Presentación

PRESENTACIÓN

Tránsitos Intrusos se propone compartir una mirada que tiene la pretensión de traspasar las barreras que las instituciones, las organizaciones, los poderes y las personas constituyen para conservar su estatuto de invisibilidad, así como los sistemas conceptuales convencionales que dificultan la comprensión de la diversidad, l a complejidad y las transformaciones propias de las sociedades actuales.
En un tiempo en el que predomina la desestructuración, en el que coexisten distintos mundos sociales nacientes y declinantes, así como varios procesos de estructuración de distinto signo, este blog se entiende como un ámbito de reflexión sobre las sociedades del presente y su intersección con mi propia vida personal.
Los tránsitos entre las distintas realidades tienen la pretensión de constituir miradas intrusas que permitan el acceso a las dimensiones ocultas e invisibilizadas, para ser expuestas en el nuevo espacio desterritorializado que representa internet, definido como el sexto continente superpuesto a los convencionales.

Juan Irigoyen es hijo de Pedro y María Josefa. Ha sido activista en el movimiento estudiantil y militante político en los años de la transición, sociólogo profesional en los años ochenta y profesor de Sociología en la Universidad de Granada desde 1990.Desde el verano de 2017 se encuentra liberado del trabajo automatizado y evaluado, viviendo la vida pausadamente. Es observador permanente de los efectos del nuevo poder sobre las vidas de las personas. También es evaluador acreditado del poder en sus distintas facetas. Para facilitar estas actividades junta letras en este blog.

viernes, 26 de mayo de 2023

ENCUENTRO CON LA BANDA SONORA DEL NUEVO FASCISMO

 

En mis diez últimos años de desempeño como profesor universitario he insistido en la idea motriz de que la sociedad global se ha fragmentado irremediablemente, dando lugar a varias subsociedades que se conforman como islas separadas entre sí. Pero este proceso de descomposición no se encuentra integrado en los paradigmas convencionales, que siguen funcionando mediante la idea unitaria. Este posicionamiento me ha llevado a mantener una postura crítica con las sociologías imperantes en varias versiones. Un libro de referencia es el de Alain Minc “La nueva edad media”, editado en Temas de Hoy en 1993. En este heterodoxo ensayo, se reconoce y reconceptualiza a las sociedades sumergidas derivadas de la gran desregulación del capitalismo tras el advenimiento de la globalización.

Minc define perspicazmente como “sociedad gris” a distintas sociedades que surgen en el seno de la sociedad global, emancipándose de la misma. Las sociedades grises son espacios sociales en los que no funcionan las instituciones y reglas del sistema total, caracterizado por el dominio del estado y la apelación al control racional de la realidad. Por el contrario, en las mismas se imponen las lógicas de poderes arraigados en la sombra, sustentados en distintas economías sumergidas. Por poner un ejemplo elocuente, la reciente y formidable película francesa “Los miserables”, de Ladj Ly, que narra las peripecias de una patrulla de policías que transita por espacios suburbanos dominados por distintas mafias, que se sustentan en varias economías ilegales.

En la actualidad resido en Madrid, en un piso alquilado que se encuentra ubicado a siete minutos andando del Retiro y a quince del Palacio de Cristal. Este se localiza en una casa que tiene dos portales, cuatro escaleras y unas ciento veinte viviendas. Todo el conjunto es propiedad de una empresa y los residentes detentamos la marca social que se deriva de nuestra condición de inquilinos en la España de siempre, inmune a los cambios estructurales. Esta casa es un verdadero laboratorio social habitado por varias especies de moradores. La circulación de esta población es muy alta debido a la precarización general, que impone sucesivas localizaciones a los intermitentes residentes.

 Junto a múltiples jóvenes que comparten los pisos de tres dormitorios, confirmando así la gran regresión residencial de los treinta últimos años, que reinventa los pisos compartidos como nueva forma de las viejas pensiones. Junto a los currantes se asientan algunas familias con niños, gentes de paso, refugiados ucranianos que acompañan a niños enfermos que son tratados en el Hospital del Niño Jesús, otros extranjeros y algunas mujeres mayores que viven completamente solas el tramo final biográfico, tras largas vidas en las que han desaparecido sus sistemas convivenciales. Yo soy una de esas personas.

