Presentación

PRESENTACIÓN

Tránsitos Intrusos se propone compartir una mirada que tiene la pretensión de traspasar las barreras que las instituciones, las organizaciones, los poderes y las personas constituyen para conservar su estatuto de invisibilidad, así como los sistemas conceptuales convencionales que dificultan la comprensión de la diversidad, l a complejidad y las transformaciones propias de las sociedades actuales.
En un tiempo en el que predomina la desestructuración, en el que coexisten distintos mundos sociales nacientes y declinantes, así como varios procesos de estructuración de distinto signo, este blog se entiende como un ámbito de reflexión sobre las sociedades del presente y su intersección con mi propia vida personal.
Los tránsitos entre las distintas realidades tienen la pretensión de constituir miradas intrusas que permitan el acceso a las dimensiones ocultas e invisibilizadas, para ser expuestas en el nuevo espacio desterritorializado que representa internet, definido como el sexto continente superpuesto a los convencionales.

Juan Irigoyen es hijo de Pedro y María Josefa. Ha sido activista en el movimiento estudiantil y militante político en los años de la transición, sociólogo profesional en los años ochenta y profesor de Sociología en la Universidad de Granada desde 1990.Desde el verano de 2017 se encuentra liberado del trabajo automatizado y evaluado, viviendo la vida pausadamente. Es observador permanente de los efectos del nuevo poder sobre las vidas de las personas. También es evaluador acreditado del poder en sus distintas facetas. Para facilitar estas actividades junta letras en este blog.

domingo, 17 de enero de 2016

DE LAS LÍBIDOS DEL PARTIDO POPULAR

La constitución del nuevo congreso de los diputados pone de manifiesto el shock estético de muchos de los miembros del partido popular y sus extensiones mediáticas, que en los últimos cuarenta años viven inmersos en su mundo cerrado, ajeno a los cambios sociales derivados de la convergencia de varios procesos de transformación. La mutación antropológica se hace presente súbitamente a sus ojos, mediante las estéticas desconocidas de varias docenas de vasallos, que rompen la severidad homologada de los uniformes en este espacio estancado y cerrado a la sociedad viva regida por la heterogeneidad. El verdadero espectáculo que tiene lugar es el que proporcionan aquellos incapaces de metabolizar los cambios estéticos,  las formas de estar presentes, así como los modos de habitar esta venerable institución, en la que la brecha con los mundos sociales plurales se hace ahora palmaria.

De este modo se aviva el activo antropológico de mayor envergadura que se aloja en esta institución, que es Celia Villalobos, la cual visibiliza  el discurso oculto de estas élites aristocráticas, que perciben a los vasallos como portadores de piojos. Así se hacen inteligibles y coherentes las medidas de política económica y social que los castigan, y que son expresadas en unos términos que en este blog he denominado como “el ensañamiento”. También la periodista Pilar Cernuda gana el premio al apartheid de los discriminados por su fino olfato recombinado con sus fantasías y temores.

La movilización de la percepción de los diputados investidos de hidalguía atribuye a los recién llegados el estatuto de portadores de suciedades, pero, además, los perciben como extraños sujetos que ríen, se besan, muestran sus efusiones amistosas y son ajenos a los rangos y rituales de saludo imperantes. De nuevo me remito al argumento antropológico. Se entiende como intolerable su desparpajo el primer día del curso, en el que sus modales trascienden la norma de la subordinación asumida que se  requiere a los nuevos, que tienen que mostrar su supeditación a los veteranos. No es de extrañar que la incidencia principal derivada de la nueva versión de la guerra de los mundos se haya incardinado en una mujer y un niño. Esta suma el doble vasallaje derivado de su condición de recién llegada y mujer.

El primer episodio de este desencuentro se ha trivializado en los media, ignorando el fondo de la cuestión. Pero, por debajo de la estética y las reglas de convivencia, late un desencuentro mayor. Los que fueron percibidos como intrusos en el templo del poder legislativo, la vieja izquierda, en tanto que su origen social es lejano al de las élites económicas y sus linajes cruzados, acataron la norma estética imperante desde el comienzo del juego. Así recrearon un manual de la distinción, que remite al célebre texto de Pierre Bourdieu. Porque portar un conjunto de traje, camisa, corbata, zapatos y complementos, dotado de coherencia y adecuado a las pautas del gusto establecido, es una cuestión que remite a la cuna. Así, muchos de los recatados y agradecidos izquierdistas que han transitado por el congreso, han mostrado sus carencias estéticas, reforzando la pirámide del gusto. En ese mundo, donde las combinaciones de cortes, tejidos y colores hablan elocuentemente, y donde las corbatas y los zapatos adquieren su esplendor en el conjunto, la izquierda, con excepciones, ha acreditado su subalternidad estética, que complementa a  la política.

