Presentación

PRESENTACIÓN

Tránsitos Intrusos se propone compartir una mirada que tiene la pretensión de traspasar las barreras que las instituciones, las organizaciones, los poderes y las personas constituyen para conservar su estatuto de invisibilidad, así como los sistemas conceptuales convencionales que dificultan la comprensión de la diversidad, l a complejidad y las transformaciones propias de las sociedades actuales.
En un tiempo en el que predomina la desestructuración, en el que coexisten distintos mundos sociales nacientes y declinantes, así como varios procesos de estructuración de distinto signo, este blog se entiende como un ámbito de reflexión sobre las sociedades del presente y su intersección con mi propia vida personal.
Los tránsitos entre las distintas realidades tienen la pretensión de constituir miradas intrusas que permitan el acceso a las dimensiones ocultas e invisibilizadas, para ser expuestas en el nuevo espacio desterritorializado que representa internet, definido como el sexto continente superpuesto a los convencionales.

Juan Irigoyen es hijo de Pedro y María Josefa. Ha sido activista en el movimiento estudiantil y militante político en los años de la transición, sociólogo profesional en los años ochenta y profesor de Sociología en la Universidad de Granada desde 1990.Desde el verano de 2017 se encuentra liberado del trabajo automatizado y evaluado, viviendo la vida pausadamente. Es observador permanente de los efectos del nuevo poder sobre las vidas de las personas. También es evaluador acreditado del poder en sus distintas facetas. Para facilitar estas actividades junta letras en este blog.

sábado, 1 de octubre de 2016

MICAELA NAVARRO Y EL ARTE DE LA TRAICIÓN









Siempre me ha fascinado la traición. En el tiempo en que he vivido se ha presentado asociada a todas las crisis y los cambios. La transición política fue posible gracias a la traición del rey Juan Carlos y Adolfo Suárez, que fueron infieles al sistema político que les encumbró. Santiago Carrillo, Felipe González, Gorvachov y otros muchos, representan la conversión de la traición en un componente inevitable en muchos de los procesos políticos. La traición adopta numerosas formas, convirtiéndose en un verdadero arte ejecutado por un conglomerado de virtuosos, que muestran creaciones de autor, que en algún caso alcanzan la condición de sublime.

En mi tesis doctoral sobre la crisis del sistema sanitario español y la desdichada atención primaria, también la traición se hizo presente. La primera generación de reformadores modificó sus posiciones radicalmente, para adoptar otras contrarias, que se correspondían con otra reforma manifiestamente opuesta a la que habían iniciado y abandonado. Uno de los libros que me ayudó a comprender es “Elogio de la traición: Sobre el arte de gobernar por medio de la negación”, Jeambar y Roucaute, en Gedisa. La traición no debe confundirse con el cambio de posición. Esta tiene un componente esencial, como es no hacer públicos los argumentos a favor del nuevo posicionamiento y mantener la adhesión formal a lo traicionado. Se trata de un comportamiento cuyo ingrediente esencial es el engaño mediante la apoteosis de lo oculto. El sólido matrimonio entre la traición, la mentira y el secreto es indestructible.

En estos días se acelera la tragedia en el pesoe. Los acontecimientos parecen formar parte de una opereta disparatada. El pobre Pedro y su ejecutiva son destituidos por un golpe ejecutado por un sector crítico que carece de una cabeza pública. Así se consuma la apoteosis de los aparatos partidarios que se han apoderado de la realidad organizacional, tan trágicamente aislada de su entorno. La generación de personas de aparato ascendidas tras el vacío del postfelipismo, tales como Luena y Susana, ejecutan sus jugadas en la sombra, pero son registradas por las cámaras. El resultado es un acontecimiento tragicómico. En el flujo de los acontecimientos resplandece la traición. Micaela Navarro ocupa el trono de la deslealtad. Pero lo que el pobre Pedro no sabe, es que en una situación así, van a proliferar las deslealtades y posicionamientos a favor de quienes ganen, que en España siempre son los malotes.

La traición de Micaela Navarro ilustra sobre la naturaleza de los partidos. Es la presidenta del mismo y ha acompañado al equipo dirigente en todas sus deliberaciones y decisiones. El día de los autos, aparece como firmante entre los diecisiete ejecutores. Tras el golpe, desaparece del escenario y reaparece en Sevilla en los brazos de Susana. Pero no emite ninguna explicación acerca de lo que en su caso, es una modificación drástica de su posición. En esta traición lo oculto se apodera de toda la escena. Una presidenta no puede guardar silencio en una coyuntura de este rango. Así se manifiesta que fue designada en ese puesto precisamente para ser un peón de Susana, que prepara la jugada moviendo sus piezas. El silencio de Micaela confirma que no era la presidenta, sino una infiltrada de otro poder partidario.

