miércoles, 27 de abril de 2016

PODEMOS DESPUÉS DE LA PRIMAVERA

La vertiginosa ascensión de Podemos en los dos últimos años representa su propia primavera, en la que ha mostrado su potencialidad, suscitando esperanzas acerca de la renovación de la izquierda y la factibilidad de que los intereses de los sectores sociales penalizados por la gran reestructuración neoliberal en curso puedan ser representados en las instituciones políticas. Pero, si se analiza el proceso de Podemos en el último tiempo, se puede constatar que algunas cuestiones que hace tan solo un año estaban abiertas como interrogantes, se empiezan a cerrar inquietantemente tras su ascensión a los cielos políticos y mediáticos.

La emergencia de Podemos en las pantallas de las televisiones y su conexión con grandes sectores huérfanos de representación política, puede ser considerada como un acontecimiento político que rompe las simetrías de las vetustas instituciones políticas nacidas en el 78. El grupo de dirigentes que comparece en las pantallas aporta un discurso político nuevo y redefine lo que parece posible, más allá del fatalismo asociado a las posiciones de las demás fuerzas políticas de la izquierda. En este sentido es protagonista de un terremoto político que modifica las posiciones de todos los partidos y los medios de comunicación.

Esta emersión política suscita distintos interrogantes acerca de su naturaleza. La más relevante radica en determinar si se trata de un proyecto político de izquierda nuevo, que trascienda a los viejos partidos comunistas sobrevivientes al derrumbe de los estados de lo que se denominó como socialismo real. Estos partidos y las formaciones políticas asociadas a los mismos, detentan un modelo que conserva algunos de los rasgos más importantes de su código genético incubado en el tiempo histórico de su fundación. De ahí su crisis permanente, en tanto que se encuentran desconectados del contexto histórico vigente. Por encima de sus contingencias, se trata de proyectos políticos orientados a la supervivencia, y por consiguiente, funcionan referenciados en un conocimiento obsoleto que limita su energía y renovación al convertirse en un conjunto de dogmas congelados y ajenos a las realidades vigentes.

El riesgo de que tras su impetuosa irrupción, Podemos se configure como una nueva versión de la izquierda comunista convencional que sobrevive en un medio adverso, es patente. La principal cuestión estriba en el hiperliderazgo de Pablo Iglesias, que comienza a ser alarmante. El supersecretario general ejerce su función en forma de monopolio, de modo que relega al núcleo de dirigentes estatales al papel de escoltas, que las televisiones refuerzan en la selección de sus imágenes. La construcción mediática de su superliderazgo se ensambla con la tradicional consagración del secretario general en una organización de la izquierda comunista del siglo XX. La personalidad de Pablo refuerza este proceso de santificación política incompatible con cualquier experimento democrático en una sociedad del siglo XXI.

Pero la cuestión fundamental del devenir de Podemos radica en su evolución hacia un modelo en el que se sobrepone la homogeneidad de la organización. Esta contrasta con la heterogeneidad derivada de las condiciones y subjetividades de las bases sociales asociadas a su proyecto. La multiplicidad y variedad existente en los círculos de la primera versión deviene en una homogeneización singular que descansa sobre la acción implacable del novísimo aparato, que controla la red digital en la que se votan sus propuestas. En el último año el aparato privilegia su anclaje en los distintos territorios en detrimento de los círculos ignorados, degradados e invisibilizados. Estos son entendidos como contingentes de una infantería de apoyo en los procesos electorales que se dirimen en las pantallas.

El proceso de homogeneización y de la preponderancia del aparato se ha puesto de manifiesto en la pasión y muerte política de Iñigo Errejón. Su desplazamiento se ha producido con formas que remiten al libro de Vázquez Montalbán de “asesinato en el comité central”. El silencio sepulcral acerca de las diferencias, su desaparición física y mediática, el cese del secretario de organización y el regreso sancionando su relegación, remiten a un pasado autoritario inaceptable. Este es un síntoma fatal de la evolución de la organización que responde más a su código genético que a las condiciones políticas y sociales de su entorno. Este episodio me ha hecho recordar a los antiguos kremlimnólogos, que leían en los acontecimientos públicos las señales que podían remitir a cambios en las relaciones entre las personas del núcleo dirigente de tan monolítico poder fundado en el secreto.

Este proceso de conversión en una organización cada vez más monolítica tiene como consecuencia su estancamiento territorial que augura una reversión electoral. La ausencia de iniciativa de Podemos en las distintas autonomías es manifiesta. Con la excepción de Madrid, Cataluña basada en el tirón de Ada Colau, y alguna otra, las versiones regionales están agarrotadas, careciendo de iniciativa propia. La preponderancia de la acción mediática y parlamentaria actúa como un factor de congelación de la acción política. Cuando las direcciones regionales toman iniciativas son desplazadas por el nuevo aparato, que las elimina en la convicción de que el electorado local responde principalmente a las actuaciones mediáticas de sus líderes, en especial del supersecretario general.

La acumulación de apoyo electoral derivado de las actuaciones mediáticas contrasta con la debilidad de relaciones con los movimientos sociales. Estos se entienden como localizaciones para las cámaras de las televisiones que alimentan el guion de las narraciones político-mediáticas. La prioridad que se atribuye a la acción en las instituciones representativas relega a los movimientos. Estos declinan por la esperanza suscitada en una victoria electoral de lo que se denomina como “las fuerzas del cambio”. De este modo, el suelo se disipa y el incuestionable apoyo electoral se eleva hacia las nubes, para confirmar que todo lo sólido se puede disolver en el aire. De ahí resulta una burbuja política en riesgo de explosión.