Pues resulta que el bueno de Alain Minc se ha presentado súbitamente en el final de mi vida. El piso de abajo del mío, ha sido alquilado por tres jóvenes que representan los arquetipos personales de algunas de esas sociedades grises. Los que pertenecemos a la galaxia que tiene como centro al Estado, nos atenemos, en general, a determinadas formas de convivencia, así como a nuestro reconocimiento mutuo mediante una relación relativamente cordial de vecindad. El saludo mutuo, el respeto a las convenciones sociales, así como la relación amistosa es frecuente en las relaciones sociales del edificio. Los recién llegados han irrumpido estrepitosamente, mostrándose como productores de sonidos dotados de una carga insólita de decibelios.

Tres son las formas de la producción de sonidos. La primera es la recuperación de la sala como discoteca los fines de semana. En ella los invitados se prodigan con la música a un volumen demoledor, así como los sonidos de acompañamiento: gritos eufóricos, risotadas y voces desmesuradas. Desde el primer momento fui consciente de que tenía que deslocalizar esa discoteca, en tanto que la mayoría de vecinos tenía miedo a estos bárbaros. Llamé a la policía municipal. Pedí una prueba de sonido y accedieron. Esta se hizo en mi casa por medio de un sonómetro, siendo positivo el resultado. Tras la prueba, los agentes los identificaron, lo cual terminó en una denuncia formalizada.

Pero los nuevos bárbaros siguieron mostrando su competencia en el arte de producir decibelios. El segundo fin de semana reinventaron en su sala en las noches del finde el bar, específicamente la terraza. En ausencia de música tenía lugar una conversación en voces altas, acompañada por risas, gritos y sonidos que en la noche conmocionan el edificio. Llamé a la policía, pero ese día no disponían de sonómetro. Los agentes se personaron en la casa pero estos artesanos avezados del ruido habían aprendido y no abrieron la puerta. No obstante, como ya estaban identificados cosecharon su segunda denuncia. Pero la efervescencia de ese bar doméstico prosiguió tras la ausencia de la policía hasta el amanecer.

En los días siguientes tuvieron lugar dos acontecimientos acústicos convergentes. De un lado, los bárbaros reinventaron una nueva institución en la sala de estar: la grada o el estadio. En horario de tarde y de noche jugaban con una play, y cada desenlace de una jugada era celebrado al estilo de los goles de la grada. Los gritos eran de una intensidad escalofriante, además de intermitentes, de forma que para los sufridos vecinos se generaba una situación de espera a la siguiente explosión auditiva. Esta tercera forma de producción de decibelios, así como la constatación de los límites de la acción de las autoridades me decidió a dar la batalla. Así que inventé una forma de hacer ruido sobre el techo de su sala y sus dormitorios, que coincide felizmente con mi suelo, otorgándome una situación de privilegio acústico. Esta genera unos decibelios todavía mayores, de modo que produce un sonido abrumador sobre las testas de los bárbaros invasores, asemejándose a un bombardeo.

El pasado fin de semana fue apoteósico. Sobre el concurrido bar-terraza de la sala descargué a las doce y cuarto el primer bombardeo. Se hizo el silencio, pero reanudaron la fiesta. A la una bombardeé de nuevo la sala con intensidad inusitada. De nuevo, tras unos minutos de silencio, se reanudó la actividad auditiva y a las dos y media tuve que ampliar el hostigamiento auditivo. Esta vez subieron a casa. No les abrí la puerta, en tanto que tengo muy claro que la conversación con interlocutores en estado de ebriedad tiene el riesgo de terminar en violencia. Entonces, tuvieron que desalojar e ir con la música a otra parte ante la fuerza de la respuesta desde el cielo, que en este caso es su sufrido techo. De todas formas, volví a bombardear los tres dormitorios a las seis y media de la mañana en un nuevo acto de disuasión.

Durante toda la semana he recibido el calor y el apoyo de vecinos atemorizados o demasiado débiles para responder a la invasión de la barbarie acústica. También he hablado con la empresa propietaria, pero esta se lava las manos alegando que no puede hacer nada. En los tres primeros días, he bombardeado por las tardes la sala-grada de la play con efectos demoledores. Mis decibelios, al estar situado sobre su techo, son abrumadores. A partir del martes, la sala se emancipó de la grada, y no han vuelto a cantar sus jugadas-gol. Esta tiende a albergar un sistema social cuyo audio es moderado y no agresivo con los que habitan tras las paredes, por encima y por abajo.

