Presentación

PRESENTACIÓN

Tránsitos Intrusos se propone compartir una mirada que tiene la pretensión de traspasar las barreras que las instituciones, las organizaciones, los poderes y las personas constituyen para conservar su estatuto de invisibilidad, así como los sistemas conceptuales convencionales que dificultan la comprensión de la diversidad, l a complejidad y las transformaciones propias de las sociedades actuales.
En un tiempo en el que predomina la desestructuración, en el que coexisten distintos mundos sociales nacientes y declinantes, así como varios procesos de estructuración de distinto signo, este blog se entiende como un ámbito de reflexión sobre las sociedades del presente y su intersección con mi propia vida personal.
Los tránsitos entre las distintas realidades tienen la pretensión de constituir miradas intrusas que permitan el acceso a las dimensiones ocultas e invisibilizadas, para ser expuestas en el nuevo espacio desterritorializado que representa internet, definido como el sexto continente superpuesto a los convencionales.

Juan Irigoyen es hijo de Pedro y María Josefa. Ha sido activista en el movimiento estudiantil y militante político en los años de la transición, sociólogo profesional en los años ochenta y profesor de Sociología en la Universidad de Granada desde 1990.Desde el verano de 2017 se encuentra liberado del trabajo automatizado y evaluado, viviendo la vida pausadamente. Es observador permanente de los efectos del nuevo poder sobre las vidas de las personas. También es evaluador acreditado del poder en sus distintas facetas. Para facilitar estas actividades junta letras en este blog.

lunes, 25 de febrero de 2019

LAS FELONÍAS INTERMITENTES DE BAJA INTENSIDAD


La afirmación de que España es diferente se asienta sobre múltiples factores, pero, desde la perspectiva de los procesos históricos acaecidos en el último siglo, destaca uno original. Se trata de la gran importancia de aquello que se encuentra por debajo de la superficie. Junto a los cuerpos de los miles de víctimas republicanas de la guerra civil, se encuentran los imaginarios de los vencedores, que tras décadas de postfranquismo, salen a la superficie desmintiendo su caducidad. Los yacimientos que albergan los huesos coexisten con los inmateriales de los vencedores, conformados por una amalgama de sentimientos, percepciones y valoraciones incubadas en el tiempo del conflicto civil, y que muestran su persistencia y capacidad de permanecer sobreponiéndose a los cambios.

El conflicto de Cataluña ha actuado como un factor catalizador de la salida a la superficie de los imaginarios bélicos del pasado. El rescate de las jergas de aquél tiempo, recupera la centralidad en los discursos del concepto de traición. Así, la palabra felón suscita la convergencia de los términos descalificatorios para aquellos cuyas políticas son inteligidas desde el tiempo fundacional del Movimiento Nacional. Así, la izquierda y los nacionalistas son convertidos en enemigos de la patria, conformando la última versión de la AntiEspaña.

La salida a la superficie de los viejos imaginarios belicistas interfiere determinantemente toda la acción de las instituciones políticas. La inteligencia se agota en restaurar los vocabularios enterrados provisionalmente, generando vínculos entre las palabras y las realidades del presente. Esta restauración de los glosarios de los viejos tiempos se acompaña de un catálogo de gestualidades adecuadas al escenario postmediático, conformando escenificaciones que confieren preponderancia a lo visual. Todo queda subordinado a la resucitada confrontación en torno a las esencias de la reconstituida patria, simbolizada en la multiplicación de las banderas.

Desde este prisma, el concepto de felonía deviene en paradójico. Las adhesiones al régimen de Franco, sustentadas en apoyos sociales muy importantes, se disiparon con la llegada de la nueva democracia avalada por la mayor parte de sus élites políticas, económicas y culturales. Pero este desvanecimiento se encontraba condicionado por el buen comportamiento de los vencidos. Estos eran rehabilitados en tanto que sus discursos y conductas se inscribieran en aquello considerado como aceptable. Así se ha conformado algo similar a un tercer grado penitenciario, en el que los antaño internos deben acreditar su rehabilitación.

Se puede interpretar la emergencia de Vox, no tanto como la de la extrema derecha, sino como un factor catalizador de todas las derechas. La cadena de convergencias en los últimos meses es patente. Pero el caso español rescata un elemento singular al que se puede atribuir mucha importancia. Se trata de la fusión entre el franquismo maduro y el inicio del crecimiento económico. La primera sociedad de consumo de masas, con el apéndice de la motorización de masas y el primer estado de bienestar incompleto, acontece en los años sesenta, reafirmando la compatibilidad del autoritarismo político con el bienestar. Las palabras de Alfonso Guerra acerca de Chile son más que significativas. En la memoria colectiva hace acto de presencia esta realidad, que se reactiva en las sucesivas crisis de transición a la sociedad postfordista.

La historia de España puede ser considerada como un proceso en el que se suceden las felonías, que se encadenan entre sí conformando un extraño juego de efectos.  Las masas adictas al último franquismo devienen en multitudes que aplauden a los líderes de la nueva democracia, pero que muestran su capacidad de reversión cuando una crisis facilita la emergencia de lo imaginario enterrado provisionalmente. Por eso las felonías son intermitentes y de baja intensidad, siempre en espera de una nueva relación entre lo visible y lo oculto-enterrado. La interferencia entre las mismas las debilita inevitablemente.

Los dos vídeos son antológicos y no necesitan de comentario alguno. En ambos casos muestran realidades que no pueden desaparecer solo por el imperativo de la traición.




martes, 5 de febrero de 2019

TURBULENCIAS EN EL TRÁFICO DE MÉRITOS UNIVERSITARIOS


Reproduzco una comunicación de Comisiones Obreras de la Universidad de Granada. Se refiere a las dificultades con las que se encuentran los esforzados aspirantes a la carrera profesional universitaria. A primera vista, puede parecer un disparate burocrático, pero en mi opinión se trata de la aplicación de una tecnología de disciplinamiento de los candidatos a tan insigne profesión. 