Mi fascinación por las traiciones y los traidores me lleva a considerar un elemento fundamental. Este es el rostro y las disposiciones corporales de los futuros desleales. Recuerdo el rostro inmutable y hermético de Pinochet en presencia del presidente Allende en los meses anteriores al golpe. El fingimiento sostenido es un arte en el que lo más difícil es domesticar los gestos. Hoy he repasado las imágenes de Micaela el último año. Muchos de los videos e imágenes son elocuentes. En los últimos tiempos, cuando el grupo dirigente escenificaba su presencia ante las cámaras mediante los paseíllos de entrada y salida de las reuniones, en las que el grupo –Hernando, Batet, González y la propia Navarro- escoltaban a Pedro con rostros programados y posiciones corporales rigurosamente sincronizadas y planeadas, Micaela tiende a situarse en la periferia y tomarse una distancia sutil pero significativa.

También su rostro hermético que contiene sus emociones y las regula mediante ambivalencias que puedan satisfacer a ambas dependencias, la manifiesta y la oculta. Pero un traidor, una vez consumada la alevosía corre a refugiarse ante su beneficiario, distanciándose espacialmente del traicionado. La huida a Andalucía termina en la imagen del encuentro con la señora Susana. La he reproducido en el comienzo del post. Sin comentarios. En ausencia de discurso verbal los gestos ocupan la totalidad de las retóricas. En este caso son los aplausos y las efusiones táctiles a la presidenta. No es difícil pronosticar que en el comité federal del sábado las miradas de Micaela y Pedro no se cruzarán. Tras la traición el intercambio gestual queda cancelado.

Recuerdo a otros ilustres socialistas como Tamayo y Sáez, que tras votar en contra de su partido, lo que hizo posible el gobierno de Aguirre, tras la consumación de su traición, no miraban a ninguno de sus compañeros. Por eso fueron retenidos por los delegados de doña Esperanza en un hotel, de modo que compareciesen en el momento de la votación, para amortiguar el efecto de los intercambios no verbales con los traicionados. Las imágenes de sus rostros tras la consumación de la mezquindad constituyeron un monumento iconográfico. Estos tampoco se prodigaron en explicaciones acerca de su comportamiento.

Micaela ha generado un flujo de imágenes en las que se puede leer su rostro de ausencia afectiva respecto a Pedro y su equipo. El dilema interno termina por hacerse presente en su expresión facial. El conjunto de su rostro ha sido un catálogo completo de suspensión de las emociones. Adoptaba el estado de indiferencia, con algunos momentos de expresión fingida, tras los que recuperaba su expresión en blanco. Pero la mirada es un indicador elocuente. No intercambia nunca con Pedro y esta es un inventario de posiciones laterales de huida. También la boca muestra su distanciamiento. Las sonrisas nunca son completas y la mayoría son forzadas y contenidas. La relación oculta con su protectora se hacía patente en sus silencios y sus inventarios de gestos. Su modo de estar con el ínclito equipo directivo era congruente con su ausencia emocional.

La cacería de Pedro ha sido espectacular y muestra la gran envergadura del poder. El cerco mediático a la dirección del pesoe ha puesto en funcionamiento a los medios, los rivales políticos, los mercenarios de las industrias culturales, las gentes del mundo de la cultura en estado de disponibilidad del poder y otras especies predispuestas a contribuir a cualquier necesidad de los poderosos. Pero los traidores desempeñan un papel imprescindible en este dispositivo. Así, el papel de Micaela es esencial para debilitar al equipo de Pedro, que no ha comprendido la verdadera dimensión del poder, que más allá del pepé, se encuentra ubicuamente en todos los espacios, también en su propio interior.

Cualquiera que no adopte posiciones funcionales a los imperativos del poder es arrollado sin misericordia por una fuerza mayor concertada carente de cualquier escrúpulo. Bajo el entramado de televisiones, radios, periódicos y redes sociales se oculta un dispositivo implacable con quien transgreda los guiones escritos por los programadores. La caza de Pedro ha sido programada y ejecutada sin piedad por la armada invencible, que ahora es un dispositivo heterogéneo concertado que simultanea variadas posiciones y tácticas. En este brilla el papel de los infiltrados, que son requeridos como traidores activos cuando la coyuntura lo requiera. Así, Micaela no es la única traidora ilustre. Tanto hoy como en los próximos días otros serán activados. Hablar de democracia en una situación así es un exceso y una impertinencia.

