens que viven en el ambiente
apantallado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">--<b>Esa
mediósfera establece un tipo de temporalidad que se refiere al
"ahora" pero no merece ser llamada "presente". ¿Cuál sería
la diferencia entre estas dimensiones?</b><br />
--Creo que la Actualidad nos disloca del presente. <b>Antes había que
sacrificarse por un Mañana; hace ya un par de generaciones que la sociedad no produce
imaginarios de futuro, salvo los catastróficos, futuros más a evitar que a
alcanzar, y, en cambio, hay que sacrificar el presente para no quedar demasiado
afuera de la Actualidad. Siempre hay algo que nos estamos perdiendo; siempre
algo más importante, más pleno, más verdadero, más bello e importante que
nosotros acá; es preciso actualizarnos. Y algún “acá”, algún “esto” valioso,
pareciera que tiene la deuda de probar su existencia en la representación
virtual: ¿estamos viviendo la cosa, o su representación? A la Actualidad hay
que “seguirla”; es un imperativo, no te quedes atrás. Es un dispositivo
temporal de dominación política. Articula con el mandato de productivismo,
rendimiento y vuelco entero de la vida al trabajo. Disponibilidad permanente
porque todo pasa ya. Pero también articula con la ideología de la
naturalización del capitalismo: la única verdad es la Actualidad. Pero ahí la
“actualidad” es lo que ya está en acto. La desigualdad, el privilegio, la
concentración de la riqueza y el poder, etc. Están en acto. Pero las potencias,
las fuerzas que pueden cosas, también existen, aunque no estén todas en acto.<o:p></o:p></b></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="background: #F4F4F4; color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.0pt; line-height: 107%;">El presente empieza donde
estamos nosotros, seres con potencia de transformación, de intervención, de
movimiento, de creación. <b>La existencia de la potencia perfora el
encierro del realismo capitalista</b>. Etimológicamente, “presente” es lo que
está ante alguien. Si hay alguien, lo dado no está ya cerrado. La Actualidad,
paradójicamente, nos saca de donde estamos, y, entonces, nuestra sensibilidad
presente se degrada, y toleramos cosas que no toleraríamos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="background: #F4F4F4; color: black; font-family: "Arial",sans-serif; font-size: 13.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La
religión celular<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">--¿Cómo
caracterizarías esto que llamás "religión celular"?</span></b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">--¿No somos
devotos de la nube luminosa, incorpórea, omnisciente, que muestra imágenes de
existencias plenas, tersas, sin dolor, “salvadas”? <b>El capitalismo
conectivo, como profundo desarrollo de la ideología liberal (“cada cual tiene
su vida y persigue su interés”), tiende a la privatización de la experiencia
vital</b>. Como dice Sherry Turkle, <b>pasamos de la comunicación a la
conectividad y de ahí al aislamiento…</b> Pero un encapsulamiento (aun
transitando la ciudad, auriculares de bloqueo, pantallita en el bondi...)
hiperconectado. Las pantallitas nos<i> religan.</i> Nos aferramos del
celu como a un rosario, como para chequear y recordarnos que sí, acá está, acá
estamos, sí, somos, en tanto tenemos conexión con el más allá… Un más allá con
ventanita en nuestro bolsillo. Pienso que la alienación que muestran las
pantallas es heredera de una larga tradición de gobierno de lo vivo por parte
de instancias abstractas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">-La
comunicación personal, "real" con les otros es menos
"bloqueable" que la relación virtual. ¿Eso no la hace también más
difícil? A veces es más fácil mandar un audio que llamar por teléfono o tener
un encuentro cara a cara en un café. También para el receptor es más sencillo
acelerar el audio y pensar cuando quiere responder.</span></b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">--Totalmente,
¡mucho más difícil! Sobre todo, en lo inmediato. Y la instantaneidad, como
patrón temporal maquinizado por la mediósfera, se convierte en un criterio de
valor. Creo que se vio por ejemplo en la rapidez con que millones de personas
aceptamos de buen grado el confinamiento del ASPO: cansados de la ciudad, del
roce, de los otros… Esto quienes tenemos el privilegio de que quedarnos en casa
sea algo confortable, ¿no? Ahora bien, <b>la “facilidad” de lo instantáneo
como criterio tiene costos altísimos, y pareciera que vamos perdiendo
capacidades de conjunción vincular</b> (acá cito a Bifo Berardi), de
concebir que ese bípedo que anda por ahí es un semejante y no un ser cancelable
porque cierto estereotipo me lo codifica con un título de odio. Nada más
mediatizante que la inmediatez. Una sociabilidad que exige y espera en las
relaciones la funcionalidad límpida de los dispositivos y aplicaciones es un
caldo de violencia en estado de constantes estallidos descentralizados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">--¿Hay
hoy una "pandemia de ansiedad"?</span></b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><br />
--La ansiedad y la depresión aumentaron en el primer año de pandemia, según la
OMS, 25% a nivel mundial: una barbaridad. Pienso que, en varios aspectos, en la
pandemia se acentuaron elementos de la normalidad precedente, como este. Los
dispositivos conectivos -ventanitas de la nube superior- nos ofrecen cosas todo
el tiempo, todo el tiempo puede estar pasando algo, entrando una nueva
notificación, respuesta, novedad, “me gusta”, gente que miró tu Historia en
instagram, lo que sea. Siempre otra cosa otra cosa otra cosa. <b>Pero si
todo el tiempo nos ofrece, en realidad nos demanda; demanda nuestra atención, y
la gestión de la actualización</b>. La ansiedad prolonga psíquicamente esta
dinámica diseñada por los dispositivos. Otro rasgo que atenta contra el
ejercicio de nuestras potencias presentes. Quedamos quemados y expectantes de
que algo advenga ya, ya, ya. Esto bloquea los posibles que brotan de nuestra
presencia. La salud mental, la salud del ánimo, chorrea por todos lados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">-En esta
era plagada de "hiperconectados y distraídos", también se verifica,
sostenés, una situación ambigua: por un lado, se nos saca de nuestro presente
"real"; por el otro, esa misma red conectiva alienante facilita otros
encuentros "reales", trafica afectos verdaderos, etc. En el libro lo
describís con una frase inquietante: "no podemos estar ni realmente juntos
ni realmente solos".</span></b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><br />
--Tal cual. El estado de disponibilidad permanente, el continuo conectivo, etc,
produce una “soledad atestada”. Los dispositivos atentan contra la soledad como
momento de vacío en el cual nos encontramos con cosas que tenemos, pero no nos
son tan obvias, así como contra el encuentro “suficiente”, que produce una
intensidad sentida donde lo mediato resulta muteado. ¿Nos encontramos a estar
cada cual relojeando la pantallita? Por Dios...<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Mediados
o mediatizados<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">--Citás
al ensayisa francés Paul Virilio, que escribió en <i>El arte del motor</i>:
"Estar mediatizado es estar privado de derechos inmediatos". Vos distinguís
entre mediación y mediatización.</span></b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Nuestros
derechos como cosas que podemos, son nuestras potencias. Si quedan “delegadas”
en el dispositivo, se nos privan. El aparato, ¿es un recurso del cuerpo, de lo
vivo, o lo vivo queda pegado, adherido al aparato como tantos animales a las
luces? Es el primer artefacto, la pantalla -desde la tele-, que ilumina, pero
no para hacer visible otra cosa, sino para apegar los ojos a sus rayos. Cuando
sirven para enlazarnos, para alimentar procesos con centro en la presencia,
allí digo que los dispositivos <i>median</i>; la mediatización nos separa
y nos conecta, pero <i>en tanto que separados, </i>como decía Debord.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">--Señalás
que "La subjetividad mediática no tolera el aburrimiento": en la
compulsión conectiva, la notificación y la actualización en las redes provocan
la secreción de dopamina necesaria para seguir…</span></b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">--Sí, ahí
también tomo el trabajo de la socióloga de la educación Marcela Martínez, que
señala que en la sociedad disciplinaria los pibes se aburrían, <i>pero era
un problema de ellos</i>, no resultaba en una crisis del dispositivo escolar,
mientras que<b> hoy los pibes se aburren y se ausentan -de cuerpo
presente, entrenados, como estamos todes, en estar sin estar, en tener <i>en
la cabeza </i>un repertorio de ventanas que van pasando</b>...-. La
Actualidad no descansa y manda no descansar. No toleramos un momento de
silencio, de “nada”; cualquier intersticio entre cosas, se llena con la
conectividad. Se ve en la gente manejando autos, por ejemplo, cosa tremenda.
Sujetos entretenidos, sujetados constantemente a los dispositivos que organizan
la reproducción de las relaciones sociales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">--¿Aquello
que nos libera también nos sujeta? Nuestro vínculo con los teléfonos celulares
es un ejemplo paradigmático.</span></b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">--Puede ser,
porque los aparatos están sujetos a lógicas sociales. ¿No eran las grandes
máquinas y sus fábricas, también, las que sujetaban al proletariado y podían a
su vez organizar su emancipación del capital? Ahora bien, <b>los
dispositivos de poder siempre ofrecen libertad</b>, ¿no? Andá donde quieras,
desplázate, sé móvil, organizá tus tiempos, etc; estás conectado, disponible, incluso
quizá alienado a la red de Actualidad que hace que vivamos la vida y las cosas
como medio-para otra cosa, algo ausente, abstracto. Quizá por eso cariño y
odio, tecnofilia y tecnofobia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">--¿Hay
salvación dentro de la nube algorítmica? ¿De qué manera se puede restituirle al
presente su "potestad existencial soberana"?</span></b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">--Hay
movimientos de "presentificación", que es la restitución al presente
de su centralidad existencial. Estos movimientos son de lo más diversos y
variados, tanto en planos individuales, de dos, grupales, institucionales,
urbanos, masivos. Cada vez que logramos prácticas, movimientos, que nos hacen
sentir que el centro de la vida está acá, donde estamos -es decir, que le
devuelven el sentido al presente-. Se mutea lo mediato. Se intensifica el
presente -y por lo tanto cambia el horizonte de lo posible-. <b>Muchos
movimientos presentificantes usaron y usan las pantallas y la mediósfera como
recurso.</b> Sublevaciones en diversos países, incluso la sublevación
feminista aquí, son ejemplo. Pero también recuerdo una hermosa rateada masiva
que organizaron los pibes de secundario mendocinos hace unos años: gestada por
internet, no para quedarse cada cual en su casa sino afirmándose como sujeto
colectivo y armando encuentros de fiesta y juego en las plazas. Instaurar
intensidades deseables, en vez de estar sujetos a perseguirlas o consumirlas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">--¿Se
puede "habitar el dispositivo" sin creerle tanto?</span></b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><br />
--Creo que sí, no es “pura”, la nube, y el dispositivo puede usarse en
movimientos de “contrasentido”, disidentes respecto de la inercia que trae
prefigurada. Y pueden circular allí fuerzas que tengan efectos subjetivos
disidentes. Los casos que comenté recién son ejemplo. Como decía Deleuze
hablando de pintura, o de la obra de Spinoza, cuando el ambiente de época es
religioso, hay que poder percibir los flujos de ateísmo que corren allí mismo,
incluso enmascarados con los ropajes de la religión.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">-El
capitalismo conectivo obliga a adaptarse a escenarios variables. Impone la
necesidad de improvisar todo el tiempo. Pero se trata de una improvisación
"adaptativa". ¿Es posible convertirla en una "improvisación
creativa"?</span></b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">--Esa
adaptación forzada, como parte del clima, del ambiente, es parte del
dispositivo de Actualidad: actualizate, adáptate. Lo que rige es la volatilidad
necesaria para que el capital financiero persiga las ocasiones de su ganancia
máxima. El negocio más obsceno resulta el ordenador central de la economía. Y
la economía es un ordenador político, en el sentido de que organiza modos de
vida, relaciones de mando, distribución desigual de derechos de hecho… Ahora
bien, esta dinámica paradójicamente convive con una tendencia a la
programática: porque hay que improvisar, pero con un orden de valores dado, que
hay que seguir, que es previo a la experiencia, no valores fundados por la
experiencia. La improvisación deviene creadora, me parece, cuando no se limita
a cambiar de estrategias para perseguir el mismo mando de la razón del capital
(y las imágenes de la vida también como capital). Cuando en un proceso
encontramos, gestamos, valores, deseos, y en función de eso remodulamos nuestras
apuestas. Partiendo de que no sabemos exactamente qué es lo que querremos en el
porvenir, ni podemos saberlo, salvo vía apego a órdenes de valores dominantes
en la época, que cuando más o menos podés mostrar que los conseguiste, se dice
que “llegaste”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Dinámica
financiera y subjetividad mediática<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Valle
establece una analogía entre la dinámica financiera y la subjetividad
mediática: "circulación sin restricciones, el hecho de autovalorizarse,
buscando encuentros límpidos como conexiones que rindan la mayor ganancia
posible; una bolsa donde ponemos imágenes de nosotros y después vemos cuánto se
infla su valor… <b>En el desdoble subjetivo de la socialidad digital y el
mercado laboral, uno puede ser su propio capataz, su propio manager, y,
también, el propio broker de su yo.</b> El capital financiero, el modo
financiero del valor, es una matriz que se extiende también dando forma a la
subjetividad. <b>Algo se ve por ejemplo en cómo deriva la liberalización
sexo afectiva: yo decido ir donde quiero, acumular contactos sin fijarme en
ningún sitio, calculando rédito, ¿no es el capital financiero hablando?</b> Y
hay más. La mediósfera es una versión actual de la dominación de lo abstracto
sobre lo terrenal, corpóreo y vivo, como el Espíritu, como el Capital. Existe
algo más valioso que lo presente; algo siempre ausente, que o no está ahora o
no está acá, pero con espectros y sicarios sí presentes. El capital financiero
también se presenta como una razón superior cuyos sacerdotes (CEOs y
mandatarios económicos por ejemplo) nos hablan de lo que 'el mundo' o 'el
mercado' quieren; como si hubiera una instancia superior, separada, que sabe
más sobre la vida que la propia vida, y por tanto exige gobernarla. El Pro
encarnó esta racionalidad de modo muy explícito: pantallitas, triangulito de
Play y trato sacro al capital concentrado. Aunque no le es exclusiva".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-40076024626868812972023-12-10T13:27:00.007+01:002023-12-10T13:58:30.690+01:00RANDOLPH BOURNE Y EL CONTROL AUTOCRÁTICO EN LA GUERRA DE LA COVID<div class="separator"><p style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"> <img alt="la guerra es la salud del estado-randolph bourne-9788412538694" src="https://imagessl4.casadellibro.com/a/l/s5/94/9788412538694.webp" /></p></div><p> </p><p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Randolph
Bourne es un escritor norteamericano que falleció a los 32 años en 1918.