Dice Minc que uno de los rasgos principales que definen a las distintas variantes de la sociedad gris es que en ellas predominan las relaciones de fuerza sin ambigüedad alguna. En este caso, los virtuosos en la producción del ruido se imponen sobre los vecinos mayores, enfermos o con niños sin piedad alguna. De ahí resulta un dominio del grupo de jóvenes ejecutado implacablemente, fundado en su superioridad numérica y corporal, y que adquiere formas sádicas. De las mujeres mayores que viven solas en su alrededor, y que ni siquiera se atreven a mirarlos o decirles algo, dicen despectivamente que son “menopáusicas”. Estos bárbaros se imponen por la fuerza sobre gentes a la que niegan su condición de humana. Ni siquiera nos reconocen como personas. Ellos saben que somos gentes en vísperas de ser encerradas y confinadas en instituciones totales de internamiento. En coherencia, no merecemos ningún respeto.

Me han impresionado mucho las conversaciones con las mujeres mayores. Estas viven en soledad, siempre en espera de la siguiente comparecencia de sus vástagos, localizadas en torno a la radio o la televisión y realizando actividades manuales clásicas, entre las que coser detenta un lugar privilegiado. Casi todas ya han experimentado su declive mediante accidentes domésticos o situaciones que han requerido ayuda externa. Pero ellas viven satisfactoriamente su soberanía doméstica, reinando en sus hogares desprovistos de acompañantes. Pero su declinar físico es implacablemente registrado por sus gestores de la historia clínica en espera de acumular los diagnósticos que amparen la decisión de encerrarlas definitivamente bajo custodia profesional, convirtiéndolas en objetos gerontológicos. En el tiempo que llevo en la casa, ya son dos las que han sido internadas definitivamente.

Esta población estigmatizada, abandonada drásticamente hasta por el mismísimo feminismo oficial, que las ignora supinamente, ha experimentado los cambios de la última década de modo que ha magnificado sus temores. Su soledad y desamparo se ve turbada por los industriales del miedo de las televisiones, portadores de sus imaginarios del mal, así como por acontecimientos vitales que los refuerzan. Uno de ellos es, precisamente, la aparición de bárbaros acústicos que ponen de manifiesto la ausencia de autoridad, así como la ineficacia integral de las instituciones. El resultado es la cristalización de una crisis de inteligibilidad. No comprenden qué ocurre y se sienten hipervulnerables y desamparadas. El cóctel letal resultante de la fusión del miedo con la incomprensión, las constituye como públicos de apoyo a los nuevos fascismos y autoritarismos.

Cuando el próximo domingo, las versiones de las derechas más autoritarias consigan resultados excelentes en distritos convencionalmente obreros, suscitando la perplejidad de las nuevas izquierdas posmodernas, es ineludible aludir a este factor. Estas señoras mayores ya no están presentes en las campañas de las izquierdas. Es inevitable mentar el video de campaña de Mónica García con Rita Maestre, que se dirige a otros públicos. Así se fragua una lenta, pero inexorable, expulsión de la sociedad, que termina con su congelación en las instituciones de confinamiento. Estas son las personas mayores que son etiquetadas con el hiperestigma de la discapacidad total, que sanciona la última decisión de ubicarlas en ese estado de muerte en vida que son las residencias.

Las dos noches de este finde, mi suelo va a temblar como efecto del dispositivo auditivo que tengo preparado para disuadir a los bárbaros de los sonidos. Van a tener que experimentar la derrota ante la aviación que castiga su techo. Y lo voy a hacer en el nombre de estas gentes mayores despreciadas y ninguneadas. En estos días, en nuestros encuentros ocasionales en el portal o las escaleras, se ha recuperado la sonrisa y reiterado la cordialidad, recuperando la esperanza de no ser abrumados por los sonidos de la discoteca, el bar o la grada tras las frágiles paredes. Porque es una tragedia en el presente que las instituciones o autoridades no nos quieran ver y nos reduzcan a la condición de perceptores de pensiones en vísperas de nuestro apartamiento definitivo. La próxima noche me encuentro con la banda sonora del nuevo fascismo.

