domingo, 15 de mayo de 2016

VICENTE MANZANO: UNA PROPUESTA PARA OTRA UNIVERSIDAD

A veces me siento inquieto e incómodo en los movimientos de oposición a la actual universidad. Mi posición crítica va mucho más allá del mantenimiento de las becas, los profesores y su estatuto laboral, la conquista de cuotas en instancias académicas entre otras cuestiones. La reforma en curso es más que la precarización de los docentes y la conversión de la institución en una empresa que manufactura productos docentes y de producción de conocimiento, cuya eficiencia determina la selección de los estudiantes, acrecentando la expulsión gradual de los contingentes de alumnos con menor renta. Además, se implementa una institución que se subordina drásticamente a los intereses de las grandes corporaciones industriales, grupos financieros y mediáticos globales. Una de las consecuencias principales del proceso de reforma es la denegación  de aquello que se ha denominado como las humanidades, representando un factor de progreso en todas las épocas.

Pero este proceso de reformas conforma una nueva institución portadora de un proyecto de individuación radical, que debilita y pervierte las relaciones interindividuales e intergrupales en su interior. Una de las cuestiones más problemáticas de la universidad-empresa es la construcción selectiva de su propio entorno, que sanciona en exclusiva a los intereses empresariales. La sociedad total, que integra al conjunto de la población portadora de distintos problemas, déficits, necesidades y potencialidades, es rotundamente eliminada para privilegiar las esferas de la producción y el consumo de élite. Las transferencias tienen como objetivo a la trama empresarial en detrimento de lo social. Así se reforma también el ethos  y los sentidos universitarios convencionales.

La nueva universidad construye una fortificada frontera frente a lo social deteriorado, focalizando su interés en el mundo de la producción y sus beneficiarios. De esta operación resulta una brecha de gran dimensión, que afecta a la inteligencia colectiva concentrada en las tecnologías, los productos y en la sociedad de la calidad, que es sólo una de las sociedades existentes. Esta distorsión favorece la configuración de una inteligencia colectiva menguada y portadora de varias cegueras combinadas. El monopolio de la inteligencia orientada a lo tecnológico priva a lo social y convivencial de recursos. El imaginario resultante es portador de un marcado extravío humano que conforma un lado oscuro del progreso tecnológico en curso.

Vicente Manzano es un profesor de la universidad de Sevilla. Su voz crítica en favor de otra universidad tiene una especial relevancia en el contexto de los silencios institucionales vigentes frente a las sociedades penalizadas por el proceso de reestructuración social-global en curso. Su obra y su modo de estar en la universidad constituye una esperanza fundada en la posibilidad de otra universidad que reutilice la inteligencia colectiva y la producción de conocimiento para restaurar la relación con el entorno total de la institución, activando los vínculos con las poblaciones desplazadas al exterior de la mítica calidad de vida. Su voz y su presencia es un signo anunciador de un nuevo tiempo, en el que en el seno de la universidad-empresa se incuba otra institución radicalmente diferente. Esta emergencia implica la convergencia de discursos críticos, nuevas prácticas emancipadoras alejadas de la razón productivista individual, así como relaciones interpersonales inéditas hoy.

La aportación de Vicente Manzano se inscribe en un nuevo horizonte  en el que se pueda reconstituir sobre otros supuestos una institución tan deteriorada por la acción concertada de distintos poderes. Su proyecto implica la generación en el tiempo-ahora de una nueva realidad a partir de las prácticas de los profesores y los alumnos. No ese trata solo de imaginar el futuro, sino de iniciar el camino liberando espacios de las lógicas perversas que conforman la cotidianeidad académica. Su idea fuerte implica la articulación del pensar, decir y hacer, todo ello en el presente.

Este proyecto es distinto al modelo de la pasividad en la institución combinada con movilizaciones puntuales con el objetivo de cambiar algunas leyes. Esta estrategia es la que me incomoda, como decía al principio del post. Actuar solo en el campo político, constituyendo una fuerza que se proyecte sobre los operadores legislativos, es manifiestamente insuficiente. Si no se conquistan espacios internos en los que se pueda experimentar el cambio y generar una comunidad que lo impulse, esta transformación no es posible. Se trata de hacer también en los espacios cotidianos.