Ediciones Salmón acaba de publicar un libro suyo “La guerra es la salud del
estado”, que acabo de leer. Me ha fascinado su lucidez, así como la permanencia
en el tiempo de su argumento de oposición radical a la guerra. Su tesis
principal es que la guerra tiene como consecuencia el reforzamiento del poder
del estado y la eficacia de la uniformización social. Se trata de un momento
glorioso para los dirigentes del estado. En las coordenadas de este tiempo, su
lectura me ha suscitado vínculos con las guerras vigentes en la actualidad,
pero, sobre todo, con la reciente pandemia, que fue definida por las
autoridades como una guerra contra la Covid. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">El libro de
Bourne descifra las significaciones de las estrategias del estado en el momento
de la pandemia, interpretada como una guerra contra el enemigo viral, lo que
supone una activación de la conciencia colectiva, posibilitando así la manipulación
de las acciones y las comunicaciones para unificar el cuerpo social,
minimizando las disidencias y maximizando las energías en favor de la
uniformidad y la obediencia. Las antológicas imágenes del estado mayor
compareciendo en las televisiones, formado por la convergencia entre las
autoridades políticas, epidemiológicas y policiales, son elocuentes acerca de
los significados de este episodio, que trasciende con mucho a la mera
significación en términos de salud.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Desde esta
perspectiva se puede entender el rencor sordo y creciente de los partidos de la
oposición hacia el presidente Sánchez, convertido en comandante jefe que
comparece ante el pueblo encerrado y transformado en audiencia cautiva obligada
a digerir las alocuciones épicas de tan distinguido prócer, así como de su
ayudante de campo, el ínclito Fernando Simón. De este modo se puede descifrar
el extraño evento de la movilización de las clases altas, que desafían el orden
epidemiológico imperante en esos días, al ocupar el espacio sagrado de Núñez de
Balboa para expresar sus temores. El texto de Bourne es elocuente con respecto
a la relación entre la guerra y las clases altas. Estas perciben al gobierno
como beneficiario de la energía colectiva proporcionada por la explosión de los
temores colectivos inducidos, que actúa reforzando la unanimidad social en
beneficio de los parásitos gubernamentales. El contrapunto institucional fue el
homenaje de Ayuso a los médicos, desfilando marcialmente frente a estos en
formación en la Puerta del Sol en un episodio de éxtasis simbólico.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">El libro de
Bourne incluye dos ensayos independientes. El primero, “La guerra y los
intelectuales”, analiza el papel de la clase intelectual en el giro en favor de
la intervención de los Estados Unidos en la primera guerra mundial. A pesar de
las diferencias existentes entre los dos escenarios históricos del principio
del siglo XX y el actual, las semejanzas son sorprendentes. La <i style="mso-bidi-font-style: normal;">inteligencia</i> se posiciona activamente en
favor de la guerra fusionándose con los poderes estatales y conformándose
unitariamente en favor de la misma. En el caso de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la guerra Covid</i>, la inteligencia guarda silencio, aceptando de
facto la significación establecida por el estado revestido de ciencia
epidemiológica, y sancionando la fatal división del conocimiento establecida
según la pauta del viejo taylorismo, que atribuye a los sanitarios la
competencia exclusiva de la respuesta.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>De este modo se refuerza una extraña
fragmentación del conocimiento en favor de la consolidación de una nueva figura
emergente en la que se sustenta el poder estatal, como es la del experto. Soy
sociólogo y he sido profesor universitario, y desde entonces no he podido
evitar sentir una vergüenza descomunal ante la conversión de mi disciplina en
un segmento del nuevo mercado de los expertos, prestos a ser convocados por los
poderes mediáticos y estatales cuando la ocasión lo reclame. Así se confirma la
pauta de que ningún experto interviene en una cuestión que es definida por el
poder mediático-estatal de forma que interpela a una sola clase de expertos. La
autonomía de las viejas disciplinas es contundentemente cancelada. También la
multidimensionalidad de los problemas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">El segundo
de los ensayos, “El estado”, es el que proporciona el título del libro. La
paradoja de la guerra estriba en que, junto a los efectos negativos de las
bajas y las destrucciones, comporta efectos positivos para el Estado, tal y
como es la uniformidad y homogeneidad social, que tiene como consecuencia la
presión ejercida sobre las disidencias y los sectores autónomos de opinión. La
apoteosis de unanimidad y disciplinamiento se manifestó nítidamente en los
aplausos generalizados en los balcones a las ocho de la tarde por el crédulo
pueblo que confiaba en ser salvado por tan eficiente ejército blanco. Sobre esa
masa de aplaudidores, la suspensión de facto de las instituciones y la
congelación mediática, se conformó un estado de excepción dotado de una
eficacia letal. Nunca el poder estatal se encontró con una situación tan
favorable de afección de sus súbditos. También en la aparición de los
denominados “policías de balcón”, que desde sus ventanas vigilaban a los
transeúntes y recriminaban sus salidas al espacio público, solicitando la
acción policial contundente sobre los desobedientes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Un estado
respaldado unánimemente en esa energía social derivó hacia una suerte de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">borrachera epidemiológica,</i> que generó un
conjunto de reglamentaciones de la vida que roza el delirio. Fueron fijados los
asistentes a comidas privadas y las distancias obligatorias entre los
atribulados bañistas en las playas. El excedente de regulaciones imposibles de
cumplir terminó por generar un estado de escepticismo ante las disposiciones de
las autoridades. Fue inevitable la proliferación de “quintas columnas” que
liberaban parcelas de la vida cotidiana de las quimeras de los epidemiólogos,
devenidos en directores de la vida y asentados en sus púlpitos mediáticos para
exponer sus sermones en favor de la salvación viral. Este desvarío en la
conducción de la respuesta a la pandemia, fue posible por la cancelación
estricta del pluralismo científico y el acallamiento de los profesionales que
pensaban de forma diferente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">El libro de
Bourne desarrolla una trama argumental en torno a su precepto central, que
convierte en beneficiarios de la guerra a las autoridades que, precisamente, la
han declarado. Así se teje una pequeña psico-sociología del comportamiento
colectivo que trasciende el tiempo de la primera guerra mundial en la que fue
escrito. Estos son algunos fragmentos del texto que ayudan a comprender el
trasfondo de las guerras, y cómo no, la definición de la Covid como un
conflicto bélico. Recomiendo la lectura del libro, principalmente a aquellos
que entendieron el tiempo Covid como suspensión de facto de la democracia y
advenimiento de una pesadilla mediática experta.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<div style="border-bottom: solid windowtext 1.5pt; border: medium; mso-element: para-border-div; padding: 0cm 0cm 1pt;">
<p class="MsoNormal" style="border: medium; mso-border-bottom-alt: solid windowtext 1.5pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
</div>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">La guerra es
la salud del Estado. Pone en marcha automáticamente, en el conjunto de la
sociedad, esas fuerzas irresistibles a favor de la uniformidad, de la
cooperación apasionada con el gobierno, para obligar a obedecer a los grupos
minoritarios y a los individuos que carecen del sentido general del rebaño. La
maquinaria del gobierno establece y hace cumplir la severidad de las penas; las
minorías son silenciadas mediante la intimidación o se las hace entrar
lentamente en razón mediante un sutil mecanismo de persuasión que acaba por convencerlas
de que se han convertido por voluntad propia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Los
ciudadanos dejan de mostrar indiferencia ante su gobierno, y cada célula del
cuerpo político rebosa vida y actividad. Avanzamos por fin hacia la plena
realización de esa comunidad colectiva en la que cada individuo es, por así
decirlo, la expresión virtual del todo. En una nación en guerra, cada ciudadano
se identifica con el todo y se siente enormemente reforzado por esta
identificación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">El impulso
gregario se muestra tanto más virulento porque, cuando el grupo está en
movimiento o emprende cualquier acción concreta, el sentimiento de pertenencia
y de tener el apoyo del rebaño colectivo alimenta poderosamente la voluntad de
poder, que el organismo individual exige constantemente alimentar. Nos sentimos
poderosos cuando nos conformamos a la voluntad general, y abandonados y
desarmados cuando estamos fuera de la masa. Aunque el mero hecho de pensar y
sentir como todos los demás miembros del grupo no te dé acceso al poder,
experimentas al menos la reconfortante sensación de estar obedeciendo, la
tranquilizadora irresponsabilidad de la protección. Combinado con estas
poderosísimas tendencias del individuo -el placer del poder y el placer de la
obediencia-, este impulso gregario se vuelve irresistible en la sociedad. La
guerra lo estimula en grado sumo, extendiendo la influencia de su misteriosa
tendencia borreguil embriagada de poder y obediencia …..<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Hay por
supuesto, en el sentimiento hacia el Estado un gran elemento de pura mística
filial.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El sentimiento de inseguridad y
el deseo de protección se remontan al padre y a la madre, a quienes se asocian
los primeros sentimientos de protección. No en vano se sigue considerando al
Estado como la madre patria y nuestra relación con él se concibe en términos de
afecto familiar […] El pueblo en guerra se ha convertido de nuevo, en el
sentido más literal en niños obedientes, respetuosos y confiados, llenos de esa
fe ingenua en la omnipotencia y sabiduría de los adultos que cuidan de ellos,
que les imponen su misericordiosa pero necesaria tutela, y a quienes entregan
sus responsabilidades y sus preocupaciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">La historia
dirá si estaba justificado, bajo la administración democrática más idealista
que ha conocido nuestro país, aterrorizar a la opinión pública y organizar la
vida de forma disciplinaria. Se verá que cuando esta nación tuvo la oportunidad
de conducir la guerra noblemente y con escrupulosa consideración por la
preservación de los valores democráticos en casa, prefirió adoptar todas las
odiosas técnicas de coerción del enemigo y de los peores sistemas de gobierno
de nuestro tiempo en el que atañe a la intimidación y la ferocidad punitiva<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p><br /></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 18.6667px;">Como puede evidenciarse en estos fragmentos, la lectura del libro de Bourne me ha suscitado la sospecha de que lo había escrito este mismo año, y no en 1918. Y es que, aún a pesar de tantas transformaciones, el estado es el estado y la guerra es la guerra. Lo más nuevo es que un virus pueda desencadenar tan formidable experimento de control social, homologándose, nada menos, que con la guerra misma.</span></p>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-47168023540175922762023-12-08T12:10:00.000+01:002023-12-08T12:10:03.438+01:00UN TEXTO DE CUADERNOS PARA EL COLAPSO<p> <!--[if gte mso 9]><xml>
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</p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Cuadernos
para el Colapso es una publicación que representa un pensamiento alternativo,
que, en esta época de ausencia de pensamiento, espejismos múltiples y, como se
afirma en la presentación de este blog, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">certezas
afiladas como cuchillos</i>, representa un confín insólito para las miradas
integradas en un sistema cerrado, perimetrado y embotado. He publicado en el
blog algún texto de Tiqqun, cuyos textos trascienden las fronteras del
hermético y autorreferencial régimen de conocimiento. </span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Ahora subo
este texto lúcido, que remite a la idea rectora de ese blog, el colapso. Su
lectura suscita, inevitablemente, muchas preguntas que carecen de respuesta en
las coordenadas de los sistemas políticos y culturales del presente. La
experiencia de leerlo ha sido gratificante, en tanto que ha conmovido todos mis
esquemas referenciales, dando lugar a varias problematizaciones, que espero que
sean fructíferas. Si algún lector experimenta una conmoción intelectiva análoga
a la mía propia me sentiré recompensado.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"> </span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-weight: bold;">CÓMO EMPEZÓ
TODO</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 16.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-weight: bold;">TESIS DE
ESTRASBURGO</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"> </span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Aparecido en
diciembre 2023 en </span><a href="https://olaf.bbm.de/nummer-43-moses-dobruska-wie-alles-anfing"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Die Aktion 4.0</span></a><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"></span></p>
<p class="MsoNormal"><a href="https://cuadernosparaelcolapso.noblogs.org/post/2023/12/01/como-empezo-todo-tesis-de-estrasburgo/#more-682"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">https://cuadernosparaelcolapso.noblogs.org/post/2023/12/01/como-empezo-todo-tesis-de-estrasburgo/#more-682</span></a><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"> </span></p>
<p class="MsoNormal"><i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Si hemos
sido derrotados, no podemos hacer nada más que volver a empezar desde el
comienzo. Y por suerte, la tregua, probablemente muy breve, que tenemos
concedida entre el fin del primer acto y el principio del segundo acto del
movimiento, nos brinda el tiempo preciso para realizar una labor de imperiosa
necesidad: estudiar las causas que hicieron ineludibles tanto el reciente
estallido revolucionario como la derrota de la revolución, …</span></i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Engels, <i>Revolución
y contrarrevolución en Alemania,</i> Londres 1851</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"> </span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold;">TESIS DE ESTRASBURGO</span></p>
<p class="MsoNormal"><b><i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"> </span></i></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-style: italic; mso-bidi-font-weight: bold;">1</span><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En el curso
de su colapso interior, esta sociedad no ha encontrado mejor truco para
jugársela a sus oponentes que tomarles prestada su nueva moral de sustitución.
Por eso, en la fase final del nihilismo la opresión se expresará en términos de
ecología, feminismo y antirracismo. Los fascistas llevan las de ganar, por
contra, presentándose como los verdaderos partidarios de la libertad, de la
democracia, de la alternativa contrahegemónica y, por último, de la revolución.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">2</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Ha llegado
el tiempo del feminismo <i>Barbie</i> y de la izquierda <i>Pfizer</i>, de los
anarquistas pro-censura y de los autónomos pro-otan, del horizontalismo
autoritario, de la energía nuclear verde y del estalinismo vacunal, de los
bombardeos por los derechos lgtbiqa+ y del anti-papa –el papa que en materia de
migrantes, de ecología, de crítica del capitalismo, de la guerra o de la
jerarquía, devuelve al izquierdismo a su inanidad devolviéndolo a su <i>origen</i>–.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">3</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">No hay nada
más serio, y más seriamente contemporáneo, que la teología. La ignorancia
teológica es la que le permite a ésta perpetuar su reinado al amparo de la
política, la economía, la ciencia, la filosofía, la literatura e incluso de la
vida cotidiana. Para superar a la teología habrá que superar su
desconocimiento. Ateos, ¡un esfuerzo más si queréis ser revolucionarios!</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">4</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">«Se asiste
ahora a una verdadera manía para consagrar al feminismo, la sociedad ha llegado
incluso a adoptar una actitud de promoción… Los modos son múltiples e insidiosos
y, aunque no se quiera, se corre el riesgo de caer en ellos y ser atrapado. La
necesidad de reconocimiento propia de las mujeres se ve estimulada por un clima
de interés y de oportunidades prácticas. La sociedad está dispuesta a aceptar
las premisas del feminismo sin comprender la evolución que clarifica esas
mismas premisas. Ve en el feminismo una ideología, dicho de otra manera, un
poder, y como tal lo respeta porque él confirma –en lugar de ponerlo en crisis–
eso que queremos subvertir» (Carla Lonzi, <i>Escritos, voces de Italia,</i>
1977)</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">5</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">«El gran
peligro consistiría en sustituir el mito de las clases obreras portadoras del
futuro de los valores por el de la defensa del medio ambiente, de una
salvaguarda de la biosfera que podría tomar con la misma facilidad un carácter
totalmente totalizador, totalitario (…) A la industria nada le gustaría más que
utilizar al movimiento ecologista como ha utilizado al movimiento sindical para
su propia reestructuración del campo social (…) El movimiento ecologista debe
entonces, en mi opinión, preocuparse prioritariamente de su propia ecología
social y mental.» (Félix Guattari, <i>Chimières</i>, nº 28, 1991-1992)</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">6</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El
movimiento obrero fue derrotado por haber criticado a la sociedad burguesa en
su propio lenguaje –el de la economía–. Actualmente hay chiflados que pretenden
desafiar a la sociedad cibernética en su propio lenguaje –el de la ecología–.
