domingo, 22 de marzo de 2015

UN VOTO, UN BESO Y UNA RECOMENDACIÓN

Acabo de votar. No lo hacía desde hace muchos años. Me invade un sentimiento de alivio, en tanto que me encuentro bien por haberlo hecho. Los cálculos de utilidades que han respaldado mi voto no radican en ese imperativo propio de este tiempo neoliberal, que es ganar. No, tengo claro que no me adhiero a una mayoría triunfante que acceda al gobierno para intercambiar favores con aquellos que le han apoyado, tal y como siempre ha ocurrido, tanto en Andalucía como en España. Por el contrario, el sentido de mi voto es el apoyo explícito a un proyecto emergente que ha fracturado el obsoleto sistema político nacido de la transición en un tiempo record.

Por eso en mi memoria late una emoción extraña, como si estuviera viviendo algo naciente, de modo que rompe la fatal secuencia de votaciones de las que he sido testigo en los últimos casi cuarenta años. No puedo evitar establecer una analogía entre estas elecciones y las de junio de 1977. Pero no puedo olvidar que en mi biografía personal hay una constante: siempre que he votado he fracasado. Los destinatarios de mi voto lo han utilizado como fuerza inerte para mejorar sus posiciones de poder. Así he contribuido a la consolidación de una clase dirigente que ha ido recuperando, uno a uno, los atributos de la del franquismo. En particular, el autoritarismo, la insolvencia en sus actuaciones y la ausencia de cualquier inteligencia pública.

 Los últimos días de campaña son ilustrativos. La señora Susana, que prescinde de su propio partido, vacía su discurso; recurre a la magia de los tonos emocionales intensos; convoca a los años venideros como los mejores sin fundarlo en ningún argumento, y, recupera un andalucismo de cartón piedra, donde los atemorizados fieles que la aclaman devienen en la última versión del tópico “mi arma”. No hay propuesta programática alguna, así como la asunción de un diagnóstico en el que desaparecen los problemas crónicos de Andalucía, que en los últimos años devienen en una versión trasatlántica del diagnóstico de Galeano de “las venas abiertas de Andalucía”. El espectáculo sórdido de los besos, los afectos, las imágenes, la infantilización del argumento de la salvadora frente a un malvado externo, Rajoy, que amenaza nuestro bienestar. La campaña confirma que el psoe ha renunciado definitivamente a un electorado que haga de su voto un acto de deliberación interna.

El partido popular no oculta su propuesta electoral, que en síntesis es seguir con la línea que ha conducido al desastre. Se presenta presumiendo de su capacidad de emprender obras múltiples que maquillen las cifras globales. También como partido congruente con el desastre social derivado del naufragio económico asociado a tan fatal modelo. No tiene dudas sobre la dureza de las medidas con los vulnerabilizados. La criminalización de la protesta es su divisa para garantizar el nuevo orden social. Así, los perjudicados por la crisis-reestructuración son denegados en su condición específica, al ser reconvertidos en series de dígitos que ocultan su situación. El síntoma de la decadencia es su propio candidato en Andalucía, una persona sin energía ni fuelle, un señorito, cuyo principal activo es ser heredero, que imita en sus expresiones verbales al cacique político que lo ha situado ahí, como muñeco de guiñol, Javier Arenas.

El caso de izquierda unida compite en patetismo con los anteriores. Un partido acomodado a las instituciones, explícitamente distanciado de las movilizaciones derivadas de la reestructuración, que agota su capacidad de oposición en la producción de eslóganes e imágenes parcos, que no pueden ocultar su distanciamiento de la realidad. En este sentido se trata de un aparato gestor de cargos públicos, que no vive las realidades de sus supuestas bases sociales. Así, su objetivo único es acceder al gobierno. Su papel en este ha sido significativo. Su gestión neoliberal del turismo y de las infraestructuras, sus gestos demagógicos que manipulan la situación de los deshauciados, sus silencios respecto a los recortes de la educación y la sanidad, muy intensos al sur de Despeñaperros. También sus elocuentes ausencias discursivas con los precarizados, los desempleados, los despedidos, los múltiples que trabajan en negro y los que han tenido que marcharse. Todos ellos ausentes en sus valoraciones optimistas de la acción de gobierno cuyo producto son leyes abstractas.