Tuve noticia de su disidencia en su universidad mediante un colega. Su carta abierta me pareció muy sólida en sus argumentos, pero tras ella, así como en todos sus escritos, subyace una fuerza intelectual y ética que solo es posible forjar en la discrepancia con grandes poderes. La lucidez, acompañada de la superioridad moral, derivada de la inferioridad frente al poder, conforma una fértil disidencia. Me parece un privilegio leer su carta, que reproduje en este blog. Así se produce un capital cívico en el seno de la megamáquina universitaria desbocada en la dirección de intensificar su propia producción.

Vicente viene invitado por el Instituto de la Paz y los Conflictos de la universidad de Granada. La primera sesión es el jueves 19 a las 19h en el salón de actos de la Escuela Técnica de Edificación, en los Paseos Universitarios del Campus de Fuente nueva. El tema es “la universidad comprometida con el bien común”.

El viernes 20 a las 12h., en el aula López Asúa del Centro de Documentación Científica, en la calle Rector López Argüeta, junto a la facultad de Políticas. El tema es la evaluación de la actividad académica. Muy pertinente para los productores de méritos ubicados en los doctorados, máster o en la selva de los becarios de investigación.

En los dos enlaces siguientes se puede acceder a su obra.
El primero es una página personal en donde están sus textos de acceso directo.
http://personal.us.es/vmanzano/publicaciones.htm

 El segundo es un vídeo muy elocuente en el que sintetiza su posición.



El futuro solo es factible partiendo del pensamiento y la acción de los discrepantes que problematizan y cuestionan las instituciones vigentes. Este es un factor invariante en todas las épocas. En la actual, aún más, en tanto que la opacidad es inducida por el mismo poder. Vicente es uno de los precursores de un futuro más esperanzador. Bienvenido a Granada.



3 comentarios:

  1. Hola Juan... Me encuentro desolado como aquella princesa encerrada en una torre. He enviado la propuesta de Vicente a las dos redes académicas que mantengo. Una es un grupo de whatsapp de antiguos compañeros del Master. Y nadie me ha mostrado ni el más mínimo interés. La otra es un grupo virtual de alumn@s de tercer ciclo de la UCM. Y la misma respuesta: silencio administrativo.

    Me siento como esa princesa que soñaba con el rescate de un príncipe, el príncipe de la multitud: EL BECARIADO. Tú has tratado ya este tema y coincido con Negri que no hay hegemonía posible en dicha multiplicidad de trayectorias atomizadas.

    Quizás la esperanza para la defensa de una universidad pública sea el paso adelante de profesores-militantes para ocupar puestos de responsabilidad en la institución como plantea Manzano. En la metáfora del cuento habría que confiar en la benevolencia del PADRE para aliarse con su hija y su amado en pos de desterrar a la BRUJA: LA INEVITABLE PRIVATIZACIÓN Y MERCANTILIZACIÓN DE LA UNIVERSIDAD.

    ¿Hay espacio para eso?

    Un outsider!

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  2. Lirón, me parece normal. el sistema de la nueva evaluación es muy duro y espera a los aspirantes para buscar diferencias decimales entre ellos. la gente que nos pronunciamos críticamente somos percibidos como frikis. pero a pesar de todo la situación ha mejorado y la cxonciencia crítica es mayor.
    un abrazo

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  3. Sin ánimo de ser pesado, me apetece desarrollar los arquetipos de la metáfora del cuento:

    Tenemos a la princesa, el conocimiento, encerrada en la torre de un monasterio.

    Los monjes serían los profesores que reproducen, conservan, la institución.

    El rey, el padre, representaría a los cargos: la autoridad.

    La reina representaría a los profesores críticos con la situación: el encierro del conocimiento.

    La bruja representaría al mercado y la capacidad de seducción de los cargos por las lógicas de evaluación.

    Los diferentes príncipes representarían los diferentes perfiles de estudiantes y sus relaciones con el conocimiento, la autoridad, la dicción y el pensamiento crítico.

    Ja Ja Ja... Se pueden construir más perfiles y nos daría para una obra de teatro.

    Buenas noches.

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