Si esta sociedad envuelve a esos activistas con una mirada tan benevolente es
porque pretenden llevarnos a una derrota similar.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">7</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El escritor
de ciencia-ficción ecologista Kim Stanley Robinson declaró recientemente: «Me
reúno con muchos tecnócratas, y a algunos les gustaría que hubiera mucho más
activismo. (…) Las alianzas y una sinergia son posibles entre tecnócratas,
activistas y acciones ciudadanas de masas». Nadie se alía con alguien más
fuerte que él sin convertirse, conscientemente o no, en su vasallo. Actuar
guiado por el inconsciente no ha constituido nunca una excusa.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">8</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Los
activistas de la ecología están agotando los últimos recursos subjetivos
movilizándolos inútilmente contra quienes «agotan los recursos naturales». Al
igual que a sus «enemigos», apenas les preocupa cómo se forman y se
reconstituyen tan preciados recursos: el valor, el entusiasmo, la confianza,
los saberes. En tanto que extractivistas <i>a su manera</i>, ellos aspiran a
ser reconocidos como interlocutores al mismo nivel por la otra mafia del
extr-activismo.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">9</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La ecología
es el nombre de un problema, en ningún caso de una solución. Cuando es una
civilización la que desfallece, cuando, por tanto, es la forma en que nuestros
problemas están configurados la que se vuelve problemática en sí misma, no hay
«solución» por ninguna parte. «Los ecologistas nos enseñan por qué y cómo está
en juego el futuro del hombre. Pero es al hombre y no al ecologista al que le corresponde
decidir su futuro.» (Georges Canguilhem, <i>La cuestión de la ecología,</i>
1973)</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">10</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El discurso
del progreso ha permitido al Capital superar toda resistencia interna a los
estragos que suponía la modernización. Su función era mucho menos cuestión de legitimar
que de <i>desinhibir</i>. Servía menos a fines de convicción externa que
interna. Actualmente su rendimiento es casi nulo, incluso negativo. A juzgar
por sus resultados, ya nadie puede creer en el progreso. Paradójicamente, es el
discurso ecologista el que ha tomado el relevo. De ahora en adelante, el
Capital buscará en la ecología, con su bioeconomía y su <i>green new deal</i>,
la fuerza para continuar haciendo lo que siempre ha hecho: explotar, arrasar,
masacrar, producir. El discurso ecologista no es <i>eso a pesar de lo cual</i>
todo continúa como antes, sino eso que <i>autoriza</i> la perpetuación del <i>business
as usual</i> y la profundización del desastre. Así pues, en el futuro tendremos
biotecnologías, energía nuclear y geoingeniería <i>en nombre de la ecología</i>.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">11</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El último
recurso que han encontrado para silenciar a las mujeres ha sido el de
autorizarlas a hablar solo en cuanto que «nosotras, las mujeres». El
antifeminismo se realiza <i>como feminismo</i> exactamente del mismo modo que
el anti-ecologismo se realiza <i>como ecologismo.</i></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">12</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El presente
estado social es un estado alucinatorio. Las categorías de la psicopatología se
han convertido en las mejores categorías para el análisis político; no es
necesario buscarlas más allá del DSM [Diagnostic and Statistical Manual of
Mental Disorders]. El reinado, propiamente orwelliano, de la mentira sobre
todas las cosas no es un mal, sino una <i>enfermedad</i>.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">13</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El síntoma
es el resultado de un estado de sufrimiento sin salida. Aquel que no encuentra
en ninguna parte de la Historia que le cuentan el hilo que lleva al mundo en el
que ha nacido, no puede encontrar el hilo de su propia vida. «Los padres
comieron las uvas agrias y los dientes de los hijos tienen la dentera».</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">14</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Hay quienes
hacen la historia y quienes la cuentan. Los que hacen la historia saben que los
que la cuentan mienten, pero esta mentira es también para ellos la condición
para poder <i>continuar haciéndola</i>, sin impedimentos.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">15</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">«Fueron
militares rusos, en la Rusia soviética, quienes enseñaron a los alemanes las
tácticas de guerra con carros blindados gracias a la cual arrollaron a Francia
durante la Segunda Guerra Mundial; también fueron cuadros soviéticos quienes
instruyeron a los primeros pilotos de asalto alemanes, que tantas sorpresas
iban a dar al comienzo de ese mismo conflicto» (Franz Jung, <i>El camino hacia
abajo</i>). En agosto de 1936, es decir, <i>después</i> del estallido de la
Guerra Civil española, la totalidad del Comité Central del Partido Comunista
italiano firma un llamamiento «por la salvación de Italia y la reconciliación
del pueblo italiano». Decía: «Los comunistas adoptan el programa fascista de
1919, que es un programa de paz, libertad y defensa de los intereses de los
trabajadores, y os dicen: luchemos juntos por la realización de este programa».
¡Apañáosla como podáis con esto!</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">16</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Jamás ha
habido tan pocas personas que hablen en nombre propio como en esta sociedad de
narcisismo generalizado. La magia social te tiene pillado por el ego. Operar
más allá del ego no es ningún mandato moral, sino una condición estratégica.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">17</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En el fondo
el activismo es de naturaleza esencialmente <i>terapéutica</i>. Si se deja a un
lado el revuelo mediático pasajero que puede ocasionar, no tiene otro efecto
que permitir al activista «sentirse mejor consigo mismo», procurarle el
sentimiento distintivo de no ser «como todos los demás» –esa masa pasiva de
imbéciles y puercos anestesiados–. Para el activista, pretender actuar «por los
demás», «por el planeta», «por el bien» no es más que una modalidad retorcida
de narcisismo y autopromoción universal. En este comercio de indulgencias no
hace falta más que trabajar, amparándose en motivos genéricos y generosos, para
su propia promoción moral individual.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">18</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La mezcla de
cooperación y competición, de información y disimulo, de sumisión y traición,
pacificación y guerra, individualismo fanático y mandatos sociales que tejen la
presente sociedad imperial se ha <i>ingeniado</i> en los términos de la teoría
de juegos. No es por casualidad que el sitio de California donde esta teoría ha
sido desarrollada es el mismo lugar donde se concibieron posteriormente todos
los dispositivos cibernéticos individualizados de los cuales constituye el <i>código
fundamental</i>. A la pregunta «¿qué aplican las aplicaciones?», la respuesta
es simple: la teoría de juegos.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">19</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En los años
50, los creadores de la teoría de juegos tenían por afición jugar en la
cafetería de la <i>Rand corporation</i>, donde trabajaban, a un <i>juego de
mesa</i> que habían inventado; su nombre era «Fuck your buddy!». «Fuck your
buddy!» es la moral implícita de todas las relaciones sociales actuales –tanto
afectivas como profesionales, amistosas o comerciales, virtuales o cotidianas–.
No hay nada menos lúdico que la <i>gamificación</i> universal. No hay nada
que no se haya convertido en un terreno de competición, incluso el número de
«amigos», y por tanto, la simpatía se vuelve un momento de hostilidad general.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">20</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Las
ficciones sociales son por naturaleza <i>eficaces</i>. La antigua ficción
consistía en que el hombre era propietario de su fuerza de trabajo y la vendía
al propietario de los medios de producción. El sujeto humano seguía siendo
libre hasta en la sumisión y soberano hasta en la alienación de su tiempo y sus
fuerzas. Su dignidad y su integridad quedaron fijadas para toda la eternidad,
aunque fueran ultrajadas a diario. Este era el tema del humanismo clásico, del
que juristas y militantes nunca nos dejan de hablar sin una punzada de
nostalgia, pero al que son incapaces de reconocer como una ficción social
perfectamente obsoleta. El que ahora prevalece es el del <i>capital humano</i>.
El tema del capital humano se define como la agregación de su capital social,
su capital salud, su capital relacional, su capital cultural, su capital
capilar, etc. En ningún caso, él es propietario del capital <i>que él es</i>.
Él <i>es</i> su capital social, su capital salud, su capital relacional, su
capital cultural, su capital reputacional, su capital capilar, etc. Y no son
cosas que pueda alquilar, alienar, poner a disposición de otros sin perderlas
en ese mismo instante, sin perderse <i>a sí mismo</i>. Eso le pone más celoso.
Tampoco son cosas que existan por sí mismas, más allá de las interacciones
sociales que les dan existencia y que, por tanto, importa multiplicar tanto
como sea posible. Estos capitales son capitales <i>oxidables</i>, igual que hay
monedas oxidables [de interés negativo]: sólo tienen que ser activados,
cuidados, acumulados, apreciados, maximizados, en resumen: <i>producidos</i> en
cualquier momento y en cualquier interacción –amenazados como están por su <i>devaluación</i>.
El sujeto del capital humano, en cuanto siervo del capital que es mucho más que
dueño de sí mismo, empresario de sí mismo mucho más que sereno propietario de
su persona, sólo conoce las <i>interacciones estratégicas</i> cuyos resultados
se trata de <i>optimizar</i>. La teoría de juegos, en la que ninguna finta,
ninguna mentira, ninguna traición está de más para alcanzar sus fines, es la
teoría de este «sujeto» de una precariedad absoluta, de una obsolescencia
programada y de una inconsistencia tal que puede ser <i>cancelada</i> al menor
paso en falso, según los movimientos imprevisibles de la opinión y los códigos
vigentes. Haber hecho del animal humano ese centro de cálculo vacío, frenético
y angustiado; esta es la mutación antropológica que han coronado las redes
sociales.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">21</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Amante
especialmente celosa, esta sociedad acoge como una conmovedora muestra de
lealtad cada vez que uno de sus miembros consiente en traicionar a un amigo, un
allegado o un pariente, por el bien de ella y de sus manidos «valores». Lo que
está surgiendo, tras el ritual mediático de la confesión pública, es una <i>sociedad
de la traición</i> –una sociedad en la que la traición recíproca, es decir, la
posibilidad de que se produzca en cualquier momento, se considera un nuevo
pacto social–. Toda la <i>parresía</i> que se derrama sobre el público es la
que no tiene lugar en las relaciones que ella pone en tela de juicio y remite
mediante su adulación a su definitiva espectralidad.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">22</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El
imperativo alineamiento ideológico exigido a los <i>ciudadanos</i> durante la
operación covid –seguida de la operación Ucrania, la operación Clima y la
operación Palestina– ha sido la ocasión para la especie de <i>revuelta de los
mediocres</i> que siempre acompaña a la fascistización de las sociedades.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">23</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El fascismo
ya ha ganado cuando todos han renunciado a <i>pensar</i> el «episodio covid».
Todo el mundo pudo ver claro entonces lo que valía la «cultura», y cómo todos
esos «intelectuales críticos» estaban más apegados a su estatus social que a su
pensamiento. El desprecio de la cultura y la inteligencia mostrado por esta <i>izquierda
zombi</i> quedó sellado por su mutismo cómplice, mucho antes de que los
fascistas vinieran a pisotearla.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">24</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Quienes
pretenden que en alguna parte habría una fuerza constituida, un determinado
movimiento sobre el que apoyar la posibilidad de una revolución, o simplemente
capaz de oponerse a las maniobras gubernamentales, no hacen más que engañarse y
engañar. Al <i>ocupar así el terreno</i>, obstaculizan que emerja algo nuevo,
capaz de apoderarse de la época y de retorcerle el cuello.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">25</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La necesidad
de fantasear con la existencia de un movimiento proviene de que, para cierto
número de ilusos, esta ficción hace las veces de consistencia social: ellos
«formarían parte». En efecto, es común que, cuando no se sabe lo que se quiere,
se llegue a querer <i>existir</i> –y por tanto, fatalmente, a fracasar ya que
existir no puede resultar de una <i>voluntad</i>. Algunos han creído,
manifiestamente, que se podía aplicar a la revolución la consigna «fake it
until you make it», que tiene tanto éxito en la economía de las <i>start-ups</i>.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">26</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">A medida que
las redes sociales han extraído lo esencial de la existencia social y de la
valorización a ella vinculada, los militantes radicales se han reducido
insensiblemente a un subsector marginal de dichas redes, que los ha subsumido
casi integralmente. La imposibilidad, y el carácter finalmente superfluo, de
disponer de una estrategia efectiva se deriva lógicamente. De ahora en
adelante, los movimientos sociales están allí en primer lugar como soporte para
la existencia individual de los militantes en las redes sociales. Si no
conducen a ninguna parte, si no importa que desemboquen en una victoria o a una
derrota, es porque ya cumplen ampliamente esta función básica.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">27</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Para el
activista, la razón de ser de la acción sólo es relativa a las imágenes que
pueden producirse, y más aún a la explotación política de estas imágenes, así
que no hay por qué escandalizarse de la aberración estratégica o del pasotismo
táctico de dichas acciones. La verdadera eficacia de la acción reside <i>fuera
de ella misma</i>, en los efectos secundarios que debe permitir. Desde este
punto de vista, un herido grave no es necesariamente una pérdida, y una derrota
rotunda puede también convertirse con facilidad en un éxito patente; si al
menos no se es demasiado sensible al sufrimiento de los mártires.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">28</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El
triunfalismo desubicado, seguido del mutismo sobre la derrota una vez que ésta
se ha consumado, designa una de las formas más perversas que toma el <i>amor
por la derrota</i> de la izquierda, tanto entre los activistas como entre los
sindicalistas. La celebración de victorias inexistentes enmascara oportunamente
la retirada final o, las más de las veces, la completa ausencia de estrategia.
Hay que considerar, sin paradoja alguna, que los verdaderos derrotistas son
aquellos que, siempre <i>positivos</i>, no dejan de aplaudir y felicitarse a sí
mismos. Y que son aquellos que critican «el movimiento» sin complacencia, los
que manifiestan más claramente su rechazo a dejarse vencer estúpidamente y, por
tanto, su determinación a ganar.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">29</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Hay quien
quiere vencer y quien quiere ser <i>reconocido</i>, es decir, quien considera
una victoria ser reconocido. La verdadera victoria no tiene que ver con el
enemigo, sino con la posibilidad de desplegar los propios planes justo después
de los éxitos tácticos. Y hay que tener planes.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">30</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La forma en
que, de repente, <i>no quedó nadie</i> para enfrentarse al gobierno durante <i>el
golpe de mundo</i> cuya ocasión fue servida por el covid, apoya esta otra
hipótesis: que <i>todo el mundo está en otra parte</i>.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">31</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">No existe el
privilegio de la conciencia política. Nadie ha resultado ser más embaucado, en
los últimos años, que quienes se creen «politizados». Nadie ha sido más
estúpido que las personas «cultivadas». Hay que buscar a aquellos con los que
haremos la revolución por todas partes excepto entre los «politizados» –éstos
tienen demasiado capital social que perder como para no ser estúpidos y
cobardes–.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">32</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Ya no
tendréis noticias nuestras, o sólo por accidente. Desertamos de vuestro espacio
público. Nos pasamos al bando de la construcción real de fuerzas y formas. Nos
pasamos al bando de la conspiración, al bando del conspiracionismo <i>activo</i>.