La traición es un trabajo de autoría, siendo objeto de una alta consideración que determina la recompensa. Todos los traidores son protegidos mediante la adjudicación de bienes materiales e inmateriales. En el caso que nos ocupa, en ausencia de un imposible discurso verbal acerca de su aportación, será recompensada mediante su ubicación en un lugar próximo a la lideresa en los actos simbólicos. Pero este episodio forma parte del proceso de ascenso a los cielos de doña Susana, que ha consumado varios lances caracterizados por el juego sucio. Así se está fraguando una narrativa acerca de la reconquista a la inversa, desde el Guadalquivir hacia todos los nortes posibles. Hoy Borrell decía que el golpe era chusco. Se puede afirmar que este guion es zafio e inverosímil. Hoy será presentado en su primera versión en el Comité Federal. 

Después del asalto aparece la costurera providencial para calmar a los atribulados habitantes de las sedes. Pero el poder de esta costurera mágica, es un poder delegado por el dispositivo que ha logrado salvar al deteriorado régimen del 78. Los promotores de doña Susana son Eduardo Inda y otros prohombres de las maquinarias mediáticas. En los próximos años se desvelarán sus retóricas vacías, generando la posibilidad a nuevas traiciones. Quien a hierro mata a hierro muere. Pero será difícil que olvidemos una autora tan inconmensurable como Micaela, que acompaña sus silencios con sus ricos repertorios no verbales. Una presidenta del partido que tumba a la ejecutiva y no comparece a explicar su situación. Lo que nos queda por ver.

5 comentarios:

Futbolín dijo...

Lo que nos queda por ver son mas monstruos de esos que salen cuando lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no termina de llegar, en España tardará tanto en llegar lo nuevo que seguramente algunos de estos engendros del averno los seguirán viendo nuestros tataranietos, días para la melancolía, un gran artículo el tuyo para la colección, un saludo Juan.

Unknown dijo...

Gracias futbolín.Tienes una confianza desmesurada en lo que va a nacer que no comparto en ese grado. Pero respecto a lo vigente estoy de acuerdo contigo. Somos espectadores de las actuaciones de unos malotes insólitos.
Saludos cordiales

Futbolín dijo...

Tienes razón, me he dejado llevar, digo yo que quizás haya sido un efecto colateral del atún con pisto de Olasagasti que me ha producido un subidón :)

Anónimo dijo...

Alucianando, me recuerda todo a acuando dimitió Suarez, qué puede pasar???

«(...)decir que hay un campo político es recordar que las personas que ahí se encuentran pueden decir o hacer cosas que están determinadas no por la relación directa con los votantes sino con los otros miembros del campo. Él dice lo que él dice, por ejemplo una toma de posición acerca de la seguridad o acerca de la delincuencia..., no para responder a las expectativas de la población en general o incluso de la categoría que le ha dado voz, que lo ha designado como mandatario; sino por referencia a lo que otros dentro del campo dicen o no dicen, hacen o no hacen, para diferenciarse o por el contrario apropiarse de posiciones propias, para amenazar la apariencia de la representatividad que puede haber. Dicho de otro modo, la noción de campo relativamente autónomo obliga a decir que si se quiere comprender lo que hace un político, seguramente hay que buscar quién ha votado por él, buscar cuál es su base electoral, su origen social... pero no hay que olvidar buscar la posición que ocupa dentro del microcosmos y que explica una buena parte de lo que él hace. Hay casos que saltan a los ojos, por ejemplo los cursos del PS o los conflictos Chirac-Balladur para tomar ejemplo ya un poco históricos. Es claro que son casos donde el principio de la toma de posición está ligada con la ocupación de una posición en un espacio de posiciones que es precisamente el campo político».(Pierre Bourdieu, Sobre el campo político )

Marta

Unknown dijo...

Gracias Marta
Es tan sencillo como que el dinero y sus dispositivos intervienen en el campo político de modo contundente cuando lo necesitan. La brutalidad ha sido insólita. También la degeneración del pesoe hasta límites inimaginables. Lo que va a pasar es que la derecha se va a afianzar para terminar su ciclo de reformas correspondientes a una sociedad neoliberal avanzada. Lo que cabe preguntarse es cómo oponerse a esta situación. Mi opinión es que cualquier oposición política-parlamentaria tiene un techo bajo sin unos movimientos sociales con capacidad de conocer, proponer y replicar
Saludos