Presentación

PRESENTACIÓN

Tránsitos Intrusos se propone compartir una mirada que tiene la pretensión de traspasar las barreras que las instituciones, las organizaciones, los poderes y las personas constituyen para conservar su estatuto de invisibilidad, así como los sistemas conceptuales convencionales que dificultan la comprensión de la diversidad, l a complejidad y las transformaciones propias de las sociedades actuales.
En un tiempo en el que predomina la desestructuración, en el que coexisten distintos mundos sociales nacientes y declinantes, así como varios procesos de estructuración de distinto signo, este blog se entiende como un ámbito de reflexión sobre las sociedades del presente y su intersección con mi propia vida personal.
Los tránsitos entre las distintas realidades tienen la pretensión de constituir miradas intrusas que permitan el acceso a las dimensiones ocultas e invisibilizadas, para ser expuestas en el nuevo espacio desterritorializado que representa internet, definido como el sexto continente superpuesto a los convencionales.

Juan Irigoyen es hijo de Pedro y María Josefa. Ha sido activista en el movimiento estudiantil y militante político en los años de la transición, sociólogo profesional en los años ochenta y profesor de Sociología en la Universidad de Granada desde 1990.Desde el verano de 2017 se encuentra liberado del trabajo automatizado y evaluado, viviendo la vida pausadamente. Es observador permanente de los efectos del nuevo poder sobre las vidas de las personas. También es evaluador acreditado del poder en sus distintas facetas. Para facilitar estas actividades junta letras en este blog.

martes, 31 de julio de 2018

RECUERDO DE LA GRANADA TÓRRIDA

La inminente ola de calor, anunciada y televisada por las instancias rectoras de tan avanzado sistema audiovisual imperante, activa mi memoria de los veranos granaínos. La esplendorosa luz de las primeras horas se va intensificando con el avance de la mañana. A las doce, el sol deviene en un castigo creciente. Entonces se inicia el tiempo de recogimiento doméstico para protegerse en el mediodía y la larga tarde. El atardecer es la señal que anuncia el final del encierro vespertino. Las gentes salen a las calles para disfrutar del fresco de la noche. El amanecer es siempre prometedor, regalando unos tonos de luz fantásticos. Es el mejor momento del día. Pero se trata de un espejismo que se disuelve cuando el astro se asienta modificando sus efectos.

Parece inevitable la presencia de mis recuerdos de estos años, de los anocheceres, las noches y los amaneceres. Las músicas de la tierra estimulan la nostalgia que quiero compartir con quien se interese por esta enigmática ciudad. El flamenco es una de las expresiones de los misterios que alberga. Este verano experimento el retorno a una extraña melancolía granaína.








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