De ahí resulta una rígida uniformidad de las ideas, de las políticas y las deliberaciones que homologan en gris a esta institución, que se acompaña de las indumentarias, las comunicaciones  y los hábitos de convivencia. Este es el mundo construido a su medida por el partido popular tras largos años de puja con sus rivales procedentes de los mundos del trabajo. Las sucesivas arribadas de estos al gobierno han significado la ejecución de un tratado de buenas maneras para asumir las urbanidades de los verdaderos propietarios del poder. Por debajo de las duras oposiciones ejecutadas por el partido popular y sus terminales mediáticas, se encuentra el canon estético. El desprecio a Zapatero es un monumento a la semiología de la moda de Barthes o de la distinción de Bourdieu. Un abogado de provincias sin fortuna familiar es vilipendiado con el argumento del gusto. Por el contrario, entre algunos de los vasallos desembarcados en el gobierno, la metamorfosis estética y personal de Alfonso Guerra le confiere un respeto especial y el estatuto de hombre serio.

Para comprender el fondo de la cuestión, la articulación entre lo político y lo estético, es menester acudir a una fuente pertinente. Se trata de un pensador tan sólido y original, así como reinterpretado y relegado, como es Agustín de Hipona o San Agustín, autor de una obra sólida y sugerente.  No es casualidad que sea eclipsado en su tiempo  por el tomismo aristotélico, siendo así desplazado a la periferia del logos occidental. Su concepto de líbido es un referente importante, que siglos después es recuperado y reformulado en otras coordenadas por autores fundamentales, principalmente  Freud. En la versión agustiniana, se trata de la contraposición entre el deseo infinito devenido en frustración, en tanto que se incardina de los objetos finitos. Esta líbido es una energía fundamental. Pero esta no es única, sino que cabe distinguir entre tres de sus variedades, que son inseparables, aunque diferentes. La líbido sciendi, que es la necesidad de saber y de comprender. La líbido sentiendi que es la necesidad de gozar y sentir. Por último, la líbido dominandi, que se puede definir como la ambición, la posesión, la acumulación y la dominación. Esta es la voluntad de poder.

El argumento de San Agustín permite comprender la descompensación de las líbidos de unas élites como las del partido popular. Tanto la líbido sciendi como la sentiendi son manifiestamente deficitarias. No son energías que impulsen sus procesos internos y sus líneas de actuación. Las clases dirigentes españolas han estado confrontadas  invariablemente con la ciencia, el pensamiento y el arte. Esta es una maldición eterna que adquiere formas nuevas. El pretendido emperador Aznar se encontró con un conflicto intenso con el mundo del cine. La recuperación del gobierno en 2011 conlleva la ejecución de políticas fiscales que mortifican a la cultura y también a la investigación. Estas decisiones no son nuevas, sino que se pueden comprender insertas en una larga secuencia histórica. La líbido sciendi es relegada y penalizada severamente.

También los mundos que nacen en los años sesenta en torno a la explosión de la líbido sentiendi son extraños al orbe cultural de los populares, cuyo rechazo a los mismos es patente. Las mutaciones derivadas de las distintas contraculturas, feminismos, movimientos sociales alternativos y otros factores, encuentran una oposición férrea, pero dotada de una estrategia flexible que aprovecha los mercados derivados de las mismas, construyendo simultáneamente murallas en las instituciones y organizaciones, para que permanecen blindadas frente a las olas de cambio. El rechazo obstinado a la normalización de lo gay es elocuente. Cada año la fiesta del orgullo es testigo de una resistencia abierta y también encubierta, que adquiere la naturaleza de numantina.

El mundo social del partido popular se funda en la líbido dominandi. Esta configura el núcleo de sus configuraciones sociales. La naturaleza de su proyecto es el gobierno de lo político, de las instituciones y de lo social. Lo decisivo es detentar la mayoría en las organizaciones empresariales, en la judicatura, en los cuerpos de élite de la administración, en el ejército y en la iglesia. Su hegemonía blinda a  las instituciones de los cambios. Como soy profesor de cambio social, sugiero a los alumnos que acudan como espectadores a un juicio. En esas salas se recrea una situación social insólita, de modo que proporciona al espectador una experiencia casi mística sobre la permanencia de un mundo congelado y ajeno a la sociedad.