 

 

 

lunes, 22 de mayo de 2023

UNA MIRADA CRÍTICA SOBRE LA CAMPAÑA ELECTORAL

 

Los ciudadanos saben perfectamente que no se les llama a votar para consultar sus razones, sino para hacerles entrar en razón.

Carlos Fernández Liria

Soy enemigo del sufragio universal; pero su manejo práctico no me asusta.

Antonio Cánovas del Castillo

¿Qué quiere mi máquina de visión y de escucha, y piensa lo mismo que yo? Cuestión tanto más ineludible cuanto que nuestro margen de libertad se reduce a medida que aumenta la interposición mediática, multiplicación de las redes y complejidad de los circuitos Siempre ha habido una máquina de hacer creer, desde el ágora griega y sin duda mucho antes. Pero hoy, la laringe colectiva gobierna la palabra pública. Hoy nuestra realidad es una mediavisión del mundo, dispositivo que dispone de nosotros, dotado de una fuerza de arrastre planetaria.

Regis Debray

 

Recuerdo el vigor de las primeras campañas electorales del postfranquismo. Los partidos movilizaban su capital militante, que se ampliaba considerablemente en ese tiempo. Con el paso de los años, las campañas han ido desfalleciendo, al tiempo que se transformaban en un género televisivo en detrimento de la densidad de los actos partidarios. Los escasos asistentes son colocados tras los candidatos por los asesores de comunicación, para conformar un capital visual que privilegie las cámaras. La unanimidad en estos actos es inquietante. Es imposible estar en ellos sin ser un cofrade experimentado y probado.

Estas han terminado siendo un episodio que congrega a las audiencias en torno a los denominados debates. El formato de estos favorece a los presentadores, que son las estrellas de las televisiones, que ofician un intercambio verbal de un nutrido grupo de candidatos, que tienen que responder a un menú despiezado de los programas máximos. Así, se abordan varios temas que se desglosan en varios aspectos. De este modo, cada aspirante dispone de sucesivos dos o tres minutos para presentar una secuencia de propuestas. El resultado es un insufrible intercambio de golpes dialécticos que favorece a los mejor dotados en comunicación no verbal. Para el espectador representa un visionado en el que sobresalen los zascas. Cada uno espera que su candidato zurre al contrario. De ahí resulta un estado de confusión, redundancia y catástrofe programática, que destapa la lucha de los egos de los contendientes. De esta manera se constituye como la máxima expresión de la desinteligencia, la ocultación y la manipulación. En este sentido, se ha llegado muy lejos.

Pero la campaña actual ha batido todos los récords imaginables. Se puede constatar un distanciamiento escatológico de la gran mayoría. El agotamiento de este formato de campaña es manifiesto.  Impera un estado de saturación que llega a la tristeza. Este juego sólo interesa a las formaciones políticas contendientes y a los operadores mediáticos. La verdad es que las partes beligerantes se muestran inscritas en unas rutinas que llegan a ser autodestructivas por la reducción de apoyos activos. En tanto, que estos disminuyen, los candidatos se muestran formateados por sus haceres ante las cámaras. De esta forma proliferan numerosos videos sin contenido que denotan un narcisismo imposible de ocultar.

Como es frecuente en estos meses, la campeona es Yolanda Díaz. Esta se prodiga en entrevistas con periodistas de las constelaciones del corazón y sus asociados, en las que muestra su frivolidad y aprovecha para minar a sus rivales mediante mensajes de doble significado. Su encuentro con Jorge Javier fue antológico. Estas actuaciones muestran a las claras como se imponen los mensajes ligeros y disminuyen las intervenciones sostenidas en una argumentación. El problema de fondo es interrogarse acerca de a quién se dirige Yolanda, Ada Colau y otras estrellas de la fanfarria político-mediática. Desde luego no a quienes se hagan preguntas o se encuentren relativamente orientados.