Las reformas universitarias neoliberales se encuentran programadas según un catálogo sofisticado de normas, cuya función es llevar al extremo la competencia entre los pretendientes. Estos deben ser modelados en el esfuerzo permanente de hacer los méritos requeridos, para después clasificarlos y hacerlos compatibles con los formatos de presentación. En este proceso, los aspirantes son humillados por un repertorio de requerimientos y rituales que los modelan como sujetos subordinados a la red de autoridades.

En el ecosistema de autoridades generado para la modelación de los sujetos, el papel de las autoridades académicas es cada vez menor. Estas ceden el protagonismo a las agencias, que representan a una nueva tecnoburocracia global que detenta su poder en su naturaleza de apoderados de las fuerzas del mercado. Estas representan al espíritu dominante de la época, siendo las sucesoras de las viejas burocracias.

En los años que ejercí como profesor universitario no dejaron de escalar constantemente estas burocracias. Su código central para modelar a sujetos dependientes es la nueva versión universitaria de la servidumbre voluntaria. De servir a las autoridades académicas a servir a las autoridades tecnocráticas de las agencias. El resultado es que los afectados asumen que un valor seguro es adaptarse acríticamente a todas las conminaciones de los nuevos brujos.

Tras este disparate antológico se encuentra en arte de la inhabilitación. La finalidad fundamental es la de reconvertir a un investigador en un sujeto oportunista, que se desempeñe activamente en la eterna competición con los demás, para acreditar y renovar su victoria en un sofisticado sistemas en el que todo se resuelve por décimas, en el camino a que se salde mediante centésimas. Estos son los sentidos de la sagrada institución de la evaluación.

Esta comunicación de Comisiones Obreras es verdaderamente antológica. Conseguir resultados depende de la capacidad de los candidatos eternos de resolver las dificultades, muchas de ellas absurdas, procedentes de un campo programado, en el que lo estrictamente académico es desplazado de la centralidad.


CCOO INFORMA

¿QUÉ PASA CON LA FIRMA ELECTRÓNICA DE LOS COMPLEMENTOS AUTONÓMICOS?

El proceso de solicitud de complementos autonómicos sigue avanzando y se van poniendo de relieve nuevos problemas.

Cuando una persona ya ha conseguido completar su solicitud y se apresta a firmarla (con firma electrónica por supuesto) se enfrenta a nuevos sobresaltos: a pesar de tenerlo todo listo NO PUEDE FIRMAR.

¿Por qué?

Nos hemos puesto en contacto con el SICA y nos han contado cuáles son los problemas que pueden surgir y cuáles las soluciones.

Preparáos porque son muchos requisitos que debe cumplir nuestro ordenador:
  1. Hay que tener un sistema operativo Windows 10 o posterior. Si tienes un Mac lo tienes más difícil.
  2. En cuanto al navegador de internet, es mejor utilizar Chrome, en versión 68 o posterior, aunque también funciona con Mozila, en versión 60 o posterior. Lo que parece que no va es el Explorer.
  3. Suponemos que ya sabíais que previamente a todo esto necesitáis tener el certificado digital del Ministerio de Hacienda.
  4. Y haberlo instalado en vuestro ordenador.
  5. Para ello también habréis tenido que instalar el programa Java.
  6. Luego no olvidéis reiniciar el ordenador.

    Ahora, por fin nos disponemos a firmar.


    ¡¡NO, SIGUE SIN FUNCIONAR!!
  7. Quizás es que tenías instalado el programa de autofirma del Ministerio de Hacienda.
  8. ¡Qué iluso (o ilusa)!, pensabas que con eso podrías firmar un documento de la Junta de Andalucía. ¡NOOOOOOOO!
  9. Ahora tienes que desinstalar el programa de autofirma del Ministerio, luego reinicias el ordenador porque pueden haber quedado por ahí unos flecos.
  10. Y ya, finalmente, instalas el programa de autofirma de la Junta de Andalucía.

    Se supone que después de esto podrás firmar tu solicitud de complementos autonómicos.
    Hemos preguntado si no sería necesario también hacer el pino pero nos han asegurado que no será preciso.
En definitiva, si después de todo esto no puedes firmar sólo te quedan dos alternativas:
  • Acudir al Vicerrectorado de Investigación, donde tienen un ordenador preparado para que puedas firmar tu solicitud. Cuidado que tienes que ir con tu certificado de Hacienda.
  • Y si alguien se harta, se pone cabezota y se quiere arriesgar, puede presentar su solicitud en papel, en cualquier registro oficial (no los de la UGR). La Orden de 12 de noviembre de 2018 por la que se convocan los complementos autonómicos dice que la solicitud se presentará "preferentemente en el Registro Electrónico de la Administración de la Junta de Andalucía", y "preferentemente" no quiere decir "obligatoriamente".
Ya sabemos que sólo leer todo esto cansa, agobia y mucho más. Esperamos que no le cojáis tirria a quien os trae el mensaje.

Si pese a todo sigues teniendo alguna duda, puedes ponerte en contacto con CCOO a través de nuestro correo electrónico: ccoo@ugr.es

¡¡ATENCIÓN!! No es ésta noticia de ningún programa de humor, es la pura verdad, pero hemos creído que sólo con un poco de risa se puede tragar esta píldora.

¡¡ATENCIÓN DE NUEVO!! Para darle seguridad a la solicitud de complementos autonómicos, una vez terminada y firmada la solicitud y descargado el justificante de entrega, es conveniente descargarse de nuevo la solicitud y los anexos pues ya aparecen firmados electrónicamente.
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