<i>We are </i>«<i>exiting the vampire’s castle</i>»<i>. See you on the outside!</i></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">33</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Creer lo
suficiente en lo que se piensa como para no decirlo. Creer lo suficiente en lo
que se hace como para no hacerlo público. Dejar a los cristianos, y los
izquierdistas, el gusto publicitario del martirio.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">34</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Sólo habrá
lo que construyamos. Precisamente porque no hay nadie a quien salvar es tan
necesaria una revolución. La cuestión política central del siglo XXI consiste
en saber cómo constituir realidades colectivas no fundadas en el sacrificio.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">35</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">«Desde ahí
que queremos contribuir a crear, como un frente de ondas colectivo, las
condiciones para un cambio cultural ético que nos saque de la trampa de la
cohabitación cultural actual centrada en relaciones de desconfianza y de
control, de dominación y de competición propias de la cultura
patriarcal-matriarcal que llevamos prácticamente por todo el planeta» (Humberto
Maturana & Ximena Dávila, <i>Habitar Humano</i>)</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">36</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Los que han
ganado la guerra se llenan la boca de la palabra «paz». Los que se han
apropiado de todo sólo hablan de inclusividad. Aquellos animados por el cinismo
redomado sólo hablan de bondad. Incluso han conseguido el milagro de convertir
a casi todos los izquierdistas y militantes del mundo a esos «valores». Así es
como han logrado reprimir incluso la <i>posibilidad</i> de una revolución. Y en
efecto, los vencedores saben muy bien que no existe una revolución inclusiva,
ya que consiste, como mínimo, en su exclusión violenta. Tampoco existe una
revolución <i>benévola</i> o <i>ecológica </i>–a menos que se considere que lo
sería quemar palacios, enfrentarse a las fuerzas armadas o sabotear las grandes
infraestructuras–. «Sólo la violencia sirve donde reina la violencia», decía
Brecht. Para los vencedores, la paz es simplemente la eternidad de su victoria.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">37</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Los cabrones
utilizan todas las ideologías humanitarias posibles para proscribir toda
compartición neta en el seno de la humanidad –lo que obviamente les
perjudicaría–. Nosotros militamos por un mundo sin cabrones. Nos parece un
programa mínimo a la par que coherente y satisfactorio.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">38</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Aprender a
reconocer a los cabrones y, para empezar, admitir su existencia, está en el
origen de nuestra fuerza: el analfabetismo y el indiferentismo en cuestiones
éticas benefician obviamente a los cabrones.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">39</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El Partido
se fortalece depurándose de sus elementos oportunistas, nihilistas, escépticos,
covidianos, perversos, narcisistas, posmodernos, etc.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">40</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La verdadera
potencia colectiva sólo puede construirse con quienes ya no tienen miedo a
estar solos.</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"> </span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"> Moses
Dobruška</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"> </span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"> </span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"> </span></p>
juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-88520950748066183582023-12-04T06:48:00.001+01:002023-12-04T06:48:26.710+01:00DEL ECLIPSE DEL HORIZONTE AL ADVENIMIENTO DE LA SUPERVIVENCIA<p> </p><p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">¡Cuidado, que viene el futuro ¡<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Perich<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El cambio
más importante que he experimentado desde la perspectiva vivida de mi propia
biografía es el de la disipación del horizonte. Mi azarosa juventud estuvo
determinada por una militancia activa en la oposición al franquismo. Todas las
actividades realizadas por la oposición se encontraban articuladas por un
horizonte que les otorgaba un sentido: la inevitable llegada de la democracia.
La transición consumó ese gran objetivo, y, en los años siguientes, reaparecieron
varios horizontes, generadores de sentido compartido, lo que desataba notables
energías en los sectores sociales que las sustentaban.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Así, tras la
alegre llegada de la democracia, me localicé en el ínclito sistema sanitario,
que en el comienzo de los años ochenta se encontraba polarizado en torno a un
nuevo horizonte: la reforma sanitaria que adaptase este a la novísima
democracia recién llegada. Como técnico del INSALUD en Cantabria colaboré en
distintos campos profesionales llenos de energía, movilizados por el seguro
advenimiento de un futuro al que se suponía triunfal. La reforma de los
hospitales desde la perspectiva de los renovados servicios de atención al
usuario en los hospitales, que entonces se entendían como una suerte de
comandos especiales en pro de una luminosa humanización de la asistencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">También
participé en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">no va más</i> de la
reforma sanitaria que se estaba incubando, la nueva atención primaria, fundada
en la creación de los nuevos centros de salud, entendidos entonces como
verdaderas entidades dotadas de poderes mágicos. Pude colaborar directamente en
esta reforma y tuve el privilegio de participar en un equipo multiprofesional
de apoyo y realizar un informe sobre la implementación de la reforma en dos
centros de salud. Este, cuyo título fue “Operación Espejo”, me permitió hacer
trabajo de campo en el interior de dos equipos en un contexto en el que todos
los participantes compartíamos una ingenuidad asombrosa, que se disipó tras los
primeros años.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Tanto en los
Servicios de Atención al Usuario en los hospitales, como en los centros de
salud, se podían respirar las colosales energías de los participantes,
definidas por la percepción de un futuro que era entendido como un salto
prodigioso que nos otorgaba el privilegio de formar parte de una generación pionera
y especial. El horizonte de cambio se materializaba en un ambiente en el que la
ilusión desempeñaba un papel primordial, que conformaba un relato que
privilegiaba una épica resultante de la materialización de una reforma, que
remitía a aspectos mágicos. Así se incubaban ambientes que favorecían, tanto la
generación de iniciativas, como la recreación de imaginarios profesionales que recurrían
a lo legendario.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Mi
trayectoria culminó con la llegada a la Escuela Andaluza de Salud Pública, en
la que las energías e ilusiones se prodigaban en torno a un proyecto que era
considerado como rupturista con respecto, tanto a la Universidad convencional,
como a los anquilosados centros de formación en salud pública de aquel tiempo.
La EASP era un espacio en el que se materializaba una fusión explosiva entre la
Reforma Sanitaria y el proyecto de ella misma, que la convertía en un centro
guía de todo un tiempo nuevo, en el que desempeñaba un papel de partera de la
nueva salud pública y el renovado sistema sanitario resultante de la magia de los
nuevos saberes que la inspiraban.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Así, en los
años transcurridos entre 1983 y 1990, transité por contextos profesionales
activos y plenos de ilusiones, determinados por el encantamiento derivado de la
concepción de las reformas como aplicaciones del nuevo reino de Dios en la
tierra. La ilusión compartida, fundada en unas expectativas totalizantes,
otorgaba a los contextos de estas organizaciones del sistema sanitario una
fuerza vinculada con un profetismo que se localizaba en todas las actividades,
así como en los sujetos participantes. En estos años, la convicción de que las
prácticas profesionales conformaban lo que se entendía como “lo nuevo”,
alimentaban verdaderas fantasías compartidas. El horizonte del cambio,
entendido como providencial, adquiría un esplendor inusitado y devenía en una
fuente considerable de la satisfacción profesional.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En el año
1990 aterricé en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la
Universidad de Granada, reencontrándome con una institución que se reclamaba en
lo nuevo. Ahora se trataba de la flamante disciplina de la sociología, que se
emancipaba del honorable derecho político para asentarse sobre la realidad de
Andalucía para cumplir con el mandato de generar el conocimiento necesario para
la racionalización necesaria para sancionar la gran modernización de tan
atribulada región. En este caso, las inercias institucionales interferían en
las dinámicas organizacionales, haciendo válido el aserto de que la vieja
universidad nunca muere, en tanto que muestra su asombrosa capacidad para
reencarnarse en cualquier proyecto nuevo sustrayéndole su esencia. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Pero estos
tiempos fundantes que tuve el privilegio de vivir, terminan cristalizando en
rutinas que amenazan a los imaginarios heroicos de los comienzos. El paso del
tiempo favorece la conversión de los pioneros en grupos de interés, de modo que
las lecturas de las reformas se modifican sustancialmente. Las finalidades
iniciales se quedan adoptando la forma de expresiones rituales que encubren el
bloqueo de los procesos de cambio iniciados. Los actores se estabilizan y se
constituyen en colectivos que pujan por modificar los equilibrios establecidos
en el conjunto del sistema en su favor. Los intereses corporativos priman sobre
las finalidades iniciales. La rutinización disipa la energía producida en los
primeros tiempos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">A partir de
mediados de los noventa, todos los campos en los que participé en sus
refundaciones democráticas, son convertidos en campos de localización de nuevas
reformas de signo inverso a las propuestas de los años ochenta.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Las nuevas reformas, gerencialistas y
neoliberales, socavan el tejido social de las organizaciones y debilitan los
vínculos horizontales establecidos entre sus miembros. Esta es la condición
necesaria para la reconversión del viejo estado del bienestar. El mercado se
hace presente en forma de huracán político y directivo, que recompone el
sistema sanitario resultante del inicio de las reformas salubristas iniciadas
en los ochenta. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Tras largos
años de reestructuración del sistema sanitario, en la segunda década del nuevo
siglo XXI se instaura un nuevo orden interno que puede ser sintetizado en el
término “recortes”. Las políticas sanitarias invierten las direcciones de los
años de crecimiento y de finalidades asociadas a los horizontes, para instituir
gradualmente un sistema en recesión permanente, que determina la mutación de sus
propios supuestos y sentidos. De la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">grandeur</i>
derivada del horizonte, a la sobrevivencia, este es el meollo de la mutación en
curso. En un contexto de recesión, cada profesional o unidad se ve
imperativamente orientado a sobrevivir.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La nueva
situación genera una cotidianeidad sórdida en la que cada cual se ve impelido a
cumplir sus objetivos, determinados por la simulación de un contrato. Las
culturas organizacionales heroicas son reemplazadas por una versión empobrecida
e individualizada de la sobrevivencia, en las que la gloria determinada por las
finalidades, cede el paso a un utilitarismo menguante y rácano. Las
comunicaciones y las movilizaciones devienen en defensivas frente a la amenaza
de la privatización o desaparición. Así se funda un nuevo tiempo en la que
cualquier horizonte luminoso se desvanece, siendo desplazado por un menguado
común denominador, que se puede definir como la conservación del mismo puesto de
trabajo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Así, tras mi
propia jubilación, soy testigo de la demolición de los viejos edificios
institucionales. Los Servicios de Atención al Usuario como extensiones de las
direcciones en defensa de un orden asistencial basado en la administración de
la escasez; la atención primaria reestructurada sobre el principio de la
masificación y degradación; la salud pública como herramienta para un nuevo
tipo de gobierno de la población que legitima el autoritarismo. La misma
Escuela Andaluza de Salud Pública es objeto de un homicidio organizacional,
siendo asaltada su identidad y demolida para ser reimplantada a un contexto
universitario convencional.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Este es un
tiempo de sobrevivencia, que se funda en un relato cicatero que ha renunciado a
las palabras mayúsculas. Las miserias de las narrativas vigentes generan un
encanallamiento creciente de las personas y las relaciones institucionales. Las
organizaciones son reducidas a los contratos entre sus miembros y las
direcciones en un contexto de precarización creciente. La individuación
agresiva y montaraz es la condición para la consumación de las domesticaciones
profesionales. En un contexto así, los directivos, convertidos en una suerte de
brujos, experimentan con los equipos introduciendo los métodos de la gestión de
emociones y otros similares procedentes del arsenal de la psicología, para
generar las condiciones de un suicidio profesional asistido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Privados de
cualquier horizonte, las organizaciones sanitarias son gobernadas por una casta
referenciada en los saberes y los métodos de la empresa postfordista. Los
profesionales son reconvertidos en recursos humanos. Despojados de su herencia
simbólica son conminados a aceptar la realidad de la recesión de los recursos
asignados. En un contexto así, cualquier propuesta de reforma que trate de
recuperar el horizonte, es silenciada y menospreciada. La reciente propuesta de
Gérvas sobre una nueva reforma renacentista de la atención primaria es eludida
en un medio organizativo definido por la brutalidad y la violencia derivada de
los pragmatismos asociados a la sobrevivencia. A día de hoy y en ese contexto,
solo son escuchadas propuestas avaladas en cifras tangibles que emulen a los
sobrevivientes. La nueva quimera del oro, la quimera del nuevo mercado de la
salud mental, es la única propuesta atractiva para movilizar a los
sobrevivientes privados de horizonte.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-82353582271079298292023-11-28T06:27:00.004+01:002023-11-28T06:27:36.502+01:00GAZA: EL ENSAÑAMIENTO CON LOS SOBREVIVIENTES<p> </p><p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El club con más socios del mundo es
el de los enemigos de los genocidios pasados. Sólo tiene el mismo número de
miembros el club de los amigos de los genocidios en curso.”</span></i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Jean-François
Revel<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La paz no es simplemente la ausencia
de conflicto; la paz es la creación de un entorno en el que todos y todas
podemos prosperar.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Nelson
Mandela<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El castigo
apocalíptico que el estado de Israel está infligiendo a la población de Gaza se
instala como espectáculo audiovisual en el centro de la actualidad, en espera
de completar su inexorable ciclo de crecimiento, declive, y, finalmente, reemplazo
por el siguiente espectáculo motivador para tan volátil audiencia. Tanto los
informativos como los programas de tertulia seleccionan imágenes espeluznantes
que se renuevan a diario. Pero, la ausencia de reporteros gráficos de las
televisiones sobre el terreno limita la capacidad de las cámaras. Lo más
sustantivo de este episodio letal es la gran distancia existente entre las
imágenes obtenidas y la destrucción en grado supremo que impera en la realidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Las
fotografías y videos disponibles remiten a testigos o sobrevivientes ubicados
en un paisaje de destrucción resultante de los bombardeos. Los sobrevivientes
deambulan entre las ruinas de los edificios portando sus cuerpos desprovistos
de cualquier atisbo de heroicidad. Se trata de gentes recién bombardeadas, que
muestran su finitud frente al torrente destructivo del fuego que viene desde el
cielo. Solo en el caso de los hospitales, se disponen de algunas imágenes de médicos
y pacientes sometidos a una presión demoledora. Lo que tiene lugar en Gaza es
una destrucción y masacre humana en la que los combates representan una ínfima
proporción. En este sentido, se trata de la ejecución en diferido de una
venganza programada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El conflicto
es tratado de modo superficial, en tanto que se constata el déficit de imágenes
y de informantes. De ahí que se consolide una tendencia perversa, como es
sustraerle su propia especificidad a los hechos, que quedan minimizados frente
a la activación de los estereotipos. Así, en las tertulias, tienen lugar
interpretaciones centradas en las viejas etiquetas, por lo que suelen terminar
reconvirtiendo los posicionamientos a los clichés de la política nacional. Así,
esta tragedia pierde su sustancia y su singularidad, convirtiéndose en una
moneda para la puja entre gobierno y oposición en España.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Uno de los
indicadores de la esquematización y reduccionismo por parte de los operadores
mediáticos, remite inexorablemente al declive de los textos escritos. En
guerras anteriores se prodigaron variados repertorios de géneros periodísticos,
en los que reportajes e informes desempeñaban un papel fundamental. Ahora, los
textos escritos cumplen un papel de apoyo a imágenes, o se inscriben en el
género de la columna de opinión, lo cual facilita su reconversión a la política
local. Así, proliferan las declaraciones orales de bustos parlantes cuyas
breves alocuciones se confrontan mutuamente para conformar la eterna
confrontación por ocupar las posiciones preeminentes en el estado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En estas
condiciones, parece inevitable lo que Bauman denominaría como licuación de la
información. Esta tiende a establecer simplificaciones que contrastan con el
espesor de los hechos. La dimensión principal de esta manifiesta futilidad de
la información, es la reducción de la masacre a una dimensión principal, tal y
como es el número de muertos. Esta es la medida con la que se atribuye un valor
a la destrucción. Pero esta interpretación monocausal, sustrae la verdadera
magnitud de la catástrofe. En mi opinión, la fatalidad más relevante de este
episodio, radica en la completa destrucción de los edificios e
infraestructuras, lo que convierte a la población en refugiados forzosos,
habitantes de un sórdido campo de concentración.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Por eso he seleccionado
la inteligente frase de Mandela. El aspecto más sustantivo de la gran
carnicería en curso, es la crueldad, precisamente con los sobrevivientes.