El problema crucial que se trasfiere a la campaña es la desconexión creciente entre los partidos y las realidades, así como la fragilidad de los proyectos. Quien siga el discurrir de la misma se encontrará con un contenido que responde al molde del Huffington Post, que representa una suerte de información con formato frivolizado y personalista. Pero, por debajo de lo que parecen desvaríos se encuentran proyectos ocultos que sustentan la campaña. Las tómbolas de bienes públicos de los candidatos ocultan las estrategias de los mismos. Hace unos días he publicado un texto en este blog sobre el origen de la derecha con la pretensión de explicar sus aparentes desvaríos espectrales.

Sin embargo, tras la aparente irrealidad de su campaña contra el fantasma de la ETA, se esconde una estrategia bien pensada. Se trata de ilegalizar a los partidos nacionalistas de Cataluña y Euzkadi, lo que le reportaría una mayoría cómoda a nivel estatal. Estamos en la primera fase de la realización de un proyecto para asentar a la derecha en el poder de manera estable. Los estados mayores son los comunicadores que afirman que la vieja ETA se ha reencarnado en Bildu. El aspecto más relevante de esta falacia es la constatación de que la derecha está rompiendo con el mismísimo régimen del 78. Esto es lo que se está dirimiendo.

Por parte de la izquierda, el giro del PSOE para presentarse como el partido de la gente, muestra su debilidad e inconsistencia. El supuesto giro a la izquierda es la resultante de cálculos electorales. Pero, con respecto a la socialdemocracia histórica, este significa una regresión. Esta supuso un proyecto en acción de construcción de una red de organizaciones públicas asentadas. El PSOE actual se ha evadido de la responsabilidad de impulsar organizaciones públicas sólidas, incluso las debilita considerablemente. El mantenimiento de un sector público fuerte, era la base para hacer realidad el verbo “transformar”. Los cambios se encontraban respaldados por esta garantía organizacional.

En los últimos años de giro izquierdista, el PSOE debilita la Administración y los sistemas públicos del estado del bienestar, para sustituirlos por una cadena deslavazada de  medidas de apoyo a distintos sectores sociales. Esta política tiene la finalidad de conseguir apoyos electorales inmediatos, pero no modifica las estructuras y deja libres a las instituciones del mercado. Pienso que el giro simbólico/imaginario del PSOE a la izquierda, es nefasto, en tanto que el debilitamiento de todas las organizaciones públicas - de la enseñanza, de la investigación, de la sanidad, de los servicios sociales- deja el camino trillado a la derecha cuando recupere el gobierno. Andalucía representa un laboratorio elocuente del declive del PSOE. Mientras tanto, las maquinarias jurídicas y mediáticas de la derecha inician el camino para aislarlo, privándole de sus proverbiales aliados nacionalistas.

Un aspecto esencial del debilitamiento de lo público estriba en que la política de la izquierda, también Izquierda Unida y ahora la constelación de la nueva izquierda, supone la colonización de las distintas organizaciones públicas, lo que les permite situar un conjunto de directivos fieles dichos partidos. El resultado de esta reapropiación y repoblación gerencial, practicada desde los años ochenta, ha representado un factor de bloqueo de estos sectores. Así, una red inmensa de afines, estrictamente obedientes construye las cadenas de mando en un prodigioso dispositivo de gerentes, asesores, falsos especialistas y renovados comisarios políticos. La espiral perniciosa resultante bloque e inmoviliza a dichos sectores. Por poner un ejemplo, este es el problema principal de la Atención Primaria, y no quiero ni siquiera acordarme de la Universidad, en la que muchos de los más mediocres eran promocionados para desempeñarse en lo que llamaban “gestión”.

Respecto a la nueva izquierda, su derrumbe es patente. Su fragmentación infinita, la apoteosis de los personalismos, la incapacidad de poner en tierra las grandes cuestiones del ecologismo y el pacifismo, el vacío programático, la reconversión estética, la competencia en la simulación. En este contexto, tiene lugar un verdadero descarrilamiento del feminismo, materializado en el Ministerio de Igualdad, convertido en un cohete espacial que alberga una nutrida troupe militante, que va perdiendo pie y distanciándose de la realidad. Asimismo, las propuestas excéntricas como la vigilancia estatal de Tinder y las propuestas de resolver los problemas sociales, nacidos precisamente de la consolidación de las instituciones neoliberales de la individuación, con la multiplicación de la psicología y la psiquiatría.