Así, lo que se denomina como izquierda, el complejo formado por el psoe, iu, así como los sindicatos, han generado una definición optimista de la situación en Andalucía, que puede ser sintetizada como “un gobierno progresista del sur”. En esta se pueden identificar los factores que la avalan. Principalmente la red de gobiernos autonómicos y municipales, con sus correspondientes organismos y empresas públicas, así como instituciones financieras, que conforman un entramado organizativo en el que viven y transitan lo que en este blog he denominado como “los señores-compañeros”. En los entresijos y pasarelas entre estas organizaciones habitan tan optimistas y emprendedoras personas.

En contraposición a este optimismo en la definición de la situación de Andalucía, lo mínimo que se puede afirmar es que los últimos treinta años manifiestan la minimización inquietante de los proyectos empresariales; la ineficacia acumulativa de las empresas públicas; los déficits amplificados de la administración pública, así como el declive de la educación, la sanidad y los servicios sociales. El sector público es convertido en un entramado de anclaje de compañeros. De ahí resulta el desempleo sostenido, la emigración de talento, la neutralización de las iniciativas, el desplazamiento de los mejores en todos los ámbitos, el aumento de la vulnerabilidad de grandes áreas territoriales y sectores sociales, el “telón de acero” de acceso al trabajo para los jóvenes, y el incremento de la exclusión social. No hay muchas razones para la satisfacción de Díaz y Valderas, de Rafael Rodríguez y de Luciano Alonso.

En una situación como la que he definido en Andalucía, que se puede caracterizar como bloqueada, lo importante no es tanto proponer un programa de medidas convencional, sino generar un acto de ruptura que haga posible desbloquear la situación y abrir una vía a otro futuro. Esto es lo que representa Podemos. Decir que otro futuro es posible; que sí se puede; que lo principal es recuperar las instituciones secuestradas por los poderes económicos, la clase dirigente beneficiaria de la parálisis, incluidos los señores-compañeros; que todos los intereses tienen que estar representados; que la potencialidad de esta sociedad es su gente, su energía y su inteligencia y a ella se convoca.

No puedo dejar de comentar la violencia mediática que se abate sobre esta morfogénesis política y sus agentes. Desde su aparición y su consolidación, se ha producido un terrible espectáculo de atribuciones, acusaciones, mentiras, interrogatorios, insultos, descalificaciones y expulsiones simbólicas de la comunidad política. Así se pone de manifiesto la naturaleza de la situación de decadencia del régimen. En particular, los periodistas “progresistas” de las televisiones, que han puesto en escena un estilo diferencial con Podemos que alcanza grados verdaderamente insólitos. El espectáculo de periodistas que reivindican su independencia en este caso, que contrasta con la moderación de las críticas con el imponente complejo de la corrupción. Porque ¿ha sido interrogado públicamente Manuel Chaves, Javier Arenas, Blesa, Pepe Blanco, Camps u otros? El caso de profesionales como Fernando Garea o Ana Terradillos ilustra las dependencias respecto a las empresas y el desempeño altamente selectivo de la profesión.

Cargado con mis dudas y preguntas, con las reservas determinadas por algunas valoraciones críticas, inquieto por las experiencias pasadas tan negativas, he votado esta mañana en coherencia con mi visión. También con cierta esperanza de vivir una situación en la que el ejercicio del poder sea diferente, porque estoy dolorosamente harto del modo miserable de gobierno del psoe eterno. Comparto el núcleo del diagnóstico de Podemos. En los dos actos que he asistido, he recordado a tantos estudiantes inteligentes que han pasado por mi clase y han sido deglutidos por la maquinaria de la precariedad, el subempleo o el exilio. Hoy, frente a la urna los he reivindicado y he deseado suerte para todos, incluido yo mismo. Inevitablemente he extrañado a Carmen, que hubiera votado aún   con más esperanza y energía que yo mismo.