Cuando concluyan las operaciones militares, estos se encontrarán privados de un
suelo sobre el que sea factible reconstituirse, así como con los recursos
necesarios para sustentar una vida aceptable. De ahí que lo que está ocurriendo
en Gaza sea un nuevo tipo de genocidio sobre una población, que a la
destrucción física incorpora algunos elementos de la limpieza ética y del
apartheid. El objetivo no declarado es promover la huida de los que puedan. Los
demás se encuentran abocados a una suerte de exterminio en campos de
concentración sórdidos, cuya principal función es ser visibilizados por el
panóptico securitario israelí.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La
destrucción televisada de la población palestina remite a la persistencia de algunos
de los supuestos que inspiraron al colonialismo, en este tiempo paliado por la
parodia que tiene lugar en las organizaciones globales, y la ONU en particular,
que instrumenta el simulacro del gobierno mundial. El poder militar inmenso que
se abate sobre esta población, sanciona una forma de exterminio que se inspira
en la desratización. Las toneladas de bombas tienen el propósito de destruir
sus estancias para hacerlas salir a la superficie. Por eso me impresiona
contemplar a los seres humanos que deambulan entre las ruinas pensando en
sobrevivir el día siguiente. La tragedia de la población de Gaza no tiene
techo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Esta masacre
sin apenas combate alimenta la espiral del terrorismo. Imagino la impotencia
vivida repetidamente por los niños sobrevivientes, carentes de cualquier futuro
aceptable. Parece inevitable que la venganza se configure como el móvil de sus
vidas. La impotencia vivida frente a los aviones, los tanques y los soldados
blindados alcanza cotas inimaginables. La crueldad es convocada por esta situación
de masacre racionalizada a una población sin capacidad de defensa. Parece
inevitable recurrir a Günther Anders y su concepto de “ceguera del apocalipsis”
para comprender la información sobre esta masacre convertida en un espectáculo
audiovisual que se referencia en los viejos discursos heroicos que sustentaron
el colonialismo y que en este tiempo se reinventan bajo otras máscaras.<a name="_GoBack"></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-12780284723256301462023-11-23T18:39:00.004+01:002023-11-23T18:39:51.804+01:00EL NUEVO GOBIERNO Y EL SÍNTOMA DE LA PASARELA<p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Al día
siguiente de su constitución, el nuevo y flamante gobierno progresista se pone
a sí mismo en escena mediante una presentación mediática espectacular en la
Moncloa. El primer Consejo de Ministros tiene lugar según los cánones ortodoxos
de la telerrealidad. Frente a una concentración nutrida de cámaras ubicadas en
la entrada del palacio, los ministros comparecen individualizados, con
intervalos de varios minutos entre ellos, mostrando su cuerpo en movimiento y
su rostro profusamente, como si se tratase de un bautismo icónico. Esta
ceremonia, minuciosamente programada, indica la centralidad absoluta de la
imagen en la videopolítica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Este
episodio significa el final de la pluralidad estética resultante del acceso a
las instituciones de los recién llegados desde 2014, procedentes de distintos
espacios sociales. Recuerdo los días de constitución del Congreso de los
Diputados, en los que algunos parlamentarios conservadores contemplaban atónitos
las indumentarias de los nuevos diputados, ataviados de distintas formas, de
modo que rompían la uniformidad imperante, mediante la proliferación de atavíos
y prácticas extrañas a tan noble institución. Los noveles bárbaros llegaron
incluso a introducir una bebé en los escaños, que simbolizó un cambio en los
repertorios del saber estar y el comportamiento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Por esta
razón, la presentación del nuevo gobierno en formato de pasarela, remitió a la
normalización de las instituciones, sancionando el retorno a la uniformidad y a
los cánones convencionales de las vestimentas. Una vez liberados de las
excepciones que representó Podemos, los novísimos ministros de Sumar expresaron
su adhesión a la estética imperante, mediante el traje oscuro para los varones
y los atuendos elegantes y sofisticados para las mujeres, siguiendo la estela
de su lideresa suprema, YolandaDíaz, dotada de las competencias sublimes del
mercado,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>como son las de elegir y
cambiar, de modo que prodigarse se convierte en un arte menor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En el camino
hacia la mitad del siglo XXI, se manifiesta la competencia indumentaria entre
la derecha y la izquierda. Esta no es una cuestión baladí, sino que refleja un
proceso de adaptación de los recién avenidos, al tiempo que muestra la
capacidad de absorción de las instituciones políticas. Desde la primera lectura
me fascinó el libro de Robert Michels “Los partidos políticos”, que
conceptualiza las trayectorias de las élites partidarias y su reconversión en
oligarquías según su célebre Ley de Hierro. Por esta razón me asombra la
evolución de los cánones estéticos de la generación del 2014, que acompañan a
su absorción institucional.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Así,
contemplo embelesado la mutación de la imagen en la gran mayoría de ellos. El
caso de Yolanda Díaz se produce paralelamente al de Montero, Belarra y otras.
No puedo olvidar la pauta indumentaria prevalente en la élite del PSOE de los
ochenta, que alternaba los trajes y corbatas de la actividad oficial con los
atavíos para los mítines de las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">chupillas</i>
que muestran el desclasamiento por un día. Me ha impresionado mucho contemplar
las cuidadas vestimentas de barrio en declive social de Belarra, Montero y
Serra una reciente manifestación en favor de Palestina. El recuerdo de la Ley
de Hierro de Michels ha sido imperativo. Se puede hablar de homologación de
trayectorias estéticas de las distintas élites de la izquierda, que son
análogas a la gradual adopción del estilo de vida de clase media de las élites
sindicales narrado por Michels.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En cualquier
caso, este acontecimiento de la plenitud estética del nuevo gobierno muestra la
centralidad de la imagen, referenciada en dos de las instituciones esenciales
del nuevo orden social: la televisión y la empresa postfordista, que fusiona la
producción con la comunicación. Se trata de ofrecer imágenes poderosas de los
nuevos ministros que se instalen en los imaginarios de los telespectadores
reafirmando sus equivalencias. Los programas espesos son desplazados por los
cuerpos en movimiento que adquieren vida digital como portadores de eslóganes,
siempre respaldados por la adecuada expresividad de los rostros, nucleados en
la sonrisa. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En estas
coordenadas me interrogo acerca de la capacidad de ese conjunto cuidado y
preparado de cuerpos y rostros para abordar un programa de transformación
social. Desde luego, esta apoteosis estética no está dirigida a promover la
acción de sectores de la población, sino, por el contrario, se ubica en el
campo de la seducción comercial. En este, lo decisivo es inducir al acto de la
compra del producto. En el caso del alegre y elegante gobierno, la finalidad es
la obtención del voto. Para ello es menester gustar y agradar. Las cuestiones
programáticas adquieren un papel subalterno a la imagen. La comunicación visual
representa el frenesí electoral. Cada político debe responder al imperativo
estético que cimenta la relación efímera entre los mismos y sus electores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Esta
transformación de la política recupera y reestructura las viejas instituciones
de la pasarela y la comitiva. Recuerdo que, en la inauguración del nuevo hospital
Zendal de Madrid, un prodigio semiológico, en tanto que la sobredosis de su
puesta en escena se contrapone a su indefinición sanitaria radical, Ayuso hizo
grabar un video, de casi dos horas de duración, con su paseo por el mismo, que
glorificaba la comitiva como grupo de privilegiados subalternos que acompañaban
a la lideresa en el trayecto. El misterio de esta práctica consiste en saber
aprovechar la cercanía a esta en un momento, bien para comentar, informar o
pronunciar palabras agradables a la misma, o bien para ser fotografiado en
posición cercana a la presidenta, lo que puede ser explotado en su currículum
fotográfico. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En la
comitiva hay que saber estar, asentarse bien, pujar discretamente por obtener
una posición cercana al <i style="mso-bidi-font-style: normal;">número uno, </i>de
modo que haga posible estar presente en las sucesivas imágenes que los
fotógrafos obtienen incesantemente. He sabido que recientemente las
universidades ofrecen cursos de artes escénicas a los compradores de créditos.
Estas se despliegan en distintas situaciones sociales, pero la comitiva va
adquiriendo un papel esencial. Las televisiones filman ahora la entrada de los
diputados en las sesiones solemnes. El tratamiento del cuerpo en movimiento
sigue la pauta de la pasarela, renovando las competencias de los líderes
políticos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">No puedo
terminar esta entrada sin expresar mi curiosidad acerca de quién manda en el
gobierno, así como el margen tolerado de disidencia con respecto a estas
prácticas de pasarela. ¿Puede alguno de los ministros negarse a participar en
esta liturgia? ¿Cómo se preparó este acto solemne? ¿existen normas de
exposición a las cámaras en el Consejo de Ministros? Desde luego, en el
siguiente episodio de propuesta de reforma del régimen político vigente,
propondré la abolición de los paseíllos y pasarelas, insistiendo además en el
pluralismo indumentario. La uniformización y los uniformes no son
independientes de los contenidos institucionales. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p><br /><p></p>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-72587968550178968692023-11-19T13:29:00.004+01:002023-11-19T13:32:39.362+01:00EL BLACK FRIDAY COMO FANTASMAGORÍA COMERCIAL DIGITALIZADA<p> <span style="font-size: 14pt;">En tanto que
las industrias del imaginario, los medios de comunicación audiovisuales en
particular, presentan las ardorosas contiendas entre los aspirantes a ubicarse
en el gobierno, lo que proporciona cierto control del aparato del estado y del
espacio empresarial asociado a este en el tiempo vigente, los dispositivos
comerciales incrementan su presión sobre los consumidores, en el camino de
establecer un estado de excepción comercial todos los días del año. La
publicidad conquista todos los territorios de la vida cotidiana y sus sistemas
de comunicación interactiva entre las personas. El Black Friday es el último
recién llegado a esa galaxia, diseñado para ejercer la primera presión
comercial de una dilatada cadena temporal que ya llega hasta casi los tres
meses.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">No cabe duda
acerca de que la publicidad es el astro dominante en este sistema
interplanetario de campos sociales. Ella moldea las comunicaciones,
reestructura a los receptores, aísla a los renuentes y reconvierte los sistemas
de comunicaciones según sus propios códigos. Se impone un flujo de comunicación
fundado en mensajes cortos con textos hiperbreves e ingeniosos, acompañados de
imágenes sugestivas, y con la finalidad disruptiva para el destinatario. Esta
fórmula comunicativa se produce en forma de cadenas de mensajes que tienen como
propósito la inundación de cada uno de los receptores, que ante los sucesivos
impactos alcanzan cierto estado de anonadamiento. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Esta es la
forma específica de debilitar al espectador pasivo, minimizando sus capacidades
racionales, siendo reemplazadas por las emociones derivadas de la cadena de
incesante de impactos. Me pregunto cómo es posible que en un programa de
televisión largo y con contenido intelectivo espeso, lo que requiere cierta
erudición, intercale varios tiempos de publicidad que derogan los estados
reflexivos de las personas, introduciendo códigos y formas de comunicación <i>extranjeras</i>. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Este proceso
de ruptura de las comunicaciones presuntamente importantes, mediante las pausas
publicitarias, tiene como consecuencia el reforzamiento de un estado mental de
cierta dispersión entre los átomos que conforman la audiencia. De este modo,
todos los géneros <i>serios</i>, se
reconvierten gradualmente a los códigos comunicativos de la publicidad. La
vieja política se descompone en múltiples fragmentos audiovisuales listos para
ser exportados a las redes sociales. Entre estos reinan los zascas, que
adquieren una preponderancia incuestionable, en tanto que se trata de
comunicaciones breves destinadas a producir impactos en el receptor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">La reciente
investidura de Pedro Sánchez, refleja esta riada de mensajes esculpidos por los
códigos publicitarios. Así, un evento episódico como la reacción de Ayuso ante
la alusión del presidente a la cuestión del negocio de las mascarillas, ha
ocupado una centralidad inquietante en las informaciones televisivas, sino que
ha terminado por instalarse en la mismísima Asamblea de Madrid, reconvertida en
un prosaico “me gusta la fruta”, que suscitaba risas y desataba las pasiones.