Estas elecciones marcan un punto de inflexión para la izquierda más allá del PSOE. Porque es ineludible interrogarse, tras tantos años de ejercicio de gobierno, acerca del estancamiento de sus apoyos. Incluso, por la naturaleza del sorpasso al PSOE, que se ha mostrado incapaz de ampliar los apoyos al conjunto de la izquierda. ¿Cómo es posible que, en distintas instituciones, en las que han desempeñado el gobierno, resulta que nutridos contingentes de electores no renuevan su apoyo, e, incluso,  viajan en otra dirección. El caso de Ada Colau es más que elocuente. Tras ocho años de alcaldía no conquista nuevos apoyos. La nueva izquierda se encuentra estancada y presenta un inquietante déficit de conocimiento. En sus mítines se proyecta la crispación de una radicalización por fracaso.

Dicho esto, tengo dudas acerca de si el próximo domingo, escribiré aquí sobre el desenlace de esta sórdida campaña, cuyas claves sumergidas he explicado aquí. Mi pronóstico es sombrío, con una derecha desbocada, una izquierda desnortada, que compiten en sus ofertas de tómbolas en detrimento de la Administración Pública y los sistemas públicos, que siguen la senda del deterioro inexorable. El autoritarismo creciente de los socios de gobierno, así como de la oposición son consustanciales a esta orfandad programática y descentramiento que constituye el paradigma de la tómbola. Bueno, que mañana es martes y en mi condición de mayor iré al cine por dos euros.

 

 

 

 

 

sábado, 20 de mayo de 2023

LAS BOQUITAS PINTADAS DE LA DERECHA

 

Acabo de leer un viejo libro de José Antonio Gómez Marín, cuyo título es “Antología de frases de derecha. Hablar con propiedad”, publicado en Libertarias /Prodhufi 1996.  Estas son algunas de las ventajas de vivir en Madrid, en donde fluyen tesoros bibliográficos en una red de librerías de segunda mano. En él recopila frases de distintas personalidades de la derecha. El resultado es antológico, en tanto que remite al núcleo invariable que conforma la identidad de la misma, que se maquilla y oculta cuidadosamente en el postfranquismo.

En el prólogo de Vázquez Montalbán, dice: Por la boquita pintada de las derechas realmente existentes últimamente salen proclamas que parecen de izquierdas, pero son tácticas o estratégica […] Antes se notaba mucho a los de derechas porque sus referentes fundamentales eran el orden natural y el divino. Ahora se recurre al orden internacional, y como se refugian en tan abstracta instancia tanto las derechas como las izquierdas, se dificulta mucho más el distinguir. Efectivamente, ahora la videopolítica imperante ha equiparado las jergas partidarias y los repertorios gestuales, haciendo difícil discernir entre ambas ideologías, transformadas hoy en versiones diferentes de la sociedad del sagrado crecimiento.

No obstante, aún a pesar de los disfraces de la época, tras los discursos de los protagonistas, reducidos a los argumentarios partidarios elaborados por los equipos de comunicación, emergen en no pocas ocasiones, expresiones verbales que remiten al origen indestructible, que se encuentra sumergido a las miradas de los espectadores/electores, pero que se somete a un régimen análogo al de las mareas. Así, siempre termina por llegar la bajamar, que muestra impúdicamente los ingredientes invariables del férreo e inequívoco pasado.

En estos días terribles de campaña, la derecha ha obrado el milagro de reconstituirse según los moldes implacables del pasado autoritario. Así, ha rescatado el tiempo de terrorismo en Euzkadi, ahora formulado en términos de una venganza que se impone sobre el mismo principio jurídico del cumplimiento de las penas. Así, el penado es reenviado a su origen para repetir el juicio y la condena, que deviene en eterna. Los argumentos utilizados remiten a una violencia contundente, que termina fabricando a un enemigo total inextinguible. De este modo impone en la campaña electoral, un sello de cruzada renovada. No se trata de disputar el espacio autonómico y municipal en torno a la defensa de un programa, sino de reavivar una nueva cruzada contra los espectros del mal, que al igual que el mismísimo diablo viven bajo la superficie en espera de su oportunidad para infligir daño.