Como no olvido quién ha sido quién en los últimos años, así como quién ha promovido este cambio, manifiesto mi agradecimiento. Por eso,  un beso a Teresa Rodríguez y sus compañeros y compañeras. También me permito haceros una recomendación muy importante: El valor de vuestra acción tiene dimensiones que sobrepasan el recuento de votos de esta noche. Porque hay cosas que no se constriñen a las medidas, se encuentran más allá, como vuestra iniciativa que sí que ha podido. Es de tal dimensión, que el sistema ha tenido que improvisar un fantasma que os acompañe para obstaculizar vuestra visibilidad. Le llaman Ciudadanos. Un éxito.


5 comentarios:

  1. "La foto que nos devuelven los escaños recién ocupados del parlamento autonómico, su composición refleja el viraje de la realidad política hacia una más compleja pluralidad. El voto de la ciudadanía andaluza ha roto esquemas que parecían inamovibles; la transparencia de las urnas revela lo decidido mediante voto secreto. Esa nueva pluralidad obliga a abandonar el fetichismo electoralista con el que se venía contemplando la realidad. De modo análogo a aquel fetichismo de la mercancía criticado por Marx, que hacía olvidar que las relaciones materiales entre mercancías son en verdad relaciones sociales entre individuos y clases, siendo éste su secreto, hay que poner de relieve que las relaciones entre partidos no son sólo meras relaciones de fuerzas desgajadas de su entorno, sino relaciones que emergen del ejercicio ciudadano del derecho al voto. Ese acto de comedida soberanía encierra un secreto que en Andalucía se ha manifestado como eclosión de una realidad que se afirma en términos de un pluralismo político que reclama nuevos enfoques y prácticas. El secreto de Andalucía, rompiendo tópicos, sí anticipa nuevas revelaciones que nos deparará una ciudadanía que quiere revitalizar su democracia. "

    José Antonio Pérez Tapias


    Inteligente comentario de un candidato un tanto iluso que jamás logró reconquistar el proyecto republicano, laico y federalista del socialismo. Lástima que se haya olvido de la colaboración de la CIA en la creación y ascenso del PSOE.

    Ojalá tuviéramos más votos públicos de figuras notorias e intelectuales, para ahuyentar los fantasmas contra Podemos.

    Saludos y gracias por el implicado post,

    Ana María

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  2. Gracias por tu comentario Ana María. Mi posición es muy pragmática. Vivo entre macrofuerzas sistémicas que determinan lo social. Cuando aparecen cambios, no podemos elegir. En el caso de Podemos es el único grupo que define la realidad en términos críticos, frente a los partidos del régimen que lo hacen de forma celebrativa. No hay elección posible. Por eso he dado mi voto a Podemos.
    Saludos

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  3. A propósito de Podemos. He visto durante su incipiente gestación hasta su irrupción en la vida política y he de decir que aunque veo un cambio significativo con respecto a lo que hasta ahora hay. Percibo en cambio desde la "salida" de echeninique de la cúpula de Podemos. Me cansa mucho el continuo discurso sobre la casta, el régimen de 78 etc,... No acabo de ver un discurso sólido y estructurado quizá porque ya observó desde la posición muy crítica, el cual se acentúa viendo los "personajes" electos para representar a Sevilla entre tantos otros. Creo que la idea de Echeninique en cuanto a estructura me ilusionaba mucho más que el "todopoderoso" Iglesias, el sabelotodo "monedero"(el cuál no ha dado una lección muy ética) con sus ahorrarnos. Entre tantos otros...
    He votado a Teresa pero me siento muy receloso ante el grupo que la rodea.

    Saludos. Joaquín

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  4. Es interesante saber que la casta política necesita regeneración, pero son necesarios proyectos y más aún, saber que también hay una casta económica que gobierna a la casta política, que en algunos casos es coincidente, junto a otras castas múltiples en instituciones, agencias, empresas, obispados, universidades, grupos de comunicación y hasta en mi pueblo del norte de Jaén.

    http://www.cuartopoder.es/elcondensadordefluzo/2015/03/25/postelectoral/2565

    Carla

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  5. Gracias Joaquín. Yo estoy en estado de recelo desde los años noventa. Pero esta vez he votado con convicción y con dudas. Veremos.
    Gracias Carla por tu referencia. Vivimos entre castas múltiples interconectadas entre sí. No es posible la regeneración sólo su destitución. No ignoro que esto entraña muchas dificultades.
    También veremos

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