Pero, aún más, Las mismas intervenciones de Sánchez y Feijoo derivaron en
rosarios de zascas, completamente insólitos en las primeras legislaturas de la
flamante democracia española.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">No puedo
olvidar que en los años setenta, en algunas salas de cine, se pateaban y
abucheaban los spots publicitarios introducidos antes de la película. Esta
sensibilidad se ha transformado, tantos años después, en otra radicalmente
asimétrica, en la que los mismos periodistas progresistas que pronuncian los
sermones del día, anuncian su interrupción para pasar a lo que se presenta con
los amables diminutivos de “la publi” o “la promo”. El estado de confusión de
la audiencia propicia que esta metamorfosis de la realidad sea aceptada. Me
siento muy antiguo cuando repito incesantemente la gran verdad de que, en tanto
los contendientes pujan por la verdad de los hechos y condenen pomposamente las
coerciones ideológicas, acepten acríticamente que los mensajes comerciales son
aproblemáticos y neutrales. Me impresiona la creciente publicidad de fármacos y
productos destinados a incrementar la salud, que se fundamentan en falsas
verdades o mitologías incompatibles con la realidad empírica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Por eso,
perseguido por las erupciones comunicativas derivadas de los frágiles
equilibrios políticos derivados del resultado de las últimas elecciones;
alcanzado inevitablemente por los flujos del espectáculo del parlamento y de
las calles; privado de un espacio social blindado a la torrencial comunicación
política caracterizada por una apoteosis de trivialidad, el Black Friday actúa
como un catalizador comunicativo que refuerza mi infinitud frente a estos
monstruosos dispositivos comunicativos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">La nueva
festividad sagrada, es introducida y aceptada por los consumidores como una
primera cata comercial del otoño en vísperas de las navidades. Significa la
primigenia incursión sobre las áreas comerciales que termina mediante la
selección de la primera oleada de paquetes. Esta supone la consumación de un
tiempo de cálculos acerca de la cuantía de los ingresos totales en el azaroso
tiempo de fin de año. Estos cálculos se proyectan a la red social de cada
portador de paquetes, que debe decidir imperativamente acerca de los
destinatarios y la cuantía de estos regalos. Así se complejiza este período
decisional que reconvierte a los espectadores anonadados en activos
calculadores y decisores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">El resultado
del Black Friday es la complejización del período temporal comercial decisorio,
en el que cada cual se convierte en un activista. Todo empieza en esta fecha
insigne de noviembre. Tras ella comparece el gran puente de diciembre, las
Navidades, los Reyes, y, por último, las Rebajas, que ya se descomponen en
períodos temporales de primeras, segundas y liquidación final. Entre finales de
noviembre y primeros de marzo, se instituye un tiempo de compra que remite a
las pasiones compulsivas de la compra, que sanciona los rangos en el sistema de
relaciones sociales y de cada cual. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">La
constelación de instituciones asociadas a las compras y sus sistemas de
comunicaciones, presionan a cada uno, desbordando los recursos que determinan
las capacidades de compra. Así, no pocos de los activos calculadores terminan
recurriendo a otra de las instituciones centrales de este tiempo: el crédito.
Se multiplican las compras a crédito y se calientan los objetos esenciales que
porta cada cual: las tarjetas de débito y crédito. De ahí resulta la expansión
de los endeudados, que cumple, entre otras funciones, el imponderable cometido
de debilitar la autonomía de los múltiples endeudados. El sujeto endeudado es la
obra de arte más relevante del sistema.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">El Black
Friday representa un excedente de la presión sobre un consumidor debilitado por
los poderes comerciales, que gobiernan sus reflexiones e hiperestimulan sus
emociones. Sus decisiones son el resultado de la acción concertada de estas
poderosas maquinarias que formatean lo que Foucault denomina como “gobierno de
sí”. También constituye un elocuente indicador de la conciencia colectiva,
determinada por las industrias del imaginario y las corporaciones globales. En
el curso de mi vida, he podido constatar el debilitamiento, hasta la fáctica
extinción a día de hoy, de la resistencia a las instituciones de la compra, en
los últimos tiempos devenidas, en una gran parte, en productoras de servicios y
bienes inmateriales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Recuerdo que,
en las clases en la universidad, señalaba que uno de los cambios más decisivos
del final del siglo XX era la reformulación de los aparatos comerciales en las
emergentes sociedades postmediáticas. Esta gran mutación, se materializa en la
extinción de un modo de compraventa en el que el vendedor tiene que buscar al
comprador y persuadirlo cara a cara. La apoteosis de la expansión de internet,
asociada con la prodigiosa transformación de la individualización de las
pantallas, derivada de la generalización total del smartphone, ha propiciado la
inversión de la compra. Ahora es el comprador quien busca compulsivamente a un
vendedor que transfiere su persuasión a los soportes de su comunicación. De
esta forma se configura lo que Bifo denomina como “capitalismo semiológico”. <o:p></o:p></span></p>
<span face=""Calibri",sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">En estas coordenadas se puede comprender la emergencia
del Black Friday. Todos buscando afanosamente las ofertas espectacularizadas en
el espacio virtual. No puedo concluir sin expresar mi ánimo a los buscadores de
gangas, que, en un período tan largo y comercialmente tan intenso, se
desvalorizan, convirtiéndose muchas de ellas en quimeras efímeras. De ahí el
título de este texto. En realidad, se trata de fantasmagorías dotadas de
poderes anímicos de sugestión. Lo que más me preocupa es la presión continuada
sobre cada cual en el conjunto del tiempo transcurrido desde aquí hasta
primeros de marzo. Después, tras una breve pausa llega la primavera, que
antecede a la segunda divinidad de esta galaxia: el verano, que renueva las fantasmagorías comerciales.</span>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-24149614755543459352023-11-14T18:29:00.002+01:002023-11-14T18:29:51.062+01:00LA CONVULSIÓN DE LOS ENJAMBRES POLÍTICOS<p></p><p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Libertad de expresión es decir lo que
la gente no quiere oír</span></i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">George
Orwell.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En estos
convulsos días se manifiestan distintas erupciones políticas resultantes del
equilibrado resultado de las elecciones del 23 de julio, que estimularon la
imaginación de los contendientes políticos respecto a sus posibilidades de
formar gobierno. El pacto que ampara la investidura de Pedro Sánchez termina
con las simetrías políticas características del régimen del 78, amparado en la
alternancia de los grandes bloques de la derecha y la izquierda. Se prodigan
las movilizaciones de masas al tiempo que se simplifican los imaginarios
políticos estimulados por la contienda. Salen a flote, para la gloria de las
cámaras, las pasiones ideológicas ocultas en el subsuelo y encarnadas en
arquetipos personales que trascienden las caricaturas, y que conforman los
deshechos de los bloques contendientes. El populismo adquiere todo su
esplendor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La
agudización de las tensiones en el campo político tiene lugar en un sistema que
se encuentra en un estado de regresión. En los últimos treinta años, aumenta el
poder de los partidos políticos, al tiempo que estos relevan a sus viejas
élites mediante el reemplazo por generaciones esculpidas en el interior de los
mismos. El efecto de este proceso de relevo es catastrófico. La nueva clase
política es el resultado de una autopoesis radical que la aísla de su entorno,
y, en vez de absorber energías de este, transfiere sus supuestos y cogniciones
a este mediante el potente aparato de comunicación audiovisual, en el que los
gabinetes de comunicación de los partidos colonizan a los corresponsales y
reporteros de las televisiones. Estos, a su vez terminan por conformar los
contenidos de los medios por simbiosis con los habitantes de los platós,
presentadores de programas, tertulianos, expertos de guardia y auxiliares que
prestan sus cuerpos para consagrar los contenidos sintetizados en las grandes
pantallas multimedia para la gloria del power point.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">De este
proceso resulta lo que se puede definir como “papilla mediática”, que es la
síntesis realizada por la comunión de las especies que conforman el sistema
político de las nuevas democracias resultantes de la maduración de la
videopolítica. Esta papilla tautológica y empobrecida, no necesita de
aportaciones externas, sino, por el contrario, requiere adhesiones de todos los
actores, con la obligación imperativa de mantenerse estrictamente en el
interior de las interpretaciones emanadas por las cúpulas partidarias y sus gabinetes
de comunicación. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La “papilla
mediática” tiene como efecto la generación de un estado de confusión mayúsculo,
que estimula la uniformidad de bloque y el imperativo de obediencia debida a la
autoridad política y mediática del pétreo bloque de pertenencia. Así, todos son
movilizados para reforzar la unanimidad en torno a unas interpretaciones tan
austeras, abreviadas y simplificadas, que, inevitablemente, promueven las
emociones colectivas. El confusionismo siempre termina adquiriendo la forma de gresca.
Se puede pronosticar que la vida política en los próximos meses adquirirá la
forma de distintos episodios de alborotos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En este
estado de caos de las cogniciones y activación de las emociones, los dos
conglomerados que se disputan el gobierno, sustentados en varias docenas de
miles de candidatos a ocupar las posiciones de los gobiernos y las
organizaciones públicas, enmascaran sus finalidades y recurren a relatos que
falsean radicalmente las realidades. De este modo, el objeto semántico que ha
desencadenado la confrontación y sus erupciones, la amnistía, no tiene una
significación en sí misma, sino que resulta la única forma de alcanzar un
acuerdo que propicie un gobierno que se denomina a sí mismo como progresista.
Así se hace inteligible que la unanimidad suscitada en los directivos del PSOE
antes del 23 de julio en su negación, haya mutado en la dirección contraria. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Este
enmascaramiento determina la activación de emociones negativas en amplios
segmentos del electorado que trascienden a la derecha político-sociológica. Al
tiempo, genera una situación de polarización extrema, que tiene como
consecuencia el refuerzo de la unanimidad de bloque. Cada cual, debe expresarse
reafirmando la posición de su bloque de pertenencia. De lo contrario, puede ser
literalmente linchado por los suyos exaltados por la contienda y férreamente
identificados con los argumentarios de los partidos. El espectro de la traición
se cierne sobre cualquiera que se atreva a expresar su propio criterio. Se
trata de alinearse nítidamente con el ardiente posicionamiento de las cúpulas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Recuerdo
nostálgicamente los años de la transición política, en los que la multiplicidad
y variedad de voces fue denominada como “la sopa de letras”. Cada tema
suscitaba un aluvión de interpretaciones, matizaciones y observaciones que se
retroalimentaban mutuamente. Los distintos periódicos y revistas diseminaban
múltiples cogniciones sobre los acontecimientos. La “sopa de letras”, que era
en realidad la multiplicación de los actores, fue sustituida por la homogeneidad
de las nuevas cúpulas partidarias, que reestructuraron el sistema mediático
reduciendo drásticamente los actores y las voces. Todo culminó con la llegada
de las televisiones y su selección de expertos de guardia que muestran su
dependencia de los programadores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Esta
situación concluye mediante la activación de un populismo frenético. Una autora
tan relevante como Eva Illouz, afirma en su último libro publicado en
castellano, “La vida emocional del populismo”, en Katz, que “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Si queremos entender por qué algunos marcos
pueden llegar a distorsionar nuestra percepción del mundo social, por qué somos
incapaces de nombrar correctamente un malestar real, debemos llevar el
pensamiento de Adorno a nuevos terrenos y captar con más firmeza que él el
entrelazamiento del pensamiento social con las emociones. Solo las emociones
tienen el poder multiforme de negar la evidencia empírica, dar forma a la
motivación, desbordar el propio interés y responder a situaciones sociales
concretas</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Efectivamente,
en las narrativas guerreras de los estados mayores de los gabinetes de
comunicación, lo empírico es severamente relegado, para satisfacer las
emociones primarias de las masas de espectadores movilizados por los estados
mediáticos de expectación generados y patrocinados por los mismos. La confusión
es un prerrequisito imprescindible para un estado de movilización general
sustentado en el raquitismo de las cogniciones. Así los dos grandes enjambres
políticos adquieren un vigor inusitado por activación emocional de sus múltiples
participantes concentrados y contiguos, alimentados por el flujo mediático.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En estas
condiciones, deseo un buen espectáculo de investidura, y que continúe la
exhibición en las televisiones de los materiales humanos que sustentan los
museos de los viejos inconscientes políticos de la primera parte del agitado
siglo XX. Mientras tanto, seguiremos visionando el homicidio concertado de lo
empírico y la feria de las virtuosas exposiciones de los escasos actores que
hablan para la gloria de todos nosotros. ¿Quién dijo democracia?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p><br /><p></p>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-86399625661442833702023-11-06T12:28:00.002+01:002023-11-06T12:28:23.855+01:00LA MONARQUÍA Y LAS MULTITUDES APLAUDIDORAS<p> </p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La reciente
jura a la Constitución de la princesa Leonor ha desencadenado un huracán
mediático formidable. Las televisiones se han desatado para promover y conducir
una conversación centrada en las cualidades de la nueva estrella mediática en
detrimento del análisis político. La antigua prensa de papel hubiera promocionado
dossiers específicos en los que hubieran participado los autores reconocidos,
incluidos algunos distanciados, incluso algún <i style="mso-bidi-font-style: normal;">robinson</i> crítico. En la nueva videosfera, el cuerpo de la insigne
princesa estalla en una variedad de planos y atuendos múltiples, focalizando el
grueso de las tertulias, informativos y programas especiales. El resultado de
este tratamiento mediático es la consolidación de una homogeneidad contundente.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Mis
relaciones biográficas con esta monarquía son borrascosas. En los días
siguientes a su proclamación como sucesor por las Cortes de Franco en 1969 fui
detenido en Madrid por repartir un texto crítico. Esta incidencia terminó en mi
procesamiento y condena a un año de prisión por el inefable Tribunal de Orden
Público. En las décadas siguientes, en las que se asentó la flamante democracia
española, cuya clase política, medios de comunicación e inteligencia
sacralizaron al nuevo Rey, siempre he manifestado mi posición rotundamente
crítica a esta institución, definida por su coeficiente histórico singular, así
como mi perplejidad creciente por el devenir de sus prácticas institucionales
liberadas de cualquier atisbo de censura de tan benevolente clase dirigente. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En varias ocasiones
he manifestado en este blog mi disgusto al sentirme cercado por un dispositivo
mediático tan omnipotente que hace difícil eludirlo. En las campañas
electorales, los grandes acontecimientos políticos, los crímenes de clase vip o
los clásicos entre el Barça y el Madrid, se activa un artefacto prodigioso que
ocupa todo el espacio de la vida. La banda sonora de mi vida privilegia los
sonidos de los telediarios en mi adolescencia, que con sus tonos pomposos y
graves llegaban hasta los rincones en los que trataba de refugiarme. En estos
días he experimentado el agobio de la multiplicación de imágenes de Leonor, que
llegaban hasta mí sin petición de consentimiento alguna. Me he sentido
aplastado por su tsunami propagandístico.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Junto a los
operadores mediáticos, en estos días de exaltación monárquica vuelve a
comparecer otro de mis fantasmas favoritos: las multitudes aclamadoras. Estas
son gentes que se congregan en los exteriores de los lugares en los que pasan
fugazmente los grandes señores para vitorear, aclamar y exhibir con un énfasis
inusitado la práctica más sustantiva de la era de la imagen: aplaudir.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Leonor ha concitado distintas multitudes
aplaudidoras en la secuencia de actos mediatizados en los que se ha exhibido en
estas semanas. Su estancia en la Academia Militar, que no ha llegado a los dos
meses, ha generado un álbum de imágenes y videos interminable, que pueblan
profusamente todos los canales de comunicación de la nueva sociedad
postmediática.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Las
liturgias de las multitudes aclamadoras permanecen invariables con el paso del
tiempo. Recuerdo mi atormentada juventud, en la que se prodigaban multitudes de
una dimensión colosal en torno a la figura de Franco. Estas fueron mucho más
cuantiosas que las posteriores producidas en la democracia. La dictadura es el
hábitat adecuado para la concentración de las masas adictas. Hace un par de
meses visioné un video en Bucarest de una manifestación colosal de apoyo al infausto
Ceaucescu. En el caso de Franco, la paradoja estribaba en que no existía
correspondencia entre las competencias orales y teatrales del dictador y el
fervor de sus multitudes aclamadoras. La parquedad del dictador se compensaba
con la teatralidad de las multitudes congregadas en su apoyo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Durante
muchos años el sentido más relevante de mi militancia política en la oposición
al franquismo fue obtener concentraciones y manifestaciones nutridas. Recuerdo
algunos 1 de mayo en Atocha, en los que el dispositivo masivo de la policía
intimidaba a los manifestantes y convertía en un acto de heroísmo la asistencia
por el riesgo de ser detenido o apaleado. En estas la masa nunca llegaba a
constituirse materialmente por la intervención de los grises. También algunas
manifestaciones estudiantiles muy numerosas en momentos de conflicto. En el
juicio de Burgos en diciembre de 1970, en Madrid proliferaron manifestaciones
en distintos puntos de la ciudad que carecían de convocatoria pública para
evitar la presencia de la policía. En cada lugar participaban no más de
doscientas personas que cortaban el tráfico durante unos minutos hasta la
llegada de los proactivos grises. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La
transición política propició un movimiento sísmico en las masas, de modo que
las multitudes que despidieron desconsoladas a Franco en 1975 devinieron en
1977 en públicos de los mítines de la campaña de 1977, en los que los partidos
conseguían concentraciones formidables. Aquí radica uno de los misterios de la
vida política, la metamorfosis de las multitudes aclamadoras. Porque las
múltiples concentraciones y manifestaciones que se prodigaron en los primeros
años del postfranquismo ya no eran reivindicativas, sino aclamadoras de los
nuevos profetas recién llegados a las nuevas y flamantes instituciones.