El resultado de esta reencarnación del espíritu de cruzada es la desviación de la campaña hacia entidades espectrales, entre las cuales brilla la vieja y fenecida ETA, además de la okupación, entendida como una entidad maligna universal, presta para invertir el derecho a la propiedad. Las comunicaciones en las famélicas instituciones del régimen, adquieren una naturaleza metafísica que desentierra una institución providencial en la lucha contra lo maléfico: la inquisición. Los líderes partidarios de la derecha se esfuerzan por mostrar el mal oculto que subyace en los discursos y las prácticas políticas de las nuevas izquierdas.

Este oscurantismo fatal conquista las instituciones, siendo transferido a la izquierda que produce enunciaciones esencialistas, amenazadas por fuerzas del mal agazapadas bajo la superficie. Así la salud mental, que deviene en un espectro maligno que se asienta aleatoriamente sobre múltiples individuos, cuya única opción es ser tratados por los dispositivos profesionales requeridos. La intervención de Mónica García en un “debate” televisivo, en el que mostró medicación providencial salvadora para los afectados por ese luzbel que transita por las sociedades del presente. Una parte de los programas de la izquierda son presentados de forma esencialista en nombre de algún renovado jinete del apocalipsis que aguarda para localizarse en distintos sujetos.

Por esta razón presento aquí una selección de frases con mucha enjundia, que se encuentras presentes en los discursos metafísicos destinados a descubrir las intenciones ocultas o a combatir el mal, entendido como un concepto definido por su totalidad inextinguible. Ha sido difícil hacer una selección debido a la variedad y riqueza de las seleccionadas en el libro. El criterio de mi selección ha sido el vínculo de cada una con un discurso o situación del presente caracterizado por la política espectral de la derecha, pronunciada por sus múltiples, y, a veces, extravagantes, boquitas pintadas.

Estas son:

 

Cuando se empuña la carabina ya no hay que andarse con remilgos.

                                                                                             Prim.

Cuanto más prospere el mundo más necesitará de instituciones que lo guíen y más necesitarán esas instituciones de verdadera aristocracia que las dirijan.

                                                                                   Ramiro de Maeztu

La Nobleza ha sido la compañera inseparable de la libertad.

                                                                                      Bravo Murillo

El ideal se puede fijar en breve fórmula: convertir al señorito en señor.

                                                                                    Ramiro de Maeztu

 

Las minorías inteligentes y propietarias sólo están más altas porque han trabajado más, porque han ahorrado más, porque han realizado mejor su destino en la tierra

                                                                                  Cánovas del Castillo

Los detenidos son mis prisioneros

                                                                                     Manuel Fraga

 

El asiento requiere acomodamiento de suficiente número de voluntades y combinación estable de empujes, misteriosa mecánica en cada cotarro provincial.

                                                                                        Antonio Maura

Una monarquía no puede apoyarse en las últimas clases de la sociedad; es preciso que se apoye en las clases intermedias

                                                                                         Donoso Cortés

 

La clase baja (…) esta numerosa familia obrera compuesta en su totalidad por menores perpetuos, necesita de una prudente y sabia conducción

                                                                                          Ferrán Alsina

Cabría admitir dos grados en la participación en la democracia, para acceder desde la miseria a la participación en el poder o la soberanía: la propiedad, el primero; el segundo, el sufragio universal.

                                                                                     Antonio Cánovas

El régimen electivo es cosa de suyo tan corruptora que todas las sociedades, tanto antiguas como modernas, donde ha prevalecido han muerto gangrenadas.

                                                                                            Donoso Cortés

No queremos una democracia como aquella que en el primer pebliscito gritó ¡queremos a Barrabás¡

                                                                                         Francisco Franco

Las consecuencias que la democracia inorgánica produce en la sociedad son el desgobierno en anarquía, la lucha de clases, la proliferación de los partidos políticos, en definitiva, la imposibilidad de conseguir el bien común.

                                                                                       Luis María Ansón

Los regímenes cristianos son los más liberales de la tierra. No necesitan declarar los derechos humanos del hombre para reconocerlos. Son para ellos de derecho natural, y por tanto anteriores a toda ley escrita

                                                                                     Ramiro de Maeztu

NO cabe duda de que el Creador (…) ha dispuesto que haya desigualdad

                                                                                         Camps y Fabrés

Tengo la convicción profunda de que las desigualdades proceden de Dios.