La maximización de la líbido dominandi reporta un conflicto latente y permanente con los mundos de la cultura, de la investigación y de la universidad. En esta solo puede ocupar una parte de los feudos académicos. La consecuencia es la crueldad con que se aplican las políticas de la educación. El odio a los docentes se administra mediante la aparición de las frases que muestran su imaginario en momentos de desvarío. Esperanza Aguirre ostenta el récord de desprecio. Porque el arquetipo de esta formación social es el heredero que administra su legado consecuentemente o el ascendido de los infiernos del trabajo mediante una serie de jugadas sucesivas combinadas con el servilismo a los detentadores de los gobiernos. Desde esta perspectiva el docente es entendido como un perdedor carente de ambición que invierte demasiados recursos en actividades que no reportan recompensas sustantivas.

En estas condiciones lo decisivo es saber mandar. El arte de gobernar estriba en un conjunto de pautas expeditivas que se sintetizan en el concepto de capitanear. En este modelo la fuerza representa un vector fundamental. El atributo más importante es ser temido. Para ser respetada, una clase así tiene que mostrar sin ambigüedades su firmeza. De este modo compensa sus déficits de creación. Así se explica su desprecio a sus contendientes históricos, frente a los que no muestra ninguna compasión.  Su pétrea firmeza frente a los hijos y nietos de los que se encuentran enterrados en las cunetas representa un emblema de su modo metálico de ejercer el poder. En todos los conflictos se manifiesta este atributo. Su inacción en el conflicto catalán no es la consecuencia de su deficiencia estratégica y política, sino más bien su definición de la situación como un desafío, frente al que la única respuesta es el escalamiento y el castigo a los insubordinados.

Los encargados de administrar este orden de dominación están investidos de unas estéticas y modos de vida congruentes con esta situación. La sobriedad es la regla y la homogeneidad la ley. De ahí que se entienda la llegada de los herederos de las distintas contraculturas y mutaciones antropológicas como una provocación. La diversidad vivencial se entiende como una transgresión. La cámara se sobreentiende como una institución en la que impera un orden equivalente a las instituciones uniformadas. Así la coherencia de las descalificaciones, que constituyen la expresión de la movilización del marco cognitivo asociado a la líbido dominandi, de la que el partido popular acumula un excedente considerable. Si es así se puede esperar que se produzcan sucesivas ediciones de la confrontación estético-política, en la que los atuendos forman parte de imaginarios encontrados.




4 comentarios:

Anónimo dijo...

El PP y sus voceros mediáticos, eclesiásticos, militares, institucionales tienen lo más ponzoñoso del franquismo, neoliberalismo, nacionalismo españolista, machismo y misoginia, racismo,... toda una cultura castiza. Me pregunto si el peor casticismo altivo e ignorante, en otro país, tipo Inda y Marhuenda serían algo. Aquí son referentes populistas para una parte importante. Es así, porque no puedo dar crédito de vivir en una sociedad así. Creo que hay mucho de construcción permanente de esa realidad tan chusca y grosera.
Cuanto por hacer, casi todo.

Me da la sensación que si la campaña electoral hubiera sido despues de todos los actos judiciales postelectorales, junto con los votos negados del extranjero, más una equilibrada ley electoral y medios de comunicación equilibrados Podemos hubiera rebasado al psoe y tendríamos coalición de izquierdas frente a una posible gran coalición restauradora.

Gracias Juan, Ana, maestra jubilada y militante feminista desde los años ´70.

Unknown dijo...

Gracias Ana. Pienso que el partido popular es inseparable de la sociedad española, uno de cuyos sectores le proporciona un suelo garantizado. Así su declive tiene un límite con independencia de lo que haga.
Tanto los votos negados del extranjero como la ley electoral y el sistema mediático forman parte de su dispositivo de poder.
Saludos cordiales

Anónimo dijo...

La líbido del PP es monstruosa y fácil de mostrar, pero la clave actual esta el psoe.


Te dejo un buen texto.

http://ctxt.es/es/20160120/Firmas/3770/PSOE-sociata-Estado-Podemos-Tribunas-y-Debates.htm

Pd. Conoces lo que está pasando en Andalucía con los incentivos a médicos que garantizan el ahorro a las arcas administartivas. Evitando ir al especialista, recetar, pruebas, tratamientos,... Nadie habla de esto, imagino que estaran los colegios de médicos y demás como lobos.


Gracias, Conchi.

Unknown dijo...

Gracias Conchi. Valoro mucho tu aportación pues pienso que la fundación de los comunes es uno de los pocos grupos clarificadores en el análisis del presente. Me nutro de ellos desde hace varios años. En el caso de Enmanuel Rodríguez sigo sus libros y me parece una excepción al entender la transición y el proceso de los años de postfranquismo, superando los lugares comunes convencionales.
El caso del PSOE es claro. Pienso que Andalucía está anestesiada por ese extraño complejo de organizaciones en cuya cima está Susana Díaz.
Saludos cordiales.