sábado, 20 de abril de 2019

EVOCACIÓN DE LA ENTELEQUIA DE EL DORADO


Cinco siglos después del viaje fatal en busca de El Dorado, capitaneado por López de Aguirre y Pedro de Ursúa, tiene lugar su (pen)última evocación, que adquiere la naturaleza de una entelequia que se apodera de una campaña electoral. Los códigos imperantes siguen siendo los mismos, en tanto que se persigue un bienestar mitológico que es menester encontrar, en tanto que, al igual que los primeros expedicionarios- soldados mercenarios, sirvientes indios y esclavos negros- tienen que asumir grandes sacrificios en espera del futuro idealizado. Entretanto, los capitanes protagonizan cruentas luchas por la preponderancia en tan sublime misión.

En tanto que se conforma un nuevo episodio de crisis en el horizonte, que amenaza a los esperanzados expedicionarios  del presente, todos se zambullen gozosamente en la entelequia perfecta que se funda en la convicción de que el crecimiento es eterno y que este tiene la capacidad de redistribuir por sí mismo los bienes múltiples. Esta quimera oculta las señales inequívocas de crisis civilizatoria que se muestran en un variado repertorio de acontecimientos críticos. La cuestión fundamental radica en el hecho de que la revolución tecnológica determina un sistema productivo que solo necesita una pequeña parte de la población. Todos los subsistemas sociales son afectados letalmente por esta realidad.

Pero en la burbuja política y comunicativa de la entelequia perfecta no es posible introducir las cuestiones esenciales. El clima de confrontación entre los capitanes de la nueva expedición al nuevo El Dorado, contagia a los esforzados expedicionarios de todas las clases. Todos son seducidos por las fantasías de este viaje, que terminan por ser mentiras confeccionadas en las máquinas de la comunicación fundadas en la prodigiosa tecnología. En esta euforia colectiva es imposible introducir cualquier reflexión crítica, en tanto que quien lo haga es radicalmente expulsado a las tinieblas exteriores a la entelequia perfecta.

Así los mitológicos debates a celebrar en los próximos días se conforman como una ceremonia que tiene el don de la multiplicación de las tautologías y las ensoñaciones. Lo que se dirime es quien capitaneará la nave hasta el siguiente puerto. El problema de esta expedición es que exige sacrificios crecientes de una parte cada vez mayor de la población. La sociedad neoliberal avanzada instituye una confrontación permanente entre los menos dotados para poder alcanzar una posición ventajosa. Lo que se identifica como advenimiento de la extrema derecha, no es otra cosa que la instauración de conflictos perversos entre las capas sociales más desfavorecidas.

El problema de fondo es el proyecto. Sin cuestionar el mito del nuevo El Dorado no es posible impedir la marcha hacia una situación colectiva en la que se intensifiquen los accidentes y  se multipliquen sus efectos. Solo pensando las situaciones en términos de sistema-mundo es posible recuperar la capacidad de diagnosticar los problemas. Pero en esta entelequia perfecta del crecimiento sin fin no tiene cabida la inteligencia. No es de extrañar que sean los magos de la comunicación los que se hacen con las riendas de la expedición fatal.

Este video de una película maldita de Carlos Saura es paradigmático. Cinco siglos antes ya estaba escrito el núcleo duro del guion.



No hay comentarios:

Publicar un comentario