                                                                                        Antonio Cánovas

Tengo la igualdad por antihumana, irracional o absurda, y a la desigualdad por de derecho natural.

                                                                                        Antonio Cánovas

Yo creo que ha habido en la tierra dos pueblos que han sido elegidos y predestinados: el pueblo judío y el pueblo español.

                                                                                            Donoso Cortés

Cuando las minorías inteligentes, que serán siempre las minorías propietarias, encuentran que es imposible mantener en igualdad de derechos con ellos a la muchedumbre; cuando vean que la muchedumbre prevalece de los derechos políticos que se le han dado para ejercer tiránicamente la soberanía, buscarán dondequiera la dictadura y la encontrarán.

                                                                                      Antonio Cánovas

El dinero es espíritu

                                                                                    Ramiro de Maeztu

Cantemos al oro

                                                                                     Ramiro de Maeztu

 

Lo esencial es sentir que el dinero es uno de los aspectos constitutivos del bien, y por tanto, uno de los valores supremos de la vida

                                                                                      Ramiro de Maeztu

Más fútbol y menos latín

                                                                                        José  Solís Ruiz

El profesor que no sea católico debe sentirse estrechado por su propio decoro y por su propia dignidad, ya que no por su conciencia, a renunciar a su cátedra.

                                                                                       Obispo de Ávila

La Institución Libre de Enseñanza, la institución más antiespañola que ha brotado y vivido en nuestra Patria, merced a la malicia de unos gobernantes y a la estúpida contemporización  de otros que, por sus ideas, debieron hace varios lustros haberles dado el garrote vil

                                                                                Cardenal Herrera Oria

Nadie quiere reconocer que si ese Estado hiciera grandes inversiones y no gastos sociales por muy necesarios y humanitarios que sean… crearía riquezas y empleo.                   

                                                                                            I.Parada

Lo que el país necesita y lo que el país tendrá es una Monarquía que prolongue la sabia moderación que franco ha sabido imprimir

                                                                                          Ortí Bordás

Nosotros pusimos el brazo y la intención, más la victoria sólo la da Dios

                                                                                       Francisco Franco

La Inquisición, a pesar de todos sus errores, tenía la enorme ventaja de velar por la fuerza dogmática de la Religión.

                                                                                       Luis María Ansón

Heterodoxos, sofistas, herejes, bachilleres, pedantes, intelectuales

                                                                                       Panfleto falangista

Las sociedades no mueren solamente por el hierro sino por la palabra anticatólica salida de la boca de los filósofos

                                                                                      Donoso Cortés

La tolerancia es enfermedad de épocas de escepticismo o de fe mala

                                                                                      Menéndez Pelayo

No hay libertad verdadera más que en la sumisión

                                                                                     Panfleto falangista

Lo esencial no es que el poder esté en manos del mejor dotado. Lo que interesa es que esté en manos de quien lo pueda ejercer con mayor provecho. Y este es el rey.

                                                                                      Luis María Ansón

Las asociaciones políticas son como las mujeres; mientras más se usan más se ensanchan

                                                                                       José Solís Ruiz

Cuando uno es pobre y lo quiere ser, lo es de buena voluntad y no por fuerza, entonces gusta la dulzura de la virtud de la pobreza

                                                                                  Antonio María Claret

¡Ser propietario¡ He ahí una idea tan sencilla en sí, pero que es la pesadilla del pobre, porque su limitada inteligencia no lo puede concebir

                                                                                      Joaquín Salarich

Necesitamos con urgencia un rearme moral y doctrinal que sepa contestar con rigor a las insidiosas penetraciones de un saber que se disfraza de ciencia y ha perdido su norte.

                                                                                       Utrera Molina

El socialismo no es fuerte sino porque es una teología satánica

                                                                                          Donoso Cortés

¿Y qué hacer? Pues una democracia sin gas. No tenemos otra posibilidad

                                                                                           Emilio Romero

 

 

Después de leer y pensar sobre estas frases tan elocuentes, creo comprender algo acerca del fondo de la campaña electoral en curso y sus espectrales contenidos. Solo es menester remitirse al método arqueológico. La derecha no es capaz de liberarse de los demonios de su origen. Estos son los misterios de la democracia sin gas de Emilio Romero. Me pregunto si algún lector suscribe esta interpretación.