Recuerdo que, hasta un partido tan minoritario como la ORT, llenaba en Madrid
una plaza de toros con un público entusiasta y entregado a los rituales de las
multitudes movilizadas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Sloterdijk,
un lúcido filósofo alemán del presente, me ha ayudado a comprender los sentidos
de las movilizaciones de masas. En su libro “El desprecio de las masas”, revisa
la aportación de Elías Canetti. En síntesis, entiende que la estructura social
ejerce constricciones severas sobre cada posición social y sus ocupantes. La
vida de cada uno conlleva una serie de encuentros cara a cara con personas que
ocupan posiciones de autoridad, de modo que cada persona experimenta su
finitud. Las concentraciones y manifestaciones de masas suponen una descarga,
en la que cada persona se alivia al vivir en un medio en el que todos son
iguales. Esa descarga genera un clima de euforia que alberga distintas
prácticas espaciales, gestos, coros y otros rituales liberadores de la tensión
acumulada en la vida diaria.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Pero las
multitudes aclamadoras son otra cosa distinta a las reivindicativas. Se
congregan para generar un clima de exaltación de la autoridad superior
homenajeada. Representan la forma suprema de adhesión incondicional y
conformismo. Estas masas son inmunes a las fluctuaciones del sistema mediático.
Así, El rey emérito Juan Carlos es aclamado cuando comparece en un muelle para
participar en una regata, con independencia de su devenir mediático y judicial.
Los aclamadores crean un clima que se sobrepone a cualquier racionalización.
Conozco varias personas ultracatólicas, extremadamente rigoristas y
reaccionarias, que aclaman al Papa actual liberándose de cualquier
cuestionamiento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Los climas
de exaltación colectiva de los aplaudidores son inconmensurables y se
sobreponen a cualquier consideración. De ahí resulta un clima que se puede
definir como místico. Recuerdo que, hace algunos años, en el comienzo del ciclo
crítico que capitalizó Podemos, en un acto típico del entonces flamante y
recién llegado Felipe VI en Pamplona, entre un nutrido grupo de la claque de
aplaudidores, una mujer joven increpó firme, pero serenamente, al Rey. Este se
acercó a ella en una distancia corta que permitía a las cámaras grabar imagen y
sonido, y le espetó una frase que condensa el sentido aristocrático y
antidemocrático de la regia institución. Le contestó sin considerar el mensaje
crítico emitido por esta mujer, diciendo “Ya has tenido tu minuto de gloria”.
Efectivamente, esta mujer ya había ingresado en la venerable institución de la
hemeroteca, encontrándose disponible para cualquier operador que en el futuro
quiera rescatar ese video.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Esa cantinela
del minuto de gloria, expresa nítidamente la estructura de la relación entre
ambos. Tú un minuto y yo todos los minutos, porque soy el propietario del
espacio mediático. Después de tu minuto te espera la muerte mediática, y a mí
la gloria de seguir presente entre los vivos que pueblan las pantallas creando
las condiciones para ser aclamado en cualquier lugar en el que desembarque.
Esta superioridad se labora, no tanto en la vida política, sino por la acción
molecular permanente realizada por la llamada prensa del corazón, que tiene la
excelsa competencia de desproblematizar al personaje y presentar su vida como
una dulce versión de “La vie en rose”. El goteo permanente de la positividad
del personaje real, termina calando en la conciencia colectiva, con una
eficacia encomiable.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Desde esta
perspectiva se puede comprender el alud mediático del devenir de la princesa
Leonor por la Academia Militar, el Congreso de los Diputados y el ilustre colegio donde realizó sus estudios. Se trata de inundar la conciencia colectiva
de una riada de lo positivo. En coherencia con este análisis, las palabras más
emblemáticas que ha pronunciado ante sus distintos públicos aplaudidores, son
las que profirió en un acto en Asturias, afirmando que “Es hora de que aprenda
a escanciar la sidra”. Un fuerte aplauso para tan trabajada<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>alteza real.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-43690758296280241872023-11-01T12:51:00.002+01:002023-11-01T12:54:05.201+01:00LA DESINFORMACIÓN PLANIFICADA DE LA GUERRA DE PALESTINA. LA MEMORIA DE MANU LEGUINECHE<p> </p><p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">El viejo “historiador del presente”,
el gran reportero de antaño, con su olfato, su estilo sus experiencias
acumuladas, se convierte en el anónimo de “nuestro equipo in situ”, con su
conexión vía satélite programada. Ahora todo es ahora y no hay porqué diferir
la codificación de una información en lenguaje visual o escrito, pues las cosas
vistas, en cuanto que están disponibles en el mismo instante, no requieren ya
un talento o un aprendizaje especial. Descualificación de los profesionales de
la mirada o la palabra. Con el video ligero, el ilustrador como mediador de lo
visible, el escritor o el periodista como mediadores de la historia pierden su
antigua primacía, en beneficio del presentador para el que llega la actualidad.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Regis Debray<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">La guerra
que tiene lugar ahora en Palestina se inscribe en el nuevo paradigma imperante
en los grandes grupos de información audiovisual, que se puede sintetizar en la
fórmula de “ocultar mostrando”. Así, un enorme caudal de conexiones,
informantes, imágenes, fragmentos de texto, testimonios personales, así como
otras informaciones, se acumulan sobre el aturdido espectador, que solo puede
disponer de la interpretación de la ínclita claque de tertulianos y expertos
seleccionados por los medios, que muestran impúdicamente una valoración
monolítica. El resultado de estos procesos de fabricación y administración de
la información es la desinformación de la audiencia, avasallada por el torrente
de fragmentos audiovisuales, que termina por desorganizar la mirada de tan
esculpido receptor, objeto de repetidos impactos visuales que desbordan sus
capacidades de sintetizar frente al acontecimiento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">El diluvio
de escombros audiovisuales priva a los apabullados espectadores de una visión
unitaria del acontecimiento, así como de su relación con el contexto histórico
en el que se produce. Por esta razón, se puede hablar en rigor de
desinformación organizada, que fuerza a los receptores a movilizar sus
emociones activadas por los impactos visuales que recibe, que son seleccionados
por los operadores mediáticos. La desorganización programada de la gran
fragmentación informativa, devienen en la constitución de un espectador débil,
en el que predomina la confusión, de modo que necesita ser asistido por las
máquinas de ver. En este sentido, se puede hablar en rigor de totalitarismo
mediático, calificando esta forma bochornosa de informar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Este modo de
operar contrasta con el de los actores del conflicto. Tanto Hamas, que filma y
distribuye sus distintos ataques, recuerdo las imágenes de su ataque a un
concierto musical, como Israel, que distribuye fotografías y videos de
destrucción de los edificios arrasados por sus aviones, tienen la voluntad de
mostrar su potencial destructor. Así constituyen una versión avanzada de las
calamitosas destrucciones de la segunda guerra mundial, en la que los actores
se esmeraban en ocultar las imágenes de devastación resultantes de sus
prácticas guerreras. En particular, los genocidios promovidos por los nazis, y
los efectos sobre las poblaciones de Hirosima y Nagasaki de las bombas atómicas
norteamericanas, extraño símbolo de las democracias triunfantes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Pero este
modo perverso de comunicar significa una regresión con respecto al pasado
inmediato. Las lúcidas palabras de Debray que abren este texto sintetizan el cabio
operado. El antiguo corresponsal de guerra, definido como “historiador del
presente” y “mediador con la historia”. Estos reporteros representaban en sus
crónicas una conexión con el contexto histórico específico, e, inevitablemente,
con el pasado. Sus textos tenían la finalidad de ayudar al lector a hacerse una
composición global del acontecimiento. El objetivo era comprender, esclarecer,
mostrar las dimensiones del evento y sus relaciones. Por esta razón, sus
sucesivas crónicas terminaban con frecuencia en libros que significaban el
refuerzo de una interpretación integrada del acontecimiento, dirigidos a un
público más exigente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">He mostrado
aquí mi admiración por los libros de una figura periodística del espesor de
Kapuscinski. En el plano español, es menester citar a Manu Leguineche,
periodista que representa la condición de autor, por encima del medio que lo
emplee en cada ocasión. También una pléyade de reporteros autores, entre los
que se incluyen algunos corresponsales de radios y televisiones inolvidables,
que en sus conexiones presentaban densas síntesis en forma de textos orales. Esta
generación ha sido suplantada por un ejército móvil de reporteros ocasionales
que destacan por su renuncia a la interpretación general, en favor de las “imágenes
impactantes” o los testimonios parciales en favor del posicionamiento del
medio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Así pierden
su condición de autores y se reconstituyen como piezas de un dispositivo
informativo centralizado y homogéneo. Los corresponsales <i style="mso-bidi-font-style: normal;">in</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">situ</i> del presente me
suscitan un horror inenarrable. No se puede esperar de ellos un estímulo para
repensar el acontecimiento o alimentar interpretaciones distintas, o nuevos
alineamientos o visiones. Todo es tan pétreo, uniforme y unitario que se
integra en una suerte de papilla informativa privada de cualquier pluralidad.
Así se constituye una audiencia asistida y manipulada, sustentada en el manejo
de emociones que termina en una infantilización destructiva. Bajo la apariencia
de dualidad de las conversaciones dirigidas, las tertulias, subyace la
apoteosis de lo idéntico. Así se ayuda a completar el proceso de identificación
de los espectadores con una de las dos formas establecidas de lo posible, en
sus versiones estereotipadas de progresistas y conservadores. O Antonio Naranjo
o Verónica Fumanal. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La miseria de la
información resultante, se hace patente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">En estas
coordenadas se puede entender la confusión existente con respecto al
acontecimiento Guerra en Palestina. La desinformación programada estimula la
movilización activa de los distintos segmentos de audiencia posicionados
férreamente con anterioridad. Así la comunicación termina configurando una
suerte de intifada en lo que se intercambian son pedradas. En esa situación,
proliferan los más combativos que se vuelcan sobre las redes sociales, que
adquieren la naturaleza de las hondas, que amplían el radio de impacto de las
pedradas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">El resultado
de esta mutación es la cristalización de un nutrido contingente de gentes que
aspiran a ejercer como presentadores, en detrimento de quienes se proponen
comprender mejor los acontecimientos. Esta degradación se puede definir como el
debilitamiento de la inteligencia en beneficio de la democratización del oficio
de presentar. Así el éxito de Tik Tok o Instagram: cada uno puede ejercer ahí
de presentador y anunciar imágenes espectaculares. Me impresionan mucho los
periodistas que presentan videos patéticos en Tik Tok como la misma Fumanal,
Ana Pardo de Vera y otros próceres progresistas, en los que ensayan formas agresivas de comunicación no verbal, realizando la ensoñación de ser "presentadores por un día". Entonces me acuerdo de los
viejos reporteros y de los corresponsales de la televisión, que aquí tan bien sintetiza
Manu Leguineche.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-12665109060111187722023-10-30T13:30:00.001+01:002023-10-30T13:37:34.671+01:00LA UNIVERSIDAD POSACADÉMICA<p> <span style="font-size: 14pt;">He leído
recientemente un libro lúcido y clarificador, que recoge una conversación entre
Zugmunt Bauman y Leonidas Donskis. Su título es “Maldad líquida”. Ambos autores
conversan sobre los efectos derivados de un tiempo en el que no existen
alternativas a la catarata incesante de proposiciones e imposiciones de la
megamáquina gobernante. La desaparición fáctica de disyuntivas restringe severamente
el papel de las personas y crea una situación en la que se producen situaciones
de impotencia de los actores sociales, obligados a seguir pasivamente los
imperativos de los dispositivos de gobierno. El resultado es la emergencia y
proliferación de nuevos tipos de maldad que adquieren una forma difusa.</span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">En la
primera conversación, Donskis define, en el contexto de estos procesos
políticos, lo que denomina como universidad posacadémica, que ha mutado sus
antiguas finalidades y misiones, para convertirse en una instancia que
desempeña un papel simétricamente inverso a lo que representa el
esclarecimiento, frente a la opacidad de la situación histórica global. La
confusión es tan importante, que una líder como es la izquierda de Podemos,
Ione Belarra, ignora integralmente el tipo de imperio en el que se encuentra, y
pide que se apliquen a Israel sanciones
económicas equivalentes a las que se han adoptado contra Rusia, uno de sus
principales enemigos exteriores. Esta propuesta, implica un grado de desorientación
con respecto a la situación global que adquiere una naturaleza cosmológica. La
ingenuidad queda sepultada por la ignorancia suprema.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Este
desorden de las cogniciones de los actores políticos, se encuentra influido por
la disipación de la universidad convencional, y su reemplazo por la novísima
universidad posacadémica, que muestra impúdicamente su subordinación total a
los poderes establecidos, así como a la especialización total, de modo que el
signo de la época y los procesos que la configuran se han convertido en una
cuestión experta, que concierne solo a aquellos especialistas que se encargan
de ella entre el gran mosaico de las disciplinas académicas, orientadas a sus
propios objetivos internos. El conocimiento es desmenuzado y clasificado en esta
extraña factoría del saber, que adopta la forma de una empresa paradigmática
como Amazon, que individualiza y empaqueta sus productos para ser comprados por
los consumidores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Esta es la
definición, en palabras de Donskis de la universidad posacadémica<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><i><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">En Ceguera Moral, tú y yo , Zygmunt,
hablábamos de un fenómeno que yo llamaría universidad posacadémica. Una
desmañada amalgama de ritual académico medieval, especialización, negación
descarada y contundente del papel de las humanidades en la sociedad moderna,
gerencialismo y superficialidad sirve de escenario perfecto para el despliegue
de la universidad posacadémica en la que interactúan las enormes presiones
ejercidas por fuerzas tecnocráticas disfrazadas de genuinas voces de libertad y
democracia. Las primeras y más destacadas de estas fuerzas serían ciertas
formas de determinismo y fatalismo orientadas al mercado que no dejan margen
alguno a la posibilidad de concebir alternativas, ni siquiera del pensamiento
crítico y el autocuestionamiento.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">La misión y la razón de ser de la
universidad posacadémica parecen radicar en la manifiesta superficialidad de
esta, así como en su flexibilidad, su sumisión a las élites directivas y su
adaptabilidad a los llamamientos y los encargos provenientes de los mercados y
las élites políticas. Palabras huecas, retórica vacía y juegos y más juegos de
estrategia representan la forma prototípica de esta especie de tiranía de la
superficialidad que la universidad posacadémica encarna como nadie. Es una
estrategia sin estrategia, pues toda ella termina siendo un mero juego de
lenguaje. El concepto wittgensteiniano de juegos lingüísticos fue aplicado por
Gianni Vattimo para describir cómo la tecnocracia operaba disfrazada de
democracia, o cómo la política actual estaba desprovista de política real,
reducidas ambas (democracia y política) a una serie de juegos lingüísticos […]<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">El ámbito académico es la Nueva
Iglesia de nuestros días. De ahí que la función de disentimiento, de la
heterodoxia laica y de la alternativa en este mundo nuestro resulte mucho más
problemática y compleja de lo que puede parecer a simple vista.”<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;"> </span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Ciertamente,
la fábrica de conocimiento ha alterado los sentidos de la universidad
convencional. La dimensión más importante de este vaciamiento remite a la
cuestión del compromiso. La nueva universidad posacadémica se compromete
únicamente con el sistema productivo mediante la potenciación de lo que se
denomina como “transferencia de conocimiento”. En una situación como esta, las
viejas disciplinas inscritas en lo que se entiende como “las humanidades”,
quedan relegadas imperativamente, de modo que son reconfiguradas con el modelo
de las ciencias positivas que abastecen a la industria y los servicios. Este es
el preludio de un cataclismo que la conversación entre Bauman y Donskis
esclarece portentosamente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">El resultado
de este nuevo contexto, constata el papel determinante que los nuevos saberes
asociados a las tecnologías de la información y a la nueva empresa posfordista,
sobre el conjunto de las disciplinas, convertidas en áreas del conocimiento.