La convergencia entre la homogeneización del aparato, la centralización, la mediatización, el hiperliderazgo y la elevación sobre el suelo de los movimientos sociales, constituye un dilema que configura el futuro de Podemos. Tanto las experiencias de los ayuntamientos del cambio como el estancamiento de las distintas mareas, remiten a una reflexión acerca de la estrategia en los próximos meses. El posible desenlace fatal del proceso político, con la configuración de un gobierno PP-Ciudadanos, remite a un cuadro político en el que las supercompetencias y superpoderes míticos del grupo de dirigentes devenidos en comandantes providenciales que anidan en el olimpo electrónico de las pantallas, resultarán insuficientes para construir una oposición asentada sobre el suelo y que recupere la esperanza, erosionada por un nuevo gobierno conservador.




15 comentarios:

  1. Iñigo es un gran valor en PODEMOS y no hay que preocuparse demasiado del hiperliderazgo de Pablo, de verdad :) Los desempata Juan Carlos y el otro Pablo.

    http://www.eldiario.es/politica/Errejon-PSOE-IU-Compromis-elecciones_0_509899676.html

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  2. Gracias futbolin. A mí sí me preocupa, me parece un mal síntoma, no creo en los desempates y esto va en detrimento del proyecto político. La fusión de Podemos-Iglesias e IU-Garzón puede ser explosiva en cuanto a la convergencia de liderazgos solo equiparables a los papales.

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  3. Iñigo Errejón contesta a Pedro Sánchez,cuando en política no se está por conseguir poder y negocios las diferencias de criterio suelen ser llevadas muy deportivamente :)

    https://www.youtube.com/watch?v=M4Mj9NbjsiA

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  4. No lo creo, yo tengo 65 años y noto que estas nuevas generaciones son mucho menos cainitas que las nuestras, como no les ha faltado de nada son menos salvajes, un abrazo Juan.

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  5. Rueda de prensa de Íñigo Errejón tras la junta de portavoces del 27 de Abril de 2016
    A partir del minuto 16 Iñigo le explica a Pedro Sánchez que le está muy agradecido por su preferencia sobre entenderse con el mismo.
    https://www.youtube.com/watch?v=ToXHNTjepoA

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  6. Me dejo anonadado el espectáculo del grupo parlamentario cantando y celebrando la convocatoria de nuevas elecciones. Recordé este artículo de uno de los valedores internacionales de Podemos, Owen Jones.
    http://www.theguardian.com/commentisfree/2015/apr/21/cruel-society-vote-labour-rights-tory

    ¿Que estaban celebrando? ¿mantener durante meses sino años ,la política neoliberal y la corrupción institucional del PP? ¿La posibilidad de ser la primera fuerza electoral de la izquierda , con díficil acceso al gobierno merece este riesgo?
    Gracias por el análisis político
    un abrazo Juan
    Toni Agustí

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  7. Gracias Toni. Más que celebrando quizás estaban representando el espectáculo de su propia puesta en escena. Un abrazo

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  8. Tienes razón, aún así es clave: http://aportodas26j.blogspot.com.es/
    Marta

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  9. Gracias Marta ¡claro que es clave¡ En la lista de a por todas hay firmantes muy relevantes. Es el grupo que aportó la idea de confluencia en las pasadas elecciones y que fue devorado por podemos e iu. Intuyo que esta vez será aún peor y la lucha por los escaños en las listas será épica.
    De todas formas estamos tranquilos pues tenemos comandantes superdotados

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  10. Dos artículos en DIAGONAL al hilo del debate:

    https://www.diagonalperiodico.net/la-plaza/30239-balbuceos-institucionales-es-inevitable-corromperse.html

    https://www.diagonalperiodico.net/panorama/30194-es-eso-partidos-movimiento.html

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  11. https://www.diagonalperiodico.net/la-plaza/30302-estamos-alli-todavia-sobre-la-politizacion-la-sociedad-o-no.html

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  12. Muchas gracias Liron por esta magnífica aportación. Vivo entre jóvenes universitarios y su distanciamiento de la política es cósmico. Lo cual no quiere decir que no sean posibles algunos intervalos con cierta energía. Pero el concepto de nuevo ciclo se define más por los interrogantes que por las certezas

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  13. El ideal organizativo del ciudadanismo busca siempre un ámbito en el que quepan todas las manifestaciones del discurso (excepto las que se aproximan a la violencia). Claro que se trata de discursos despojados de su carácter preformativo: son pura semántica. El lenguaje se vuelve cada vez más apologético, una pura maquina lingüística llena de fórmulas verbales donde la nimiedad -enviar mensajes, votar, navegar por la red, amontonarse- se convierten en lucidez histórica y heroísmo. Debajo de lo que se cree que es un movimiento, si se quitan las cámaras y los medios de comunicación, se puede comprobar que retrata un movimiento creado artificialmente por dichos medios. El espacio de lucha no son ya las fábricas, la calle, el barrio, la metrópolis... sino los medios de comunicación.

    Mario Domínguez, en "Postpolitica y Ciudadanismo. Editado por F.E.L. - SOMOSAGUAS.

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  14. Si el desierto es la metáfora del viaje del precariado, el laberinto es la metáfora de las políticas de identidad y representación.

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  15. Muy buenas referencias. Ahora mismo me encuentro escribiendo un post sobre las ruinas del 15 M y su conversión mediática en un parque temático

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