Las viejas ciencias humanas y sociales son sometidas a terapias de choque con
el objeto de ser drásticamente reestructuradas. Así, por poner un ejemplo, la
vieja psicología humanista es desplazada por un conjunto de psicologías definidas
por el contexto de aplicación. Lo mismo ocurre en todas las ciencias sociales.
Siendo profesor pude vivir en primera persona el acta de defunción de la sólida
Sociología del Trabajo, para ser sustituida por la nueva y flamante Sociología
de los Recursos Humanos. Obviamente, este cambio no remitía a un cambio de
etiqueta, sino que, por el contrario, representaba el efecto del tsunami
derivado de la implantación de la nueva universidad posacadémica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">El declive
del viejo pensamiento es inevitable y se hace fatalmente manifiesto. La
Filosofía es arrinconada en la Enseñanza Media, así como en un confortable
guetto académico, aislado de las productivas disciplinas orientadas a sus
mercados. En estas condiciones, lo que Donskis denomina como “superficialidad”
es inevitable y se deriva de la naturaleza de la misma universidad
posacadémica. El espesor se difumina en favor de un saber que apela a la
hegemonía de lo audiovisual. Recientemente, un grupo de ilustres profesores de
varias universidades europeas han publicado un manifiesto alertando sobre las
consecuencias perniciosas de no leer libros o textos largos. Terminan
manifestando que si disminuyen los lectores jóvenes, en un plazo de veinte o
treinta años tampoco habrá lectores mayores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">La
universidad posacadémica ha instaurado una depuración de las disciplinas
sometidas a la facturación por créditos y equivalencias. Esta transformación se
ha ejercido con una brutalidad semejante a la realizada por los productores de
petróleo con los vetustos agricultores y ganaderos que labraban las tierras
bajo las que se encontraba el oro negro. Pero, en esta sigue sobreviviendo
residualmente la función de localización de causas políticas y sociales,
algunas de ellas caracterizadas como “causas perdidas”. Así, en algunas
facultades proliferan actividades y espacios de encuentro de las mismas. Esta
forma residual representa una resistencia minúscula, que contrasta con el
carácter neutro de las actividades convencionales dotadas de un valor medido en
créditos. Estas están regidas por una suerte de asepsia sólida, consistente en
un utilitarismo contundente que excluye toda aquella materia susceptible de ser
calificada como “de opinión”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Así, las
aulas se autorregulan como espacios libres de contaminación ideológica o
política, neutralizando cualquier pretensión de establecer vínculos con
realidades del presente. La universidad posacadémica ha sido vaciada por la
transferencia de sus funciones de pensar acerca del presente, y problematizar
sus enigmas, a un conjunto de organizaciones creadas por los poderes globales,
tales como fundaciones, think tanks, cátedras patrocinadas, universidades de
verano, cursos especializados y otras formas de producir y difundir el
conocimiento global coherente con los intereses de los dispositivos del poder
global. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14pt; line-height: 107%;">Ciertamente,
algunos profesores siguen escribiendo exponiendo sus razones y alternativas en
libros que alimentan los segmentos de mercado de sus actividades. Pero las
aulas, las programaciones y las tareas rutinarias académicas han sido sometidas
a una limpieza que las blinda a los productos-libro de ese mercado secundario.
Desde esta perspectiva se puede comprender que a día de hoy, en un presente
definido por dos guerras bestiales, estas no susciten problematización alguna
en esa universidad posacadémica, tan eficazmente anestesiada y reemplazada por
la red de nuevas organizaciones constituidas por los poderes empresariales y
trasnacionales. <o:p></o:p></span></p>
<span face=""Calibri",sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">En términos macrosociales, la universidad ha sido
desplazada a segundo plano por la otra institución apocalíptica encargada de la
imprescindible tarea de aturdir y ocultar: los medios de comunicación. Ambas se
reparten la tarea de opacar el escenario histórico vivido por sus usuarios.
Esclarecer, resulta en esta situación una cuestión esencial, que termina por
ser subversivo. El resultado de la implementación de esta nueva universidad es
el debilitamiento de la visión global de tan aturdidos ciudadanos, Así que las
nuevas élites sean reclutadas en las escuelas de gestión empresarial, de
comunicación, o equivalentes. El principal indicador que ilustra la realidad de la misma es que no se haya producido ninguna discusión pública, ninguna, entre dos profesores universitarios acerca de los dilemas de las dos grandes guerras en curso. Cada uno a lo suyo, a sus indicadores, a sus áreas de conocimiento y a sus clientes externos.</span>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2514104928060330232.post-16897917911634662222023-10-24T18:36:00.000+02:002023-10-24T18:36:23.069+02:00LA EXPIRACIÓN DE LA ESCUELA ANDALUZA DE SALUD PÚBLICA: UN HOMICIDIO DOLOSO CON SEDACIÓN FINAL<p> </p><p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Es mejor quemarse que apagarse
lentamente</span></i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><br />
<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Kurt Cobain<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">No son
los males violentos los que nos marcan, sino los males sordos, los insistentes,
los tolerables, aquellos que forman parte de nuestra rutina y nos minan
meticulosamente como el tiempo.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-style: italic;">E.M. Cioran<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La muerte de
la EASP adquiere la forma de una expiración que culmina una última etapa de
vida asistida, que se asemeja a la de los pacientes ingresados en las unidades
de cuidados intensivos. El desenlace ha sido el óbito inexorable, planificado y
preparado cuidadosamente desde el nuevo gobierno del PP, que ha movilizado las
ingenierías del desmontaje de las organizaciones públicas que habitaron el
espacio de los viejos estados del bienestar. Los saberes y las prácticas
acumulados durante décadas para desmantelar las grandes empresas industriales,
y también aquellas que formaban parte del sector público, han sido aplicados
con un rigor encomiable sobre esta organización nacida en 1986. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La EASP
constituyó una excepción con respecto a las organizaciones, empresas, agencias
y fundaciones que conformaron lo que se denominó como “administración paralela”
en Andalucía. Su fundación estaba impulsada por un proyecto compartido por
varios grupos salubristas, así como de las primeras promociones de médicos de
familia. Este se desarrolló en los años siguientes, fusionándose con los
proyectos extranjeros sustanciados, tanto en las especialidades médicas hospitalarias
como en las industrias biomédicas. En esta simbiosis la EASP conservó una parte
sustantiva de su proyecto salubrista originario, lo que le ha otorgado una
identidad organizacional, que fundamenta su singularidad y su diferencia con
respecto al conglomerado de la administración paralela.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Esta
especificidad, fundada en una identidad propia resultante de procesos de intercambio
cultural con otros proyectos, generó, a lo largo de toda su historia, tensiones
con el poder político regional, que se manifestaron de distintas y sutiles
formas. Así se forjó una paradoja que acompañó a esta organización durante toda
su existencia, consistente en que formando parte del orden organizacional del
poderoso patrón que fue el gobierno andaluz del PSOE, supo establecer cierta
distancia, administrando su obediencia debida mediante una rica y variada gama
de matices. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Se puede afirmar que, en la
mayoría de tiempos de existencia de la escuela con distintas direcciones, su
obediencia no fue mecánica, y que de forma subrepticia comunicaba su aspiración
a mayor autonomía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La llegada
del PP al gobierno andaluz, tras varias décadas de estar confinado en la
oposición, propició la demolición gradual y controlada de la administración
paralela, que fue despiezada y abatida paulatinamente. Gran parte de las
organizaciones desmanteladas, se corresponden con lo que se denomina en este
tiempo como chiringuitos, es decir, organizaciones carentes de un proyecto
propio. En el caso de la EASP, no sólo no se consideró la excepción, sino que esta
fue considerada como una poderosa razón para abatirla. El proyecto mestizo de
la escuela, que incluía algunos importantes elementos neoliberales, que se
manifestaban en el vigor en la adopción de versiones radicales del
gerencialismo de este tiempo, no fue excusa para ser salvada y debidamente
reconvertida. Desde el primer momento, el nuevo gobierno manifestó su firme
convicción de terminar con ella. Por eso resalto su final como homicidio
doloso.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">La
sobrevivencia de un proyecto propio, aún acosado por los poderosos gobiernos
regionales, así como la naturaleza híbrida de este, hizo posible la
coexistencia de distintas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">especies</i>
profesionales y discursos, en el que se encontraban presentes muy distintas
fuentes.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>De este modo, en el equipo de
la EASP siempre hubo cierto pluralismo y heterogeneidad. A pesar de que nunca
hubo discusiones públicas, se reconocieron distintas voces y enfoques. En mi
caso tengo que agradecer que pudiera exponer mis críticas al gerencialismo o a
las representaciones mágicas asociadas al salubrismo, incubadas en las
organizaciones sanitarias globales de forma desinhibida en módulos en los que
desfilaban gerentes duros contando sus relatos prodigiosos acerca de los
milagros de la gestión, así como los portadores de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">herramientas</i> que se mostraban como remedios universales para
resolver los problemas. Estoy persuadido acerca de que este nivel de
conversación fue también una excepción en el unánime y monolítico ambiente de
los foros profesionales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En varias
entradas que he escrito en este tiempo final de la escuela, he recurrido a la
metáfora de las serpientes constrictoras. Se trata de matar lenta y pausadamente,
debilitando a la víctima incrementalmente hasta su expiración final,
descartando el efecto rápido del veneno letal. El calendario del homicidio
comienza mediante la imposición de una directora, una persona considerada un
peso pesado en el partido, que nunca dialogó con el proyecto. Su acción ha
consistido en crear las condiciones óptimas para un discreto final referenciado
en un relato que omita el proyecto, la historia y los vínculos de la
organización y lo reformule en los términos de que se trata de salvaguardar los
intereses de un grupo de personas consideradas como aptas para ser recolocadas
en otros espacios de la administración. También el factor localista que priva a
Granada de una agencia que produce sustanciosos beneficios en su transporte y hostelería.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Una vez
instalada una administradora colonial se procede al vaciado del proyecto,
mediante una congelación de presupuestos que impide desarrollar proyectos
nuevos. El resultado es el inicio de una diáspora de la inteligencia, de modo
que se debilita la cohesión del colectivo. La ingeniería de las jubilaciones
termina por romper las simetrías de la plantilla. El proyecto que ha sustentado
la escuela, es debilitado hasta su extinción progresiva, terminando por
convertirse en un remedo de lo que fue. La agonía del proyecto debilita el
sistema de relaciones profesionales con el exterior, constituyendo así el
preludio del desmoronamiento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">El último
acto radica en que, una vez que la organización funciona de forma asistida, al
modo de los cuidados intensivos, se espera el momento oportuno para asestarle
el golpe final, semejante a la desconexión. Así se logra que este homicidio
organizacional tenga un coste político cero. Después de tanto tiempo ubicados
en la galería de la muerte, los sobrevivientes se encuentran extremadamente
debilitados, y supongo que esperanzados en su nueva ubicación. Me parece que es
menester reseñar la ausencia de respuestas de los antiguos pobladores de la
escuela en los medios. La desproporción entre el valor de la actividad realizada
por la escuela y la casi total ausencia de réplicas es descomunal. Pero este es
el signo del tiempo, en tanto que los mismos métodos se están ensayando en el
pausado debilitamiento del sistema público sanitario, cogestionada entre
gobiernos progresistas y conservadores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">No puedo
concluir sin aludir a un problema político de primer orden. La alternancia
inexorable de los gobiernos implica la demolición de la totalidad del espacio
organizativo que estos han construido. No hay excepciones. De este modo, la
democracia adquiere un inquietante perfil de tránsito de patrones, que se
relevan en largos períodos de tiempo. Los proyectos sobreviven por la presencia
de sus patrocinadores. En estas condiciones, el sector público se encuentra
fatalmente destinado al bloqueo, y las relaciones políticas a la relación entre
las cúpulas de los gobernantes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">En estas
geometrías fatales, la EASP ha constituido un ejemplo de rescatar lo oblicuo,
tratando de escapar de la lógica de las grandes configuraciones simétricas
características de este sistema político. En este sentido hubiera merecido, al
menos, una muerte mejor que la de la desconexión y la adulteración de su propio
relato. Porque para una organización productora de conocimiento la existencia
de un proyecto y una dosis de pluralidad es imprescindible. Desde luego, en
España, no abundan los ejemplos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></p>juan irigoyenhttp://www.blogger.com/profile/14105667284291289559noreply@blogger.com0